Motivación del futuro ingeniero mecánico en las asignaturas de la disciplina "Electricidad y Automatización”

Resumen

El presente trabajo tiene como objetivo fundamental mostrar algunos resultados de la aplicación de conceptos y estrategias aplicados hace más de cinco años en la formación del ingeniero mecánico en las asignaturas de la disciplina "Electricidad y Automatización", que permitieron un aumento significativo en la motivación de estudiantes y profesores involucrados en el proceso docente educativo. En la Ingeniería Mecánica, la conjugación de los objetivos instructivos, educativos y las habilidades según el núcleo de conocimientos especificados en el programa nacional, mediante fórmulas distantes de la realidad práctica, propicia la desmotivación de estudiantes y profesores en cuanto a los aspectos relativos a este campo de conocimiento indispensable para comprender el funcionamiento de la tecnología moderna.

La combinación de laboratorios reales y virtuales, implementando aplicaciones válidas para la industria basadas en el empleo de la alta tecnología, en especial de la robótica, unido a la incorporación activa del estudiante y el profesor al proceso de aprendizaje; ha permitido un aumento significativo de la motivación con poco gasto de recursos y un empleo más eficiente de los recursos disponibles. 

Introducción

El interés por una actividad es generado por una necesidad. Una necesidad es el mecanismo que incita a la persona a la acción, y que puede ser fisiológico o psicológico. La motivación surge del deseo de satisfacer esa necesidad [1].

En el marco del proceso educativo se reconocen 4 tipos de motivación:

a) Motivación extrínseca: Proviene de estímulos externos, como las calificaciones obtenidas, el temor a reprobar o los premios que los padres otorgan al estudiante que aprueba sus materias.

b) Motivación intrínseca: Surge por el interés que el alumno tiene en determinada materia o tema. Es en este tipo de motivación es donde el docente puede desempeñar un papel importante.

c) Motivación de competencia: Está representada por la satisfacción que se siente cuando se sabe que algo se esta haciendo bien.

d) Motivación de rendimiento: Se genera por la expectativa de saber las recompensas que le esperan al alumno si es capaz de tener éxito en relación a los demás, o sea, de ser mejor que los otros. En este tipo de motivación también es aplicable la contraparte, es decir, el miedo al fracaso puede actuar como estimulo desencadenante para que el alumno busque superarse y logre expectativas de éxito.

La motivación hace que los alumnos actúen o se comporten de determinadas maneras [2, 3]. Motivar al alumno es orientarlo en una dirección y asegurar que se sigan los pasos necesarios para alcanzar el o los objetivos. Motivarse implica la búsqueda de satisfacción por voluntad propia, o a través de la estimulación, para accionar intencionalmente y lograr la meta. La motivación es una necesidad pedagógica en el aula universitaria [1].Para aprender es imprescindible poder hacer algo, lo cual hace referencia a las capacidades, los conocimientos, las estrategias y las destrezas necesarias (componentes cognitivos), pero además es necesario querer hacerlo, tener la disposición, la intención y la motivación suficientes (componentes motivacionales) [4].

Algunos estudiantes parecen entusiasmarse de forma natural por el estudio, pero muchos necesitan o esperan que sus padres o instructores les inspiren, reten o estimulen. Algunos especialistas en la materia sostienen que el aprendizaje efectivo en el aula depende en gran medida de la habilidad del profesor para mantener interés de los alumnos. De hecho, cualquier nivel inicial de motivación que los estudiantes tengan antes de entrar en clase será transformado favorable o desfavorablemente dependiendo de lo que ocurra en clase[5].Desafortunadamente, no hay una fórmula mágica para motivar a los estudiantes. Hay además diversos factores que afectan a la motivación de un estudiante dado a la hora de trabajar y aprender:

• Interés en la materia de la asignatura

• Percepción de su utilidad

• Deseo general para lograr la meta de superar la asignatura

• Auto-confianza y auto-estima.

• Paciencia y persistencia.

Algunos investigadores han empezado a identificar aquellos aspectos de la enseñanza que mejoran la capacidad de automotivación de los estudiantes. Para animar a los estudiantes a que se conviertan en alumnos independientes y automotivados, los profesores pueden actuar en las siguientes direcciones [5]:

• Dar frecuentes, anticipadas y positivas respuestas que apoyen a los alumnos a creer que pueden hacerlo bien.

• Asegurarse de dar oportunidades para que los estudiantes tengan éxito, asignando tareas que ni sean demasiado fáciles, ni demasiado difíciles.

• Ayudar a los estudiantes a encontrar un significado personal y un valor en la materia objeto de estudio.

• Crear una atmósfera que sea abierta y positiva.

Partes: 1, 2