- Introducción
- Israel, lucrativo estado para Imperialismo Yanki
- Usufructo comercial
- Conclusión
- Bibliografía
1. Introducción
Palestina, región histórica, situada en la costa oriental del mar Mediterráneo y al suroeste de Asia. Centro neurálgico donde se unen las rutas comerciales de tres continentes. Esta bíblica tierra de la miel se ha convertido, a lo largo de la historia, en el punto donde confluyen distintas influencias religiosas y culturales provenientes, ya en sus albores, de civilizaciones cunas tanto de oriente como occidente. Es por esto mismo que desde tiempos inmemoriales en Palestina han coexistido distintas etnias y religiones, dicha diversidad ha tendido a polarizar los sectores al tiempo que crea fricción entre los mismos.
Su carácter religioso y estratégico la ha hecho testigo de innumerables guerras, batallas y conflictos que perduran, incluso, hasta el día de hoy. Siendo sin duda el más citado ya sea tanto por su envergadura como duración, el conflicto Árabe-Israelí.
Para entender la siempre bélica y reticente relación entre hebreos y árabes se debe remontar a sus inicios, donde se encontrarán los dos factores, que estrechamente ligados, condicionan el conflicto en sí.
Hablemos entonces de la literatura bíblica, fuente de la primera información sobre ambos pueblos. Aquí tenemos a Sem hijo mayor de Noé, hermano de Cam y de Jafet y tío de Canaán. De este personaje descienden los hebreos, árabes y arameos. La raíz del término semita, el cual se refiere a judíos y árabes, deriva de su nombre.
Más tarde encontraremos al patriarca Abraham (Gén. 16, 21, 15) quien viéndose imposibilitado de procrear con su esposa, tiene un hijo con Agar la sirvienta de Sara (mujer de Abraham). Posteriormente esta última, como premio a sus plegarias, concibió un hijo llamado Isaac, exigiendo después que Agar e Ismael fueran expulsados.
Huyendo hacia el sur, Ismael se convirtió en progenitor de las tribus árabes. Los musulmanes se consideran descendientes de Ismael, no obstante sostienen que Agar era la verdadera esposa de Abraham e Ismael el hijo favorito del mismo. Es en esta disyuntiva entre La Torá y El Corán donde están los cimientos que avalan un conflicto judaico-islámico.
El segundo libro del Pentateuco relata el éxodo de los israelitas de Egipto y su travesía por el desierto hasta llegar al monte Sinaí. Comandados por Moisés, el pueblo israelita se asienta en la región y establece una alianza con Dios "seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa"(1). Es así como Dios le entrega la misión a los judíos de ser la nación de Dios, al mismo tiempo que les otorga el territorio que ocupará esta. En este hecho se basa el judaísmo ortodoxo para nombrarse eternos dueños de Palestina (Israel), cosa que por supuesto los musulmanes no comparten, ya que ellos creen que no existe un pueblo elegido por Dios, y si una religión, el Islam.
Tengamos en cuenta también, la llamada por los musulmanes Guerra Santa, descrita en el Corán. Si bien según el Islam las Religiones Cristianas y judaicas son plenamente reconocidas y su deber es protegerlas (ya que son credos hermanos), la sumisión a Dios enseñada por Mahoma expresa que en un momento existirá una Guerra, significando para algunos la lucha por ser cada día más sumisos a Dios y para otros la batalla que enfrentaran los musulmanes contra las ya mencionadas "religiones hermanas" por la supremacía del Islam. (un ejemplo de esto es sin duda la construcción del Domo de la roca, lugar donde ascendió Mahoma, sobre el Segundo Templo)
El segundo Factor causal de la disputa por Palestina, es la reclamación por parte del pueblo hebreo de su tierra prometida. Para clarificar este hecho hay que examinar la historia de esta región del oriente medio, solo haciendo referencia a la crónica y no citando a las antiguas escrituras, puesto que su interpretación es completamente subjetiva.
Aquí tenemos como primeros habitantes conocidos de Palestina a los Cananeos (tercer milenio a. C.). Estos ya en sus inicios recibieron importante influencia de las creencias y practicas judaicas. Dentro del mismo milenio comenzará la dominación de la región por parte de imperios vecinos: Egipcios, Hititas y Hurritas. A partir del siglo XIV a. C. aparecieron desde Mesopotámia nuevos invasores, un grupo de tribus semíticas, Hebreos y Filisteos, creándose así el reino Israelita. Tribus hebreas venían inmigrando a la región antes del éxodo de Moisés. Derrotando finalmente a los Cananeos (1125 a. C.) Josué(a) conquista la mayor parte del territorio. Sin embargo los ataques filisteos harán que el pueblo hebreo se una para establecer la monarquía del Rey David, considerado el fundador de Israel y forjador de su sistema político-religioso. Con él la religión pasa a ocupar un papel de primer orden en Palestina. Bajo su reinado se conquisto también Edom, Amón y Moab. A su muerte todos los reinos que rodeaban a Israel estaban sometidos o limitados por tratados de paz.
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