"Dichosos los que se laven sus vestiduras,
así podrán disponer del árbol de la vida y entrarán
por las puertas en la Ciudad. ¡Fuera los perros, los hechiceros, los impuros,
los asesinos, los idólatras, y todo el que ame y practique la mentira!". Ap. 22, 14-15
I
¿Que que?……………..
Por eso ¡pasó lo que pasó! don Tuercato ¡Torcuato! le corregía su mujer que yacía sentada en una mecedora, rezando siempre el rosario y aferrada a una bala de oxigeno; no le pare muchas bolas a mi mujer que es muy "misteriosa", señalaba el mecánico –
Don Torcuato era un paseante, que se había varado en el árido y erosionado cañón del rio Chicamocha, al oriente colombiano, como consecuencia de una falla en los conversores catalíticos del motor, móvil por el cual, tuvo que ingresar a Filón, un pueblo desolado, que en otrora, fue un apacible pobladito colonial, en donde se le hacia culto al señor de los milagros con su espíritu rezandero. Bolívar (El Libertador) pernoctó allí el 20 de marzo de 1823 tal como rezaba en la placa del parque, que estaba cincelada al lado de su busto, y que por cuestiones políticas lo habían puesto dándole la espalada al del linajudo General "Santander", otro mártir de la patria, pero perteneció al partido de oposición.
"Que culote el que tenía Bolívar" señalaba, un turista Italiano, que estaba haciendo un estudio, sobre las campañas del Libertador, y comparó las fechas de cuando pasó otros pueblos bastante distanciados de la Comarca. Solo se diferenciaban en un día entre un pueblo y el otro, en dos de ellos, había pernoctado el 21 y 22 de marzo de 1823 respectivamente.
Apúreme otro guarapo y le sigo narrando porque ¡!!!Pasó lo que pasó!!! le puntualizaba el exquisito mecánico que miraba con atención el monitor del robot, Estamos hablando del 2012 o sea hace trece años. Imagínese don Cuarterón ¡!!Torcuato!¡¡ Aludía su mujer concentrada en su oficio y sin levantar la cabeza –eso- vislumbre camarada mío, que el Alcalde del 2012 había sido elegido desde el 2009 y había rubricado los contratos hasta el 2016 que consumaba el mandato de su sucesor.
¿Y Quien era esa bestia…por Dios? – interpeló don Torcuato.-
Mire don Tuerto ¡¡Torcuato!! Refunfuñaba su esposa – eso – el embrollo es largo pero entretenido, así, que siéntese y yo empiezo a detallarle todo, mientras repaso en la pantalla de este androide, uno a uno los 340 relojes que tiene este aerocarro, abramos en orden.
II
El alcalde, un hombre rústico del que se sabía poco, era oriundo de Puerto Matanza. Se decía que gobernaba desde sus haciendas ganaderas, ubicadas al norte del país en un pueblito llamado "Abnegación", pero realmente el vegetaba en la tierra de Tío Sam. Se posesionó y no regresó. Pero se descargó en personas muy idóneas –decía él- para que utilizaran el Gabinete Municipal, consonante a las pertinentes cuotas burocráticas. Tenía toda la potestad, porque en las elecciones, había vencido con más del 80%de los votos, de la mafiocracia que imperaba en esta ladronera administrativa. Profería, tener ancestros Filoneces, porque su concuñada, era tataranieta de uno de los Patricios del pueblo, de apellido De los Ríos.
En El Despacho ejercía generalmente "Vero", un gay muy afecto de un trillado diputado. Gestionaba también como Primera Dama.
En la dirección de Tránsito y Transporte arbitraban "Palada y Mordida", dos reconocidas ex guerrilleras, que se habían acogido a la ley de perdón y olvido, promovida por un ex presidente, y advertidas como eficaces extorsionistas, en sus épocas de extremistas. A su cuenta tenían más de 100 alféreces motorizados, quienes montaban todos los sábados y domingos, las llamadas "brigadas de vacunación" que se fundamentaban en lucrarles multa, a los turistas que acudían de otros lares. Ostentaban su sede propia, en el parque central; se llamaba "Fundación Luis Pasteur".
Allí, en ese solar, donde usted ve esas cabritas ramoneando, quedaba la "Secretaría de Cultura y Turismo" que estaba al mando del Matarife más conocido como "Cervantes"; y de una muchacha analfabeta prima de las Pilaricas, féminas de gran influencia en este pueblo, y en este rollo, por quienes, más adelante me referiré detalladamente.
Las cabras pertenecen aun a la familia de "Cervantes", que se había hecho a ellas en un trueque por el piano y la organeta, pero están en cuarentena perenne ya se dará cuenta a causa de que.
Un parapentista aventajado tramaba en la Secretaria de Obras Públicas. Rumoraban que antes de tirarse en el parapente, desde aquel risco que usted ve al frente y en donde quedaba el aeropuerto, se metía su buena dosis de perico. Desde los éteres le daba vuelta a las vías y obras en ejecución; le decían "soplador" de los vientos.
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