- Introducción
- Agua tratada
- Análisis bacteriológico de aguas
- Métodos electroquímicos para tratar aguas residuales
- Figuras de mérito del tratamiento electroquímico de contaminantes
- Mecanismo de oxidación de efluentes orgánicos
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Las aguas crudas naturales contienen tres tipos de sólidos no sedimentables suspendidos, coloidales y disueltos. Los sólidos suspendidos son transportados gracias a la acción de arrastre y soporte de movimiento del agua; los más pequeños (menos de 0.01 mm) no sedimentan rápidamente y se consideran sólidos no sedimentables, y los más grandes (mayores de 0.01mm) son generalmente sedimentables.
Los sólidos coloidales consisten en lino fino, bacterias, partículas causantes de color, virus, etc., los cuales no sedimentan sino después de periodos razonables, y su efecto global se traduce en el color y la turbiedad de aguas sedimentadas sin coagulación. Los sólidos disueltos, materia orgánica e inorgánica, son invisibles por separado, no son sedimentables y globalmente causan diferentes problemas de olor, sabor, color y salud, a menos que sean precipitados y removidos mediante métodos físicos y químicos.
Existen numerosos tipos de aguas y aguas residuales (las aguas de abastecimiento, efluentes industriales consistentes en suspensiones coloidales, aguas residuales contaminadas con macromoléculas orgánicas disueltas o las emulsiones de aceite en agua (O/W)) susceptibles de ser tratadas mediante coagulación, una operación dirigida a la consecución de la desestabilización de los contaminantes mediante su interacción con un reactivo (generalmente, sales de Fe(III) y de Al(III)). Esta operación puede complementar, en el tratamiento de un agua, a operaciones convencionales de separación sólido-líquido (flotación, decantación, etc.). En este contexto, una alternativa novedosa a la adición de disoluciones de sales de Fe(III) y de Al(III) es la generación de estos compuestos in situ, mediante la disolución de láminas metálicas de hierro o aluminio. Para ello, se utilizan las planchas de hierro o de aluminio como ánodos de una celda electroquímica, y se controla la velocidad de aparición de estos componentes modificando la intensidad de corriente que se hace circular por la celda. Este proceso se conoce como electrocoagulación y, en principio, sus defensores aseguran que permite un mejor control en la dosificación de reactivos, y un ahorro significativo en los costes de operación.
La coagulación química puede definirse como un proceso unitario utilizado para causar la coalescencia o agregación de material suspendido no sedimentable y de partículas coloidales del agua y de aguas residuales; es el proceso por el cual se reducen las fuerzas repelentes existentes entre partículas coloidales para formar partículas mayores de buena sedimentación.
El proceso consiste en la adición de sustancias químicas, su distribución uniforme en ella y la formación de un floc fácilmente sedimentable.
La coagulación prepara el agua para la sedimentación, incrementa grandemente la eficiencia de las sedimentaciones y tiene como función principal desestabilizar, agregar y unir las sustancias coloidales presentes en el agua. El proceso remueve la turbiedad, color bacterias, algas y oreos organismos planctónicos, fosfatos y sustancias productoras de olores y sabores.
Agua tratada
Generalidades
Para ser agua tratada debe estar libre de microorganismos patógenos, de minerales y sustancias orgánicas que puedan producir efectos fisiológicos adversos. Debe ser estéticamente aceptable y, por lo tanto, debe estar exenta de turbidez, color, olor y sabor desagradable. Puede ser ingerida o utilizada en el procesamiento de alimentos en cualquier cantidad, sin temor por efectos adversos sobre la salud (Borchardt and Walton, 1971).
Deberá presentar sabor agradable y ser prácticamente incolora, inodora, límpida y transparente.
El agua potable de uso domiciliario es el agua proveniente de un suministro público, de un pozo o de otra fuente, ubicada en los reservorios o depósitos domiciliarios. Ambas deberán cumplir con las características físicas, químicas y microbiológicas.
ANÁLISIS FÍSICO – QUÍMICO
Volumen de agua a extraer:
No es posible fijar de una manera general el volumen de agua a extraer para el análisis químico, pues variara según las determinaciones a efectuar entre 1 a 5 litros.
Color:
El color de las aguas naturales se debe a la presencia de sustancias orgánicas disueltas o coloidales, de origen vegetal y, a veces, sustancias minerales (sales de hierro, manganeso, etc.). Como el color se aprecia sobre agua filtrada, el dato analítico no corresponde a la coloración comunicada por cierta materia en suspensión.
El color de las aguas se determina por comparación con una escala de patrones preparada con una solución de cloruro de platino y cloruro de cobalto. El número que expresa el color de un agua es igual al número de miligramos de platino que contiene un litro patrón cuyo color es igual al del agua examinada.
Se acepta como mínimo 0,2 y como máximo 12 mg de patino por litro de agua.
Olor
Está dado por diversas causas. Sin embargo los casos más frecuentes son:
Debido al desarrollo de microorganismos
A la descomposición de restos vegetales
Olor debido a contaminación con líquidos cloacales industriales
Olor debido a la formación de compuestos resultantes del tratamiento químico del agua.
Se aceptan como valores máximos para un agua optima 2 a 10 unidades.
Sabor
Está dado por sales disueltas en ella. Los sulfatos de hierro y manganeso dan sabor amargo. En las calificaciones de un agua desempeña un papel importante, pudiendo ser agradable u objetable.
Determinación de pH
El pH óptimo de las aguas debe estar entre 6,5 y 8,5, es decir, entre neutra y ligeramente alcalina, el máximo aceptado es 9. Las aguas de pH menor de 6,5, son corrosivas, por el anhídrido carbónico, ácidos o sales ácidas que tienen en disolución. Para determinarlo usamos métodos colorimétricos o potenciométricos.
Para poder decidir sobre la potabilidad del agua se requiere el control de un número elevado de parámetros químicos y determinados parámetros bacteriológicos. Dentro de los primeros cobra especial importancia el amonio, los nitratos y nitritos, indicadores de contaminación por excelencia.
Amonio
Nitritos
Nitratos
Cloruros
Residuos por evaporación (Sólidos Disueltos)
Se denomina así al peso de las sustancias disueltas en 1 litro de agua, no volátiles a 105 ºC. Se consideran disueltas aquellas que no son retenidas por filtración.
Dureza
Se habla de aguas duras o blandas para determinar calidad de las mismas. Las primeras tienen alto tenor de sales de calcio y magnesio disueltas. Las blandas son pobres en estas sales.
Bicarbonato de calcio y magnesio: Dureza Temporal
Sulfato y cloruro de calcio y magnesio: Dureza Permanente
Puede haber también nitratos, fosfatos, silicatos, etc. (dureza permanente). El agua debe tener una dureza comprendida entre 60 y 100 mg/l. no siendo conveniente aguas de dureza inferiores a 40 mg/l, por su acción corrosiva.
Valor máximo aceptable de Dureza Total (CaCO3) 400 mg/l.
Alcalinidad
Está representada por sus contenidos en carbonatos y bicarbonatos. Eventualmente se puede deber a hidróxidos, boratos, silicatos, fosfatos. Las soluciones acuosas de boratos tienen un pH 8,3 y las de ácido carbónico 4,3. Por estas razones se toman estos pH como puntos finales. Como indicadores de estos puntos se utilizan fenolftaleína (pH 8,3) y heliantina (pH 4,2).
Análisis bacteriológico de aguas
Generalidades
Existe un grupo de enfermedades conocidas como enfermedades hídricas, pues su vía de transmisión se debe a la ingestión de agua contaminada. Es entonces conveniente determinar la potabilidad desde el punto de vista bacteriológico.
Buscar gérmenes como Salmonella, Shigella, trae inconvenientes, pues normalmente aparecen en escasa cantidad. Por otra parte su supervivencia en este medio desfavorable y la carencia de métodos sencillos y rápidos, llevan a que su investigación no sea satisfactoria, máxime cuando se hallen en número reducido.
En vista de estos inconvenientes se ha buscado un método mas seguro para establecer la calidad higiénica de las aguas, método que se basa en la investigación de bacterias coliformes como indicadores de contaminación fecal.
El agua que contenga bacterias de ese grupo se considera potencialmente peligrosa, pues en cualquier momento puede llegar a vehiculizar bacterias patógenas, provenientes de portadores sanos, individuos enfermos o animales.
Límites permisibles para aguas de consumo:
Bacterias mesófilas viables: en agar Plate Count 24 hs. a 37ºC, no mas de 500 UFC/ml
Bacterias coliformes: NMP a 37ºC – 48 hs. (Caldo Mc Conckey o Lauril Sulfato), en 100 ml; igual o menor a 3.
Ausencia de Escherichia coli: en 100 ml
Ausencia de Pseudomona aeruginosa: por 100 ml de muestra
Bacterias coliformes
Son bacterias aerobias o anaerobias facultativas, Gram negativas, no esporuladas, que fermentan la lactosa con producción de ácido y gas.
Exámenes Para Determinar Organismos Patógenos
Si bien la búsqueda directa de bacterias patógenas específicas no forma parte de los exámenes bacteriológicos habituales a los que se someten las muestras de agua, habrá casos en que será necesario efectuar exámenes para la determinación de gérmenes patógenos intestinales; por ejemplo, durante una epidemia o cuando se está evaluando una nueva fuente. Las posibilidades de obtener buenos resultados serán entonces mayores si se analizan volúmenes grandes de agua y si se usan medios selectivos para determinados gérmenes patógenos intestinales. Los análisis incluirán algunas, sino todas, de las etapas siguientes: concentración de los microorganismos en la muestra, inoculación en un caldo de abono; sub-cultivos en medios de agar selectivos, y análisis bioquímicos y serológicos de las colonias sospechosas. En vez de basarse en un método único, conviene utilizar el mayor número posible de métodos a fin de que no se pierda ninguna oportunidad de detectar a un germen patógeno. Esto es especialmente válido para la detección de Salmonella, puesto que no existe un solo método que se adapte a todos los serotipos.
Concentración De Las Muestras
La técnica que se emplee dependerá en gran parte de la cantidad de partículas presentes en el agua. En las aguas de baja turbiedad, la muestra puede pasarse a través de filtros de membrana. Debido a que la turbiedad aumenta en las aguas naturales, se puede recurrir a la filtración a través de tierras diatomáceas o con filtros de cartucho o vela, con lo cual se incrementará la filtración y podrán tratarse volúmenes de muestras más grandes. Como alternativa, se puede utilizar la técnica de la almohadilla de gasa, especialmente cuando el número de gérmenes patógenos son pocos o su presencia no es permanente.
Métodos electroquímicos para tratar aguas residuales
Al igual que otros tipos de actividades industriales, algunos procesos electroquímicos a gran escala han sido (y son en algunos casos) causantes de importante impacto ambiental fundamentalmente relacionado con la emisión de contaminantes al aire y/o cursos de agua. Dentro de las industrias electroquímicas potenciales generadoras de contaminantes, se encuentran la producción de cloro (proceso cloro-soda) y las plantas de electro depósitos. Compensando este panorama negativo, la electroquímica también aporta herramientas para estudiar, controlar, mitigar, o tratar residuos industriales. El estudio y control está relacionado con las posibilidades que brinda el electroanálisis. También es posible emplear técnicas electroquímicas para reducir, transformar o incluso eliminar residuos tóxicos. Debido que los tratamientos electroquímicos implican una etapa de electrólisis, estos se pueden agrupar en función del tipo de eliminación que se produce:
ELECTROLISIS DIRECTA
PROCESO ANÓDICO
En el caso de la electrólisis directa anódica, se produce la oxidación de los compuestos orgánicos o inorgánicos. Esta oxidación puede producirse directamente como una transferencia de electrones en la superficie del electrodo o por la generación de un agente oxidante in-situ.
Tabla 1
muestra algunos ejemplos representativos de este tratamiento.
CONTAMINANTE | PRODUCTO DEL TRATAMIENTO | OBSERVACIONES | ||
Cianuro | Los productos dependen del pH | |||
Colorantes | Productos incoloros | Utilizado conjuntamente con adsorción sobre carbón activado produce una alta eficiencia de decoloración | ||
Cr(III) | Cr(VI) | Producto más tóxico que el material de partida, pero que puede ser re-utilizado |
Fuente: K.Rajeshwar, J.G.Ibañez, G.M.Swain, J. of Appl. Electrochem. 24(1994)1077-1091)
PROCESO CATÓDICO
El principal uso de este tipo de tratamiento está relacionado con la reducción de metales tóxicos de aguas residuales. Es frecuente que en algunos procesos industriales se tengan efluentes con alto contenido de iones metálicos (del orden de 100.000 ppm!) y las regulaciones ambientales exigen que estas cantidades estén del orden de 0,05 a 5 ppm. Los métodos electroquímicos son herramientas adecuadas para conseguir esta importante reducción.
La eficiencia del proceso de reducción estará en función del material empleado como cátodo así como de la geometría del reactor empleado.
El método de reducción de los iones metálicos implica una primera etapa de conversión al metal correspondiente sobre la superficie de un electrodo adecuado. Posteriormente se pueden seguir distintos caminos para remover el metal depositado para su posterior reutilización.
ELECTROLISIS INDIRECTA
ELECTROCOAGULACIÓN
Esta técnica tiene un gran potencial para eliminar las desventajas de los tratamientos clásicos para aguas residuales e implica la generación de fenómenos químicos y físicos; usa electrodos para proveer iones al agua residual que se desea tratar.
El objetivo general es disminuir las concentraciones de cromo (Cr+3 y Cr+6), DQO, DBO5 y COT y sólidos suspendidos en el efluente mediante un coagulante generado "in situ". Este se forma por una reacción de oxidación del ánodo y las especies cargadas o metales pesados.
La electrocoagulación implica varias etapas: formación de coágulos; desestabilización del contaminante, partículas en suspensión y ruptura de emulsiones; remoción del material contaminante por flotación, sedimentación y filtración.
Cuando un potencial es aplicado a los electrodos, elaborados de diferentes metales, especialmente hierro y aluminio, ocurre el siguiente proceso: el hierro o aluminio del ánodo se disuelven dando origen a iones metálicos, los cuales son hidrolizados inmediatamente para formar hidróxidos y poli hidróxidos, estas sustancias son excelentes agentes coagulantes. La coagulación se logra cuando estos cationes son atraídos por las partículas negativas presentes en la solución.
Los contaminantes presentes en el agua residual (Tabla 2), son tratados por medio de reacciones químicas y precipitación, para después ser removidos por sedimentación y flotación.
Tabla 2
Composición General de Aguas Residuales
En principio, es necesario definir las variables de operación mediante ensayos previos en laboratorios, por lo general se consideran: temperatura; material, tipo de conexión, operación y geometría de los electrodos; conductividad y concentración de la muestra; pH; densidad de corriente; voltaje y distancia entre los electrodos y agitación. En una celda simple de electrocoagulación, donde solo hay un ánodo y un cátodo, de material M, se presentan en general las siguientes reacciones electroquímicas.
Como ventajas sobre los tratamientos convencionales, biológicos y físico químicos, se puede señalar que la electrocoagulación en aguas residuales requiere de menor tiempo de residencia para que se produzca; cuenta con unidades compactas, fáciles de operar, con una producción de lodo y consumo energético menor; no requiere de obras civiles importantes para su instalación; no se utilizan productos químicos, por lo tanto no se presenta una contaminación secundaria; y por todo lo anterior esta técnica tiene costos de operación bajos. Por otra parte, como desventajas, los electrodos necesitan ser reemplazados con regularidad debido a su oxidación; la formación de una placa de óxido en el cátodo puede disminuir la eficiencia de la electrocoagulación y se requiere una conductividad alta.
TRATAMIENTO ELECTROQUÍMICO CON ELECTRODOS DE DSA®
Debido a las limitaciones del tratamiento de efluentes de curtiembres, generalmente usados, se han estudiado procesos alternativos. Una opción atractiva y viable es emplear los Dimensionally Stable Anodes (DSA®), que presentan actividad catalizadora alta, gran estabilidad a la corrosión anódica, y propiedades mecánicas excelentes. El material de los electrodos es de estaño, iridio, rutenio y titanio. Estos consisten básicamente en un soporte metálico, frecuentemente de titanio, en el que se deposita una capa de óxido eléctricamente conductiva. La oxidación puede ocurrir por el intercambio directo de electrones de electrodo y el contaminante; o por vía indirecta con electro generación "in situ", de especies catalizadoras con alto poder de oxidación, como H2O2, O3 y Cl2.
La capa conductiva de los electrodos de DSA®, generalmente se constituye por una mezcla de óxidos de metal activos e inertes. Los óxidos activos actúan como electro catalizadores, mientras los óxidos inertes modulan las propiedades electroquímicas de los componentes más reactivos, proporcionando alta actividad catalizadora y vida superior.
Según se varíe la composición de los electrodos, el tiempo de electrolisis y densidad de corriente, se obtienen distintos porcentajes de: remoción de componentes fenólicos, COT, absorbancia y toxicidad. Aunque la eliminación de COT no es eficiente, regulando una densidad de corriente mínima se alcanzan valores más aceptables. Sin embargo, para esas condiciones, el Cr+3 se oxida a Cr+6, siendo esto indeseable por que el cromo hexavalente presenta mayor toxicidad.
PROCESOS DE OXIDACIÓN AVANZADA (POAS)
Un grupo de métodos de tratamiento de efluentes adecuado para eliminar contaminantes orgánicos en aguas, en especial los no biodegradables, son los Procesos de Oxidación Avanzada (POAs). Estos, se basan en la generación en el medio de especies químicas con un alto poder de oxidación como los radicales hidroxilo (OH·), oxidante químico de carácter no selectivo y con un elevado potencial de oxidación capaz de reaccionar rápidamente con muchos compuestos orgánicos. Son ventajas importantes de esta aplicación, la mineralización de los contaminantes orgánicos recalcitrantes, degradación de contaminantes orgánicos en compuestos más biodegradables, desinfección, eliminación de color y/o olor. Dentro de este tipo de procesos se conocen los métodos de electro-oxidación electroquímica y electro-Fenton. Según O. Martinez , en la oxidación electroquímica, la aplicación de corriente eléctrica (de 2 a 20 A) entre dos electrodos en agua, produce la generación de radicales hidroxilo OH· y la producción de peróxido de hidrógeno en el medio de reacción. Las reacciones que se llevan a cabo son:
L. Szpyrkowicz mostró que la proporción de contaminante removido se influenció significativamente por el tipo de material del ánodo y los parámetros electroquímicos. Trabajando bajo condiciones galvano estáticas, en un reactor electroquímico equipado con ánodos a base de metales nobles y óxidos de metal, se obtuvo una importante disminución, en poco tiempo de operación, de: DQO, nitrógeno (TKN y amoníaco), cromo (Cr+3 y Cr+6) y sulfuros.
La oxidación electroquímica puede aplicarse como un post-tratamiento, después del proceso biológico, a fin de quitar contaminantes residuales con bajo consumo de energía (0.4kWhm-3).
La eficacia de la técnica anterior, en ocasiones, se puede mejorar agregando Fe (II) en el proceso de electro-Fenton, haciendo más rentable su aplicación.
Estos sistemas de oxidación emplean normalmente altas cantidades de reactivos y, en ocasiones, demandan altos consumos de energía, por lo que los costos de operación son elevados. No obstante, en ciertas ocasiones su uso se hace necesario. Una solución económica interesante consiste en la combinación de algún POAs, capaz de aumentar la biodegradabilidad de las aguas, con un post-tratamiento biológico, presentando así, una mejor relación entre costo y eficacia.
Otra alternativa es la utilización de un POAs como post-tratamiento luego de un proceso biológico, eliminada la mayor parte de la materia orgánica se reducen los costos asociados al POAs.
En el proceso electro-Fenton, se emplea una mezcla de peróxido de hidrógeno y una sal de hierro (II), conocido como reactivo Fenton, y tiene lugar en ausencia de luz ultravioleta.
Figuras de mérito del tratamiento electroquímico de contaminantes
Para evaluar la eficiencia, y por lo tanto la conveniencia, de un determinado tratamiento electroquímico suele ser de interés monitorear la variación de algunos parámetros que se constituyen en figuras de mérito del tratamiento, entre ellas podemos mencionar:
– Eficiencia de corriente instantánea (ECI)
Este parámetro se cuantifica teniendo en cuenta la ecuación
Donde VO2 es la corriente correspondiente al desprendimiento de oxígeno en ausencia de especies orgánicas en la solución.
VO2org es la corriente correspondiente al desprendimiento en presencia de especies orgánicas.
De lo anterior se desprende que para tener una eficiencia máxima de corriente, en presencia de compuestos orgánicos (contaminantes a tratar) se debería tener una baja competencia de la reacción de desprendimiento de oxígeno.
– Índice de oxidabilidad electroquímica (IOE)
Al graficar la ECI en función del tiempo de tratamiento y posteriormente integrar la misma para obtener el área correspondiente, si se divide este valor por el tiempo total, se obtiene una eficiencia de corriente promedio, denominada Índice de oxidabilidad electroquímica. Este parámetro da una estimación cuantitativa de la facilidad de oxidación que presenta un compuesto orgánico.
– Demanda electroquímica de oxígeno (DEO)
Es un parámetro que tiene en cuenta la fracción de carga que se utiliza para la oxidación de compuestos orgánicos en relación a la utilizada para el desprendimiento de oxígeno. Para este propósito se tiene en cuenta la competencia de la reacción:
– Grado de oxidación del compuesto orgánico
Es la relación entre la cantidad de oxígeno requerido para oxidar un gramo de compuesto hasta su producto de oxidación, y la que sería necesaria para oxidarlo completamente hasta CO2.
Por razones ambientales y económicas se trata de obtener productos intermediarios biodegradables.
Mecanismo de oxidación de efluentes orgánicos
Los residuos industriales se caracterizan por que, por lo general, presentan compuestos orgánicos con distinto grado de toxicidad. Un ejemplo de lo anterior lo constituyen los fenoles y sus derivados constituyen un sistema que ha sido, y es, motivo de numerosas investigaciones tendientes a conseguir un método eficiente para removerlos de los residuos industriales. Estos compuestos están presentes por lo general en residuos de industrias petroquímicas, de pinturas, textiles, etc. Como norma general se regula que no haya mas de
20 ppb de fenoles en las aguas.
Tomando este tipo de compuestos como sistema de estudio se presenta a continuación una breve discusión sobre el mecanismo mediante el cual sería posible la descomposición de estos reactivos.
El tratamiento de los compuestos orgánicos se dirige a la oxidación completa para obtener productos finales ambientalmente compatibles (idealmente CO2 y H2O). Por este motivo el reactivo obvio es justamente el gas oxígeno
Compuesto + O2 H2O + CO2
Sin embargo esta "combustión" se produce a baja velocidad en condiciones ambientales por lo que electroquímicamente es posible mejorar este proceso. Ahora bien, dado que en la electrólisis del medio se libera gas O2 se tendría una situación inconveniente como la mencionada. Por este motivo se busca que haya una transferencia de O directamente del
H2O al sustrato (contaminante). Para este propósito se requiere el empleo de ánodos que presenten alto sobrepotencial para la reacción de desprendimiento de oxígeno.
Un mecanismo general para la reacción de oxidación del material orgánico serían los dos pasos siguientes:
Cuando se trabaja con ánodos de óxidos metálicos (que muestran un mejor comportamiento que los metales puros), se proponen las siguientes posibilidades:
Tabla 3
Reacciones de con ánodos de óxidos metálicos
Para el caso concreto de los fenoles se han estudiado como material de electrodo
– Pt
– C
– Ti cubierto con óxidos de IrO2, RuO2, PbO2 o SnO2
El empleo de los electrodos de óxido metálico permite alcanzar valores de potencial suficientemente positivos, que en caso de utilizar ánodos de grafito provocaría que este se corroyera fácilmente.
Conclusiones
La tecnología electroquímica aplicada al tratamiento de aguas residuales y a la producción de agua potable presenta ventajas comparativas con los procesos químicos como son: mayor eficiencia, menores costos, y nulo impacto ambiental.
El costo debido al consumo energético del tratamiento de electrocoagulación escala de banco, está definido por el voltaje aplicado, el tiempo de operación y la corriente desarrollada durante el proceso.
La cantidad de espuma formada se incrementa con el aumento del voltaje, esto es de gran importancia debido a la remoción obtenida en sistema continuo para grasas y aceites de 76,92%.
Presenta una oportunidad de producir agua de extremada pureza tanto para consumo humano, como para consumo industrial. A lo mejor es una alternativa para los problemas de la industria camaronera.
La electrocoagulación es un tratamiento eficiente para la remoción de colorantes textiles de aguas residuales, ya que se logra una remoción de color del 99.75% en 1 minuto usando una corriente de 1 A y pH de 4.
El tratamiento de electrocoagulación puede ser considerado como una alternativa de tratamiento para aguas residuales textiles conteniendo colorantes directos, ya que permite en tiempos cortos eliminar el color y reducir la DQO.
Otros sectores que podrían beneficiarse de esta tecnología son los sectores exportadores sometidos a rígidos controles ambientales de los países compradores y organismos encargados de proporcionar agua potable a la población rural.
Se observa a lo largo de los resultados comprobados también en el laboratorio la turbidez se redujo hasta un 98 %, la DQO hasta en un 83 % y el DBO hasta en un 79 %.
Bibliografía
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GIRALDO JIMENEZ, Rodrigo. Disposición Final de los Residuos Sólidos Selección del Sitio Para un Relleno Sanitario. Revista Ainsa, No.2 Jul-Dic. 1991.Medellín.
Autor:
Timuño Pérez David Guillermo
Uquillas Santacruz Jorge Paul
UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE INGENIERÍA QUÍMICA
CARRERA DE INGENIERÍA QUÍMICA
REACCIONES Y PROTOCOLOS PARA TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES
ASIGNATURA : ELECTROQUIMICA
PARALELO : 2
CICLO : septiembre 2013 – febrero 2014
Quito, 17 diciembre de 2013