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Dioniso, el Dios del Vino


Partes: 1, 2

    1. Dioniso en la Mitología Griega
    2. El Rito Dionisíaco
    3. Dioniso dios del vino y la vegetación
    4. La manifestación de Dioniso en la naturaleza vegetativa: La Hiedra
    5. Conclusión
    6. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    Dioniso es el dios del vino, el éxtasis y la exuberancia. Restituido en su dignidad por la obra nietzcheana. Dios errante, generador de danzas frenéticas y la fiesta divina.

    Dioniso es un dios extraño y ambiguo. En sus epifanías más memorables, es por partes iguales el extraño y el extranjero. Es el extranjero portador de extrañeza. Pero una extrañeza que se difunde por las vías del desconocimiento o más bien de no reconocimiento. ¿Cómo reconocer a un dios que no se reconoce?

    Dioniso representa una divinidad de fecha reciente; "¿No ha nacido de Semele, hija de Cadmos, hace apenas mil años, como lo recuerda Herodoto?.

    Sin embargo lo conocemos, sobre todo, como el inventor del vino, pero su significado es más extenso y complejo.

    Tiene la capacidad de producir locura, la manía, ese estado de delirio que produce en sus seguidores por medio de la danza frenética y la ingestión del vino. Su propio nacimiento es extraño: nace como dios aun siendo fruto del amor de Zeus y una mortal, Sémele, como nos relata el poeta Hesíodo: "y la cadmea Sémele, igualmente en trato amoroso con él (Zeus), dio a luz un ilustre hijo, el muy risueño Dioniso, un inmortal siendo ella mortal. Ahora ambos son dioses". Su procedencia no es griega como el mismo Dioniso reconoce en la tragedia de Eurípides: "Lidia es mi patria".

    Dioniso aparece con ciertos rasgos peculiares que lo diferencian de los dioses olímpicos, cabalmente del resto de las divinidades; "…se lo ubica en un topos no oficial".

    Sin embargo a pesar de ser un dios extranjero su culto se extiende por toda Grecia, llegando a tener tanta o más importancia que los dioses olímpicos.

    En este trabajo presentaremos a Dioniso, el dios errante en la Mitología Griega y el rito dionisiaco como presentación, para luego meternos de lleno en nuestro tema, Dioniso y la Naturaleza, aquí señalaremos a Dioniso como el dios del vino, la vid que lo representa, la manifestación del dios en la naturaleza, la hiedra como otra planta que lo caracteriza.

    Procuraremos mostrar los rasgos de extrañeza y de Hybris (exceso, desmesura, desconocimiento del límite) de manera especial en la "vid" (planta que lo representa), y el paso que se da, de esta misma "vid" a los rasgos de Sophrosyne (mesura, medida, conocimiento del límite, poder) que comienzan en la entrada del dios al Ática.

    Dioniso en la Mitología Griega

    Dioniso es hijo de Zeus, padre de los dioses y de los hombres, y de una mortal Sémele, hija del rey de Tebas.

    Hay dos versiones del mito sobre el nacimiento de Dioniso; la primera narra que Hera verdadera esposa de Zeus, una diosa celosa y vanidosa, descubrió la aventura de su marido cuando Sémele estaba encinta. Con el aspecto de una malvada vieja, Hera se ganó la amistad de Sémele, quien le confió que su marido era en realidad Zeus. Hera pretendió no creerlo, y sembró las semillas de la duda en la mente de Sémele, quien, curiosa, pidió a Zeus que se revelara en toda su gloria como prueba de su divinidad. Aunque Zeus le rogó que no le pidiese eso, ella insistió y él terminó accediendo. Sin embargo, los mortales no podía mirar a un dios sin morir, y Sémele pereció. Zeus logró rescatar al fetal Dioniso plantándolo en su muslo. Unos meses después, Dioniso nació.

    Nicole Loreaux en el intento de problematizar este relato, lee este fragmento de Zeus como el dios que tiene rasgos femeninos y masculinos.

    Un segundo relato narra que Hera por celos manda a los Titanes para que despedacen al niño, es lo que se llama "mito del descuartizamiento"; el niño es fragmentado. La abuela de Dioniso, Rea, recoge las partes del niño, y en una inmensa cocción reúne nuevamente al niño que vuelve a la vida y es criado por las Ninfas en el bosque.

    De la sangre derrama de Dioniso, brota la vid, el primer retoño.

    En el mito del descuartizamiento (Sparagmeo); el tironeo de las partes del niño, lo analiza Colli, significa la heterogeneidad metafísica, algo de la otredad; Dioniso no es un dios oficial, sino de la otredad.

    En una versión de Robert Graves (Los mitos griegos pp.125-29) relata lo siguiente:

    Por orden de Hera los Titanes se apoderaron del hijo recién nacido de Zeus, Dioniso, niño coronado con serpientes y, a pesar de sus transformaciones, lo desmenuzaron. Hirvieron los pedazos en una caldera, mientras un granado brotaba de la tierra donde su sangre había caído; pero salvado y reconstruido por su abuela Rea, volvió a la vida. Perséfone, a quien Zeus confió su cuidado, lo llevó al rey Atamante de Orcomenos y su esposa Ino, a quienes persuadió para que criasen al niño en las habitaciones de las mujeres, disfrazada de niña. Pero no se podía engañar a Hera, quien castigó al matrimonio real con la locura, de modo que Atamante mató a su hijo Learco confundiéndolo con un ciervo.

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