En el presente artículo se hace un análisis de la evaluación, criticándose las prácticas de poder, y la propuesta de una democratización de la misma, Se exponen las tareas y funciones de la evaluación ( de autoestima, atribucional, educativa y motivacional) y se expone el sistema de evaluación de la educación física, que se aplica en la Universidad de Holguín, contestándose a las preguntas ¿Qué evaluar?, ¿Cómo evaluar? Y ¿Cuándo evaluar?, a través de la Evaluación inicial, evaluación, sistemática y progresiva y evaluación final, con una claro predominio de lo cualitativo Palabras Claves: Educación Física, Evaluación Educativa
Introducción:
La evaluación es una de las categorías didácticas, que en el proceso docente educativo de cualquier materia juega un papel de significativa importancia, en cualquier modelo de educación, sea en los modelos que ponen énfasis en los contenidos (que el alumno aprenda), en el producto (que el alumno haga), o en el proceso (que el alumno piense), tradicionalmente se la ha asignado un papel de retroalimentación del proceso.
La Evaluación es una categoría didáctica que escapa a la mera asignación de una calificación o evaluación, esta puede causar graves consecuencias en la autoestima y el autoconcepto del alumno, de ahí su importante carga moral, también puede "… inducir en ellos (los alumnos) procesos de maduración personal" (Batallosa Navas, J. M. 1995 p. 74) Para este autor la evaluación puede convertirse en una práctica de poder, cuando esta es selectiva , punitiva y autocrática y presenta como una de las características de esta evaluación, la individualización causal en el alumno cuando afirma "… Cuando un alumno es evaluado negativamente, la explicación rutinaria consiste en atribuir las causas de los resultados exclusivamente al individuo, mediante rasgos negativos: el alumno no estudia, el alumno no se interesa, el alumno no colabora etc." (Batallosa Navas, J. M. 1995 p.74) , reduciendo así a un mero proceso de enseñanza aprendizaje, lo que es en realidad un proceso docente educativo, olvidando el papel de guía y motivador principal que ocupa el profesor en el mismo. Es pues necesario democratizar la evaluación, hacerla más participativa, aunque esto sería imposible sin la democratización de las relaciones profesor – alumno, " Haciéndola más participativa dialogante e igualitaria" (Batallosa Navas, J. M. 1995 p. 74) El proceso autocrático y punitivo puede esconder enseñanzas según Torres Santome, que le inculcan a los estudiantes "… Que aprobar los exámenes es mucho más importante que saber y tener curiosidad intelectual o motivación por el conocimiento, aprenden que obedecer al profesor y decirle lo que este espera oír es mucho más rentable que expresar sus propias opiniones , aprenden que si se hacen demasiado visibles o protestan en exceso, estarán sujeto a un mayor control calificativo, aprenden que si tienen suerte pueden aprobar sin esfuerzo, aprenden en suma, un conjunto de trucos que en nada tienen que ver con la cultura, ni con la educación, ni con el placer de saber y descubrir " (en Batallosa Navas, J. M. 1995 p. 73).
La evaluación no es una simple medición de los resultados alcanzados, esta debe además darnos una información sobre el proceso y la actuación de los sujetos actuantes en el mismo, brindar información sobre el modo en que se desarrolla el proceso, las causas que obstaculizan o facilitan el cumplimiento de los objetivos, y cuales son las necesidades de cambio o perfeccionamiento de nuestras estrategias didácticas, Es necesario estar claro de para que evalúo, pues la evaluación es un factor esencial de mejora de la actividad docente educativa, mediante ella, el estudiante se informa sobre su propio proceso de aprendizaje y su desarrollo como persona, y podrá entonces en unión del Profesor organizarlo y mejorarlo, el profesor por su parte obtendrá una valoración de su propia eficacia y de la metodología empleada, así como de la calidad del programa, y de la consecución de los objetivos, que le permitirá adoptar las medidas de corrección oportunas, en suma, debe conducir al logro de mejores resultados. En todo caso la evaluación debe estar precedida de una participación activa de los estudiantes en el proceso, que parte de una negociación de los objetivos, es decir, en un proceso de negociación se hacen comunes los objetivos del profesor y de los estudiantes, y se identifican la forma de abordar los contenidos.
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