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Efecto de Inmersiones en Calcio Sobre Peteca en Limones Amarillos y Plateados, Cosechados Después de una Lluvia y Almacenados en Refrigeración

Partes: 1, 2

    Publicación original: Agric. Téc.. [online]. mar. 2006, vol.66, no.1 [citado 28 Septiembre 2006], p.3-12. Disponible en la World Wide Web: < >. ISSN 0365-2807. Reproducción autorizada por: Revista Agricultura Técnica, hriquelm[arroba]inia.cl

    ABSTRACT: Peteca (rind pitting) is a physiological disorder that produces decay in lemon peels (Citrus limon (L.) Burm. f.), affecting fruit quality. The objective of this assay was to evaluate in lemons cv. Genova, with yellow and silver green rinds, the effect of post-harvest calcium immersion, on rind pitting incidence in cold stored fruit after rainfall induced stress.  The fruit was harvested, 3, 6 and 9 days after a rainfall, and dipped in calcium solutions: calcium nitrate 0.8%; calcium chloride at 0.5% and 1% of commercial product, and later stored at 7ºC for 0, 15, 30 and 45 days. The presence of rind pitting and calcium percentage in the rind was evaluated. Also, histological analyse of fruit affected with rind pitting was carried out. At each harvest date, lemons harvested with yellow rinds developed more rind pitting than silver green lemons, and extending days after harvest rainfall reduced rind pitting intensity. Yellow lemons harvested three days after a rainfall, treated with 1% of commercial calcium chloride product, didn’t show development of petaca compared with the control. It was not possible to associate the calcium level of the rind with rind pitting development.

    Key words: peteca rind pitting, calcium, lemons, maturity, histological cuts.

    RESUMEN: La peteca es un desorden fisiológico que produce daño en la corteza de limones (Citrus limon (L.) Burm. f.), afectando la calidad de la fruta.  El objetivo de este ensayo fue evaluar en limones cv. Génova, amarillos y plateados, el efecto de inmersiones de calcio en poscosecha, sobre la incidencia de peteca en almacenaje refrigerado de frutos sometidos a un estrés producido por lluvia. La fruta fue cosechada 3, 6 y 9 días después de una lluvia, y sometida a una inmersión, en soluciones de: nitrato de calcio 0,8%, cloruro de calcio al 0,5% y 1% de producto comercial, siendo posteriormente almacenada a 7ºC, por 0; 15; 30 y 45 días. Se evaluó presencia de peteca y contenido de calcio total en la corteza. Además, se efectuó un análisis histológico de los frutos que presentaron peteca. En cada fecha de cosecha por separado, los limones amarillos presentaron mayor incidencia de peteca que los plateados, y a medida que la cosecha se distanció de la lluvia, el desorden redujo su intensidad. Limones amarillos cosechados tres días después de una lluvia, tratados con cloruro de calcio 1% de producto comercial no mostraron desarrollo de peteca comparado con el testigo. No fue posible asociar contenido de calcio en la corteza con desarrollo de peteca en los frutos.

    Palabras clave: peteca, calcio, limones, madurez, cortes histológicos.

    INTRODUCCIÓN

    La peteca es un desorden fisiológico que afecta a limones (Citrus limon (L.) Burm. f.), que se caracteriza por el desarrollo de lesiones necrosadas, hendidas, que comprometen en un comienzo al albedo, y en casos severos llega a manifestarse en el flavedo, afectando la presentación y calidad de la fruta.  Su incidencia y severidad se vinculan con el manejo del huerto y las condiciones ambientales al momento de la cosecha. Su presencia se ha relacionado con un desbalance nutricional de calcio y potasio en la cáscara (Latorre, 1992). Las células que rodean las glándulas de aceite se rompen, y en los tejidos afectados con peteca se encuentran en abundancia cristales de oxalato de calcio (Khalidy et al., 1969; Klotz, 1973; Palma et al. 1998).

    La peteca ocurre principalmente en fruta que se desarrolla durante períodos con bajas temperaturas, a fines de otoño e invierno, con condiciones de alta humedad, rocío o lluvia sobre la fruta, no afectando al limón que se cosecha en verano. Se presenta en forma errática, pues en un mismo huerto hay años que afecta a un elevado porcentaje de frutos y en otros prácticamente desaparece (Razeto, 1987; 2001; Undurraga et al., .2002).

    Por otro lado, en manzanas (Malus communis), se han descrito desórdenes fisiológicos con características similares, producto de un desbalance en el equilibrio del Ca, donde al aumentar el nivel de este elemento en la fruta mediante tratamientos de precosecha o poscosecha se reduce la susceptibilidad al desorden, mejorando la calidad y retrasando el proceso de senescencia (Kader, 1992).  Las funciones más relevantes del calcio en la planta tienen relación con la membrana, con la pared celular y con la actividad enzimática (Silva, 1991; Yuri, 1995). La mayor parte se localiza extracelularmente, donde cumple funciones estructurales, de fortalecimiento de las paredes celulares y de control de la permeabilidad de la membrana (Valverde et al., 1998).

    El calcio actúa en las paredes celulares como puente intermolecular, uniendo moléculas de pectina con polisacáridos y proteínas, formando estructuras complejas de tipo pecticocelulósico que fortalecen y dan rigidez a los tejidos vegetales.  En la lámina media confiere firmeza a los frutos, al unirse al complejo de proteínas y pectinas formando pectatos cálcicos que actúan de cementantes de las células, protegiéndolas de la desintegración y reblandecimiento de las paredes celulares (Casero, 1995; Duarte y Guardiola, 1995).

    La concentración de calcio citoplasmático es extremadamente baja (Ferguson y Drobak, 1988). Se encuentra soluble y mayoritariamente en vacuolas, ligado a ácidos orgánicos producidos en la fotosíntesis, así se neutraliza el efecto acidificante de ellos y el catión es sacado del citoplasma (Yuri, 1995; Valverde et al., 1998). Es metabólicamente inactivo y se encuentra en forma soluble neutralizado por aniones orgánicos (malato) e inorgánicos (nitrato), o también se puede encontrar en forma de precipitado de oxalato y/o fosfato.  La evidencia anatómica de ello es la formación de cristales, los que pueden ser drusas o rafidios, dependiendo del grado de hidratación del elemento (Yuri, 1995; Duarte y Guardiola, 1995).

    La concentración en el floema es muy baja, y su marcada inmovilidad dificulta su incorporación a órganos de baja transpiración como son ápices y frutos.  Es por esto que estos órganos son los más sensibles a problemas de deficiencia de Ca (Himmelrick y McDuffie, 1983; Silva, 1991; Hanson, 1995).

    Madrid et al. (1997) señalaron que al interior del fruto de melón (Cucummis melo L.), el calcio es transportado por los vasos del xilema, los cuales van disminuyendo desde el pedúnculo hacia la parte distal.  Según estos autores, ésta sería la principal razón por la cual existe una distribución desuniforme de este elemento al interior del fruto.

    Se ha comprobado que en manzanos, los tratamientos de huerto no siempre aumentan los niveles lo suficiente como para proteger al fruto de los desórdenes de poscosecha (Bramlage, 1995). Comway et al. (1994) demostraron que al incrementar el nivel de este elemento mediante tratamientos de poscosecha en manzanas, es posible aumentar la firmeza de la fruta, controlar la respiración, reducir la producción de etileno y reducir la pudrición de la fruta generada por Penicillium expansum .

    En el presente ensayo se evaluó el efecto de inmersiones en soluciones de calcio sobre el control de peteca en almacenaje refrigerado de limones cv. Génova, cosechados con color amarillo y plateado, en tres fechas después de la primera lluvia de invierno.

    Partes: 1, 2
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