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Violencia contra la mujer: una realidad camuflada


Partes: 1, 2

    1. De generación en generación
    2. Violencia omnipresente
    3. Con miedo a denunciar
    4.  

    Reportaje

    Se trata de uno de los delitos de lesa humanidad más frecuentes del mundo y un problema de salud pública.

    A pesar de la cantidad de leyes, decretos, reglamentos y conferencias que a nivel mundial se han realizado para disminuir la cantidad de denuncias que diariamente reciben las autoridades encargadas de controlar el caso, la violencia contra la mujer se incrementa tanto, que hoy en día se habla de ella como un problema de salud pública.

    Venezuela no escapa de esta cruda realidad, pues los casos reflejados en las cifras que manejan la mayoría de las instituciones encargadas de estudiar la violencia intrafamiliar, son pocos en relación al alto porcentaje que aún siendo víctimas no se atreven a denunciar.

    Y es que el machismo desde siempre ha sido un fenómeno inculcado desde el nacimiento, donde pintan al hombre (varón) como el mandamás o el cabeza de familia, dejando a un lado a la mujer y educándola para servir a su pareja, a pesar de que éstas han demostrado que pueden llegar mucho más lejos.

    Sin embargo una de las causas de la violencia contra la mujer es cuando éstas deciden desafiar a su pareja, quizás por sentirse agobiadas, o simplemente porque no aguantan otra humillación. Situación que enfurece al hombre sintiéndose con el derecho de maltratarla psicológica y hasta físicamente.

    Es por esto que el machismo es señalado como principal detonante de la violencia contra las féminas, ya que la mayoría de los victimarios tienen una especie de cinta en su mente que los hace pensar que la mujer es para lavar la ropa, y el hombre es el que sale a la calle para traer el alimento al hogar.

    Los hombres al ser desafiados por su pareja incurren en lo que los especialistas denominan maltrato por negligencia, es decir que les suprimen el sustento alimenticio tanto a la mujer, como a los niños.

    Figura 1: Las víctimas sufren en silencio.

    En el caso específico de la capital del estado Bolívar, Ciudad Bolívar se observó una prevalencia de 391 casos durante el año 2007 y el primer trimestre del 2008, es decir un considerable aumento de mujeres maltratadas, tomando en cuenta que la violencia además de física, altera los nervios convirtiéndola en psicológica.

    La mayoría de los casos de violencia presentados en esta ciudad son atendidos en la consulta externa del Centro de Salud Mental, Comandancia de la Policía y Fiscalía del Ministerio Público, por lo general presentan maltratos por partes de sus parejas, siendo el de tipo físico el de mayor incidencia, aún cuando se puede inferir posibles maltratos de tipo psicológico y hasta sexual.

    Una de las víctimas que se atrevió a contar su relato fue Xiomara Pérez, ella explicó que fueron muchas las veces que fue maltratada, "una vez me golpeó muy fuerte, la mayoría de las veces en el oído, la espalda y piernas".

    Ante esta situación la médica psiquiatra Yolirma Vaccaro, especialista del Centro de Salud Mental de Ciudad Bolívar, manifestó que en su experiencia profesional ha reconocido que la violencia de mayor incidencia es la de tipo física, la cual va acompañada con maltrato psicológico, cuestionamientos, acusaciones y hostigamientos, que son indicadores de la violencia que se evidencia en el hogar.

    Otro aspecto que se suma a la violencia contra la mujer es la obligación sexual, muchas de las pacientes tratadas por esta experta en salud, señalan que luego que se dan las golpizas son obligadas a mantener relaciones sexuales con el agresor.

    De generación en generación

    Es importante reflejar que en la mayoría de los casos de violencia existen hijos de por medio, estos presencian la cantidad de actuaciones producto de la violencia, tal es el caso de insultos, gritos, golpes, es decir que de no ser corregidos a tiempo se podría hablar de una conducta repetida que puede ser asumida en un futuro por las víctimas indirecta (hijos).

    De acuerdo al criterio de la doctora Vaccaro, los orígenes de la violencia son múltiples, primero es producto de antecedentes de maltrato; segundo falta de afecto en su formación personal; tercero incapacidad para establecer relaciones afectivas por negociación y cuarto por miedo. Todos estos elementos constituyen un factor de riesgo en cuanto es un ciclo que se repite continuamente de generación en generación.

    Figura 2: Lamentablemente los niños son víctima de la agresión familiar.

    La explicación de Vaccaro se evidencia con el testimonio de otra de las víctimas consultadas, Nelly Álvarez, quien soportó insultos y golpes por no contar con estabilidad económica. "Los niños estaban viviendo un terror dentro de esas cuatro paredes en que vivíamos, ya estaban siendo involucrados en las peleas, y más de una vez salieron golpeados, cuando me intentaban defender de su padre".

    Violencia omnipresente

    Por otra parte, la psiquiatra manifestó que no sólo se da una violencia contra la mujer en el hogar, pues la sociedad ha diseñado formas específicas de maltratar a las mujeres, "en el campo laboral se le solicita exagerados requisitos que le impiden desarrollarse como personas, a su juicio el examen de embarazo es un elemento contrario a la naturaleza de ser de la mujer, pues la principal misión de la mujer en el mundo es ser madre".

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