Las revoluciones de 1917 fueron la consecuencia inevitable de la participación rusa en la Primera Guerra Mundial, estando ambos momentos históricos indisolublemente ligados. En la primera revolución, el momento decisivo, según coinciden las diferentes fuentes consultadas, se dio el Día Internacional de la Mujer (23 de febrero). Orlando Figes apunta sobre el particular: "Todo empezó con el pan. Durante varias semanas se estaban agotando las existencias de las panaderías de Petrogrado, especialmente en los distritos obreros, y empezaron a aparecer las largas colas para el pan. [坠Además, era el invierno más frío que Rusia había experimentado durante varios años. [坠Las heladas y ventiscas árticas habían parado literalmente el ferrocarril. Las fábricas cerraron. Miles de trabajadores despedidos deambulaban por las calles. El 23 de febrero era el Día Internacional de la Mujer, una fecha importante en el calendario socialista, y hacia mediodía grandes multitudes de mujeres empezaron una manifestación hasta el centro de la ciudad para protestar a favor de la igualdad de derechos [坠Pero por la tarde, el tono empezó a cambiar. Las trabajadoras de la industria textil del Distrito de Vyborg se habían declarado en huelga esa mañana para protestar en contra de la escasez de pan. Unidas con los hombres de las fábricas metalúrgicas cercanas, se habían dirigido hacia el centro de la ciudad, atrayendo en su camino a trabajadores de otras fábricas, y, en algunos casos, obligándolos a salir, con gritos de 릩excl;pan!" y 릩excl;abajo el zar!". Al final de la tarde, unos cien mil obreros se habían unido a la huelga. Hubo enfrentamientos con la policía cuando los trabajadores intentaron cruzar el puente Liteiny, que unía el lado Vyborg con el centro de la ciudad. [坠La multitud más densa se concentró alrededor de la Duma de la ciudad. Los cosacos de Balk no pudieron dispersarlos, e incluso mostraron reticencia a hacerlo: se acercaban a caballo a las mujeres, deteniéndose a escasa distancia y retrocediendo. Más tarde se supo que la mayoría de los cosacos eran reservistas sin experiencia con multitudes, y con caballos que desconocían las calles de la ciudad. Por algún descuido, no se les había suministrado sus habituales látigos. Resultaría un error fatal por parte de las autoridades, porque esa señal de debilidad de los cosacos envalentonó a los trabajadores en los días que siguieron".[19]
Este episodio fue el inicio de los acontecimientos finales, pero como se expuso en otros puntos de esta monografía, la revolución no podría ser entendida sin considerar las particularidades socioeconómicas y culturales de la sociedad rusa, ya explicadas anteriormente.
Fitzpatric aporta su punto de vista indicando que "En febrero de 1917, la autocracia se derrumbó ante las manifestaciones populares y el retiro del respaldo de la elite al régimen. En la euforia de la revolución, las soluciones políticas parecían fáciles. La futura forma de gobierno de Rusia sería, por supuesto, democrática. El sentido exacto de ese ambiguo término y la naturaleza de la nueva constitución de Rusia, serían decididos por una asamblea constituyente, que sería elegida por el pueblo ruso en cuanto las circunstancias lo permitieran. Entretanto, las revoluciones de elite y popular —políticos liberales, las clases propietarias y profesionales y la oficialidad en la primera categoría; políticos y socialistas, la clase obrera urbana y los soldados y marineros rasos en la segunda— coexistirían, tal como lo hicieran en los gloriosos días de la solidaridad nacional revolucionaria de 1905".[20]
En estas circunstancias, el Zar Nicolás II abdicó a favor de su hermano, Miguel, en lugar de su hijo Alejo, cuya hemofilia se constituyó en más de un obstáculo para la familia imperial, y que incluso posibilitó la influyente presencia de Grigori Rasputín en las altas esferas de la familia real. Fue esta decisión política la que precipitó la caída definitiva de los Románov del trono real ruso, y que dio lugar a un nuevo tipo de inestabilidad en la ya bastante inestable Rusia de principios del siglo XX, pues Miguel declinó la abdicación en su favor y se nombró un gobierno provisional, encabezado por Gueorgui Yevguénievich Lvov, que duró sólo hasta julio del mismo año.[21]
La Primera Guerra Mundial fue el factor decisivo que precipitó las revoluciones de 1917 principalmente porque desnudó las debilidades de un sistema de gobierno que había ingresado en la fase final de su deterioro. Fue un proceso que significó el derramamiento de mucha sangre en el pueblo ruso, pero también un hito en la historia del siglo XX, pues con la caída de los Románov caía un sistema de gobierno en el país más grande del mundo que detenía el avance de las fuerzas productivas que habían ascendido vertiginosamente en el resto de Europa, a la vez que daba lugar, aunque brevemente y de una forma caótica, a la democracia liberal. Lo que siguió fue la revolución de Octubre.
2.3.2 La revolución de Octubre
Octubre para Rusia, Noviembre para el resto del mundo. La diferencia de meses radica en el uso que se hizo en el imperio ruso del calendario juliano, a diferencia del gregoriano empleado en el resto del mundo, situación que fue corregida en enero-febrero del año siguiente, 1918. Los acontecimientos son largos de detallar, pero básicamente, parece haber influido en el triunfo de los internacionalistas bolcheviques (frente a los defensistas mencheviques), la idea fundamental de poner fin a la participación rusa en la Guerra. De hecho, según se observa en las fuentes consultadas, Lenin consiguió un permiso especial que le posibilitaba atravesar territorio alemán desde la neutral Suiza (donde se hallaba exiliado), lo cual fue interpretado por más de un analista como una medida conveniente para los intereses alemanes, que veían de ese modo la posibilidad de liberarse de un poco operativo pero pesado enemigo, a fin de concentrarse en sus ataques en el Frente Occidental, y de paso, tras un acuerdo con la Rusia Soviética de Lenin, algunos meses después, hacerse de extensos territorios arrebatados a Rusia, entre los que se incluían Finlandia, Polonia, los Estados Bálticos, Ucrania, Crimea y casi todo el Cáucaso.[22]
Así, el triunfo de los bolcheviques y la consolidación de la Revolución Rusa de Octubre llevaron de la mano el fin de la participación rusa en la Primera Guerra Mundial, lo que provocó simultáneamente el ingreso de Estados Unidos en el primer conflicto militar más importante del mundo el pasado siglo XX.
La Primera Guerra Mundial fue el factor decisivo que precipitó las revoluciones de 1917 principalmente porque desnudó las debilidades de un sistema de gobierno que había ingresado en la fase final de su deterioro. Fue un proceso que significó el derramamiento de mucha sangre en el pueblo ruso, pero también un hito en la historia del siglo XX, pues con la caída de los Románov caía un sistema de gobierno en el país más grande del mundo que detenía el avance de las fuerzas productivas que habían ascendido vertiginosamente en el resto de Europa, a la vez que daba lugar, aunque brevemente y de una forma caótica, a la democracia liberal.
FIGES, Orlando: La revolución rusa (1891-1924). La tragedia de un pueblo, Edhasa, Ensayo histórico, Trad. César Vidal, Barcelona, España, 2006.
FITZPATRIC, Sheila: La revolución rusa, Edit. Siglo veintiuno editores Argentina, Buenos Aires, 2005.
MASSIE, Robert K.: Nicolás y Alejandra. El amor y la muerte en la Rusia imperial, Edit. Javier Vergara, Barcelona, España, Trad. Juan Soler, 2004.
REED, John: Diez días que estremecieron al mundo, Edit. Hiru, Barcelona, España, 2001, Pág. 17.
TROTSKY, León: Historia de la revolución rusa, Editorial veintisiete letras, Primera edición por la editorial: 2007, Madrid, España, Trad. Andreu Nin, año 2007.
Internet
Anónimo, artículo Primera Guerra Mundial, en
MERZ, Matthias: Primera Guerra Mundial, en: .
OCAÑA, Juan Carlos, el artículo: La Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial 1914-1918, en http://clio.rediris.es/udidactica/IGM/guerra.htm
Autor:
Abraham Omonte Rivero
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