Fatiga crónica y fibromialgia con depresión asociada. Neurociencia aplicada
Enviado por Félix E. F. Larocca
- El síndrome de fatiga crónica
- Manifestaciones Clínicas
- Diagnóstico
- Tratamiento
- Pronóstico
- En resumen
- Discusión
- Bibliografía
Síndromes de la Fatiga Crónica y Fibromialgia, la Depresión asociada y la Neurociencia Aplicada
Existen dos entidades poco comunes, no bien estudiadas y mucho menos comprendidas, que, de sorprendente manera, desafían la sagacidad y el estado de presteza del ojo clínico de cualquier médico.
Éstas son:
- El síndrome de la fatiga crónica (SFC) y
- La fibromialgia (FM).
Ambas condiciones son reconocidas por sus ambiguas sintomatologías y asimismo porque ambas despiertan controversia en su explicación y en su entendimiento.
Para empezar esta ponencia, primero haremos una breve descripción clínica del síndrome de la fatiga crónica — la más reconocida de las dos.
El síndrome de fatiga crónica
El Síndrome de fatiga crónica (SFC) también llamado en el pasado encefalomielitis miálgica, y para el que ahora se recomienda el nombre combinado EM/SFC (Encefalopatía Miálgica/Síndrome de Fatiga Crónica) es una enfermedad poco común. Su característica principal es la de sentir una gran fatiga y síntomas relacionados con ésta, resultando en cansancio y dolores extremos asociados al esfuerzo físico.
Esta entidad clínica fue identificada en los países anglosajones a mediados de los años 80. La Organización Mundial de la Salud la considera como una enfermedad neurológica severa y aparece en la lista norteamericana de enfermedades infecciosas recientes, recurrentes y resistentes a los medicamentos.
Debemos de aclarar, que, aunque la enfermedad se categoriza como "infecciosa", que esta última etiología aun no se ha confirmado.
Los síntomas característicos son los siguientes:
- Inicio generalmente repentino, a veces después de un cuadro similar a una gripe. También puede aparecer tras una infección como la mononucleosis infecciosa o siguiendo otras enfermedades víricas.
- Astenia y fatiga fácil, que no merman con el descanso, y sin haber realizado esfuerzo físico son hallazgos característicos.
- Típicamente, la enfermedad evoluciona con desorientación, pérdidas de memoria a corto plazo, confusión e irritabilidad — signos de afectación neuro-cognitiva.
- Trastornos del sueño: insomnio nocturno, sueño no reparador, e hipersomnia diurna, con frecuencia se asocian.
- Dolor muscular persistente que conlleva a la incapacidad, es manifestación común.
Además se reportan los siguientes síntomas:
- Faringitis recurrente.
- Dolor a la palpación de ganglios linfáticos del cuello y axilas.
- Fiebre ligera.
- Dolores de cabeza.
- Fotofobia.
- Cuadros de ansiedad o depresión.
La relación con la anorexia nervosa es común, como asimismo es frecuente su asociación con otras condiciones, lo que conlleva a que se la considere, erróneamente, secuela de las mismas o como depresión residual — hecho, que por sus posibilidades diagnósticas equivocadas, debe de permanecer presente en el pensamiento del clínico perspicaz.
Esta condición se encuentra, a menudo, asociada con otra entidad de posibilidades crónicas, conocida como la fibromialgia; con la que, sola o en aislamiento, afecta un estimado 5 al 6% de la población mundial de las mujeres — víctimas principales, de ambas dolencias.
Hasta ahora, no existen pruebas diagnósticas de laboratorio para su diagnóstico. Como tampoco existen tratamientos específicos.
De la mayor importancia es que, a menudo, algunos médicos la confunden con trastornos afectivos o, peor aún, con los disturbios hipocondríacos.
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