- ¿Qué es la política fiscal?
- Objetivos de la política fiscal
- ¿Qué es lo que busca la política fiscal?
- ¿Cuáles son los mecanismos de la política fiscal?
- Tipos de política fiscal
- ¿Qué es el presupuesto?
- ¿Qué es el impuesto?
- Tipos de impuestos
- Los impuestos y los pagos de transferencia
- ¿Qué es el gasto?
- Tipos de gastos
- La problemática fiscal: pervivencias en el caso peruano
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
En los últimos cincuenta años, todos los países han hecho un uso y abuso abundante de la política fiscal. A decir verdad, sin dedicar al gasto público una parte importante del PIB no es posible tener un estado del bienestar, pero ello remite directamente al tema de su financiación y del déficit público. Las consecuencias de déficit públicos importantes y persistentes son las subidas de tipos de interés, inflación, efectos negativos sobre la tasa de crecimiento y la inversión privada, acumulación de deuda pública, problemas en la balanza de pagos, etc.
También está bien documentada la erosión de la disciplina fiscal en muchos países durante la década de los setenta y de los ochenta, así como los esfuerzos que realizaron muchos países para corregir esta situación durante la década de los noventa.
La introducción de todo un conjunto de reglas relativas a un conjunto de indicadores fiscales ha sido un factor importante a la hora de explicar el descenso en el cociente deuda pública/PIB de muchos países en la segunda mitad de los años noventa.
Según el marco macroeconómico multíanual, el principio general que norma la orientación de la política fiscal en el ámbito nacional es asegurar el equilibrio o superávit fiscal en el mediano plazo, acumulando superávit fiscales en períodos favorables y permitiendo únicamente déficit fiscales moderados y no recurrentes en períodos de menor crecimiento.
No cabe duda que la política económica es el argumento fundamental del estado para justificar la función reguladora y estabilizadora que este cumple en las naciones que poseen economías modernas; fijando las políticas impositivas, monetarias y cambiarias; y estableciendo reglas para que los mercados actúen libremente.
En este tema comenzaremos a analizar y explicar de la forma mas sencilla como funciona la política fiscal, cuales son sus objetivos (relacionadas con el empleo, demanda agregada, déficit-superávit, etc), los mecanismos y sus funciones, en que consiste los tipos de política fiscal, el presupuesto, el impuesto (como se calcula y para qué los estado recaudan), los tipos de impuestos y sus finalidades, el gasto (tipos de gastos), y la problemática fiscal (caso peruano), etc. Alguno de los subtemas está representado con sus gráficos para tener más conocimiento de cómo el estado ejecuta la política fiscal (de manera positiva y negativa) en nuestro país.
¿Qué es la política Fiscal?
También se le conoce finanzas públicas. Es la principal herramienta con la que cuenta un Gobierno para financiar la adecuada provisión de bienes públicos e influir en la estabilización del nivel de actividad económica en el corto plazo. La política fiscal está integrada por las medidas referentes al gasto, la tributación y el endeudamiento. Se produce un cambio en la política fiscal, por ejemplo, cuando el Gobierno cambia sus programas de gasto o cuando altera las tasas de los impuestos que cobra.
El uso continuado de las recetas fiscales keynesianas provocó con el paso del tiempo el aumento del peso del Estado en las economías occidentales con pérdida de posiciones relativas para la empresa privada. Además, la política fiscal resultó inerme ante las peculiaridades de la crisis de los años setenta, con la coexistencia de desempleo e inflación.
Keynes consideraba que la inestabilidad de la demanda agregada era el origen de problemas de diferentes tipos y concibió la política fiscal como el instrumento universal capaz de resolverlos todos. La inflación sería así la consecuencia de un exceso de demanda que podría ser resuelto detrayendo mediante impuestos parte de las rentas familiares.
Pero la preocupación principal en los años treinta no era la inflación sino la deflación y el desempleo. Fue aquí donde Keynes, recomendó el aumento de los gastos públicos, aunque fuese en trabajos inútiles.
Hay tres formas de financiar el aumento de los gastos públicos mediante el:
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