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Bienestar: crecimiento y distribución -Seminario de Contabilidad Económica- (página 2)


Partes: 1, 2

1990

7.286

 

33,7

6,3

1.343,93

1991

8.221

 

21,5

6,0

83,99

1992

9.151

0,450

17,8

7,0

17,55

1993

9.980

0,444

16,8

9,3

7,37

1994

10.673

0,453

19

12,1

3,85

1995

10.470

0,481

24,8

16,6

1,61

1996

11.139

0,486

27,9

17,3

0,05

1997

12.114

0,483

26

13,7

0,33

1998

12.586

0,502

25,9

12,4

0,66

1999

12.206

0,491

26,7

13,8

-1,81

2000

12.243

0,504

28,9

14,7

-0,73

2001

11.858

0,522

38,3

18,3

-1,54

2002

10.637

0,533

57,5

17,8

40,92

2003

11.688

0,528

50,9

14,3

3,55

2004

12.940

0,510

42,3

13,6

6,06

2005

14.109

0,508

36,4

11,6

12,34

2006

14.838

0,486

 

10,2

10,03

2007

15.509

 

 

8,5

8,40

 

Analizando las series de datos correspondientes a Argentina durante el período 1990-2007, se observa que no siempre coincide crecimiento del PBI per cápita (en este trabajo expresado como PBI per cápita PPP) con mejoras distributivas, y menos aún con reducciones de la pobreza o reducción del desempleo.

Más precisamente se observa una tendencia creciente del PBI Per Cápita para todo el período, exceptuando pequeñas caídas en 1995 (crisis en México) y 1999(crisis en Brasil), y una caída mayor en 2001-2002 durante la crisis financiera en Argentina. Por el contrario la distribución (medida por el Coeficiente de Gini) no ha seguido una tendencia muy estable sino que ha fluctuado alrededor de una media de 0.492, quizá empeorando un poco en el período 2000-2004. Con esto vemos que un incremento en el PBI Per Cápita no se corresponde automáticamente con una mejor distribución, por lo que el bienestar no puede ser visto solo desde la primera variable.

Por otra parte, la pobreza tuvo altibajos, reduciéndose a principios de los '90, incrementándose a partir de 1994, y tras producirse un pequeño descenso hacia fines de los "90 aumentó dramáticamente luego de la crisis de 2001-2002 hasta alcanzar un pico de 57.5% en el 2002. A partir de allí la pobreza comenzó a disminuir aunque parece ser que actualmente su valor esta estancado o quizás en aumento dada la gran inflación en la economía argentina.

Se observa una relación directa entre inflación y pobreza, destacándose que los picos inflacionarios se corresponden con picos de máxima pobreza.

Finalmente, en la década del 90 el desempleo tuvo fluctuaciones tendientes a incrementarlo hacia principios del 2000, alcanzando su punto máximo en el año 2001 y a partir del 2002 descendió continuamente hasta casi alcanzar en el 2007 los valores de principios de los ´90.

En resumen se destaca que a partir de la crisis de 2001, en donde los índices alcanzaron la peor situación para el bienestar de la sociedad, todos ellos comenzaron a transitar un mismo camino: mejoramiento del bienestar de la sociedad.

¿Que notamos? Que luego de la crisis en Argentina comenzó una mejora distributiva y una caída del desempleo y la pobreza, conforme hubo crecimiento económico, y los mínimos de crecimiento coinciden con el pico de desigualdad en la distribución del ingreso en 2002.

 

2.b – BRASIL

 

Año

PBI Per Cápita PPA

Coeficiente de Gini

Indice de Pobreza

Indice de Desempleo

Inflación

1990

5.333

 

40,7

7,21

1.585,18

1991

5.490

 

 

7,92

475,10

1992

5.501

 

40,8

9,13

1.149,06

1993

5.818

0,599

41,6

8,68

2.489,11

1994

6.199

 

 

8,93

929,32

1995

6.500

0,592

33,8

8,95

21,98

1996

6.702

0,593

33,4

9,93

9,12

1997

6.931

0,593

33,9

10,16

4,34

1998

6.912

0,592

32,7

11,68

2,49

1999

6.963

0,586

33,9

12,06

8,43

2000

7.364

 

 

11,02

5,27

2001

7.541

0,588

33,6

11,18

9,44

2002

7.642

0,583

33,9

12,12

14,74

2003

7.727

0,576

 

12,72

10,38

2004

8.202

0,566

 

11,76

6,13

2005

8.584

0,564

36,3

10,55

5,05

2006

8.964

 

 

10,37

2,81

2007

9.356

 

 

10,13

5,16

 

Al igual que en Argentina se observa un crecimiento continuo del PBI Per Cápita (exceptuando una pequeña disminución en el año 1998, inicio de la recesión brasileña), crecimiento que no se relaciona con una mejora distributiva. Tal distribución ha permanecido prácticamente constante (fluctuando mínimamente el coeficiente de Gini en una media de 58.5), disminuyendo muy levemente hacia finales del periodo en análisis.

En este caso, en Brasil también se observa que los altos picos inflacionarios se corresponden con altas tasas de pobreza, como en 1990 y 1992, lo que da la razón que la inflación perjudica a aquellos de bajos ingresos y que cuando los incrementos de precios existieron a bajas tasas no hubo aumentos significativos de la tasa de pobreza. Sin embargo, pese a la estabilización de precios que se dio desde 1995, la pobreza no disminuyó, solo se mantuvo constante rondando los 34 puntos porcentuales.

Mas allá de esto, el desempleo fue creciendo desde comienzos de los años 90, incluso aún ante crecimientos de la economía, generando su mayor pico en el año 2003 cuando la economía creció en una cifra menor al punto.

Además se percibe la desaceleración de la economía brasilera en 1999, año en el que atravesaba una crisis, lo que implicó leves incrementos del PBI per cápita, tasas de desempleo de las más altas del período y la pobreza alcanzando el 33.9%.

En síntesis vemos que si bien la economía brasileña creció a un ritmo constante este crecimiento no se vio reflejado en factores como distribución, desempleo y pobreza, variables que permanecieron prácticamente estancadas.

2.c – CHILE

 

Año

PBI Per Cápita PPA

Coeficiente de Gini

Indice de Pobreza

Indice de Desempleo

Inflación

1990

4.703

0,551

38,6

7,75

18,66

1991

5.168

 

 

8,21

18,66

1992

5.838

0,547

32,6

6,69

12,70

1993

6.285

 

 

6,50

12,23

1994

6.677

0,549

27,5

7,79

8,95

1995

7.424

 

 

7,37

8,20

1996

8.007

0,548

23,2

6,48

6,63

1997

8.557

 

 

6,12

6,04

1998

8.812

0,555

21,7

6,16

4,67

1999

8.755

 

 

9,70

2,31

2000

9.229

0,552

20,6

9,22

4,53

2001

9.648

 

 

9,16

2,64

2002

9.911

 

 

8,96

2,82

2003

10.379

0,546

18,8

8,51

1,07

2004

11.166

 

 

8,82

2,27

2005

11.937

 

 

8,05

3,66

2006

12.737

 

13,7

7,95

2,57

2007

13.588

 

 

7,02

7,82

 

El PBI Per Cápita chileno creció constantemente desde principios de los '90, salvo una mínima caída en 1999, acompañando el ritmo de la economía chilena. Sin embargo, la mejora que indica el PBI Per Cápita no se ve reflejada en una uniforme mejora de la distribución de la riqueza, dado que el coeficiente de Gini resulto ser bastante estable durante el período de análisis.

Lo que si acompañó la mejora del PBI per cápita fue la reducción continua de la tasa de pobreza que comenzó con un altísimo 38.6% y alcanzó en 2006 el 13.7%.

Por otro lado se ve que el crecimiento económico no implica necesariamente reducciones del desempleo, no aplicándose aquí la Ley de Okun, ya que tal variable se mantuvo relativamente constante creciendo un poco hacia fines de los ´90 y principios del nuevo siglo, volviendo luego a su valor medio (aproximadamente 7.8%).

Si hablamos de inflación, a partir de 1996 Chile convivió con tasas relativamente bajas, lo que generó que la reducción del poder adquisitivo causada por la misma no se traduzca en mayores tasas de pobreza.

Como una síntesis de la situación chilena puede decirse que la economía mostró un crecimiento continuo que si bien no se ha visto reflejado en una disminución de la desigualdad, presenta una fuerte reducción en cuanto a pobreza y un empleo que se ha mantenido relativamente constante.

2.d – Relaciones generales entre los países

Una vez detallada la situación de cada país pasamos a realizar una comparación entre los tres países en cuanto a la evolución de las variables en estudio.

Como se observa,"hasta la crisis de 2001-2002 que derivó en una desordenada salida de la convertibilidad, ruptura de contratos y default, el PBI per cápita de Argentina se caracterizó por estar por encima del resto de los países"1. En lo más profundo de la crisis tal variable fue alcanzada por la de Chile, aunque luego siguió al frente recuperándose rápidamente. También puede verse que si bien Brasil contaba con un mayor PBI Per Cápita al inicio del período fue superado por Chile en el año 1992, debido al fuerte crecimiento en Chile y a un menor crecimiento de tal variable en Brasil causado quizás por el hecho de que Brasil cuanta con una mayor población.

Cabe mencionar que si bien Argentina presenta el mayor PBI Per Cápita también presenta la mayor variabilidad del mismo, aspecto negativo ya que como en todas las situaciones de la economía grandes fluctuaciones crean incertidumbre acerca del futuro afectando principalmente la inversión y retrasando el crecimiento de la economía.

Las relaciones comentadas se observan fácilmente en el siguiente gráfico:

Respecto a la distribución, a través del coeficiente de Gini observamos que el país que presenta una mayor desigualdad es Brasil, seguido por Chile y finalmente la Argentina.

Si prestamos atención a la evolución del coeficiente vemos que Argentina fue el único que tuvo variaciones significantes a lo largo del período. Por el contrario Brasil y Chile mantuvieron una estabilidad en tal coeficiente.

Lo anterior nos indica que en los países analizados un mayor crecimiento medido por el PBI Per Cápita no se refleja en una mayor distribución, sino que la desigualdad se mantiene constante o se acentúa.

En cuanto al desempleo Argentina arranca la década de los ´90 con la menor tasa, aunque rápidamente supera a la de los demás países alcanzando un pico en 1996 para luego descender hasta alcanzar a la tasa de Brasil. Sin embargo, después de esta recuperación el desempleo en Argentina comenzó a crecer nuevamente hasta alcanzar un nuevo pico máximo en el año 2001(inicio de la crisis argentina) a partir del cual empezó a bajar.

Además puede verse que el desempleo en Chile ha sido el menor de los tres países a partir del año 1992, y sufrió un aumento en el año 1999, al igual que Brasil.

La evolución del desempleo se grafica en el siguiente cuadro:

Respecto a la pobreza, Chile es el único que muestra una reducción sostenida del índice a partir de del inicio de la década del "90, cuando se restauró el gobierno democrático, luego de la dictadura de Pinochet. En cambio, Argentina pudo reducir la pobreza hasta mediados de la década del "90, aunque luego esta aumentó y llego a valores desorbitantes con la crisis de 2001-2002.

Brasil muestra un comportamiento estable de la pobreza (y del desempleo) en el período analizado, pero lo que llama la atención es que no hubo un gran crecimiento de estos índices en el momento que atravesó el llamado "Efecto Caipirinha" (año 1999).

3- Conclusión

A modo de conclusión queremos remarcar nuevamente el hecho de que si bien el PBI Per Cápita es un buen indicador del avance productivo de una sociedad no nos dice nada en cuanto a la distribución. Por lo tanto tomar únicamente el PBI Per Cápita como indicador del bienestar en una sociedad significa caer en el error de confundir una medida de la actividad económica con los resultados en términos progreso social. Tal progreso, comprende, además de los factores ingreso y distribución otros tales como seguridad, libertad, justicia, etc.

Resumiendo los datos de los tres países en cuanto a distribución vemos que todos presentan un alto grado de desigualdad, hecho que produce graves consecuencias dentro de la sociedad; más aún cuando la región de América Latina es considerada como la de mayor desigualdad.

Un dato a tener en cuenta es que muchas veces las diferencias de salarios se debe a que los individuos poseen distintos niveles educativos, por lo que en estos países, donde el acceso a la educación no es el mejor, existe una gran divergencia entre el salario de los trabajadores mas y menos calificados, acentuando la desigualdad en la distribución.

La gran desigualdad, sumados a los altos niveles de la pobreza y desempleo, son claves a la hora de explicar la alta inseguridad que se vive en estos países (y en toda América Latina). Estos factores producen efectos negativos en cuanto a la inclusión social, resultando grandes grupos de marginados que en su mayoría se vuelcan a la actividad delictiva.

Finalmente, la desigualdad (al igual que la pobreza y el desempleo) incentiva a los gobiernos a tomar medidas populistas (mayor gasto público) generando desequilibrios macroeconómicos y reducción de la inversión, por lo que el crecimiento del país se ve obstaculizado.

4- Bibliografía y Fuentes

  • Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), Argentina. www.indec.mecon.ar
  • Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) Universidad Nacional de La Plata. www.depeco.econo.unlp.edu.ar/cedlas/
  • 1 Argentina, comparación regional: www.econline.com.ar. 14 de Junio de 2004
  • CEPAL, Anuario 2007
  • Economía y Negocios Online.  www.economiaynegocios.cl
  • La distribución del ingreso en chile 1987-2003: Análisis y consideraciones de política. Andrés Solimano CEPAL. Septiembre 2007.
  • Centro de Economía Internacional (CEI), Secretaría de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Argentina.

 

 

 

 

Autor:

Berdondini Filócamo, Javier Albano

Caldironi, Marco

De Uribe Echevarría, Gabriel Alejandro

Susbielles, Santiago

Partes: 1, 2
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