Pasado y presente del estudio psicológico del lenguaje: una revisión conductista
Enviado por William Montgomery Urday
- Resumen
- Antecedentes históricos
- Teorías psicológicas del lenguaje
- Crítica y visión prospectiva
- Referencias bibliográficas
Artículo publicado en la Revista de Investigación en Psicología, 2(1), 115-148. 1999, con ligeras modificaciones
RESUMEN
Se expone una reseña general de lo que ha sido el estudio psicológico del lenguaje a través de la historia , partiendo de las primeras disciplinas e hipótesis sobre su ontogenia y relaciones con otras disciplinas, hasta llegar a las orientaciones contemporáneas, entre las que se distinguen tres bloques principales: a) psicolingüístico, b) constructivista o del desarrollo cognitivo, y c) conductista.
Tras discutir críticamente las ideas tradicionales expuestas por los representantes de tales corrientes (así como sus divergencias) a la luz de su estado y seguidores actuales, se hace una breve prospección tomando en cuenta los puntos de coincidencia que hay entre estos últimos. Se concluye que la dirección futura, en términos de práctica empírica, muestra una tendencia interactiva conductual con correlatos comunicacionales.
Palabras clave: Psicología del lenguaje, conducta verbal, desarrollo lingúistico, interacción, contexto.
INTRODUCCIÓN
En la conocida leyenda de la Torre de Babel, el Rey Nemrod se percató con estupor de que, en castigo divino a su megalomanía de alcanzar el cielo, la lengua de sus súbditos —hasta entonces única—, se había diversificado al infinito. No menor sería su sorpresa si renaciendo hoy en día echara una mirada al estudio del lenguaje, porque pareciera que este asunto de la proliferación de enfoques suele relacionarse fatalmente con el rubro de la comunicación humana.
Aquí el vocablo "lengua" se identifica como habla, y en todo el escrito los tèrminos "lenguaje", "conducta linguìstica" y "conducta verbal" se utilizarán como sinónimos.
Esta diseminación origina problemas de descripción y entendimiento (Kantor, 1981); en efecto, el estudio del lenguaje ha sido y es objeto de una multiplicidad y multiformidad de abordajes: filosóficos, teológicos, lógicos, biológicos, antropológicos, lingüísticos, psicológicos, etc.; a veces entrelazados (fig. 1), lo cual hace muy difícil separar unos de otros con diafanidad, siendo tratado a veces como acción (estudio biológico, fonético y acústico), otras como descripción (estudio lógico y semántico), producto (estudio lingüístico, sociolingüístico, filosófico, literario y estético), o conjunto de reglas formales (gramática, cibernética, matemáticas) (Ribes, 1990). Las descripciones morfológicas se han impuesto, según se ve, a las explicaciones funcionales, (propias de la psicología), sustrayendo su contenido interactivo.
El lenguaje es relación, no cosa, y es la conducta humana por excelencia. Por ello, el mundo en que vivimos es un mundo lingüístico: lo que se aprende, lo que se piensa y todo cuanto tiene alguna importancia a nivel psicológico, está moldeado por los usos del lenguaje, como lo supo interpretar satíricamente George Orwell en su novela 1984, tratando los manejos políticos del pensamiento. El lenguaje es, como decía Wittgenstein, una forma de vida establecida por acuerdo social tácito; así, en muchos aspectos (sino en todos) crea la realidad. Tiene, pues, gran importancia para el comportamiento, aun cuando en sí mismo el lenguaje no sea un proceso psicológico.
La idea del presente artículo es señalar un hilo conductor que muestre, entre el laberinto de aproximaciones, cuál puede ser el camino más conveniente para el estudio psicológico del lenguaje a la luz de su progreso histórico, sus niveles de análisis y sus orientaciones teórico-metodológicas. En la búsqueda de tal propósito se procurará simplificar en lo posible el panorama, optando pragmáticamente por señalar todo aquello que se considere relevante para el conjunto en interés psicológico.
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