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Biodiversidad del Valle del Colca (Perú)

Enviado por Wilmer Paredes


Partes: 1, 2, 3

    1. Resumen
    2. La flora del Valle del Colca, la reserva nacional de salinas y aguada
    3. Descripción de las diferentes comunidades vegetales
    4. La fauna del Valle del Colca, la Reserva nacional de salinas y aguada blanca
    5. Principales especies de flora y fauna en el Valle del Colca y la Reserva nacional de salinas y aguada blanca

    RESUMEN

    El viaje al Colca se inicia en el primer día de Arequipa hacia Chivay por Yura, atravesando impresionantes volcanes y paisajes. Tras un primer tramo ascendente se llega a Pampa Arrieros y después a Pampa Cañahuas, ya dentro de la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Esta zona es ideal para cortas paradas que nos permitan la observación de vicuñas, alpacas y otra fauna y flora. Tras el control de Chasquipampa y en un desvío a la derecha de la carretera, podemos entrar a Sumbay a visitar la cueva de arte rupestre. Más adelante encontramos que la carretera se bifurca en dos: a la derecha hacia Cuzco, e indirectamente Chivay, y a la izquierda, directo hacia Chivay. Enrumbamos brevemente hacia Cuzco para avistar el río Colca en sus principios y parar en la cueva de arte rupestre de Mollepunku. Continuando camino existe una nueva bifurcación, esta vez tomamos a la izquierda para entrar en el Colca. Así, visitamos Callali (iglesia y formaciones geológicas) y Sibayo (iglesia, artesanía y alrededores). El arribo a Chivay, tras unas cinco horas de camino, constituye el final del día para una mejor adaptación a la altura. Los baños termales de Chivay se encuentran a tres km. de la población.

    El segundo día puede comenzar con una visita de Chivay y sus alrededores, incluidos los restos arqueológicos de Uskallacta. A continuación se recomienda el traslado a Coporaque para admirar sus iglesias y plazas. De Coporaque y en fácil caminata se llega al pueblo de Yanque en unas tres horas. En este trayecto se pasa por los restos arqueológicos de San Antonio, por la espectacular andenería Yurac Ccacca, por el mirador de Occolle y por las tumbas colgantes de Chininea. Tras almorzar en Yanque, se aprovecha el resto de la tarde para visitar su bella iglesia, la casa inca Choquehuanca, el puente colonial Cervantes y sus baños termales. Lo más indicado es pernoctar en Yanque, Achoma o Cabanaconde. Existen varios establecimientos que brindan este servicio.

    El día número tres se inicia temprano con el objeto de observar el vuelo de los cóndores desde el mirador de la Cruz del Cóndor. Este mirador ofrece una buena perspectiva de cómo el río comienza a estrecharse (1,200 metros más abajo) para alcanzar su profundidad máxima (3,400m.) sólo bastante más adelante. A partir de la Cruz se puede disfrutar de un interesante recorrido interpretativo de la flora y fauna de la zona. En el regreso hacia Chivay se pueden hacer las paradas para las que no hubo oportunidad el día anterior. Chivay marca la hora del almuerzo y el retorno hacia la ciudad de Arequipa. El último trayecto aún guarda una sorpresa: el mirador de Patapampa, que a 4,800 m.s.n.m. es punto más alto en la visita al Colca, desde él se admiran las cordilleras volcánicas de la zona.

    LA FLORA DEL VALLE DEL COLCA, LA RESERVA NACIONAL DE SALINAS Y AGUADA BLANCA Y SU RECORRIDO DESDE LA CIUDAD DE AREQUIPA (de 2,300 a 5,000 m.s.n.m.)

    Cuando realizamos el recorrido de Arequipa hacia el Valle del Colca, vamos a ascender desde los 2,300 m.s.n.m. (desierto) hasta los 4,800 m.s.n.m (puna), para luego descender siguiendo el río Colca hasta los 3,000 m.s.n.m. (valle interandino). En este transecto se van a observar en la vegetación cambios muy marcados debido a la gradiente altitudinal y por ende climatológica que se presenta.

    Se pasa de vegetación de desierto, a praderas naturales sobrepastoreadas con suelos erosionados debido al uso forrajero y como combustible que el poblador andino y de la ciudad le ha venido dando (extracción de tola), y la vegetación de valle interandino.

    A pesar de las condiciones extremas encontramos una flora diversa conformada por cerca de 300 especies, de las cuales algunas son usadas como medicinales, otras como combustibles (leña), otras como tintoreas, y otras como pastos nutritivos palatables para el ganado domesticado y animales silvestres como la vicuña y el guanaco.

    Descendiendo hacia el Valle interandino notaremos que la vegetación es más densa y diversa por las propias condiciones del valle. En algunas quebradas aún se observan algunos árboles de lo que fueran extensos bosques de queñoa y en una parte muy aislada se puede encontrar un rodal de puya.

    La precipitación anual disminuye a medida que se baja de altitud, en la puna puede llegar a 342.8 mm (Imata, 4,445 m.s.n.m.) y en el desierto a 22.06 mm (CORPAC, 2,500 m.s.n.m. ). El 65% de las lluvias se dan entre enero y marzo, presentándose dos épocas marcadas la húmeda y la seca. La temperatura promedio varia entre los 7.1°C y los 11.4°C, existiendo máximas extremas de 22.6ºC y mínimas extremas de -16.2ºC.

    DESCRIPCIÓN DE LAS DIFERENTES COMUNIDADES VEGETALES

    La zona está ubicada entre los paralelos 15°38'02" y 16°18' de LS y los 71°35'58" y 71°40'11" de LW. Se encuentran especies vegetales, conformadas por tres estratos: el arbóreo, el arbustivo y el herbáceo y que existen en diferentes comunidades vegetales. Se diferencian principalmente por la altitud, habiéndose determinado en este recorrido las siguientes:

    Matorral desértico con Cactáceas columnares, de topografía variada dada por áreas suaves a colinadas y laderas abruptas a suaves, de suelo arenoso – pedregoso.

    Está ubicado entre los 2,300 y 3,000 m.s.n.m. Tiene en su composición vegetal a hierbas anuales que crecen sólo en la época de lluvia como las gramíneas; a arbustos xerofíticos, (plantas adaptadas a lugares secos que han desarrollado raíces extensas para alcanzar la poca humedad del suelo, hojas muy pequeñas y delgadas que limitan la evapotranspiración) como la chilhua (Ambrosia fruticosa) o la amapola del campo (Balbisia weberbaueri); a hojas cubiertas de pelos como el mancapaqi (Encelia canescens); a hojas modificadas en espinas como las cactáceas columnares (Weberbauerocereus weberbaueri). Esta comunidad algunas veces se extiende hasta los 3,500 m.s.n.m. teniendo en su composición a especies como la malva (Tarasa operculata), el romerillo (Diplostephium tacorense) y la china-canlli (Adesmia spinosissima).

    Cuando las condiciones de humedad son buenas, los arbustos que la mayor parte del año se observan secos reverdecen.

    En el estrato herbáceo tenemos pequeñas malvas como Urocarpidium sephardae y, de manera muy dispersa, a gramíneas de hasta 60 cm de altura llamadas ichu como Stipa obtusa o Stipa ichu.

    Pajonal: se ubica entre los 3,500 y los 4,400 m.s.n.m. Presenta una topografía dada por laderas suaves a empinadas, áreas planas a colinadas, suelos arenoso – arcillosos y pedregosos.

    Recibe este nombre porque el ichu (gramíneas Stipa obtusa y Stipa ichu), domina el paisaje dando la apariencia de un suelo cubierto por pastos altos de color casi siempre amarillento.

    Algunas veces el ichu se ve alternado por una gramínea de coloración plomiza muy punzante llamada iru-icchu (Festuca orthophylla), acompañadas por otras hierbas pequeñitas que crecen en época de lluvia como Plantago monticola; los arbustos como el canlle (Tetraglochin strictum, especie indicadora de suelos erosionados). La tola (géneros Parastrephia y Baccharis) se encuentra de forma muy dispersa en ésta comunidad.

    Fisonómicamente se constituye en un pajonal seco con escasos arbustos.

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