Resumen
La sociología del cuerpo se puede definir como el estudio de la socialización de la personalidad. Más exactamente, es la socialización de la personalidad a través de la corporeidad. Es decir, estudia cómo interactúan en la sociedad el intelecto, el afecto y la motricidad. Entendidos tales elementos o áreas como una unidad indisoluble; aunque, posiblemente, con mayor posibilidad o potencialidad de respuesta ante determinados estímulos.
El referente cuerpo
Para comprender el concepto cuerpo y evitar ambigüedades en su interpretación, se hace necesario un análisis del concepto referencial que direcciona este análisis.
El cuerpo, desde la perspectiva de Bacca (1987)1, se puede abordar desde dos perspectivas:
- Como tema. Donde el cuerpo es algo definido, estable y permanente.
- Como problema. Donde el cuerpo se considera en evolución, dinamismo y progreso.
Definitivamente el referente cuerpo, para no excluir algún tipo de información, debe contemplarse desde una perspectiva amplia e integradora, donde se considera al cuerpo como tema y como problema. Es decir, como algo definido y ya preestablecido socialmente, y también como algo en construcción continua y progresiva. Se diría que para problematizar el cuerpo, primero se debe establecer la temática conceptual de donde se pretende partir. Para lo cual, se propone ir de lo estático a lo dinámico, de lo conceptual a lo procesual.
Para comprender el concepto cuerpo, debemos tener claro que todo individuo se manifiesta con y a través del cuerpo. Y que al hablar de manifestación no se refiere sólo a los movimientos naturales o reflejos, sino también a las emociones, pensamientos y sentimientos. Lo que hace que nuestro cuerpo tenga lenguaje a través de todo ello, sea un cuerpo vivo a través de su corporeidad.
Según Zubiri (1986)2 la corporeidad es la vivencia del hacer, sentir, pensar y querer. Con esto nos daríamos cuenta que el cuerpo vive o se expresa por medio de su corporeidad. Y ya en términos generales, entenderíamos que el ser humano es, existe y se expresa sólo a través de su corporeidad.
Todos nacemos con un cuerpo que se transforma y se adapta para construir su corporeidad. Las experiencias que le proporciona el medio en que se desarrolla y la forma en que las percibe, adapta y acomoda creando nuevas estructuras de referencia, es así como va construyendo su corporeidad. Al terminar este proceso de construcción, aparece la muerte. Iniciamos como cuerpo, y terminamos siendo tan sólo cuerpo.
También Bernard (1985) hace referencia al problema del referente cuerpo al decir que "…si nuestro cuerpo es el órgano de lo posible lleva también y simultáneamente el sello de lo inevitable. Por eso, el discurso sobre el cuerpo nunca puede ser neutro. Hablar del cuerpo es aclarar más o menos uno u otro de sus dos aspectos: el aspecto a la vez prometeico y dinámico de su poder demiúrgico y ese ávido deseo de goce y ese otro aspecto trágico y lastimoso de su temporalidad. De manera que toda reflexión sobre el cuerpo es, quiérase o no, ética y metafísica: proclama un valor, indica una cierta conducta y determina la realidad de nuestra conducta"3.
Con todo esto, podemos determinar que el cuerpo como tema se inicia desde que se le da esa categoría en el vientre materno (a los tres meses de la concepción) y termina con la inevitable muerte. Y que el cuerpo como problema es todo el proceso de interacción y construcción que da paso a la corporeidad. En otras palabras, el cuerpo es sólo el principio y el fin; la corporeidad es la vida misma, el proceso.
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