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La psicología del comer y el beber: Generales (Parte I)

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

  1. La obesidad paga… al menos, para quienes de su existencia se benefician.
  2. El mercadeo y la tragedia de la corpulencia
  3. Pero, ¿qué es la gordura?
  4. Las causas
  5. El aforismo bíblico de las vacas gordas y las flacas
  6. Introducimos, en breve, el caso de Delia
  7. La influencia del estrés
  8. ¿La comida como droga?

La obesidad paga… al menos, para quienes de su existencia se benefician.

Lucian Freud, nieto de Sigmund, vende un lienzo, en Christie"s NY, representando la figura de una mujer obesa por el precio insólito de 33.6 millones de dólares. Fernando Botero, pintor colombiano de prestigio merecido, se distingue por sus lienzos en los que glorifica la gordura, la Venus de Willendorf es la obra de arte rupestre más reconocida y la menos entendida. La industria dietética norteamericana, célebre por su fallo total en abordar el problema de la corpulencia, continúa acrecentando sus ingresos a paso más veloz que la disminución en números entre a quienes pretende asistir.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), considera hoy la obesidad, una epidemia global de curso inexorable.

Si, Giacometti no logra tanto éxito con su arte estilizado, la gordura sí que se vende, por lo menos entre quienes aprecian el arte característico de Rubens y sus seguidores y entre quienes pretenden tratarla…

edu.red

L"homme por A. Giacometti

El mercadeo y la tragedia de la corpulencia

De las dietas, los spas, los endocrinólogos que prometen Utopías y los dietistas, la gordura hace de la industria que ellos promueven por Norteamérica y, por todo el mundo civilizado, una fuente de ingresos enormes sin justificación por los resultados obtenidos.

La gordura representa miseria para sus víctimas; como asimismo, representa dinero malhabido para quienes de ella derivan lucro venal.

Pero, ¿qué es la gordura?

La gordura se define hoy por la obtención de resultados en el Índice de Quettelet o Índice de la Masa Corporal (IMC), entre 20 y 25. Para nosotros es otra cosa: La gordura es una condición consecuencia de factores adaptadores, que son intrínsecos y necesarios para nuestra supervivencia como animal omnívoro y de hábitos nómadas que fuéramos. Factores éstos que, habiéndose descontrolado y habiendo cesado de ejercer sus funciones beneficiosas, amenazan nuestra estabilidad — la misma que suponían propugnar.

En otras palabras la gordura es una adaptación descarriada.

Esta lección tiene como propósito analizar la obesidad, en todos sus aspectos, enfocando de manera especial en aquellas personas cuya corpulencia las coloca dentro de lo que hoy se conoce como "obesidad morbosa" o extrema, mientras que a la vez haremos reflexiones acerca de los aspectos emocionales y psicológicos del estado aberrante de la condición de ser gordo.

Asimismo deseamos, al concluir, que nuestras reflexiones nos conduzcan a introducir la lección que a ésta sigue, en la cual trataremos el tema de cuáles son los factores involucrados que son esenciales para tratar de proveer asistencia a personas quienes padecen variedades extremas de esta condición, hoy progresando en su incidencia mundial, en números alarmantes.

Para comenzar, formularemos las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo, cuándo y de dónde proviene este fenómeno disruptivo que arruina y destruye tantas vidas?

  • Y, ¿por qué, cuando la tratamos, sólo responde de modo fugaz, y nunca de manera permanente, a todos nuestros esfuerzos terapéuticos?

Para comenzar, recordaremos el vetusto aforismo que reza así: "De los trastornos del comer, todos opinan y nadie sabe."

Las causas

Las causas de la gordura, aunque aparentan ser obvias, no lo son, como ya hemos establecido.

El sistema fiduciario o fiscal

El desacreditado sistema fiduciario, para explicar el sobrepeso, nos indica que éste se adquiere con facilidad para algunos que comen en exceso, mientras que son físicamente inactivos. Lo que, al final, resulta ser falso, cuando esta explicación se invalida si entendemos que no aplica sistemáticamente a todos los miembros de nuestra especie. (Véase mi artículo, El Sistema Fiduciario en psikis.cl y en monografías.com).

Lo antedicho es consistente con la observación empírica de que el sobrepeso es característica morfológica que define algunas especies, mientras que la delgadez es distintiva de otras. Algunas especies fueron diseñadas para ser corpulentas, mientras que otras no; y asimismo, algunas otras fueron concebidas para ser idóneas en su habilidad de acumular de peso — aunque sólo temporalmente — para perderlo después.

Nosotros pertenecemos a la última categoría.

Ganar de peso cuando la comida abunda y usar el superávit acumulado cuando ésta escasea nos ayudaba a adaptar y superar los períodos de carestía de alimentos típicos del pleistoceno.

El aforismo bíblico de las vacas gordas y las flacas

Partes: 1, 2
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