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Fortalecer la formación del valor patriotismo a través del poema homérico "La Ilíada"


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Desarrollo
    3. Enfoque sistémico
    4. Ejemplos del sistema de actividades propuesto
    5. Conclusiones
    6. Conclusiones
    7. Bibliografía

    En el mundo contemporáneo actual exige de investigaciones y soluciones a la crisis de valores que se materializa. El Ministerio de Educación se esfuerza en cada momento por elevar el desempeño de los educadores, con vista al desarrollo de lineamientos para formar y fortalecer valores, estos de acuerdo con la política educacional socialista que se aplica. Se ha logrado aplicar una serie de instrumentos y métodos de investigación para explorar, determinar problemas, diseñar y aplicar soluciones con vista al desarrollo del valor patriotismo con un enfoque curricular. En este caso se han desarrollado acciones y alternativas en el Curso de Superación Integral para Jóvenes (CSIJ) desde la Obra "la Iliada" correspondiente a la asignatura Lengua Española.

    La finalidad de toda educación es el desarrollo humano, lo que garantizará el mantenimiento de toda la especie humana y el mejoramiento de su sociedad. La educación históricamente se ha encargado de formar a los docentes y estudiantes para su mejor convivencia con todos los demás, aunque sean de distintos modos de pensar, de diferentes inclinaciones sexuales, de diversas razas y religiones y así tratar de alcanzar el mantenimiento indefinido de lo que es considerado como bueno , correcto y decoroso, que se le fue comunicando e imponiéndosele desde la Prehistoria rupestre hasta la actualidad, trasmitida por vía de las triple W a las cuatro esquinas del mundo éste en que vivimos hoy. De donde, ante todo, la escuela actual y futura debe ser un sitio, donde no sólo se aprendan disciplinas científicas, sino un lugar donde se aprenda a convivir, a tolerar la forma de ser de mi prójimo, a respetar los criterios de los demás, a cumplir con ese genial concepto de lo que significa la palabra Revolución, dado por nuestro Comandante Fidel un Primero de Mayo del pasado 2005. Vemos en ese legado que las normas, los valores, las ideas puras, equitativas, sean las que constituyan objetivos básicos en el proceso educativo de las más jóvenes generaciones tanto de nuestro país como del mundo.

    En nuestros días, producto de muchos factores históricos y sociales nocivos se ha reconocido a nivel mundial una gran crisis o pérdida de valores, como una ruptura de las normas de los valores establecidos y aceptados por mucho tiempo, por las diferentes sociedades y épocas que nos precedieron. Pero somos muchos los que nos uniremos a favor de impedir la pérdida total de ellos, tanto los morales como los éticos como los de índole estética también. Sabemos que vivimos en un hoy cada vez más globalizado, donde aumenta la interdependencia entre las naciones, en la necesidad de hablar un solo idioma político y económico. La acentuación de las contradicciones mundiales entre los que tienen y los no, el avance de las tecnologías, implica un crecimiento cada vez mayor en los países industrializados del Norte, a costa de un atraso cada vez mayor de los pobres del llamado Tercer Mundo, los cuales están plagados del analfabetismo funcional del cual tantas veces nos ha hablado nuestro Comandante en Jefe, donde los grandes medios de la comunicación del video y la TV, sábado a sábado, y día a día, introducen en nuestras casas, en nuestras familias, los valores deformados del consumismo caníbal, y de la individualidad egoísta, el amor al dinero, a la codicia de un disfrute personal, al desecho total de la modestia y de la humildad .

    Si consideramos la educación como una de las vías que garantice el cambio hacia posturas positivas. En estos momentos el sistema educacional de cualquier parte debe luchar por una educación ética que fundamente y posibilite que la raza humana no se hunda a pesar de los dramáticos cambios climáticos, de la hegemonía unipolar existente, de las intrigas políticas a las que están sometidos los pueblos infelices del mundo, que son millones y millones de hombres, mujeres y niños. Estamos plenamente de acuerdo que dentro de la verdadera educación ya están implícitos los valores, pues de otro modo, no pudiera hablarse de sistema educativo como tal.

    Los valores no se forman de una vez, ni son pastillas, que se toman un día y luego se deja ese tratamiento por otro más efectivo. Los valores se adquieren y se confirman a lo largo de toda la vida del individuo de su familia y de la sociedad que los engendró. Y que en cada etapa de su vida se van interrelacionando con otros valores que expresan como ven el entorno que los rodea y se sitúan el mismo.

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