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El Martín Fierro, de José Hernández (página 2)

Enviado por Dulio G. Artaza


Partes: 1, 2

En los dos podemos ver que utiliza el típico lenguaje gauchesco, en los cuáles se notan cambios gramaticales, con la consiguiente pérdida o cambio de sonidos en ciertas palabras, por ejemplo, cencia en vez de ciencia con la omisión de la letra "i"; ansí por así; güey por buey, naides por nadie, etc. También aparecen vocablos o expresiones nacidas en las pampas y en esas costumbres, algunos de los cuales aún se utilizan, tales como ducho, "jamás lo dejen en la estacada" (que no lo abandonen); "Y gangoso con la tranca" (borrachera), .

Abunda la fuerza expresiva de las estrofas, con uso de:

  • Comparaciones: "El hombre … es blando como manteca" (2º estrofa de los consejos de Vizcacha), "La sangre que se derrama …. cai como gota de fuego en el alma del que la vierte" (25º estrofa consejos de Fierro).
  • Imágenes sensoriales : "…renguera del perro"
  • Hipérbole: "el cerdo vive tan gordo/ y se come hasta los hijos";

En cuanto al yo lírico, en ambos habla una voz con signos autoridad para dar consejos, que se siente dueña de una verdad. Se nota en el modo en que se dirige a su interlocutor, de manera paternalista. En ambos casos, el interlocutor, dentro del texto, está identificados: el o los hijos de Fierro, pero que, en la finalidad pedagógica o moralizante del autor, se dirige a todo lector, al público en general, especialmente al gaucho a quien se pretende "socializar" o "civilizar".

Ahora veremos los temas que se tocan en cada uno de ellos y se los apreciará, aclarando desde ya que habrá una marcada subjetividad de parte del autor de esta monografía.

Los consejos del Viejo Vizcacha

El primer cuidao del hombre

es defender el pellejo;

lleváte de mi consejo,

fijáte bien lo que hablo:

el diablo sabe por diablo

pero más sabe por viejo

Vos sos pollo, y te convienen

Toditas estas razones;

mis consejos y lecciones

no echés nunca en el olvido:

en las riñas he aprendido

a no peliar sin puyones

 

Los consejos de Martín Fierro

Yo nunca tuve otra escuela

Que una vida desgraciada;

Alguna vez me equivoco,

Pues debe saber muy poco

Aquel que no aprendió nada

Hay hombres que de su cencia

Tienen la cabeza llena;

hay sabios de todas menas,

mas digo, sin ser muy ducho:

es mejor que aprender mucho

el aprender cosas buenas.

Estas cosas y muchas otras,

medité en mis soledades;

sepan que no hay falsedades

ni error en estos consejos:

es de la boca del viejo

de ande salen las verdades

 

Coinciden en que la experiencia que dan los años es la mejor fuente de la sabiduría que puede aconsejar para la vida, sin desdeñar lo académico pero que sirve para otras cosas. Actualmente, la frase "el diablo sabe por diablo/pero más sabe por viejo" se ha convertido en refrán, y es muletilla constante para referirse al valor de la edad o la experiencia.

  • La mujer

Consejos del Viejo Vizcacha

Y menudeando los tragos

aquel viejo como cerro,

"No olvidés, me decía, Fierro,

que el hombre no debe creer,

en lágrimas de mujer

ni en la renguera del perro.

Es un bicho la mujer

que yo aquí no lo destapo;

siempre quiere al hombre guapo,

más fijate en la elección;

porque tiene el corazón

como barriga de sapo.

Consejos de Fierro

Si entriegan su corazón

a alguna mujer querida,

no le hagan una partida

que la ofienda a la mujer;

siempre los ha de perder

una mujer ofendida.

Con respecto al punto de vista que en toda la obra se tiene hacia la mujer, se hace hincapié en su sufrimiento y estado de degradación, con sus largas jornadas en el desierto, lo que despierta sentimientos de compasión y solidaridad. El gaucho sabe quien es la mujer; reconoce y valora su importancia.

Pero en la vida en condiciones tan duras, el hombre era quien tenía el rol protagónico, quien debía proteger a la familia y amparar a la mujer, mientras que ésta estaba relegada, limitando su acción a los menesteres de la casa, a las labores secundarias

En Vizcacha se ve un prejuzgamiento hacia la mujer, que las hace ver como traicioneras, no confiables, que de tener la oportunidad, van a engañar o a jugarle una mala pasada al hombre. En Fierro, se pide fidelidad hacia ella, pero también con una connotación negativa: no hay peor enemigo que la mujer despechada o dolida.

Esos pre-conceptos quizás perduran hoy en día, que tiene que ver, no con la experiencia, sino con la tradición machista de la sociedad argentina. Pero es honorable decir que carecen de sustento fáctico o lógico.

Consejos del Viejo Vizcacha

Hacéte amigo del juez,

no le des de qué quejarse;

y cuando quiera enojarse

vos te debés de encoger,

pues siempre es güeno tener

palenque ande ir a rascarse.

Consejos de Martín Fierro

Al que es amigo, jamás

lo dejen en la estacada;

pero no le pidan nada

ni lo aguarden todo de él:

siempre el amigo más fiel

es una conducta honrada

En estos versos se nota patente la contradicción entre uno y otro. El Viejo Vizcacha reinvindica una práctica tan antigua, tan nuestra y tan actual: la de ser amigos del poder, en tanto y en cuanto ese poder es el que, alguna vez, nos va a beneficiar. En cambio Fierro, es el cultor de la amistad verdadera que no espera nada pero que lo da todo. La honradez es un no rotundo al amiguismo de Vizcacha, con visos de corrupción e injusticia.

Tan actual es y tanta impresión causaron por su verdad, que esos dichos que se ponen en boca del V. Vizcacha han permanecido como si fueran un refrán como símbolo de sabiduría popular y denuncia.

  • Forma de ganarse la vida:

Consejos de Vizcacha

Dejá que caliente el horno

el dueño del amasijo;

lo que es yo, nunca me aflijo

ya todito me hago el sordo:

el cerdo vive tan gordo

y se come hasta los hijos.

Yo voy donde me conviene

y jamás me descarrío;

lleváte el ejemplo mío,

y llenarás la barriga;

aprendé de las hormigas:

no van a un noque vacío.

Consejos de Martín Fierro

El trabajar es la ley

Porque es preciso adquirir;

no se pongan a sufrir

una triste situación:

sangra mucho el corazón

del que tiene que pedir

Debe trabajar el hombre

para ganarse su pan;

pues la miseria, en su afán

de perseguir de mil modos,

llama en la puerta de todos

y entra en la del haragán.

También aquí se aprecia la oposición: el trabajo como dignificación de la condición humana, y la holgazanería y picardía como atajo para sobrevivir. Aunque parezca que está última es lo socialmente inaceptable, creo que en la naturaleza del hombre el menor esfuerzo para obtener el mismo resultado es también guía de conducta (no olvidemos la industrialización, la incorporación de tecnología, la división del trabajo, la productividad que se mide en base a la eficacia y a la eficiencia, etc.). En la actualidad la idea de "vivir panza arriba" está muy arraigada en el pensamiento argentino, cumpliéndose la máxima de Fierro: "la miseria llama en la puerta de todos pero entra en la del holgazán".

  • Confianza/desconfianza

Consejos de Vizcacha

Y menudeando los tragos

aquel viejo como cerro,

"No olvidés, me decía, Fierro,

que el hombre no debe creer,

en lágrimas de mujer

ni en la renguera del perro.

Consejos de M. Fierro

La esperanza no la cifren

nunca en corazón alguno;

en el mayor infortunio

pongan su confianza en Dios;

de los hombres, sólo uno,

con gran precaución, dos.

Estos son consejos nacidos de la experiencia vivida. Con hombres trataron y por hombres fueron traicionados; aconsejan para prevenir: vale el dicho "hombre precavido vale por dos". Fierro va más allá que Vizcacha: quizás al único ser en el cuál confiar sea Dios. Triste papel el del hombre de ser "lobo del hombre".

Conclusión:

Sin duda alguna, uno de los discursos que aparecen en la obra es aquél que es como una especie de código de la sabiduría popular, que se sintetiza en forma de refranes.

Este código de la sabiduría entronca con los temas universales del saber popular y a menudo constituye los pasajes más moralizantes del texto.

La mayor abundancia de esos exponentes de la sabiduría popular en la Vuelta concuerda con los propósitos didácticos que Hernández declara en el prólogo y atenúa aquella virulencia de la denuncia, más característico de la Ida.

Tomó Hernández dos posiciones o, mejor dicho, dos oposiciones.

Parecería ser , entonces, que Vizcacha, a pesar de ser un personaje fuerte, es moralmente negativo, con una filosofía de vida negativa, es la degradación del hombre en todos los aspectos: no es padre, ni esposo, no es amigo. En otras palabras no tiene vínculo espiritual con ningún ser humano y tampoco representaría al hombre de campo argentino. Sus consejos parecen no tener principios morales y su único objeto sacar provecho, ventajas materiales. Pero Vizcacha se limita a razonar su mundo. No tiene otros principios que los principios con arreglo a los cuales ese mundo se ha organizado o desorganizado. Sus consejos calan hasta los tejidos más dolorosos de la experiencia humana; es el estilo de vida de Vizcacha (no llama la atención, no va por donde no le conviene, no cambia de vivienda.) Estilo que hoy en día, tal vez muy a pesar de Hernández, siguen muchos

Los consejos de Fierro son todo lo contrario. Aconseja a sus hijos sobre la base del sentido moral común, sostenidos por el propósito insincero de inculcarles principios extraídos del sentido moral corriente y no de su experiencia, a la que deja un poco de lado.

Elegir qué consejos seguir es, como todo en la vida, una elección personal.

Bibliografía

  • La Vuelta de Martín Fierro, de José Hernández
  • Literatura Española, Hispanoamericana y Argentina, de Carlos A. Loprete – Editorial Plus Ultra 7ma edición Año 1976
  • Martín Fierro. Artículo de María Teresa Gramuglio y Beatriz Sarlo

 

Por

Dulio G. Artaza

Profesorado de Lengua para EGB3 y Polimodal

Escuela Normal Julio A. Roca – Monteros, Tucumán, Argentina.

Monteros, Pcia. de Tucumán, Argentina

20 de Noviembre de 2007

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