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Manual de discipulado II


Partes: 1, 2, 3

    1. La santidad en el cristiano
    2. La consagración en el cristiano
    3. Los dones espirituales
    4. La necesidad de ser perdonado y perdonar
    5. Vida cristiana con hechos
    6. La paz
    7. La Integridad en el diario vivir
    8. La Guerra Espiritual
    9. Misiones
    10. Actitudes Adecuadas Hacia Las Sagradas Escrituras
    11. La Voluntad De Dios Como Hacer Decisiones

    Formando nuevos cristianos en el crecimiento personal y espiritual

    INTRODUCCIÓN

    Cuando tomamos el tiempo necesario para hacer un análisis concienzudo sobre la situación de Evangelización en Latinoamérica, generalmente llegamos a dos conclusiones: la primera, que actualmente no se está haciendo especial énfasis a la evangelización masiva en las calles, y la segunda, que es necesario fortalecer los procesos de discipulado y liderazgo para asegurar la conservación en la fe de quienes hicieron decisión de fe por Jesucristo.

    Aunque a primera vista luzcan como hechos aislados, una mirada más cuidadosa nos mostrará que si nos limitamos a evangelizar solamente a quienes van a nuestros templos, habremos retrocedido en el proceso que nos enseñó el Señor Jesús, y que era el de buscar las almas donde quiera que estuvieran. Él no esperó que las multitudes fueran a Él. Fue Él quien salió en búsqueda de las multitudes para anunciarles la venida del Reino de Dios.

    Otro elemento que aprendemos, es que si bien es cierto hay registro de nuevos creyentes, a menos que sea una iglesia en la que se haga un pastoreo personalizado a cada persona que llega, éstas terminarán por irse tan sorpresivamente como vinieron. Las vicisitudes de la cotidianidad así como las asechanzas de nuestro enemigo espiritual, Satanás, llevarán a que experimenten un revés en el crecimiento personal y espiritual al que están llamadas.

    Y un tercer aspecto que no podemos ni debemos desconocer: a menos que se formen nuevos líderes que asuman la tarea de extender las Buenas Nuevas y discipular a los convertidos a Cristo, cada pastor habrá construido su "propio reino" a partir de la iglesia que fue llamado a ministrar.

    Al revisar lo que acabo de decir, encontrará que todo forma parte de una cadena: 1.- Evangelizamos masivamente. 2.- Discipulamos a los convertidos. 3.- Formamos nuevos líderes que prosigan la obra.

    Tres componentes de una misma tarea. Ninguna funciona bien sin la otra. Están ligadas entre sí, intrínsecamente.

    Para sumarnos a este proceso, iniciamos la publicación del MANUAL DE DISCIPULADO II, que pretende afianzar aquellas bases que aprendió el creyente en el Señor Jesús, y proyectarlo hacia el Liderazgo. Las Ovejas traen más Ovejas. Y si preparamos a los cristianos para ganar más almas para el Reino de Dios, avanzaremos a pasos sólidos y agigantados hacia la meta que tenemos: llenar a América Latina con el Evangelio de Salvación.

    Para quienes hemos trabajado en la elaboración del material, y aquí deseo hacer especial reconocimiento a mi hermano en la fe René Mondejar, constituye un gozo presentárselo a pastores, obreros y líderes de todos los países.

    Nuestra oración es que sirva como instrumento de capacitación y además, de apoyo en el crecimiento del pueblo cristiano.

    © Fernando Alexis Jiménez

    LECCIÓN UNO

    LA SANTIDAD EN EL CRISTIANO

    I.- VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

    "Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: sed santos porque yo soy santo". (I Pedro 1:15-16).

    II.- ¿QUÉ DICE LA BIBLIA ACERCA DE LA SANTIDAD?

    Cuando damos una mirada a la vida cristiana, descubrimos que tú y yo estamos llamados a vivirla a plenitud pero también, a conciencia. No es asunto simplemente de pasar al frente cuando escuchamos al predicador y decir que "recibimos a Jesús" como nuestro Señor y Salvador. Ser cristiano es mucho más. Implica compromiso. Y el compromiso lo testimoniamos con santidad de vida.

    El texto con el que iniciamos la Primera Lección, en la primera cara de Pedro, capítulo 1 versículos 15 y 16, nos enseña varios aspectos que debemos tener presentes siempre:

    1.- Un llamamiento específico.- Tú y yo no somos el producto de un accidente histórico y no profesamos la fe cristiana porque sea parte de la moda. En absoluto. Somos cristianos porque con esa designación se identifica a quienes somos seguidores del Señor Jesucristo. Militamos en su ejército. Hemos adoptado la decisión firme de caminar tomados de su mano.

    Partes: 1, 2, 3
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