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El sistema respiratorio (página 2)

Enviado por Luis Silva


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También contribuyen en esta tarea los músculos intercostales, que se contraen y hacen que las costillas se muevan hacia arriba y afuera, aumentando un poco más la capacidad de la caja torácica.

Al momento de expulsar el aire desde nuestros pulmones (espiración), los músculos involucrados se relajan. El diafragma recupera su forma de paracaídas, las costillas se mueven hacia abajo (en ello también influye la gravedad) y hacia adentro, contrayendo a los pulmones y recuperando el espacio inicial de la cavidad torácica. El flujo de aire finalmente volverá hacia el exterior y será exhalado por las vías aéreas superiores.

Control nervioso de la respiración

Como la mayoría de los procesos que ocurren al interior de nuestro organismo, la respiración está controlada por nuestro computador central: el cerebro. En una verdadera cadena de reacciones, el cuerpo humano es capaz de coordinar todas las estructuras y receptores que ajustan la ventilación a las necesidades físicas de cada momento, tanto en situaciones de reposo como de movimiento.

Desde el tronco cerebral se controlan diversas funciones básicas e involuntarias de nuestro cuerpo, entre ellas, la respiración. El bulbo raquídeo es el segmento específico encargado de determinar el ritmo ventilatorio.

Su acción difícilmente es perceptible, ya que al ser un proceso automático, no tenemos conciencia de que lo estamos realizando.

Solo piensa en cuántas veces has inspirado y espirado mientras lees este fascículo. De seguro no lo sabes, porque para ti respirar resulta obvio.

Para facilitar una adecuada respuesta respiratoria, nuestro cuerpo cuenta, además, con una serie de receptores que se estimulan ante sustancias extrañas, afecciones respiratorias y concentraciones anormales de oxígeno y dióxido de carbono, entre otras causas.

Los receptores ubicados en el pulmón reciben el nombre de mecanorreceptores. Su función es captar la información recibida y transmitirla al centro respiratorio, a través del nervio vago (encargado del control visceral).

Estos se dividen en tres tipos: receptores de distensión, irritación y vasculares o yuxtacapilares.

Los de distensión son aquellos que responden de manera más lenta y su estimulación provoca la elongación de los músculos lisos de las vías aéreas durante la inspiración.

En tanto, los receptores de irritación son de rápida estimulación y poseen una finalidad más bien defensiva; se activan por gases irritantes, reacciones alérgicas, congestión y embolia pulmonar, entre otros factores, generando respuestas como la tos.

Por último, los receptores vasculares o yuxtacapilares se ubican en el espacio entre alvéolos y capilares, estimulándose por procesos que involucran a esta zona (edema intersticial o la acción de irritantes químicos, entre otros).

Conclusión

A través de este trabajo nos podemos dar cuenta de lo que el sistema respiratorio realiza dentro de nuestro cuerpo.

Como:

Transformar el oxígeno en dióxido de carbono.

También conocimos cómo influye el sistema nervioso dentro de la respiración, ya que éste contrae los músculos como el diafragma para realizar la respiración.

También nuestro cerebro es capaz de adaptar la respiración a diversas situaciones, como bajo el agua, a mayor altura, menor altura, etc.

Bibliografía

www.monografias.com

Texto para el estudiante, biología, editorial Santillana, 2007 y 2008, Luis Flores Prados y Germán Manríquez Soto.

 

 

 

 

Autor:

Luis Silva

Cristóbal Arredondo

Pablo Lizama

Diego Bustamante

Manuel Espinoza

Colegio San Andrés

Departamento de ciencias

Biología

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