Cómo sería un tsunami en la península de Nicoya (Costa Rica)
Enviado por Guillermo Quiros Alvarez
El 1 de septiembre de 1992, a las siete de la noche, un maremoto azotó la costa del pacífico de Nicaragua, tal como se muestra en Fig.2, la cual es copia inédita del registro en Puerto Corinto, Nicaragua. Este fenómeno natural ocasionó cientos de víctimas y millones en pérdidas materiales. El tsunami se originó por un movimiento sísmico inadvertido en tierra, ocurrido sobre la pared empinada de la Fosa Mesoamericana, una depresión en el piso marino que corre paralela a la costa centroamericana desde Punta Burica hasta las costas guatemaltecas.
El desprendimiento de la pared ocasionó tres olas mayores de 8, 10 y 11 metros de altura, equivalente a edificios de 4 y 5 pisos, las cuales penetraron 300 metros tierra adentro y remontaron riachuelos, ríos, manglares y esteros. Del epicentro a la costa próxima, recorrieron 50km y tardaron 30 minutos en arribar, previo a un ruido sordo, similar a "los helicópteros artillados sandinistas" -narraron los lugareños-, por lo cual la población no se alarmó, pero contribuyó a que la pérdida de vidas humanas fuera elevada, tal como narraron los pescadores que vivían a menos de 200 metros de la playa en el Tránsito, Departamento de León: "los tiernos se nos escurrían de los brazos …. arrastrados por los tumbos ….".,
Fig.1. Fotografía de la playa de El Tránsito tomada el 4-9-92.
El sitio se ubica entre 25 y 200m de la berma. Antes del maremoto habían aquí 5 cabinas construidas con bloques y madera.
El registro histórico de este fenómeno se gravó en una cinta de papel del mareógrafo de Corinto, una ciudad porteña ubicada sobre la costa del Pacífico de Nicaragua, al noreste del epicentro. Esta grabación el suscrito la recuperó después de la inundación. La Fig.34 es una fotocopia del mismo. El equipo se restituyó después de haber pasado las olas principales sobre el puerto según lo indicó el operador.
Fig.2. Registro del mareógrafo de Puerto Corinto. Fuente: INETER, Nicaragua.
El eje horizontal crece de izquierda a derecha, en horas tiempo local. El eje vertical crece hacia arriba, en centímetros. En el lado izquierdo del registro, se muestra la amplitud de la primera ola del tren. El corte del registro ocurre a las 19:15 hrs. tiempo local.
La experiencia de Nicaragua se traduce ahora en previsión para Costa Rica:
Los antiguos riachuelos, desembocaduras y marismas, que desembocaban sobre la playa, aunque hayan sido tapados y se haya construido sobre sus cauces, vuelven a ser guías para las ondas marinas. En San Juan del Sur, por ejemplo, una ciudad ubicada a 150km de distancia del epicentro del maremoto, las olas abrieron una brecha de 30 metros de ancho desde la línea de pleamares, hasta 150 metros tierra adentro, llevándose consigo hermosas cabinas de concreto, poniendo al descubierto un viejo caño costero. No solo es un error ecológico tapar la salida de esteros y riachuelos; también durante un evento natural severo, el océano reclama lo que el hombre le ha arrebatado.
Las grandes olas que constituyen el corazón del tsunami, corren guiadas por la línea de profundidad de 20 metros. Cuando la forma del fondo se vuelve irregular y esta profundidad crítica se acerca a la costa, la ola penetra, rompe y causa daños severos. Por ello las edificaciones costeras deben asentarse en lugares donde las profundidades marinas aledañas no favorezcan la embestida del oleaje.
Las olas del maremoto avanzan a la velocidad de un jet, entre 500 y 800 k.p.h. en aguas profundas. Al percibir la costa, frenan su velocidad en las aguas poco profundas y ganan en altura proporcionalmente, alcanzando entre 10 y 20 metros, lo cual las hace visibles desde la playa a un kilómetro de distancia (si es de día). Estas crestas embravecidas, rasgan el aire y producen un ruido similar a las hélices de un gran helicóptero -pero sin el ruido del motor-.
Costa Rica posee una valiosa infraestructura costera, incluyendo siete ciudades con unos cien mil habitantes: Puntarenas, Quepos, Parrita, Jacó, Golfito, El Coco y Sámara; así como un centenar de hoteles importantes de playa en puntos vulnerables como Flamingo, Herradura, Manuel Antonio, Carrillo, Playa Hermosa, Golfo de Papagayo y 15 playas más. ¿Han sido construidos los hoteles en áreas confiables, acorde con especificaciones técnicas marinas?,
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