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Los vómitos del embarazo: ¿condición o condicionados? Una reflexión Darvinista

Enviado por Felix Larocca


    Los vómitos del embarazo: ¿condición o condicionados? Una reflexión Darvinista – Monografias.com

    Los vómitos del embarazo: ¿condición o condicionados? Una reflexión Darvinista

    No todos los seres humanos contemplan la vida de la misma manera. Por ejemplo, en las sociedades, y en los países que se consideran civilizados y prósperos, el embarazo; la causa primordial de nuestra existencia, a veces se torna en una pesadilla o adquiere las características inusitadas de una enfermedad. De hecho el término "embarazo", significa un estorbo y no el estado más deseable (cuando es que se desea) y la culminación de las funciones especiales que son el atributo único de la hembra de la especie humana.

    En nuestra sociedad, el salir encinta, a veces ocurre como la actuación prescrita de un guión preestablecido. Es como si la Naturaleza dificultara esta función, tan normal, con riesgos mayores de los que ya ha introducido para complicar más aun la reproducción del ser humano.

    Primero comienzan las náuseas y los vómitos matutinos. Estos fenómenos se acompañan de otros malestares vagos que involucran generalmente todos los sentidos y que incapacitan a la mujer en estado.

    Seguido por este malestar tan indeseable son las actividades protectivas de otros miembros de la familia cuyos consejos son más mito doméstico que realidades establecidas: se evitan ciertas cosas o actividades, mientras que otras se procuran.

    La mujer, frecuentemente, a partir del primer trimestre descubre que, como ya perdió su figura, que no tiene que preocuparse por sus apariencias, ni por lo que come dejándose engordar sin pensar en las consecuencias. De estas actitudes surgen las aseveraciones que se oyen muy a menudo de que "yo era delgadísima hasta mi primer embarazo… entonces fue que gané las cincuenta libras que llevo de sobrepeso…"

    Bueno… pero ocupémonos, simplemente, con las náuseas comunes del embarazo, las cuales, en algunos casos extremos son tan devastadoras que debido a su alto porcentaje de mortalidad reportada (50%) se conocen con el nombre ominoso de Hiperémesis Gravídica.

    edu.red

    El malestar matutino de las embarazadas se desconoce en un sinnúmero de culturas en las cuales las mujeres laboran, como si nada les ocurriese hasta el fin de su gestación. Estas mujeres acarrean cargas pesadísimas sin quejárseles a nadie y, limitan sus visitas al médico, ya que ellos no existen. Cuando van a tener su bebé, generalmente lo hacen en la compañía de otras mujeres de la tribu, bajo el cuidado experto de una comadrona. No se reportan anemias, ni necesidad para los suplementos vitamínicos y férricos, ya que no habiéndose diagnosticado la reducción (muy a menudo normal en el embarazo) de la hemoglobina, nadie se preocupa.

    El parto se efectúa de un modo lógico y fisiológico: la mujer se agacha y, asistida por las fuerzas gravitacionales tiene a su hijo sin muchas dificultades normalmente. El uso cosmético de las cesáreas para evitar el dolor, para incrementar los honorarios del tocólogo o para satisfacer el deseo de tener el niño a la voluntad de todos no se puede programar. Como dije, las comadronas son mujeres; mientras que la mayoría de los gineco-obstetras son hombres.

    Veamos, porque el vómito del embarazo es una condición innatural, por nosotros manufacturada.

    En la Naturaleza, el clima y las condiciones ambientales, acopladas con la provisión adecuada de comida, permiten la reproducción de las diferentes especies que pueblan nuestro planeta. De ello sigue, que si un embarazo ocurre a una mujer de nuestra especie, que la Naturaleza, evitaría, en lugar de permitir, el desperdicio energético que representa el acto de vomitar y la pérdida subsiguiente de la comida ingerida. Tan simple.

    El entrenamiento en la Teoría de la Evolución, propuesta por Darwin y Wallace, toma en consideración el análisis de todo hallazgo que como epifenómeno se encuentra presente en toda función natural. El embarazo, la más importante de todas.

    Analicemos aquí: ¿Por qué persiste el himen? ¿Por qué la tensión premenstrual? ¿Por qué el cordón umbilical carece de nervios de dolor? ¿Por qué existe la depresión… qué ventajas nos esta última confiere y cómo ayuda a nuestra especie? ¿Qué funciones tienen los sueños y qué funciones tienen las pesadillas? ¿Por qué existen mujeres que quieren ser tan flacas que mueren? ¿Porqué hay otras personas que mueren de la gordura y sin lograr el anhelo de ser flacas? ¿Por qué muchas gentes sucumben a la guadaña de la muerte a una edad temprana, mientras que otras viven vidas centenarias? Estas preguntas son algunas de las que pretendemos investigar en el transcurso de nuestra experiencia.

    Para poner a prueba la teoría de que los vómitos del embarazo eran condicionados por las culturas donde aparecían, hicimos un experimento informal y pequeño. Hace unos cuarenta años, que durante nuestro entrenamiento, fuésemos testigos de un experimento el cual se llevó a cabo entre los miembros jóvenes de los médicos y las enfermeras de una escuela de medicina en los EE.UU. A todas las parejas jóvenes quienes esperaban tener hijos dentro de los doce meses siguientes, se les instruyó con el conocimiento experimental de que las náuseas y los vómitos del embarazo no eran fenómenos que tenían razón de ser. Que si pensaban en que así era, que a lo mejor los podían evitar. Eso fue todo.

    Durante el año que transcurriese, doce mujeres informaron a los "investigadores" que salieron encinta, pero ninguna reportó molestia alguna. De hecho, la mayoría describió el alivio de que "ese asunto tan malo pudo haberse evitado".

    En este "estudio" sencillo participaron 15 parejas de voluntarios.

    La Naturaleza no falla.

    Bibliografía

    Suministrada por solicitud.

     

     

    Autor:

    Dr. Félix E.F. Larocca