Introducción
La célula es la imagen misma de la unidad la multiplicidad. En efecto a pesar de la diversidad infinita de los seres vivos, sabemos desde el nacimiento de la teoría celular (Scheleiden y Schwann, 1837), que todos están constituidos por una o múltiples células. Además, la observación de la célula o las células que componen los organismos unicelulares y pluricelulares muestra que, a pesar de las grandes diferencias de forma y de organización asociadas a su especialización, todas estas células poseen elementos fundamentales, denominados orgánulos, que no presentan ninguna huella de diversificación estructural
CAPÍTULO I
LA CÉLULA
1.1 DEFINICIÓN:
El término célula agrupa a las células procariotas y a las células eucariotas. Por definición, la célula es la unidad más pequeña capaz de manifestar las propiedades del ser vivo. La célula sintetiza el conjunto, o casi de sus constituyentes, utilizando elementos del medio extracelular. Crece y se multiplica. Esta limitada por la membrana plasmática, que encierra un cierto número de orgánulos.
La célula procariota no posee núcleo y nunca lo ha tenido; un solo cromosoma, formado también por ADN, constituye el material genético; ninguna envoltura lo separa del citoplasma. [1]
La célula eucariota contiene un núcleo, orgánulo limitado por una envoltura que encierra el material genético en forma de ácido desoxirribonucleico (ADN), molécula fundamental de los cromosomas. Los protozoos están formados por una sola célula eucariota libre, a menudo capaz de moverse (amebas, paramecios); los metazoos son seres pluricelulares constituidos por células eucariotas agrupadas en tejidos (epiteliales, musculares, conjuntivos, de sostén -cartilaginoso, óseo- nervioso). Con la excepción de los hematíes y las células nerviosas, la célula sufre un ciclo o alterna 2 grandes fases, la fase de actividad funcional o interfase y la fase de multiplicación o mitosis. [1]
Los virus escapan a esta clasificación. Mientras están aislados no manifiestan ninguna actividad vital. Por el contrario cuando están en las células eucariotas o procariotas que infectan, su material genético (ADN o ARN) se incorpora a la célula huésped, se replica y dirige la síntesis de proteínas virales. [2]
1.2 LA CÉLULA EUCARIOTA Y SUS ORGÁNULOS
En las células eucariotas, el ADN está separado del citoplasma por una envoltura que delimita el núcleo. Las células eucariotas poseen, además del núcleo, varios orgánulos característicos y específicos: retículo endoplasmático (RE), aparato del Golgi, mitocondrias, cloroplastos (en las células vegetales), endosomas, lisosomas, peroxisomas, citoesqueleto y centrosoma.
La membrana plasmática es una estructura organizada y compleja, y no solo una simple interfaz que separa el medio intercelular del medio ambiente.
La membrana plasmática tiene un grosor medio de alrededor 8.5nm. Limita el protoplasma, que agrupa el núcleo y citoplasma. Esta constituida por una doble capa lipídica (asociada a proteínas intramembranas o periféricas) recubierta por el cell coat (cubierta celular).
El papel de la membrana plasmática consiste en mantener la integridad de la célula que limita; para lograr este resultado, realiza múltiples funciones. La cara externa de la célula se relaciona con su medio exterior, cuya composición y propiedades pueden variar considerablemente; por el contrario, la cara interna se relaciona con un medio relativamente constante, el medio intracelular. De ello se desprende que la cara interna y la cara externa de a membrana no poseen ni la misma estructura, ni las mismas funciones. Esta asimetría se traduce no solamente en la existencia de un revestimiento glucosilado (el cell coat) sobre la cara externa, sino también en una distribución diferente de los lípidos en una doble capa. [3]
La membrana plasmática permite o impide la entrada de moléculas en el citoplasma. Posee las moléculas necesarias para la endocitosis (fagocitosis y pinocitosis) e interviene en el reconocimiento de aquellas que circulan en el medio extracelular, de desechos celulares u otras células con las que se puede asociar (por medio de uniones intracelulares).[4] Permite la comunicación de unas células con otras gracias a los receptores de membrana, que se unen específicamente a señales moleculares, los ligandos (p. ej., hormonas) elaborados y liberados por otras células.
La membrana plasmática puede presentar diferenciaciones que potencian sus funciones: desarrolla microvellosidades en las células especializadas en la absorción y uniones intercelulares allí donde sean necesarias una adhesión fuerte entre las células o entre las células y la matriz extracelular. [5]
La membrana plasmática asociada al citoesqueleto participa en el mantenimiento de la forma y los movimientos de la célula.
- Membrana plasmática:
El núcleo, estructura propia de los eucariotas, es un orgánulo muy complejo, que contiene, en forma de ADN, la información necesaria para el mantenimiento de las características y para la síntesis de proteínas específicas de la especie.
El núcleo, redondo u ovalado, contiene, el nucleoplasma, uno o dos nucleólos y los cromosomas (ADN), mas o menos desespiralizados (el ADN de las células eucariotas está siempre asociado alas proteínas histonas). [6]
El núcleo esta limitado por la envoltura nuclear, una dependencia del retículo endoplasmático rugoso (RER) que separa el núcleo del citoplasma.[7]
La envoltura nuclear posee 2 membranas, una membrana externa que se relaciona con el citoplasma (cara citoplasmática cubierta de ribosomas) y una membrana interna separada de la cromatina por la lámina. Un espacio perinuclear separa estas dos membranas.
Los poros aberturas de la envoltura, ofrecen a las sustancias exógenas o endógenas la posibilitad para transitar en sentido núcleo-citoplasma o en sentido citoplasma-núcleo.
Los gránulos de cromatina, que se tiñen fuertemente con los colorantes básicos utilizados en la microscopia óptica, corresponden a zonas ocupadas por los filamentos de ADN superenrrollados (o heterocromatina).
De hecho, la microscopía electrónica, ha mostrado que la cromatina esta formada por regiones de ADN superenrrollado asociado a histonas. El término eucromatina designa las regiones más o menos descondensadas de ADN, que ocupan los espacios comprendidos entre los gránulos de cromatina que se observan a l microscopio óptico.
El ADN nuclear, es el depósito de la mayor parte de la información genética (no hay que olvidar que las mitocondrias también tienen ADN); esto confiere al núcleo la máxima importancia durante la división celular y en el control del fenotipo. [8]
El núcleo es el sitio donde se replica el ADN, donde se corrigen los errores que se producen durante la replicación y donde tiene lugar, en una molécula portadora (el ARN mensajero o ARNm) la transcripción de la información que ha de ser descodificada y traducida en proteínas por los ribosomas en el citoplasma (traducción).[9]
El nucleolo, con su densa matriz, dibuja un entramado reticular anastomosado, contiene fibrillas y granos de ARN ribosómico o ARNr, que participa en la formación de ribosomas citoplásmicos.
- Núcleo:
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