- Concepto
- Clasificación de las deficiencias auditivas
- Evaluación de las deficiencias auditivas
- Tratamiento de las deficiencias auditivas
- Comunicación con alumnos sordos
- Deficiencia visual
- Causas
- Implicancias pedagógicas
- Déficit mental
- Clasificación
- Posibilidades de intervención educativa
- El autismo
Concepto
Las deficiencias auditivas son las disfunciones o alteraciones cuantitativas en una correcta percepción auditiva. Se entiende por hipoacusia la disminución de la capacidad auditiva que permite la adquisición del lenguaje oral por vía auditiva. La pérdida total de la audición recibe el nombre de cofosis (sordera), el lenguaje no se puede adquirir por vía oral pero sí por vía visual.
Clasificación de las deficiencias auditivas
Estableceremos distintas clasificaciones de las hipoacusias y sordera atendiendo a cuatro criterios: la parte del oído afectada, la etiología, el momento de aparición y el grado de pérdida auditiva.
Según la parte del oído afectada existen:
– hipoacusias de transmisión: la lesión se encuentra localizada en la zona del oído encargada de la transmisión de la onda sonora.
– hipoacusia neurosensorial: cuando la lesión se asienta en el oído interno y/o en la vía auditiva.
– hipoacusia mixta.
En función de la etiología se pueden clasificar las deficiencias auditivas en:
Hipoacusias hereditarias genéticas e hipoacusias adquiridas. Las primeras ocupan el primer lugar en las causas de hipoacusias neurosensoriales. Están ligadas a una anomalía de transmisión genética y pueden ser de tipo recesivo o dominante (recesivas son las hipoacusias en las que los padres son portadores del gen patológico pero de tipo recesivo, no son hipoacúsicos y las dominantes representan un 10% de las hipoacusias hereditarias siendo uno de los padres portador del gen afecto, uno de los padres es hipoacúsico).
Las hipoacusias adquiridas pueden ser clasificadas, a su vez, en tres tipos:
– causas prenatales. Toda enfermedad de la madre durante el embarazo puede ser una causa posible de hipoacusia situándose el período más grave entre la 7 y 10 semana de embarazo. Entre las más graves se sitúan la rubeola, sarampión, varicela, alcoholismo, etc.
– Causas neonatales: son las que se derivan del momento del nacimiento y las horas siguientes. Entre las más frecuentes se encuentran: traumatismo durante el parto, anoxia neonatal, prematuridad, ictericia (aumento de la bilirrubina en sangre por incompatibilidad del RH).
– Causas posnatales: Son las que se dan después del nacimiento y las más corrientes son: otitis y sus secuelas, fracturas del oído, afecciones del oído interno y nervio auditivo, intoxicaciones por antibióticos, meningitis y encefalitis, tumores, etc.
3.- Según el momento de aparición existen hipoacusias prelocutivas que son las que se presentan antes de adquirir el lenguaje e hipoacusias poslocutivas. Estas últimas son, en general, de mejor pronóstico ya que el lenguaje está adquirido y tras la pérdida se mantendrá el lenguaje interno gracias a la maduración neurólogica adquirida.
4.- La audición se mide en decibelios y según la Seguridad Social una persona es sorda cuando la pérdida auditiva es mayor de 75 decibelios. Según la pérdida de audición las hipoacusias se clasifican en:
– hipoacusias leves: pérdida inferior a 40 decibelios.
– hipoacusias moderadas: de 40 a 70 dbs.
– hipoacusias severas: superior a 70 dbs.
– sordera o cofosis: no se oye.
Evaluación de las deficiencias auditivas
La evaluación de la audición no debe posponerse por pensar que el niño es demasiado pequeño para ello ya que es sumamente importante la detección temprana de los problemas y existen formas de evaluación que se pueden practicar desde los primeros meses. Algunas técnicas de evaluación son:
– Técnicas de evaluación de la conducta: consiste en observar la reacción a un estímulo auditivo dado expresada en el comportamiento del niño.
– Reacciones condicionadas: En los niños entre 13 y 20 meses, e incluso antes, ya se pueden usar técnicas de condicionamiento operante, reforzando la respuesta dada ante un estímulo atractivo.
– Audiometría de juego: se trata de una adaptación de la audiometría para niños menores a fin de transformar la medición en un juego(por ejemplo, pulsar un botón tras un tono y luego se ilumina una pantalla).
– Audiometría convencional. Después de los cinco años se puede conseguir una audiograma de tonos puros mediante una audiometría tonal. En una cámara insonorizada el niño recibe estímulos sonoros a través de audífonos.
– Audiometría por respuesta evocada: Los potenciales evocados auditivos (PEA) son el registro de las diferencias de potencial eléctrico provocado por un estímulo acústico a través de la vía auditiva. Los PEA de tronco cerebral (PEATC) son en la actualidad la prueba que se considera más útil tanto por su fiabilidad diagnóstica como por su fácil realización.
– Impedanciometría: nos permite evaluar el funcionamiento del oído medio (movilidad del tímpano, funcionamiento de la trompa de Eustaquio, continuidad de la cadena osicular, etc).
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