(26) La informática está llevando a una confusión creciente entre lo real y lo virtual, un verdadero ejemplo de alienación científica, aún más sorprendente cuando a dichos modelos se les otorga una existencia fáctica y se organizan encarnizadas disputas académicas en torno a ellos. Las simulaciones informáticas de fenómenos complejos, como los demográficos y los meteorológicos, están conduciendo a conclusiones disparatadas y catastrofistas sobre la evolución pasada y futura del clima mundial. En 1972 apareció uno de los primeros y más absurdos ejemplos cuando uno de los tinglados de Rockefeller, el denominado "Club de Roma", publicó su primer informe, "Los límites del crecimiento" redactado por un equipo dirigido por Donella y Dennis Meadows y Jorgen Randers que trabajaba en la dinámica de sistemas creada por Jay W. Forrester en el MIT. Entre otras cosas, auguraba el agotamiento de los recursos naturales para 2030. Estos videojuegos no son ciencia pero llenan los titulares de los periódicos, que es su objetivo.
(26b) Primer ensayo sobre la población, Alianza Editorial, Madrid, 1993, pg.53. Malthus aludió al espectacular incremento de la población en Estados Unidos a finales del siglo XVIII, cuyo crecimiento se debía a la emigración; no era, pues, un aumento de la población sino un traslado geográfico de la misma. Hoy el maltusianismo es otro videojuego utilizado para lanzar periódicamente esas amenazas apocalípticas que entusiasman a sus altavoces: vid. H. Charles J. Godfray y otros: Food security: The challenge of feeding 9 billion people, en Science, vol. 327, 12 de febrero de 2010, pgs. 812 y stes.
(27) La filosofía de Henri Bergson, Espasa-Calpe, Madrid, 1972, pg.105.
(28) Pierre Trémaux: Origin et transformations de l"homme et des autres êtres, Paris, 1865.
(29) Die Hypothese der Keimgangmutationen, en Acta Biotheoretica, 1936, vol.II, pgs.23 y stes.
(30) N. Eldredge y S. J. Gould: Punctuated equilibria; an alternative to phyletic gradualism, en T. J. M. Schopf (ed.): Models in Paleobiology, Freeman, Cooper and Co., San Francisco, 1972, pgs.82 a 115; de los mismos autores: Punctuated equilibria: The tempo and mode of evolution reconsidered, en Paleobiology, vol.3, 1977; W. A. Berggren y J. A. Couvering (eds.): Catastrophes and Earth history, Princenton University Press, 1977; y Derek Ager: The new catastrophism. The importance of the rare events in geological history, Cambridge University Pres, 1993.
(31) Goulven Laurent: Paléontologie et évolution en France. De Cuvier et Lamarck a Darwin, Paris, 1987, pg.109.
(32) Carlos Seoane (ed.): De la nada al hombre. Una historia de nuestro origen, Diputación Provincial de Ciudad Real, 1991.
(33) Física, Gredos, Madrid, 1998, pg.111; Metafísica, Sarpe, Madrid, 1985, pg.114. En biología la nada es tan milagrosa en la creación como en la extinción de las especies. Como tendremos ocasión de comprobar, las explicaciones usuales de las extinciones son otros tantos supuestos de creacionismo inverso. No hay transformación ni tampoco herencia: los dinosaurios como los neandertales desaparecieron misteriosamente sin dejar ningún rastro, salvo fósiles. Habrá que tener en cuenta si es cierto lo que afirmaba un viejo materialista romano: "Nada puede a la nada reducirse, ni cosa alguna hacerse de la nada" (Lucrecio: De rerum natura, §855).
(34) Los principios de la naturaleza y de la gracia, Porrúa, México, 1977, pg. 64; Monadología, §74.
(35) Eugenio Frixione: De motu propio. Una historia de la fisiología del movimiento, Siglo XXI, México, 2000; Skinner se refiere a esto, si bien emplea una típica noción restringida de movimiento: "La conducta es una característica primaria de las cosas vivas. Casi la identificamos con la vida misma. Podemos llamar vivo a todo lo que se mueve, especialmente cuando el movimiento tiene un sentido o actúa para cambiar el medio ambiente. El movimiento añade verosimilitud a cualquier forma de manifestarse un organismo" (Ciencia y conducta humana, Fontanella, Barcelona, 1977, pg.75).
(36) La evolución creadora, Espasa-Calpe, Madrid, 1973, pg.36.
(37) E. O. Wilson: Sociobiología. La nueva síntesis, Omega, Barcelona, 1980, pg.3.
(38) La evolución creadora, cit., pg.263.
(39) Engels, enciclopedista de la ciencia marxista, en Engels y la ciencia marxista, Paidós, Buenos Aires, 1975, pg.197.
(40) J. Müller: Tratado de fisiología, Madrid, 1846, tomo I, pg.15.
(41) Anti-Dühring, Grijalbo, México, 2ª Ed., 1968, pg.70.
(42) Teoría de la naturaleza, Tecnos, Madrid, 1997.
(43) Über die Entwiklungsgeschichte der Tiere, Königsberg, 1828, pgs.224 y stes.
(44) I. Kant: Crítica del juicio, Espasa-Calpe, Madrid, 5ª Ed., 1991, pg.371.
(45) Crítica del juicio, cit., pg.346.
(46) Edgar Morin: Introducción al pensamiento complejo, Gedisa, Barcelona, 1995, pg.51
(47) Kant, Crítica del juicio, cit., pgs.327 y stes.
(48) Lamarck: Histoire naturelle des animaux sans vertèbres, Paris, 1815, tomo I, pgs.31 y stes., 53 y stes y 156-157; y Müller: Tratado de fisiología, cit., tomo II, pgs.139 y stes.
(49) M. J. Puertas: Genética. Fundamentos y perspectivas, McGraw-Hill, Madrid, 1991, pgs.3,4 y 51.
(50) Le hasard et la nécessité. Essai sur la philosophie naturelle de la biologie moderne, Seuil, Paris, 1970, pg.146.
(51) Investigaciones fisiológicas sobre la vida y la muerte, Madrid, 1827, pg.14.
(52) Dialéctica de la naturaleza, Akal, Madrid, 1978, pg.235.
(53) C. H. Waddington: Biología hoy, Teide, Barcelona, 1967, pgs.138-139.
(54) Recientemente y en muy pocos años han caído dos de los más grandes dogmas de la biología según los cuales las células cardiacas y neuronales no se regeneraban y, por lo tanto, que nacemos y morimos con el mismo cerebro y el mismo corazón. En abril de 2009 investigadores suecos descubrieron que las células cardiacas se renuevan durante la vida. A los 25 años, alrededor del uno por ciento de las células cardíacas se renuevan anualmente, y ese ritmo cae a menos del 0"5 por ciento anual a los 75 años. Esto significa que alrededor de la mitad de las células del corazón se renuevan a lo largo de la vida. Lo mismo sucede con las neuronas. En 1905 Ramón y Cajal vaticinó la degeneración y regeneración del sistema nervioso, publicando numerosos artículos que fueron resumidos en su obra "Estudios sobre la degeneración y regeneración del sistema nervioso". No obstante, hasta hace poco tiempo se consideraba que la regeneración de las neuronas era un fenómeno que ocurría en algunos vertebrados pero no en la especie humana. En 1998 el investigador español José Manuel García Verdugo y el mexicano Arturo Álvarez-Buylla demostraron que existe la neurogénesis en el cerebro humano, obra de células madre neuronales con las características propias de los astrocitos, células en forma de estrella que garantizan el funcionamiento de las neuronas. No sólo confirmaron la existencia células madre neuronales sino que los precursores de las neuronas son capaces de desplazarse. La fuente de las células madre neuronales está en la zona subventricular y las nuevas neuronas emigran hasta el bulbo olfatorio. El genoma es el último reducto de la metafísica que se resiste a entrar en la dinámica y el cambio.
(55) Siguiendo a Bergson, el químico belga I. Prigogine puso de moda este dilema bajo la forma de una supuesta "flecha del tiempo" o irreversibilidad temporal. Pero el tiempo, lo mismo que el movimiento, es una unidad de contrarios, a la vez reversible e irreversible. A pesar de poner todo su énfasis en los procesos no lineales, Prigogine concluye con una concepción lineal y unilateral del tiempo. Sus tesis corren en paralelo con la teoría de la continuidad en biología. Se fundamentan en la extrapolación del segundo principio de la termodinámica, que es una ley local, sujeta a condiciones que no permiten su generalización.
(56) B. I. Balinsky: Introducción a la embriología, Omega, Barcelona, 1983, pg.8.
(57) E. W. Sinnott, L. C. Dunn y T. Dobzhansky: Principios de genética, Omega, Barcelona, 1970, pg.14.
(58) Leibniz: Monadología, § 73 a 76; Discurso de metafísica, §34.
(59) Cfr. Müller: Tratado de fisiología, cit., tomo I, pg.25. Entonces había en Alemania dos hermanos Treviranus, ambos biólogos, pero Müller no aclara a cuál de ellos se refiere. Posiblemente se refiera al mayor, Gottfried Reinhold.
(60) Como defiende G. Salet: Azar y certeza. El transformismo frente a la biología actual, Alhambra, Madrid, 1975, pg.347.
(61) V. Kuznetsov y V. Gutina: Nueva interpretación de una página de la historia de la ciencia, en Investigaciones soviéticas sobre historia de la ciencia, Academia de Ciencias de la URSS, Moscú, 1977, pgs.165 y stes.
(62) Dialéctica de la naturaleza, cit., pgs.235-236.
(63) Antiguamente la teoría de la continuidad de la vida se expresaba en el aforismo latino Omne vivum ex ovo, es decir, la vida surge del huevo, y fue defendida en el siglo XVII por William Harvey y Leibniz, y por Linneo y Charles Bonnet en el siglo siguiente. Sin embargo, fue a mediados del siglo XIX cuando se comenzó a imponer, no solamente por los descubrimientos de Pasteur sino por la interpretación que Virchow expuso de la teoría celular: Omne cellula e cellula. Las células no sólo tienen vida sino que tienen vida "por sí mismas", es decir, con independencia del organismo del que forman parte e incluso del medio del que también forman parte. Los actuales cultivos artificiales de células en los laboratorios siguen alimentando hoy esta ilusión.
(64) "Un "ser" sólo se considera independiente en cuanto es dueño de sí y sólo es dueño de sí en cuanto se debe a sí mismo su "existencia". Un hombre que vive por gracia de otro se considera a sí mismo un ser dependiente. Vivo, sin embargo, totalmente por gracia de otro cuando le debo no sólo el mantenimiento de mi vida, sino que él además ha "creado" mi vida, es la "fuente" de mi vida; y mi vida tiene necesariamente fuera de ella el fundamento cuando no es mi propia creación. La "creación" es, por ello, una representación muy difícilmente eliminable de la conciencia del pueblo. El ser por sí mismo de la naturaleza y del hombre le resulta inconcebible porque contradice todos los "hechos tangibles" de la vida práctica. "La "creación de la tierra" ha recibido un potente golpe por parte de la Geognosia, es decir, de la ciencia que explica la constitución de la tierra, su desarrollo, como un proceso, como autogénesis. La "generatio" "aequivoca" es la única refutación práctica de la teoría de la creación. "Ahora bien, es realmente fácil decirle al individuo aislado lo que ya Aristóteles dice: "Has sido engendrado por tu padre y tu madre, es decir, ha sido el coito de dos seres humanos, un acto genérico de los hombres, lo que en ti ha producido al hombre. Ves, pues, que incluso físicamente el hombre debe al hombre su existencia. Por esto no debes fijarte tan sólo en "un" aspecto, el progreso "infinito"; y preguntar sucesivamente: ¿Quién engendró a mi padre? ¿Quién engendró a su abuelo?, etc. Debes fijarte también en el "movimiento circular", sensiblemente visible en aquel progreso, en el cual el hombre se repite a sí mismo en la procreación, es decir, el "hombre" se mantiene siempre como sujeto. Tú contestarás, sin embargo: le concedo este movimiento circular, concédeme tú el progreso que me empuja cada vez más lejos, hasta que pregunto, ¿quien ha engendrado el primer hombre y la naturaleza en general? Sólo puedo responder: tu pregunta misma es un producto de la abstracción. Pregúntate cómo has llegado a esa pregunta: pregúntate si tu pregunta no proviene de un punto de vista al que no puedo responder porque es absurdo. Pregúntate si ese progreso existe como tal para un pensamiento racional. Cuando preguntas por la creación del hombre y de la naturaleza haces abstracción del hombre y de la naturaleza. Los supones como "no existentes" y quieres que te los pruebe como "existentes". Ahora te digo, prescinde de tu abstracción y así prescindirás de tu pregunta, o si quieres aferrarte a tu abstracción, sé consecuente, y si aunque pensando al hombre y a la naturaleza como "no existente" (IX) piensas, piénsate a ti mismo como no existente, pues tú también eres naturaleza y hombre. No pienses, no me preguntes, pues en cuanto piensas y preguntas pierde todo sentido tu "abstracción" del ser de la naturaleza y el hombre. ¿O eres tan egoísta que supones todo como nada y quieres ser sólo tú? "Puedes replicarme: no supongo la nada de la naturaleza, etc.: te pregunto por su "acto de nacimiento", como pregunto al anatomista por la formación de los huesos, etc. "Sin embargo, como para el hombre socialista "toda la llamada historia universal" no es otra cosa que la producción del hombre por el trabajo humano, el devenir de la naturaleza para el hombre tiene así la prueba evidente, irrefutable, de su "nacimiento" de sí mismo, de su "proceso de originación". Al haberse hecho evidente de una manera práctica y sensible la "esencialidad" del hombre en la naturaleza; al haberse evidenciado, práctica y sensiblemente, el hombre para el hombre como existencia de la naturaleza y la naturaleza para el hombre como existencia del hombre, se ha hecho prácticamente imposible la pregunta por un ser "extraño", por un ser situado por encima de la naturaleza y del hombre (una pregunta que encierra el reconocimiento de la no esencialidad de la naturaleza y del hombre). El "ateísmo", en cuanto negación de esta carencia de esencialidad, carece ya totalmente de sentido, pues el ateísmo es una "negación" de Dios y afirma, mediante esta negación, "la existencia del hombre"" (Manuscritos filosófico-económicos, Alianza Editorial, Madrid, 5ª Ed., 1974, pgs.154-155).
(65) Histoire naturelle, cit., tomo I, pgs.174 y stes.
(66) A. Lazcano: Oparin, apuntes para una biografía intelectual, en Orígenes de la vida en el centenario de Aleksander Ivanovich Oparin, Ed.Complutense, Madrid, 1995, pg.17.
(67) Cfr. Luis Pasteur: Estudios sobre generación espontánea, Emecé, Buenos Aires, 1944; Juan Comas: Manual de antropología física, Universidad Nacional Autónoma de México, 1976, pg.59.
(68) Histoire naturelle, cit., tomo I, pgs.31 y stes.
(69) Prosper Lucas: Traité philosophique et physiologique de l"hérédité naturelle, Paris, 1847. La influencia de este trabajo pionero sobre Darwin fue muy considerable. Con su aparición se comprueba que la genética ya existía antes de 1900 y Darwin estaba al corriente de sus desarrollos, bien porque había realizado sus propios experimentos de hibridación con guisantes, bien a través de la obra, ya citada, de Trémaux.
(70) Bertalanffy: Teoría general de sistemas, Fondo de Cultura Económica, Madrid, 1976, pg.154. En este fenómeno, escribió Waddington, "ha de intervenir algo más que procesos puramente químicos. El desarrollo ontogénico parte de un huevo más o menos esférico para terminar en un animal adulto, que es todo menos esférico, y que tiene brazos, piernas, cabeza, rabo y otras partes anatómicas, así como órganos internos de caracteres morfológicos precisos. No se puede explicar todo esto por medio de una teoría que se limite a formular hipótesis basadas en la química, como es la de que los genes gobiernan la síntesis de determinadas proteínas" (La naturaleza de la vida, Editorial Norte y Sur, Madrid, 1963, pg.102). Cfr. Bruce M. Carlson: Embriología básica de Patten, McGraw-Hill, México, 1990, pg.29; Jan Sapp ha llamado "paradoja del desarrollo" a este misterio (The nine lives of Gregor Mendel, en Experimental Inquiries, Kluwer Academic Publishers, 1990, pgs. 137 a 166).
(71) El hombre y la evolución, Labor, Barcelona, 3ª Ed., 1977, pgs.96-97.
(72) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.178.
(73) Filosofía zoológica, Alta Fulla, Barcelona, 1986, pg.58.
(74) Filosofía zoológica, cit., pg.61.
(75) Principles and methods, en Selected works, Foreign Languages Publishing House, Moscú, 1949, pg.190.
(76) Laurent: Paléontologie et évolution. cit., pgs.61 y stes.
(77) El actualismo reduce la realidad a acto: el mundo real contiene todo lo que hay. Niega, pues, toda realidad potencial. En este sentido filosófico, Lamarck no es actualista. Las raíces filosóficas de esta corriente se encuentran en la antigüedad clásica, aunque en los orígenes de la paleontología constituyó una reacción frente al creacionismo que se impuso en casi toda Europa, especialmente en Inglaterra, a mediados del siglo XIX. Su significado metodológico se resume en la idea de que el presente es la clave del pasado. Los procesos naturales que actuaron en el pasado son los mismos que actúan en el presente. A partir de algunas piezas fósiles se puede llegar a recomponer el organismo entero. Charles Lyell señalaba que los procesos que se aprecian en la actualidad son los mismos que se vieron en el pasado, por lo que si los científicos eran capaces de comprender estos procedimientos estaban en situación de poder explicar los ciclos del pasado. Según Lyell no hay evidencias de progresión en el registro fósil. Que el registro fósil sea diferente al actual se debe a la pobreza del primero, negando así cualquier cambio y enunciando la teoría gradualista.
(78) "Lo mismo en el tiempo que en el espacio, las formas de organización inferior de cada clase cambian generalmente menos que las de organización superior; pero en ambos casos existen notables excepciones a esta regla" (Darwin: El origen de las especies, Edaf, Madrid, 1979, pg.413).
(79) Se supone que cuando una especie se separa en otras dos diferentes, las mutaciones se acumulan progresivamente en el ADN y las proteínas de cada una de ellas, de manera que se observarán mayor número de ellas a medida que transcurra el tiempo. Cuantas más diferencias más antigua es la separación entre las especies. Si eso fuera así el ADN y las proteínas se podrían utilizar como "relojes moleculares". Este método presupone que cada ADN y cada proteína tiene un ritmo de mutación diferente pero constante. Para estimar cuándo se han separado dos especies es necesario, pues, saber cada cuántos años se da una mutación. Ambas premisas son erróneas y su error es similar al cometido inicialmente con los métodos de datación basados en el carbono-14. La concentración de carbono-14 en un organismo depende de la que exista en el medio ambiente. El actualismo presupone que esa concentración era igual antes que hoy, lo cual es erróneo. Dobzhansky, Ayala, Ledyard Stebbins y Valentine ya advirtieron sobre el carácter aproximado de este método de datación (Evolución, Omega, Barcelona, 1979, pgs. 307 y stes.) y otros añaden que la cronología genética no es independiente de la paleontológica (J. L. Arsuaga e I. Martínez: La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana, Temas de Hoy, Madrid, 1998, pgs.296-297). Sobre este punto todas las precauciones son pocas.
(80) El origen de las especies, cit., pgs.218-219 y 432.
(81) La estructura de la teoría de la evolución, Tusquets, Barcelona, 2004, pgs.278 y stes. Además, Gould interpreta la ley de la unidad de tipo como una dicotomía entre el estructuralismo y el funcionalismo en Darwin.
(82) El origen de las especies, cit., pg.113.
(83) El origen de las especies, cit., pg.253.
(84) El origen de las especies, cit., pg.157.
(85) El origen de las especies, cit., pg.186.
(86) El origen de las especies, cit., pg.152.
(87) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.59; y Müller: Tratado de fisiología, cit., tomo II, pgs.117 y stes. No por casualidad Theodor Schwann fue uno de los últimos biólogos en utilizar la palabra intususcepción, que se conserva en medicina con el significado patológico de invaginación, es decir, la introducción de una porción del intestino en la subsiguiente, parecida a la forma en que se pliega un catalejo. Causa una obstrucción del tracto digestivo que es frecuente en los niños.
(88) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.58.
(89) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.123.
(90) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.43.
(91) Histoire naturelle, cit., tomo I, pgs.45-46.
(92) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.173.
(93) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.247.
(94) Filosofía zoológica, cit., pg.90.
(95) Cours de philosophie positive. I, Hermann, Paris, 1998, pg.683.
(96) La crisis del transformismo, Madrid, 1911, pg.16.
(97) El origen de las especies, cit., pgs.102, 114,122 y 123.
(98) C. U. M. Smith: El problema de la vida, Alianza Editorial, Madrid, 1977, pg.335.
(99) "Todo está en todo, no sólo en potencia sino en acto" (Metafísica, cit., pg.298).
(100) El origen de las especies, cit., pg.167; también en El origen del hombre, Edimat, Madrid, 2006, tomo I, pg.235.
(101) El origen de las especies, cit., pg.160.
(102) Cours de philosophie positive, cit., pg.678. De una manera pretenciosa, Comte se postula a sí mismo como el introductor de esta nueva expresión, milieu, a pesar de su aversión por los neologismos (ibid, pg.682).
(103) Cours de philosophie positive, cit., pg.685; Louis Auguste Segond: Histoire et systématisation générale de la biologie, Paris, 1851, pgs.115 y stes.; Georges Canguilhem: El conocimiento de la vida, Anagrama, Barcelona, 1976, pg.152; y Études d"histoire et de philosophie des sciences, Paris, 1975, pg.65.
(104) Filosofía zoológica, cit., pgs.65, 131 y 133.
(105) La evolución conjunta de los animales y su medio, Anthropos, Barcelona, 1982, pg.84.
(106) Filosofía zoológica, cit., pgs.157 y 160.
(107) Cfr. M. F. Niesturj: El origen del hombre, Mir, Moscú, 2ªEd., 1979, pgs.21 y stes.
(108) Éléments de philosophie biologique, Alcan, Paris, 1911, pg.63
(109) Cfr. Javier de Felipe: Historia de la neurona. Influencia de los estudios de Santiago Ramón y Cajal en la neurociencia moderna, en Santiago Ramón y Cajal: Histología del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados, Ministerio de Sanidad y Consumo, Madrid, 2007, pg.70.
(110) El origen de las especies, cit., pgs.159,160,167 y 239.
(111) Dialéctica de la naturaleza, cit., pgs.138 y stes.
(112) Con acierto J. D. Bernal realzó el carácter lamarckista de Darwin: Historia social de la ciencia. 2. La ciencia en nuestro tiempo, Península, Barcelona, 3ªEd., 1973, pg.208; y La ciencia en nuestro tiempo, Nueva Imagen, México, 3ª Ed., 1979, pg.201.
(113) Mark J. Baldwin: A new factor in evolution, en The American Naturalist, vol. 30, núm. 354, junio de 1896; Mark J. Baldwin: Organic selection, en Science, núm. 121, 23 de abril de 1897; Henry F. Osborn: Ontogenic and phylogenic variation, en Science, núm. 100, 27 de noviembre de 1896; Mae Wan Ho y P. T. Saunders (eds.): Beyond neo-Darwinism. An introduction to the new evolutionary paradigm, Academic Press, Orlando, 1984; Brian K. Hall: Organic selection: Proximate environmental effects on the evolution of morphology and behavior, en Biology and Philosophy, núm. 16, 2001; Patrick Bateson: The active role of behavior in evolution, en Biology and Philosophy, núm. 19, 2004.
(114) Filosofía zoológica, cit., pgs.166-167.
(115) Filosofía zoológica, cit., pg.91.
(116) Philosophie biologique, cit., pg.243.
(117) La selección y la teoría fásica del desarrollo de las plantas, en Agrobiología. Genética, selección y producción de semillas, pgs.38 y stes.
(118) Histoire naturelle, cit., tomo I, pgs.181-182.
(119) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.200.
(120) Histoire naturelle, cit., tomo I, pgs.200-201.
(121) Filosofía zoológica, cit., pgs.175,177 y 190.
(122) Some problems of method, en Selected works, cit., pg.269.
(123) Ensayos de psicología celular, Madrid, 1889, pgs.24, 64 y stes y 133 y stes.
(124) El origen del hombre, cit., tomo I, pg.160.
(125) El origen del hombre, cit., tomo I, pgs.261 a 263.
(126) El origen de las especies, cit., pg.437.
(127) Jon Erikson: La extinción de las especies. Evolución, causas y efectos, McGraw-Hill, Madrid, 1992, pg.190.
(128) La extinción de los dinosaurios a causa de la caída de un gran meteorito procedente del espacio es una de esas hipótesis, adoptada como tesis por algunos divulgadores. El 8 de enero de 2008 el diario "El Mundo" ofrecía otra hipótesis diferente, según la cual fueron los insectos los que acabaron con ellos. Les transmitieron graves enfermedades y, además, produjeron tales cambios ambientales que les privaron de su alimento. La información aludía una obra de George y Roberta Poinar titulada "Qué sacó de quicio a los dinosaurios? Insectos, enfermedades y muerte en el Cretácico". Según los palentólogos estadounidenses algunos insectos incluso conservan la sangre que extrajeron a los animales que picaron, así como los microorganismos que causan las enfermedades y que transmitían con las picaduras. Entre otros, han encontrado el patógeno que causa la leishmania, un mal que también afecta hoy a reptiles y humanos, y el parásito de la malaria, que infecta a las lagartijas. Los Poinar no pretenden introducir una explicación monocausal pero sí un factor coadyuvante de la extinción total de los saurios. De hecho, en las heces de los saurópodos han descubierto restos de nematodos y protozoos que pudieron haber causado su muerte por disentería y otros problemas de salud. Además, en la última etapa del Cretácico, hace unos 80 millones de años, cuando comenzaron a desaparecer, los Poinar aseguran que el planeta estaba cubierto de áreas tropicales y repleto de insectos que ayudaron a la expansión de las plantas con flores, en detrimento de las plantas gimnospermas, las hierbas, que suponían el alimento fundamental para los dinosaurios vegetarianos, la inmensa mayoría. Enfermedades y escasez de comida consideran que son los dos factores que contribuyeron a la lenta desaparición de los saurios. En declaraciones a ScienceDaly George Poinar asegura: "Hay serios problemas con las teorías que hablan de impactos súbitos en la extinción de los dinosaurios, y uno de ellos es que su declinación fue a lo largo de un periodo de cientos de miles o incluso millones de años".
(129) Sinnott, Dunn y Dobzhansky: Principios de genética, cit., pgs.16 y stes.
(130) La estructura de la teoría de la evolución, cit., pg.200.
(131) P.B. y J. S. Medawar: De Aristóteles a zoológicos. Un diccionario filosófico de biología, Fondo de Cultura Económica, México, 1988, pg.181.
(132) La estructura de la teoría de la evolución, cit., pgs.197 y 319 y stes.
(133) S. L. Washburn y Ruth Moore: Del mono al hombre, Alianza Editorial, Madrid, 1986, pg.23.
(134) Carta a Piotr Lavrov de 10 de agosto de 1878, en Marx y Engels: Cartas sobre las ciencias de la naturaleza y las matemáticas, Anagrama, Barcelona, 1975, pg.96.
(135) François Duchesneau: Genèse de la théorie cellulaire, Vrin, Paris, 1987.
(136) Cfr. Agustín Albarracín Teulón: La teoría celular, Alianza Editorial, Madrid, 1983, pgs.134 y stes.
(137) Bichat no olvidó la importancia de los humores pero los situó en un plano secundario frente a los tejidos y los órganos, con lo cual puso los primeros cimientos de la teoría celular (Marie François Xavier Bichat: Anatomía general aplicada a la fisiología y a la medicina, Madrid, 1831).
(138) Teoría de la naturaleza, cit. En este punto el pensamiento botánico de Goethe no es realmente original sino que está inspirado en las mónadas de Leibniz, cuya influencia en la biología del siglo XIX ha sido tan decisiva como errónea. La oposición de Comte a la teoría celular se fundamentaba tanto en su holismo como en su desconfianza hacia el uso del microscopio y hacia esas "mónadas orgánicas" de inspiración filosófica germana (Cours de philosophie positive, cit., pgs.764 y stes.). Pero no sólo la teoría celular de Virchow sino también la microbiología de Haeckel está inspirada en las mónadas de Leibniz. Las móneras de Haeckel no son ni animales ni plantas pero están en la base de su clasificación de los seres vivos. La influencia de Leibniz aún se puede rastrear en los orígenes de la inmunología a comienzos del siglo XX: vid. Anne Marie Moulin: Le dernier langage de la médecine. Histoire de l"immunologie de Pasteur au Sida, Presses Universitaires de France, Paris, 1991, pgs.366 y stes.
(139) Rodolfo Virchow: La patología celular, Valencia, 1879, pgs.271 y stes.
(140) Sechs Vorlesungen über die darwinische theorie, Leipzig, 1868.
(141) L"hérédité et les grands problèmes de la biologie générale, Schleicher Frères, Paris, 2ª Ed., 1903, pgs.449 y 453.
(142) Ensayos de psicología celular, cit., pgs.41-42.
(143) ¿Qué es la vida?, cit., pgs.79 y 92.
(144) La lógica de lo viviente. Una historia de la herencia, Tusquets, Barcelona, 1999, pgs.174,176 y 179.
(145) Morin: Introducción al pensamiento complejo, cit., pg.55.
(146) L"atomisme en biologie, Gallimard, Paris, 4ª Ed., 1956, pgs.102 y stes. (147) R. A. Fisher: The genetical théory of natural selection, Dover, Nueva York, 1958, pgs.189 y stes. (148) Morin: Introducción al pensamiento complejo, cit., pg.81.
(149) Filosofía zoológica, cit., pgs. XX y XXI.
(150) Lógica, cit., tomo II, pgs.43 y stes.
(151) Dialéctica de la naturaleza, cit., pgs.186 y 202.
(152) Fisiología y psicología, Alianza Editorial, Madrid, 5ª Ed., 1978, pgs.26, 76 y 169.
(153) La naturaleza de la vida, cit., pgs.28 y 78.
(154) El comercio de semillas ha seguido una evolución muy singular. De una libertad total ha pasado a un control absoluto con la excusa de proteger a los agricultores de semillas fraudulentas o en mal estado. La calidad de las semillas no es visible a primera vista y la voracidad especulativa llenó el mercado de estafadores que vendían cualquier tipo de género. En España el control se inició con la Orden del Ministerio de Agricultura de 10 de marzo de 1917 y la Circular número 286 de la Dirección General del ministerio de 21 de octubre de 1917 sobre autorización de producción en viveros que creaba unos registros provinciales de capitalistas dedicados a la venta de semillas. Posteriormente el régimen legal se fue asimilando a las patentes, con una supervisión cada vez más estricta cuyo único objeto es el de preservar la biopiratería, es decir, los intereses monopolistas de un consorcio cada vez más reducido de empresas capitalistas y, finalmente, los transgénicos.
(155) François Jacob: La lógica de lo viviente cit., pg.213. Algunos manuales hacen gala de esta suplantación: "A pesar de su juventud la genética ha alcanzado una posición central en las ciencias biológicas porque el conocimiento de la estructura y función del material genético ha resultado esencial para entender la mayoría de los aspectos del organismo vivo". Incluso van más allá: "La genética constituye el paradigma actual de toda la biología" (Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin: Genética, cit., pgs.2 y 3).
(156) El título completo en castellano es: Introducción a la biología molecular. El hilo de la vida. Bioquímica. Ácidos nucleicos y código genético (Morata, Madrid, 1970). En alusión al ADN (y sólo al ADN), Kendrew concluye: "Éste es en verdad el hilo de la vida" (pg.70). Es el reduccionismo llevado a sus últimas consecuencias.
(157) Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin: Genética, cit., pg.4.
(158) ¿Qué es la vida?, cit., pgs.41-42 y 45.
(159) Ensayos de psicología celular, cit., pgs.26 y stes. y 126 y stes.
(160) El conocimiento de la vida, cit., pgs.70 y 79.
(161) Marx, carta a Laura y Paul Lafargue de 15 de febrero de 1869; Engels, carta a Piotr Lavrov de 12-17 de noviembre de 1875, en Cartas, cit., pgs.71 y 84 y stes.
(162) La genética soviética, cit., pg.52.
(163) La base científica de la evolución, Espasa-Calpe, Buenos Aires, 2ª Ed., 1949, pgs.181 y stes.
(164) Principios de genética, cit., pg.23.
(165) L"atomisme, cit., pgs.35 y stes.
(166) El problema de la vida, cit., pg.345.
(167) Según Gould, Weismann sí llevó a cabo su experimento, pero no con lagartijas sino con ratones. No obstante, añade, no fundamentó en ello sus conclusiones sino "en una estructura lógica de inferencias a partir de premisas, no sobre la observación" (La estructura de la teoría de la evolución, cit., pgs.227 y 232).
(168) Zum probleme der Vererbung, en Archiv f. Phisiol. der Pflüger, t.41, 1887.
(169) John Hutchinson: On the influence of hereditary syphilis on the teeth, en Transactions of the Odontology Society, 1861; pgs. 95 y stes.; J.A. Fournier: La syphilis héréditaire tardive, Masson, Paris, 1886; y J.A. Fournier: L"hérédité syphilitique, Paris, 1892.
(169b) J. G. Baer: El parasitismo animal, Guadarrama, Madrid, 1971, pgs.74-75.
(170) Novel proteinaceous infectious particles cause scrapie, en Science, 1982, 216(4542), pgs.136 a 144; J. S. Griffith: Self–replication and scrapie, en Nature, vol.215, 1967, pg.1043; Enfermedades priónicas, en Revista de Neurología, vol.31, 2000, pgs.129 y stes. El prión es una proteína de unos 250 aminoácidos con la misma secuencia que otra que existe de forma natural en el organismo, aunque ésta no provoca ninguna enfermedad. La forma normal se designa como PrPc y la patógena PrPsc (sc por scrapie). La PrPc forma parte de las membranas de algunos tipos de células, entre ellas las nerviosas. La diferencia entre la forma normal y la infecciosa está en que la misma proteína se pliega de forma distinta. En la PrPc predominan las a-hélices mientras que la forma patógena lo hace predominantemente como láminas β. En condiciones normales una proteína adopta siempre la misma estructura ya que esa forma es necesaria para que funcione. Las altas temperaturas o valores de pH extremos hacen que pierda la estructura (la desnaturalizan) por lo que pierde también su función biológica original. Es la causa de los límites térmicos para la vida y de que la clara de un huevo cocido sea blanca y sólida.
(171) T. J. Kindt, R. A. Goldsby y B. A. Osborne: Inmunología de Kuby, McGraw-Hill, México, 6ª Ed., 2007, pgs.506-507.
(172) H. Lemke, A. Coutinho y H. Lange: Lamarckian inheritance by somatically acquired maternal IgG phenotypes, en Trends in Immunology, vol.25, 2004, pgs.180 y stes.; el fenómeno se observa en todos los mamíferos, por ejemplo en los caballos, y también con las inmunoglobulinas de tipo E: vid. Bettina Wagnera y otros: Occurrence of IgE in foals: Evidence for transfer of maternal IgE by the colostrum and late onset of endogenous IgE production in the horsestar, en Veterinary Immunology and Immunopathology, vol. 110, 2006, pgs. 269 y stes.; Eliane Martia y otros: Maternal transfer of IgE and subsequent development of IgE responses in the horse (Equus cabalas), en Veterinary Immunology and Immunopathology, vol. 127, 2009, pgs. 203 y stes.
(172b) H. E. Hoekstra y otros: A single amino acid mutation contributes to adaptive beach mouse color pattern, en Science, vol. 313, 2006, pgs.101 a 104. (172c) De Aristóteles a zoológicos, cit., pg.184.
(173) El origen del hombre, cit., tomo II, pg.357.
(174) El caso Lysenko, cit., pgs.72 y 77 a 79. A esta explicación, Lysenko añade una tesis, derivada de la pangénesis de Darwin: "Las partes modificadas del cuerpo del organismo progenitor siempre poseen una herencia modificada". Lo mismo que Darwin, Lysenko se apoya en las patatas, pero esta generalización quizá no se pueda sostener siquiera para todas las plantas. Volveremos sobre ello al exponer las hibridaciones vegetativas.
(175) El origen de las especies, cit., pgs.471-472.
(176) La estructura de la teoría de la evolución, cit., pgs.224 y stes.
(177) Huxley: Vivimos una revolución, cit., pgs.108-109.
(178) Fernández Pérez y González Bueno: Biodiversidad, cit., pg.121.
(179) Cfr. Gould: La estructura de la teoría de la evolución, cit., pg.248.
(180) Perspectivas en la teoría general de sistemas. Estudios científico-filosóficos, Alianza Universidad, Madrid, 2ª Ed., 1982, pg.98.
(180b) El origen de las especies, cit., pg.280.
(181) Essais sur l"hérédité et la sélection naturelle, Paris, Reinwald, 1892, pg.528.
(182) Essais, cit., pg.535.
(183) El origen de las especies, cit., pgs.60,86 y 159; El origen del hombre, cit., tomo I, pg.226.
(184) Essais, cit., pg.526.
(185) "La hipótesis de Weismann representa un retorno casi completo a las ideas del preformismo del siglo XVII" (La ciencia en nuestro tiempo, cit., pg.202).
(186) Aristóteles, Metafísica, cit., pgs.218 y 230.
(187) Las células se dividen hasta el llamado "límite de Hayflick", que en las humanas es de unas cincuenta veces. No proliferan in vitro de forma indefinida, aunque se les suministren todos los nutrientes necesarios. Después de un cierto número de divisiones dejan de dividirse (Leonard Hayflick: Biología celular del envejecimiento humano, en Investigación y Ciencia, núm.42, marzo de 1980, pgs.24 y stes.). Ese número depende de la longitud de los extremos de los cromosomas, denominados telómeros. Al duplicarse la célula el ADN de los telómeros no se duplica íntegramente, por lo que el telómero se acorta. Cada telómero humano pierde unos 100 pares de bases de ADN telomérico en cada duplicación, lo que representa unos 16 fragmentos. Al cabo de un número determinado de divisiones el telómero ha desaparecido completamente. El acortamiento del telómero impide su función protectora del cromosoma, con lo que éste se vuelve inestable, se fusiona o se pierde. Las células sin telómeros no sólo son incapaces de duplicarse, sino que dejan de ser viables. Para frenar este proceso, después de cada división celular, una enzima, denominada telomerasa, restablece la integridad de los telómeros. Los embriones, las células germinales y las tumorales tienen niveles elevados de telomerasa y, por lo tanto, una capacidad de multiplicación más duradera. Es posible lograr la multiplicación indefinida de las células somáticas activando la secuencia de ADN que fabrica la telomerasa. De ese modo la célula puede seguir dividiéndose y generar una estirpe celular que se puede conservar durante un período largo de tiempo, reteniendo su viabilidad. Pero no todas las células humanas se preservan de la misma manera. Algunas, a pesar de que sus telómeros no se acorten, pueden frenar sus divisiones celulares como consecuencia de la activación de mecanismos denominados "puntos de control" del ciclo celular. Para lograr que estas células mantengan su capacidad reproductiva durante largos periodos de tiempo hay que inactivar esos "puntos de control". Una forma de hacerlo es introducir ciertos "oncogenes" (secuencias cancerígenas de ADN) que se pueden obtener de virus cancerígenos (como algunas cepas de HPV o virus del papiloma humano, adenovirus, etc.). A diferencia de las células humanas, las de los roedores no tienen inactivada la secuencia de ADN que elabora la telomerasa, por lo que sus telómeros se mantienen en las sucesivas divisiones celulares. Pero al cultivarlas en el laboratorio, esas células experimentan cambios génicos que inactivan los "puntos de control", produciendo espontáneamente líneas celulares capaces de reproducirse a largo plazo.
(188) Los rumiantes no pueden recibir anticuerpos (inmunoglobulinas Ig o ?-globulinas), como otros mamíferos, a través de la placenta. En los demás casos a través de ella pasan los anticuerpos, si bien sólo los de tipo IgG, no los IgA, IgD, IgE o IgM. El ritmo de transferencia de IgG a través de la placenta es lento en las 24 primeras semanas de gestación, aunque aumenta exponencialmente durante la segunda mitad del embarazo. Por esta vía el ser humano recién nacido puede tener concentraciones de anticuerpos comparables a los de su madre. Los IgG son los anticuerpos más importantes; representan entre un 65 y un 90 por ciento de ellos. El tipo de inmunoglobulina predominante en el calostro de la mayor parte de los mamíferos domésticos también es IgG. En la leche de vaca, aproximadamente el 80 por ciento de las inmunoglobulinas presentes son IgG (Cfr. Balinsky: Introducción a la embriología, cit., pgs. 277 y 346).
(189) Charles Houillon: Sexualidad, Omega, Barcelona, 1972, pgs.17 a 29.
(190) Balinsky: Introducción a la embriología, cit., pgs. 631 y stes.
(191) Carlson: Embriología básica, cit., pg.35-36. La aparición de gemelos univitelinos así como de siameses unidos por el cuerpo, son variantes de ese mismo fenómeno embrionario. (192) Gilbert: Biología del desarrollo, cit., pg.655.
(193) Carlson: Embriología básica, cit., pg.78-89.
(194) U. Lüttge, M. Kluge y G. Bauer: Botánica, McGraw-Hill, Madrid, 1993, pg.481.
(195) Cfr. Felix Le Dantec: La crisis del transformismo, cit. "Hacia 1890 comenzaron a manifestarse dudas acerca del mismo [del darwinismo], y hacia 1910 la teoría estaba tan pasada de moda que algunos críticos proclamaron la muerte del darwinismo" (Huxley: Vivimos una revolución, cit, pg.94); P. J. Bowler: El eclipse del darwinismo. Teorías evolucionistas anti darwinistas en las décadas en torno a 1900, Labor, Barcelona, 1985.
(196) Sinnott, Dunn y Dobzhansky: Principios de genética, cit., pg.51.
(197) L. A. Callender: Gregor Mendel: An opponent of descent with modification, en History of Science, 26, 1988; B.E. Bishop: Mendel"s opposition to evolution and to Darwin, en Journal of Heredity, 87, 1996.
(198) Sageret, M.: Considération sur la production des hybrides, des variantes et des variétés en général, et sur celles de la famille des Cucurbitacées en particulier, en Annales Science Naturelle, vol.8, 1826, pgs. 294 y stes.
(199) Hugo de Vries: La ley de disyunción de los mestizos, en Cuatro estudios sobre genética, Emecé, Buenos Aires, 1946, pgs.107 y stes.
(200) La tercera revolución verde. Plantas con luz propia, Debate, Madrid, 1998, pg.88.
(201) Hugo de Vries: Intracellular pangenesis, The Open Court Publishing, Chicago, 1910.
(202) Ruth Hubbard y Elijah Wald: El mito del gen. Cómo se manipula la información genética, Alianza Editorial, Madrid, 1999, pg.87. En referencia a esta distinción entre factor y carácter, Canguilhem ha destacado el valor analítico del método de Mendel (Ideología y racionalidad en la historia de las ciencias de la vida, Amorrortu, Madrid, 2005, pgs.52 y stes.). Esto no es históricamente exacto. La diferenciación corresponde a Weismann, mientras que Mendel estaba interesado en la diferenciación entre los caracteres. Lo que le interesaban eran éstos, no los factores.
(203) Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin: Genética, cit., pg.4.
(204) "Un hecho sorprendente es que los elementos sexuales masculinos y femeninos, brotes e incluso animales adultos conserven escritos con una especie de tinta invisible una serie de caracteres dispuestos a desarrollarse en algún momento en determinadas circunstancias" (Darwin: La variación de los animales y las plantas bajo domesticación, Catarata, Madrid, 2008, tomo II, pg.83).
(205) Ilse Jahn, Rolf Löther y Konrad Senglaub: Historia de la biología. Teorías, métodos y biografías breves, Labor, Barcelona, 1990, pg.371.
(206) Maurice Caullery: Les conceptions modernes de l"hérédité, Flammarion, Paris, 1935, pg.45.
(207) Smith, El problema de la vida, cit., pg.346.
(208) Carl Correns: La regla de Mendel sobre el comportamiento de la descendencia de los mestizos, en Cuatro estudios sobre genética, cit., pg.147.
(209) L. L. Cavalli-Sforza y W. F. Bodmer: Genética de las poblaciones humanas, Omega, Barcelona, 1981, pgs.501 y stes.
(210) D. Briggs y S .M. Walters: Evolución y variación vegetal, Guadarrama, Madrid, 1969, pg.72.
(211) G. Mendel: Experimentos sobre híbridos en las plantas, en Cuatro estudios sobre genética, cit., pgs.15-16.
(212) Marx y Engels: Cartas, cit., pg.49.
(213) La variación de los animales y las plantas, cit., tomo II, pg.826.
(214) La lógica de lo viviente, cit., pg.207.
(215) Federico di Trocchio: Las mentiras de la ciencia. ¿Por qué y cómo engañan los científicos?, Alianza Editorial, Madrid, 2003, pg.276.
(216) Filosofía de la biología, Alianza Universidad, Madrid, 1979, pg.35.
(217) R. A. Fisher: Has Mendel"s work been rediscovered?, en Annals of Science, 1, 1936, pgs.115 y stes.
(218) Ingeniería genética: ¿sueño o pesadilla?, Gediasa, Barcelona, 2001, pgs.97-98.
(219) Ingeniería genética, cit., pg.96.
(220) L"atomisme, cit., pg.45.
(221) Savants sovietiques et relations internationales, Paris, Julliard, 1973, pg.102.
(222) http://www.ugr.es/~amenende/docencia/Genes_Pais.pdf
(223) Historia social de la ciencia, cit., pg.47.
(224) Ann Finkbeiner: Los jasones. La historia secreta de los científicos de la guerra fría, Paidós, Barcelona, 2007.
(225) El Laboratorio de Radiación de la Universidad de Berkeley descubrió varios radioisótopos y elementos transuránicos fundamentales en el desarrollo del armamento nuclear bajo la dirección de Gilbert Newton Lewis (1875–1946) y Ernest O. Lawrence (1901-1958). Dentro del mismo laboratorio Glenn Seaborg (1912–1999) participó en el descubrimiento de diez elementos transuránicos, entre ellos el plutonio, elemento esencial en la fisión nuclear, por lo que en 1951 le concedieron el Premio Nobel de Química. Al mismo tiempo, bajo su dirección se fabricaron una amplia variedad de radionucleótidos empleados en el tratamiento del cáncer, como el yodo-131, el hierro-59 y el cobalto-60. Finalmente, intervino en la redacción del Tratado para la Prohibición de Pruebas Nucleares de 1963. Otros como Willard F. Libby (1908-1980), Martín D. Kamen (1913-2002) y Samuel Ruben (1913-1943) realizaron igualmente investigaciones con fines a la vez militares y médicos.
(226) En 1983 los dos principales laboratorios de armamento nuclear, el de Los Álamos y el Lawrence Livermore, empezaron a trabajar en la creación de una biblioteca génica utilizando nuevas técnicas para clasificar los cromosomas, en especial una conocida como "análisis de flujo citogenético", en la que los cromosomas se mezclan con marcadores fluorescentes. Dado que cada cromosoma incorpora diferente cantidad de marcador, resulta posible clasificarlos enfocándolos con rayos láser y midiendo la cantidad de marcador incorporada por cada uno de ellos. En 1986 se habían conseguido clasificar por este sistema todos los cromosomas excepto el 10 y el 11. En febrero de 1986 los laboratorios nucleares elaboraron una primera biblioteca con fragmentos de ADN humano y Charles DeLisi, director de la Oficina de Investigación Sanitaria y Ambiental, propuso que el Departamento de Energía intensificara su participación en las investigaciones genéticas basadas en la nueva biología molecular. La secuenciación del genoma humano era una tarea tan gigantesca que sólo los dos grandes laboratorios nucleares estaban capacitados para abordarla. En marzo de aquel año el Departamento de Energía organizó una reunión científica en Santa Fe, Nuevo México, para discutir el proyecto de DeLisi, que los participantes respaldaron (Cfr. J. Beatty: Opportunities for genetics in the atomic age, Hellon Symposium: Institutional and Disciplinary Contexts of the Life Sciences, MIT, Cambridge, Mass., 1994; cit. Máximo Sandín: Teoría sintética: crisis y revolución, en Arbor, núm. 623-624, tomo CLVIII, noviembre-diciembre de 1997).
(227) El DDT (dicloro difenil tricloroetano) es un compuesto del grupo de los hidrocarburos clorados sintetizado por primera vez en 1874, aunque su aplicación insecticida la descubrió Paul Muller en 1933. En 1976 se prohibió en Estados Unidos. Como es soluble en lípidos, se concentra en la grasa corporal, de manera que sus restos se siguen encontrado en el tejido adiposo de los pingüinos de la Antártida. De igual modo, durante la lactancia materna la leche acumula un tres por ciento de grasa mezclada con DDT, que se transmite al recién nacido. Lo mismo sucede cuando una persona intoxicada por el pesticida adelgaza: el DDT pasa al torrente sanguíneo y de ahí al sistema nervioso central. A pesar de ello, la OMS anunció en 2006 que volverá a autorizar el empleo de DDT como insecticida contra la malaria.
(228) Las variedades de trigo son enanas por efecto de dos secuencias de ADN denominadas Norin 10. Estas variedades son menos estables en la producción de grano de año en año que las de altura normal. También son más sensibles a las fluctuaciones climáticas y a las epidemias. Otra desventaja es que necesitan grandes cantidades de fertilizantes para lograr su máximo rendimiento. Una gran parte de la producción mundial de trigo panadero depende de variedades con las secuencias genómicas Norin 10. Los japoneses fueron los primeros en utilizarlas en programas de mejora. Las obtuvieron a partir de dos estirpes que Borlaug utilizó en México. La primera es la Akogomugi mejorada a finales del siglo XIX, que se introdujo en Italia en 1911 para la fabricación de pan. La segunda es la variedad Daruma. En 1917 los japoneses cruzaron un derivado de ella, denominado Shirodaruma, con una variedad de Norteamérica Fults. A su vez, el producto de ambas se cruzó con la variedad americana Turkey Red, que no tuvo impacto en la agricultura japonesa, pero en 1948 la Universidad de Washington la utilizó en un programa para obtener de variedades capaces de responder al uso masivo de fertilizantes. La variedad Brevor 14 fue la que Rockefeller, a través de Borlaug, lanzó al mercado internacional en 1953.
(229) En setiembre de 1955 Hoescht designó a Friedrich Jaehne, un criminal de guerra convicto en Núremberg, como presidente de su Junta Directiva. Un año después Bayer nombró a Fitzter Meer, otro criminal de guerra convicto, para el mismo cargo. La I. G. Farben renacía de sus cenizas.
(230) CGIAR es el acrónimo en inglés del Grupo Consultivo de Investigación Agraria Internacional. Para formarlo, Ford y Rockefeller fusionaron en 1971 en Bellagio (Italia) varios centros de investigación agraria que tenían dispersos por el mundo. Por medio de Maurice Strong, Rockefeller organizó en 1972 la Conferencia de la ONU sobre "medio ambiente humano" en Estocolmo e incorporó a la ONU y a la FAO (Fondo para la Agricultura y la Alimentación), el programa de desarrollo de la ONU y el Banco Mundial. Por lo tanto, a través de sus sucursales y marcas comerciales, a comienzos de los años setenta Rockefeller ya dictaba la política agraria mundial. El CGIAR financia los estudios de los agrónomos del Tercer Mundo en Estados Unidos, promueve los transgénicos y una agroindustria supeditada a las exportaciones de las multinacionales.
(231) Edwin Vázquez, en El Nuevo Día, 13 de abril de 2003. En 1951 el dirigente independentista puertorriqueño Pedro Albizu Campos denunció desde la cárcel de La Princesa de San Juan que estaba siendo sometido a radiaciones y que los estadounidenses utilizaban Puerto Rico como un laboratorio de guerra bacteriológica. Después de recibir un informe confidencial del abogado y psiquiatra forense Jay Katz, la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer decidió por unanimidad descartar a Rhoades al premio que concedía desde 1979. Katz comprobó la veracidad de los documentos aportados por el periodista puertorriqueño Pedro Aponte Vázquez, que ha dedicado su vida a investigar el asesinato de Pedro Albizu y los experimentos de Rhoades en Puerto Rico.
(232) John G. Kameny: El hombre visto como una máquina, en Control automático, Revista de Occidente, Madrid, 1957, pg.240.
(233) Pnina Abir-Am: The discourse of physical power and biological knowledge in the 1930s: a reappraisal of the Rockefeller Foundation"s policy in molecular biology, en Social Studies of Science, vol. 12, 1982; Lily E. Kay: The Molecular Vision of Life. Caltech, the Rockefeller Foundation and the New Biology, Oxford University Press, 1993.
(234) T. H. Morgan: Evolución y mendelismo. Crítica de la teoría de la evolución, Calpe, Madrid, 1921, pg.84.
(235) C. W. Birky Jr.: Relaxed and stringent genomes: Why cytoplasmic genes don"t obey Mendel"s laws, en The Journal of Heredity, vol.85, 1994, pgs.355 y stes.; D. Gilchrist, D. M. Glerum y R. Wevrick: Deconstructing Mendel: new paradigms in genetic mechanisms, en Clinical & Investigative Medicine, vol.23, 2000, pgs.188 y stes.; J. Wagstaff: Genetics beyond Mendel. Understanding nontraditional inheritance patterns, en Postgraduate Medical Journal, vol.108, 2000.
(236) P. Mandel, P. Metais y R. Bieth: Etude comparée des acides nucléiques des globules rouges chez les oiseaux et chez l"homme, Comptes rendus de la Société de Biologie, 1948, vol. 142, pgs. 1022 y stes. Los pacientes con enfermedades autoinmunes, así como los que padecen cáncer tienen niveles más altos de difusión de ADN en plasma y suero sanguíneo que las personas sanas, lo que permite el diagnóstico de dichas enfermedades. Las mujeres embarazadas tienen ADN del feto en su torrente sanguíneo, un método no invasivo con el que se pueden diagnosticar precozmente tanto el sexo como numerosas patologías. Incluso se ha detectado ADN extracelular en el fondo de los lagos salinos del Mediterráneo. También se ha comprobado que las raíces de los guisantes excretan ADN para combatir los patógenos del suelo, lo cual ha añadido una nueva función -inédita y sorprendente- a este ácido nucleico a la ya conocida (Fushi Wen, G. J. White, H. D. VanEtten, Zhongguo Xiong y M. C. Hawes: Extracellular DNA is required for root tip resistance to fungal infection, en Plant Physiology, vol. 151, agosto de 2009, pgs. 820 y stes.).
(237) Evolución y mendelismo, cit., pgs.81.
(238) Dubinin, Genética general, cit., tomo II, pgs.231 y stes.
(239) M. Abercrombie, C .J. Hickman y M. L. Johnson: Diccionario de biología, Labor, Barcelona, 1970; también Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin: Genética, cit., pg. 4; Kendrew califica al ADN como "papel de calco" (Introducción a la biología molecular, cit., pg.63).
(240) Evolución y mendelismo, cit., pgs.128; Scott F. Gilbert: Biología del desarrollo, Ed. Médica Panamericana, Madrid, 2005, pgs.87 y stes.
(241) Rémy Chauvin ha destacado esta separación entre genética y embriología: Darwinismo. El fin de un mito, Espasa-Calpe, Madrid, 2000, pgs.213 y stes.
(242) Marcel Prenant: Darwin y el darvinismo, Grijalbo, México, 1969, pg.110.
(243) Morgan, Evolución y mendelismo, cit., pg.50.
(244) Evolución y mendelismo, cit., pgs.51-52 .
(245) La base científica de la evolución, cit., pg.136.
(246) Evolución y mendelismo, cit., pgs.76 y 77.
(247) D"Alembert: Discurso Preliminar de la Enciclopedia, Aguilar, Buenos Aires, 5ªEd., 1974, pg.163.
(248) Vid. Javier Mazana Casanova: Microbiología e inmunología. Una historia compartida, Universidad de Zaragoza, 1990, pg.28.
(249) La base científica de la evolución, cit., pgs.13-15 y 17.
(250) Evolución y mendelismo, cit., pgs.1, 78 y 79.
(251) La base científica de la evolución, cit., pgs.270-271.
(252) La base científica de la evolución, cit., pgs.190-206.
(253) La evolución conjunta, cit., pg.20.
(254) De Aristóteles a zoológicos, cit., pg.184.
(255) Les conceptions modernes de l"hérédité, Flammarion, Paris, 1935, pgs.10, 257 y 263.
(256) Alexander Vargas: Did Paul Kammerer discover epigenetic inheritance? A modern look at the controversial midwife toad experiments, en Journal of Experimental Zoology, Molecular and Developmental Evolution, Wiley-Blackwell, agosto de 2009 (Cfr. The case of the midwife toad: Fraud or epigenetics?, en Science, 4 de septiembre de 2009.
(257) W. MacDougall: An experiment for the testing of the hypothesis of Lamarck, en British Journal of Psychology, vol. XVII, 1927. Hay sucesivos informes en los ejemplares correspondientes a los años 1930, 1933 y 1938. Es posible leer un resumen conciso en Mario Canella: Orientaciones de la biología. ¿Organicismo o micromerismo?, ¿Lamarckismo o mutacionismo?, Espasa Calpe, Madrid, 1940, pgs.191 y stes.
(258) Ch. R. Stockard: Experimental modification of the germ plam and its bearing on the inheritance of acquired characters, en Proceedings Am. Philos. Soc., vol. LXII, 1923; y The structure of the vertebrate eye as an index of developmental deficiencies: with de bearing on recent inheritance studies, en American Naturalist, vol. LVIII, 1924.
(259) El caso de Monod es una excepción porque su pretensión es la de elaborar una nueva "filosofía natural" sobre los postulados del mendelismo. Otro francés que he citado, Salet, es el ejemplo opuesto. Salet quiere impugnar la teoría de la evolución; para ello identifica ésta con el mendelismo y, por consiguiente, con el azar. Al aplicar el cálculo de probabilidades Salet concluye no que el mendelismo es absurdo sino que la evolución es un fenómeno imposible. Como siempre, no hay otra teoría de la evolución que la teoría sintética.
(260) La mathématisation du réel. Essai sur la modélisation mathématique, Seuil, Paris, 1996, pg.241.
(261) El origen de las especies, cit., pg.159; idéntica tesis en El origen del hombre, cit., pg.55.
(262) Histoire naturelle, cit., tomo I, pg.311.
(263) El origen del hombre, cit., pg.199.
(264) Biología y conocimiento, Siglo XXI, Madrid, 1980, pg.112.
(265) Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez: La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana, Temas de Hoy, Madrid, 1998.
(266) Jean Rostand: L"homme, Gallimard, Paris, 1962, pg.125.
(267) F. M. Goñi y J. M. Maculla: Introducción a la biología molecular, en Genética Humana. Fundamentos para el
estudio de los efectos sociales de las investigaciones sobre el genoma humano, Universidad de Deusto, Bilbao, 1995, pg.7; en el mismo sentido: Christian de Duve: La célula viva, Labor, Barcelona, 1988, pgs.350 y stes.
(268) La genética soviética, cit., pgs.90-91. En idéntico sentido Horowitz afirmó que los "lisenkoístas" atacaban al mendelismo porque se basaba en la estadística, a la cual deseaban eliminar de la biología (Biología y cultura. Introducción a la antropología biológica y social, Selecciones de "Scientific American", Blume, Madrid, 1975, pgs.58-59).
(269) Marx: Diferencia de la filosofía de la naturaleza en Demócrito y Epicuro, Ayuso, Madrid, 1971. La mayor parte de los conceptos empleados por Marx en El Capital, por no decir todos ellos (tiempo de trabajo socialmente necesario, cuota general de ganancia, etc.), son de naturaleza estocástica, lo que le conduce a proponer un criterio de alcance muy general: "En toda la producción capitalista ocurre lo mismo: la ley general sólo se impone como una tendencia predominante de un modo muy complicado y aproximativo, como una media jamás susceptible de ser fijada entre perpetuas fluctuaciones" (El Capital. Crítica de la economía política, Fondo de Cultura Económica, México, 1973, tomo III, pg.167).
(270) B. V. Gnedenko y A. N. Kolmogorov: Limit distributions for sums of independent random variables, Addison-Wesley, Cambridge, Mass., 1954; A. N. Kolmogorov: Foundations of the theory of probability, Chelsea, Nueva York, 1956. Existe en castellano una traducción indirecta del ruso de la obra de divulgación sobre el tema escrita por Gnedenko y Jinchin (Khintchine en la grafía francófona de la que proviene): Introducción a la teoría de las probabilidades, Montaner y Simón, Barcelona, 1968. En esta obra no es destacable sólo el esfuerzo soviético por divulgar a un público muy extenso el cálculo de probabilidades sino que, además, se trata de una obra escrita durante la guerra mundial. Antes de 1917 Rusia ya estaba a la cabeza mundial en investigación sobre la teoría de las probabilidades (Chebichev, Lyapunov, Markov) y después de la revolución lo siguió estando, definiendo los procesos aleatorios estacionarios (Jinchin) y creando el concepto de e-entropía (Kolmogorov). A mayor abundancia, Kolmogorov desarrolló en 1937 un modelo matemático de genética de poblaciones basado en los postulados mendelistas, similar al de Fischer (Cfr. Faustino Sánchez Garduño: Clásicos de la biología matemática, Siglo XXI, México, 2002, pgs.123 y stes.). (271) G. Hertz: Engels y la dialéctica de la necesidad y la casualidad, en Engels y la ciencia marxista, cit., pg.99.
(272) Academia de Ciencias de la URSS y Academia de Ciencias de Cuba: La dialéctica y los métodos científicos generales de investigación, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1985, tomo I, pg.280.
(273) Hegel: Lógica, cit., tomo II, pg.62.
(274) Essai philosophique sur les probabilités, Christian Bourgois Éditeur, Paris, 1986, pgs.32-33 y 77 a 79.
(275) "En el ámbito de la imagen ondulatoria no hay ninguna indeterminación, ninguna casualidad, sino sólo plena determinación en el sentido estricto clásico. Lo que pasa es que esa determinación se afirma de conceptos y medidas que no pueden observarse directamente, sino que están definidos y caracterizados por todos los parámetros, operadores y magnitudes propios de la forma matemática en que están representados" (Robert Havemann: Dialéctica sin dogma, Ariel, Barcelona, 1971, pgs.123-124).
(276) Ph. Cazèlle: El azar, la ciencia y la ideología, en Dialéctica marxista y ciencias de la naturaleza, Ediciones Roca, México, 1977, pg.86.
(277) La contradicción entre el determinismo y la libertad humana ya fue magistralmente expuesto por Espinosa. Según el filósofo holandés, los hombres somos conscientes de los fines que nos mueven a actuar, pero no de las causas de esa misma actividad. Por eso nos forjamos una libertad ilusoria y falsa: "Los hombres creen ser libres sólo a causa de que son conscientes de sus acciones e ignorantes de las causas que las determinan". La libertad, pues, no es algo diferente de la necesidad sino la conciencia de esa misma necesidad. Obra libremente no quien actúa al margen de las causas de su actuación sino con plena conciencia de ellas (Ética, Editora Nacional, Madrid, 1975, pgs.96, 188 y 265).
(278) Guillermo de Ockham: Exposición de los ocho libros sobre la física (Prólogo), en Los sucesivos, Orbis, Barcelona, 1985, pg.59.
(279) Academia de Ciencias de la URSS y Academia de Ciencias de Cuba: La dialéctica y los métodos científicos, cit., tomo I, pg.278.
(280) "Un suceso sigue a otro sin que seamos capaces de comprender la fuerza o poder en virtud del actual la causa opera o hay alguna conexión entre ella y su supuesto efecto […] Todos los acontecimientos aparecen sueltos y separados. Un acontecimiento sigue a otro, pero nunca hemos podido observar un vínculo entre ellos. Parecen conjuntados, pero no conectados" (Hume: Investigación sobre el conocimiento humano, Madrid, 2003, pg.85). En los empiristas actuales la estadística es un método exclusivamente inductivo un recorrido de lo particular a lo general. Aparentemente, de ese método quedan excluidas, como es habitual, las hipótesis previas. Pero el cálculo de probabilidades es un método a la vez inductivo y deductivo y, además, por el propio carácter deductivo, hace un uso de las hipótesis que es esencial al propio cálculo y que está en el nombre mismo de algunos de los conceptos matemáticos utilizados, como el de "esperanza", que no es más que la expectativa de un determinado resultado.
(281) Jean Louis Boursin: Las estructuras del azar, Martínez Roca, Barcelona, 1968, pgs.127-128.
(282) Serafín T. Meliujin: Dialéctica del desarrollo en la naturaleza inorgánica, Grijalbo, México, 1963, pg.272.
(283) Hegel, Lógica, cit., tomo II, pgs.57, 62 y 63.
(284) He sostenido antes que en Lamarck existía una cierta forma de actualismo y parece que ahora defiendo lo contrario. El contexto en el que utilizo ahora este concepto es muy diferente, por lo que quizá se deba hablar de un actualismo puramente metodológico o epistemológico en Lamarck, desde luego diferente del de Lyell y los biólogos de la primera mitad del siglo XIX.
(285) Histoire naturelle, cit., tomo I, pgs.160-161, 216 y 304.
(286) Prefacio a la obra de Laplace Essai philosophique sur les probabilités, cit., pg.23.
(287) Le hasard et la nécessité, cit., pg.148.
(288) Cfr. F. C. Hoppensteadt: Mathematical methods of population biology, Cambridge University Press, Melbourne, 1982.
(289) John Maynard Smith: Evolution and de théory of games, Cambridge University Press, 1982. La teoría de juegos, como la cibernética, tiene un origen militar en la posguerra mundial; es una teoría belicista disfrazada de matemática avanzada. Una de sus primeras aplicaciones prácticas la tuvo en la crisis de los misiles en Cuba. John Maynard Smith confesó que conforme se fue alejando del marxismo, se volvió más reduccionista en la ciencia; obviamente no se trata sólo de reduccionismo (John Maynard Smith: La construcción de la vida. Genes, embriones y evolución, Crítica, Barcelona, 2000, pg.63). El vínculo entre la retroalimentación cibernética y la artillería antiaérea fue reconocido por el propio Wiener, que es muy claro en este punto (Cibernética o el control y comunicación en animales y máquinas, Tusquets, Barcelona, 1985, pgs.27 y 155).
(290) Principies de biologie mathématique, en Acta Biotheoretica, 1937, vol.III.
(291) Academia de Ciencias de la URSS y Academia de Ciencias de Cuba: La dialéctica y los métodos científicos, cit., tomo I, pg.279.
(292) Erikson: La extinción de las especies, cit., pgs.186-188.
(293) Eugene P. Odum: Ecología. Bases para un nuevo paradigma, Vedra, Barcelona, 1992, pgs. 152 y stes.
(294) En el capitalismo el excedente poblacional es relativo a la acumulación de capital, que cambia su composición orgánica, disminuyendo la parte correspondiente al capital variable (y, por tanto, los salarios), al tiempo que la población se proletariza y se crea un ejército industrial de reserva. La demanda de trabajo no depende del capital sino sólo de su parte variable y disminuye proporcionalmente de manera acelerada a medida que crece el capital total. La población obrera crece más rápidamente que el capital variable pero no de una manera constante. Esto genera un excedente de fuerza de trabajo inactiva. La mayor atracción de obreros por el capital va ligada a una repulsión también mayor. Esta superpoblación se convierte, a su vez, en palanca de la acumulación del capital o, mejor dicho, en una de las condiciones de subsistencia del propio capitalismo. Tiene que haber grandes masas de fuerza de trabajo disponible, en reserva, a las que recurrir en momentos determinados. Según Marx, "a la producción capitalista no le basta, ni mucho menos, la cantidad de fuerza de trabajo disponible que le suministra el crecimiento natural de la población. Necesita, para poder desenvolverse desembarazadamente, un ejército industrial de reserva, libre de esta barrera natural". Las oscilaciones en el volumen de esta fuerza excedente de trabajo son las que regulan los niveles salariales (El Capital, cit., tomo I, pgs.521 y stes.).
(295) Rémy Chauvin: Las sociedades animales. Abejas, termitas, hormigas, peces, aves y mamíferos, Editorial Zeus, Barcelona, 1972, pgs.164 y stes.
(296) Anti-Dühring, cit., pg.57; carta a Piotr Lavrov de 12-17 de noviembre de 1875, en Cartas, cit., pg.87.
(297) Salet: Azar y certeza, cit., pg.77; Carrel: La incógnita del hombre, cit., pg.284.
(298) Les méthodes statistiques adaptées a la recherche scientifique, Presses Universitaires de France, Paris, 1947.
(299) Jordi Agustí: Fósiles, genes y teorías. Diccionario heterodoxo de la evolución, Tusquets, Barcelona, 2003, pgs.110-111.
(300) La genética soviética, cit., pg.100.
(301) Sinnott, Dunn y Dobzhansky: Principios de genética, cit., pgs.130 y stes.
(302) D. S. Falconer: Introducción a la genética cuantitativa, Ed. Continente, México, 1970, pgs.14 y stes.
(303) Gilbert: Biología del desarrollo, cit., pgs.56 y 606.
(304) Carlson: Embriología básica, cit., pg.78.
(305) Algunos países industrializados han detectado que comienza a invertirse la proporción de nacimientos entre hombres y mujeres, puesto que comienzan a nacer más niñas que niños. La razón de este cambio de tendencia se atribuye a la exposición a factores ambientales tóxicos, la alimentación, el estrés y el tabaco.
(306) N. P. Dubinin: Genética general, Mir, Moscú, 1981, tomo II, pg.180.
(307) José Muñoz del Castillo: Radiactividad y radiobiología, Madrid, 1919, pg.360.
(308) Balinsky: Introducción a la embriología, cit., pgs.640-647.
(309) Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin: Genética, cit., pg.8.
(310) Como consecuencia de la guerra fría, en los años cincuenta la OMS fue obligada a firmar un acuerdo con la AIEA (Agencia Internacional de la Energía Atómica) que le prohíbe actuar por su cuenta en materia de contaminación radiactiva, lo que incluye emprender investigaciones y emitir declaraciones sin el acuerdo previo de la AIEA. De ahí que en este punto mantenga siempre un silencio que le conduce a la complicidad.
(311) Causarum finalium inquisitio sterilis est, et tanquam virgo Deo consecrata nihil parit (La búsqueda de las causas finales es estéril, y como una virgen dedicada a Dios no produce nada, De augmentis scientiarium, 1604, §3.40, El progreso del saber, Alianza Editorial, Madrid, 1988).
(312) Engels: Dialéctica de la naturaleza, cit., pg.206.
(313) "Las almas actúan según las leyes de las causas finales, por apeticiones, fines y medios. Los cuerpos actúan según las leyes de las causas eficientes o de los movimientos" (Leibniz: Monadología, §79).
(314) La ciencia y la hipótesis, Espasa-Calpe, Madrid, 3ªEd., 1963, pg.123.
(314b) Hegel: Lógica, Folio, Barcelona, 2002, tomo II, pgs.149 y stes.
(315) Éléments de philosophie biologique, cit., pg.29.
(316) Bertalanffy: Teoría general de sistemas, cit., pg.169.
(317) Histoire naturelle, cit., tomo I, pgs.323-324; cfr. Gould: La estructura de la teoría de la evolución, cit., pg.198-199.
(318) El origen de las especies, cit., pg.150.
(319) El origen de las especies, cit., pg.173.
(320) El origen de las especies, cit., pg.182. (321) El origen de las especies, cit., pg.208. (322) Manuscritos filosófico-económicos, cit., pg.111. (323) Dialéctica de la naturaleza, cit., pg.170. (224) Suzuki, Griffiths, Miller y Lewontin: Genética, cit., pg.5. (325) Dialéctica de la naturaleza, cit., pgs.184-185. (326) Manuscritos filosófico-económicos, cit., pgs.111-112. (327) Inmunidad y automultiplicación proteica, Revista de Occidente, Madrid, 1954, pgs.96-97.
(328) Waddington: Biología hoy, cit., pg.53.
(329) La naturaleza de la vida, cit., pgs.105,136,146 y 151.
(330) Psicología, lógica y comunicación, Nueva Visión, Buenos Aires, 1970, pgs.95 y stes.
(331) S. Varmuza: Epigenetics and the renaissance of heresy, en Genome, vol. 46, núm. 6, diciembre de 2003; David Haig: Weismann Rules! OK? Epigenetics and the lamarckian temptation, en Biology and Philosophy, 22, 2007.
(332) E. B. Ford: Mendelismo y evolución, Labor, 2ª Ed., Barcelona, 1973, pgs. 33 y stes.
(333) Dialéctica de la naturaleza, cit., pg.240.
(334) Engels: artículo necrológico sobre Carl Schorlemmer, en Vorwärts, núm.153, 3 de julio de 1892; también en Cartas, cit., pg.123.
(335) Engels, Dialéctica de la naturaleza, cit., pg.34.
(336) Cfr. Daniel P.Todes: Darwin without Malthus: The struggle for existence in Russian evolutionary thought, Oxford University Press, 1989.
(337) Cartas, cit., pg.88 y Dialéctica de la naturaleza, cit., pg.244.
(338) Marcel Prenant: Biologie et marxisme, Éditions Sociales Internationales, Paris, 1936, pgs.99 y 106.
(339) A. I. Oparin: El origen de la vida, Losada, Buenos Aires, 4ª Ed., 1960, pg.190.
(340) La base científica de la evolución, cit., pgs.120-121.
(341) Use of mentors in training hybrid seedlings and instances of pronounced changes occasioned in fruit varieties by various outside factors, en Selected works, cit., and pg.113.
(342) Principles and methods, en Selected works, cit., pg.190.
(343) The origin of the life in the Earth, Pergamon Press, Nueva York, 1959.
(344) Carta a Piotr Lavrov de 12-17 de noviembre de 1875 y Anti-Dühring, cit., pg.58.
(345) V. Stoletov: ¿Mendel o Lysenko? Dos caminos en biología, Lautaro, Buenos Aires, 1951. (346) Oparin, apuntes para una biografía intelectual, cit., pg.25.
(347) Jordi Agustí, cit., pg.167.
(348) Scientist in Russia, Penguin Books, Nueva York, 1947, pg.99.
(349) Evelyn Fox Keller: El siglo del gen. Cien años de pensamiento genético, Península, Barcelona, 2002, pg.127.
(350) Jaures Medvedev: La ciencia soviética, Fondo de Cultura Económica, México, 1980, pgs.24 y 30.
(351) Julian Huxley: Vivimos una revolución, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1959, pg.20.
(352) Angus Maddison: Crecimiento económico en el Japón y la URSS, Fondo de Cultura Económica, México, 1971, pg.126.
(353) A. Bogdanov: La scienza, l"arte e la classe operaia, Mazzotta, Milan, 1978.
(354) Pablo Huerga Melcón: La ciencia en la encrucijada, Pentalfa, Oviedo, 1999, pg.383.
(355) La ciencia soviética, cit., pg.201.
(356) Gennadi Fish: A People"s Academy, Foreign Languages Publishing House, Moscú, 1949.
(357) La ciencia en nuestro tiempo, Nueva Imagen, UNAM, México, 3ordf;Ed., 1979, pg.380.
(358) Stephen Jay Gould: Dientes de gallina y dedos de caballo. Más reflexiones acerca de la historia natural, Hermann Blume, Madrid, 1985, pgs.215 y stes. En 1912 se anunció el hallazgo en Piltdown, una localidad del centro de Inglaterra, del eslabón perdido entre el hombre y el mono en una reunión de la Sociedad Geológica de Londres. Los fósiles eran una mezcla de nueve restos craneales de un homínido moderno con la mandíbula de un orangután. Además del jesuita francés, el otro artífice del fraude fue Charles Dawson, abogado especialista en antigüedades y amigo de Teilhard de Chardin, que entonces vivía en Inglaterra. En aquellos años, los hallazgos fósiles de homínidos se reducían a algunos pocos restos mucho más próximos al hombre moderno que el cráneo hallado en Piltdown. Dawson pretendía mostrar que Inglaterra era la cuna de la humanidad. Se publicaron más de 500 artículos científicos sobre el falso descubrimiento y las excavaciones de Piltdown fueron declaradas monumento nacional en 1950, pero tres años después el engaño quedó al descubierto. Fue un intento deliberado preparado minuciosamente para que pudiese resistir el análisis científico que sólo un experto podía llevar a cabo. Incluso se presentó una proposición en la Cámara de los Comunes para que retirara su confianza en la solvencia científica del Museo Británico.
(359) En biología molecular es habitual que los artículos científicos sean firmados no sólo por sus verdaderos autores sino también por los jefes de los laboratorios en los que trabajan. A principios de los años ochenta el cardiólogo John Darsee publicó casi cien artículos en un período de dos años. Algunos científicos de su laboratorio comenzaron a sospechar y descubrieron que Darsee había falsificado la mayor parte de los datos. Pero tanto su jefe como la Universidad de Harvard en la que trabajaba prefirieron ocultar la corruptela al organismo que financiaba las investigaciones. En 1986 la revista Cell publicó un artículo firmado -entre otros- por Thereza Imanishi-Kari, una investigadora del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), y por David Baltimore, premio Nobel de Medicina en 1975. Una becaria del laboratorio, Margot O"Toole, descubrió el fraude y lo denunció. Tras varios años de investigación, en los que intervino incluso la CIA, se demostró que, efectivamente, había habido fraude del que exculparon a Baltimore porque se había limitado a firmar el artículo junto con la verdadera autora. Ésta continuó enseñando en la Universidad Tufts, mientras la becaria fue despedida y durante muchos años ningún otro laboratorio la admitió; tuvo que vender su casa y trabajar de telefonista en una compañía de mudanzas propiedad de su hermano ("Bióloga paga caro haber cuestionado un estudio", New York Times, 22 de marzo de 2007). Además de rector de la Universidad Rockefeller de Nueva York, cargo del que tuvo que dimitir en 1991, Baltimore también es editor de la revista Science y firmó más de cien artículos entre 1986 y 1990, pero su tarea se limitó a eso, a firmar; no intervino personalmente en la redacción de la mayor parte de ellos y otros ni los leyó siquiera. Es un fraude institucionalizado y normalizado para el que el gobierno de Estados Unidos tuvo crear en 1992 un departamento especial, la Office of Research Integrity, que ha imputado por fraude a 1.500 científicos, la mayor parte de los cuales tienen relación con la biología o la medicina. Jerome Jacobsen testificó ante el Congreso de Estados Unidos que un 25 por ciento de los informes científicos (en medicina) podrían estar basados, al menos en parte, en datos que han sido manipulados intencionadamente.
(360) De Aristóteles a zoológicos, cit., pgs.187 y 188. Para otros, Lysenko no era un "genio maléfico" pero estaba poseído por él: era un "poseso". Como las brujas medievales, creía en sus propios milagros y tenía la capacidad de seducir a los demás (Joel y Dan Kotek: L"affaire Lyssenko, Complexe, Bruselas, 1986, pg.99).
(361) L. C. Dunn y T. Dobzhansky: Herencia, raza y sociedad, Fondo de Cultura Económica, México, 1981, pgs.144 y 152-153; T. Dobzhansky: Genética y el origen de las especies, Revista de Occidente, Madrid, 1955, pgs. 182 y stes.
(362) The supression of a science, en Bulletin of the Atomic Scientists, mayo de 1949, pg.144. La misma falsedad cometió Huxley, quien afirmó sin vacilar: "Se sabe con certeza" que Vavilov fue desterrado al extremo nordeste de Siberia (La genética soviética, cit., pg.42). Muy al contrario, Vavilov fue uno de los pocos científicos que no fue internado en un campo de trabajo.
(363) Francisco J. Ayala: La evolución de un evolucionista: escritos seleccionados, Universidad de Valencia, 2006, pg.165.
(364) Horticultor y botánico, Luther Burbank nació en Lancaster, Massachusetts. Aunque cursó estudios en la Lancaster Academy, se crió en una granja y con veintiún años compró un terreno cerca de Lunenburg, iniciándose como cultivador de plantas. En 1873 desarrolló la llamada patata de Burbank, variedad grande y resistente muy superior a la pequeña que se cultivaba hasta entonces. En 1875 se trasladó a Santa Rosa, California, donde construyó un vivero en el que estuvo experimentando el resto de su vida. Además de su cactus comestible, creó algunas variedades mejoradas de frutas y hortalizas, nuevos tipos de rosas y otras muchas plantas y flores ornamentales, así como un nuevo fruto, un cruce entre la ciruela y el albaricoque. En total, cultivó 800 nuevas clases de frutas, vegetales, nueces, cereales y flores (Katherine Pandora: Knowledge held in common. Tales of Luther Burbank and science in the American vernacular, en Isis, vol.92, setiembre de 2001).
(365) Cfr. Pascal Acot: Histoire de l"écologie, Presses Universitaires de France, Paris, 1988, pgs.70 y stes.
(366) Ayala: La evolución de un evolucionista, cit., pg.164.
(367) E. Strasburger, F. Noll, H. Schenck y A. F. W. Schimper: Tratado de botánica, Omega, Barcelona, 2004, pgs.440 y stes.; Lüttge, Kluge y Bauer: Botánica, cit, pg.497 y stes.
(368) Historia general de las ciencias. vol. La ciencia contemporánea. II. El siglo XX, Destino. Barcelona, 1975, pg.798.
(369) Lysenko: Nuevas realizaciones en el arte de dirigir la naturaleza de las plantas. Informe presentado el 6 de julio de 1940 a la Conferencia de titulares de la cátedra de marxismo-leninismo de la URSS, en Agrobiología, pg.183.
(370) El bromuro de metilo se utilizaba tras la cosecha en naranjas, mandarinas y pomelos para impedir el ataque de la mosca. Pero además de su impacto ambiental, este gas afecta a la calidad de la cosecha. De ahí que el Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal obliguen a reducir su empleo. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina mantuvo frutos de naranja y mandarina a una temperatura de 1 grado hasta que desaparecieron la totalidad de las larvas, que fueron de 13 días en naranjas y 12 en mandarinas. Luego los frutos se mantuvieron durante 7 días a una temperatura de 20 grados, simulando la comercialización. Al finalizar la experiencia, los frutos no presentaron alteraciones fisiológicas ni patológicas causadas por la vernalización, ni tampoco se observaron diferencias significativas con los frutos testigos en los parámetros de calidad interna. Asimismo, simulando prácticas de pos cosecha habituales en los empaques, se evaluó la calidad de frutos con una conservación prolongada –90 días a 5 grados– después de la cual se vernalizaron. Tampoco en este caso se hallaron diferencias significativas entre el tratamiento y el testigo.
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