¿Se puede amar el Derecho? La pregunta no es ociosa; teniendo presente la mala fama del Derecho en nuestra población:
Se acusa al Derecho de ser el encubridor del poder; de ser el que justifica las atrocidades de los gobiernos arbitrarios y corruptos.
Se acusa a la ley de llevar la trampa escondida en sus artículos.
Se acusa a los jueces de dureza de corazón, de insensibilidad moral frente a injusticias palmarias.
Se acusa a los abogados, de eternizar los pleitos para seguir desangrando a sus clientes. De tener esa capacidad espantosa de defender con ardor aquello que no se cree. De gastar oratoria teatral atacando el punto de vista que, en el fondo, se sabe verdadero. Se dice que los abogados son los que, a semejanza de ciertas señoras de alquiler, jamás le dicen no a un cliente; o se les cataloga como argumentadores por recibo.
Por eso decían los romanos: SUMMUM IUS, SUMMA INIURIA; El máximo del derecho es el máximo de la injusticia; sumo derecho, suma injusticia ó a mayor justicia mayor daño.
En el epitafio de la tumba de San Ivo, patrón de los abogados, se lee: SANCTUS IVO ERAT BRITO, ADVOCATUS ET NON LATRO, RES MIRANDA POPULO; San Ivo era bretón, abogado y no ladrón, y ello causaba la admiración del pueblo. Lo que llama la atención del epitafio es el resaltar la admiración que causaba el hecho de que San Ivo siendo abogado no haya sido ladrón, como si todos los abogados lo fueran, o como si ser letrado fuera un estigma.
Los antiguos alemanes decían: URISTEN, BÖSE KRISTEN; Si es jurista, es mal cristiano.
El doctor Martin Lutero le dice a su hijo: "Que si por desgracia debiera decidirse a convertirse en jurista, preferiría verlo muerto".
Y los gitanos te maldicen diciendo: QUE TENGAS PLEITOS, Y QUE LOS GANES porque los abogados derrotan al que pierde y al que gana. Etcétera, etcétera, etcétera………….
Es evidente que la mala fama del Derecho proviene desde la antigüedad.
En nuestro medio las percepciones y opiniones ciudadanas con respecto al Sistema de Administración de Justicia, en general, y los abogados, en particular, fueron analizadas por El Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
En general, destaca el hecho de que la impartición se justicia sigue siendo juzgada como negativa. El Sistema Judicial es percibido como un abrumador aparato burocrático, lento y con señas de corrupción que harían ineficiente su correcto funcionamiento.
Los abogados pece a ser percibidos como profesionales de poca confianza, son tenidos como necesarios para enfrentar los litigios. Ahora bien, sus capacidades, aunque ponderadas como buenas, se diluye ante el entendimiento que tiene la mayoría de que los juicios se ganan en el Perú apelando a coimas y tratativas deshonestas.
Las cifras de las encuestas realizadas durante los años de 2006 al 2009, se presentan en tablas de manera comparativa, sobre las percepciones generales de la opinión publica, la persona que interviene en un proceso judicial, la administración de justicia, el poder judicial y los abogados.
PERCEPCIONES GENERALES
Tabla I: Si usted tuviera un problema o un conflicto de tipo legal con alguna persona o institución, ¿cuál de las siguientes acciones tomaría en primer lugar?
Tabla II: En los últimos 5 años, ¿usted ha sido parte en un proceso judicial?
LA PERSONA Y LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.
Tabla III: ¿Qué rol cumplió en el último proceso judicial del cual ha sido parte?
Tabla IV: ¿Qué tipo de proceso judicial afrontó? ¿Podría describirlo?
Tabla V: ¿Cuánto tiempo duró el último proceso del cual ha sido parte?
Tabla VI: Después de finalizado el proceso judicial en el que estuvo involucrado, o en relación con el proceso en el que está involucrado ¿usted se siente…?
Tabla VII: ¿Alguna vez interpuso una queja a causa del mal funcionamiento del proceso en que se hallaba usted involucrado?
ACERCA DE LOS ABOGADOS
Tabla VIII: En general, ¿cómo calificaría la ayuda o servicio que le brindó el abogado al que recurrió la última vez?
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