El castigo, la disciplina, y la relevancia de la teoría de la comunicación
Enviado por Felix Larocca
El castigo, la disciplina, y la relevancia de la Teoría de la Comunicación
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A mediados del siglo XX, un grupo de investigadores descontentos con el status quo, que en ese entonces existiera en el campo de la psicoterapia, comenzaron a formular nuevos conceptos básicos no sólo para reducir la duración y el costo (a veces enormes) de esta forma de tratamiento, sino para también modificar las teorías existentes, las cuales acataran, de uno u otro modo, los principios del psicoanálisis freudiano.
El grupo al cual aquí me refiero, originalmente mantuvo su sede en la prestigiosa Stanford University, la cual se ubica en la ciudad de Palo Alto, California. El nombre pintoresco de la ciudad definió el grupo. Por muchos años se les conocía a ellos como The Palo Alto Group (El Grupo de Palo Alto). Encontrándose entre sus miembros renombrados y famosos: el antropólogo Gregory Bateson, el psiquiatra Donald Jackson, el terapeuta Jay Haley, el psiquiatra Jurgen Rush, y el famoso autor del "best seller" You are OK, I am OK, Eric Berne.
El factor que caracterizaba los esfuerzos que estos investigadores hacían, era que ellos deseaban demostrar, que los seres humanos poseen un estilo de comunicación entre sí mismos que procede de modo característico, el cual puede estudiarse, y cuyos principios poseen aplicaciones generales, tanto clínicas, como prácticas.
Para discernir el alcance de los conocimientos formulados por este grupo, se necesita la familiaridad con algunas nociones básicas:
La primera conjetura es que constantemente los seres vivientes están intercambiando mensajes y señales entre sí mismos, aunque no lo sepan.
La segunda es que los mensajes transmitidos y su naturaleza definen una relación entre quienes los envían y quienes los reciben.
Y la tercera es, que toda relación está gobernada por reglas que pueden ser estudiadas, analizadas y entendidas.
Aquí listamos las componentes principales de esta teoría que, hipotéticamente, existen:
Comunicaciones: Son todos aquellos mensajes que continuamente intercambiamos entre nosotros. De éstas existen dos categorías distintas:
1. Las Comunicaciones Complementarias: Que consisten en las que se transmiten entre personas de diferentes posiciones y áreas de influencia. Por ejemplo, un profesor enseñando a su clase. Uno ofrece, el otro acoge, uno enseña el otro aprende de ello hablaremos más adelante.
2. Las Comunicaciones Simétricas: Las que forman las matrices de los mensajes que se intercambian entre seres pertenecientes al mismo nivel de relevancia, poder o influencia. Las que ocurren entre colegas, compañeros, o los alumnos de la clase que se mencionara en el párrafo anterior.
Conflicto: Se refiere a tensión desarrollada en las comunicaciones transmitidas entre dos o más personas. El conflicto existe cuando las comunicaciones indican la presencia de disonancia o discordia, o cuando éstas se atrancan en un impasse o callejón sin salida. El conflicto, como las resistencias en la terapia, son circunstancias normales de la vida o de las relaciones humanas.
Maniobra: Se refiere a los movimientos (como en el juego de ajedrez) que efectúan los comunicantes para redefinir, ventajosamente, las características de ciertas conexiones o para resolver los atasques en las comunicaciones.
Las Paradojas: Son las estrategias usada entre comunicantes, de enviar mensajes cuyos significados contradictorios terminan en problemas insolubles, confundiendo al recipiente y de ese modo controlándolo. La paradoja clásica siendo, decirle a un subordinado: "Yo te ordeno que me desobedezcas" — Si obedece, desobedece y viceversa.
Pues bien, de acuerdo a la obra básica, publicada por Bateson y Rush, Communication: The Social Matrix of Civilization (Comunicación: La Matriz Social de [la] Civilización), las comunicaciones entre todos los seres humanos están siempre siendo sujetas a los subterfugios y maniobras de los comunicantes que tienden a redefinirlas, creando, a menudo, tensión entre ellos. También de acuerdo a Bateson y Rush, en su teoría, mucha ansiedad, y aún síntomas de estrés se derivan de los impedimentos levantados en el campo de las comunicaciones por la presencia de paradojas (a menudo) impuestas intencionalmente.
Para ilustrar este concepto, retornemos por un instante, al ejemplo, susodicho, del profesor quien enseña a sus alumnos sin ningún problema y sin dificultades. Todo marcha bien. Cuando, de manera inesperada y sin preámbulo, un alumno levanta la mano y pide al profesor, con sarcasmo, no bien disimulado, en su voz, que repita lo que ha estado explicando, porque ostensiblemente lo está haciendo mal (el mensaje aquí siendo, que el profesor no sabe nada de la materia que está enseñando). Con esta simple maniobra, el alumno está comenzando a menoscabar la autoridad del maestro, y empieza a redefinir su posición de alumno, hasta entonces complementaria, como una simétrica y de importancia igual a la del profesor. El profesor, atónito por la sorpresa, se disculpa, tose (una meta-comunicación de trágicas posibilidades), se seca la frente (segunda meta-comunicación trágica), y falla, en sus esfuerzos, a explicar donde el "error" reside (ya que nunca lo hubo de todos modos) dejando al discípulo "rebelde" en la posición dominante, reduciéndose él a la de ser subordinado como asimismo lo como lo el resto de la clase.
El estudiante rebelde dominó, como ya veremos.
De esta manera sutil, el alumno rebelde ha ganado la posición dominante sobre el profesor, y el profesor ha sido disminuido al papel de ser otro alumno subordinado, más.
Esa noche, el humillado catedrático va a su casa, se toma más de los vodkas acostumbrados, le dice a la esposa que le duele la cabeza y, cuando se acuesta, no puede conciliar el sueño, evitando, al día siguiente, encontrarse con el alumno que magullara su prestigio.
Aplicación
En el trato con nuestros hijos, compañeros de trabajo y subalternos, muy a menudo nosotros urdimos paradojas similares, pero evitables, las cuales plantamos, sin reflexionar, como explosivos en campos minados, y que nos sitúan en la posición comprometida del profesor que ya viéramos.
¿Qué pudo haber hecho el profesor para no ser humillado?
Pudo haber efectuado algunas maniobras, basados en la Teoría misma de que habláramos.
Cuando el "ataque" empezó, el profesor pudo definir la situación enfatizando su posición dominante. Pudo decirle al discípulo que viniera a la pizarra (lo dio una orden) y que explicara en detalle su propio entendimiento del problema y del modo como se estaba elaborando. Habiendo hecho esa maniobra, él, entonces debió de haber solidificado su posición de persona en autoridad, invitando a la clase, a participar, "asistiendo" al estudiante "rebelde" en su propia equivocación.
Pero, ¿qué debiese de haber hecho el profesor, si (de veras) él hubiese estado equivocado? Simplemente, admitir el error, usar un poco de humor (meta-comunicación valiosísima), dar gracias al estudiante rebelde por su interés y continuar la charla, verificando su material didáctico más concienzudamente, para la próxima lección. En otras palabras: no es bueno meter la pata y exponerse gratuitamente al escrutinio de otros.
Intencionalmente, en este ejemplo, no definí el término meta-comunicación, porque habiéndolo usado tácitamente, yo indiqué, que se refiere a comunicaciones virtuales que impiden o que facilitan las comunicaciones.
Para la disciplina con los niños (o con quien sea, ya que no importa), lo que la Teoría nos enseña es que existe un método más elegante y útil para responder a las tensiones interpersonales, que elimina las paradojas y las maniobras que conducen al castigo, a los conflictos, a la discordia, a las reprimendas, a las pérdidas de ventas, oportunidades o a las pelas.
La Teoría de la Comunicación es vital para el éxito en todo aspecto de la vida en una especie social como es la nuestra. Quien la comprenda y sepa aplicarla será quien más éxito obtendrá en su existencia.
Finalmente, a mí me parecería presuntuoso escribir un artículo acerca de la disciplina como si ésta fuese un tema simple, ya que no lo es. Lo que, espero haber logrado es estimular la curiosidad del lector para aprender fundaciones teóricas y básicas, acerca de lo que ocupa sus labores cotidianas y para estimular su desarrollo y entendimiento interpersonal. En otras palabras, para aprender más y comunicarse mejor con resultados ventajosos en todo sentido, incluyendo el pecuniario y emocional.
Bibliografía:
Suministrada por solicitud.
Imagen
Flagelación.
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca