- Estructura de la leptina
- Tejidos productores de leptina
- Participación de la leptina en diversas funciones fisiológicas
- Efecto de la leptina en el sistema nervioso simpático y glándulas endócrinas
- Factores que producen variación en los niveles de leptina sérica
- Perspectivas de aplicaciones futuras de la leptina
- Bibliografía
Resumen
La leptina es una hormona de 146 aminoácidos producida a partir de un precursor de 167 aminoácidos, cuya identificación ha revolucionado los conocimientos fisiológicos sobre la regulación del peso corporal. Tiene su origen en diversos tejidos, principalmente en el tejido adiposo y es secretada a la circulación sanguínea, por donde viaja hasta el cerebro y otros tejidos, causando pérdida de grasa, disminución del apetito u otras funciones, dependiendo de las células blanco. Para poder realizar sus funciones la leptina debe unirse a sus receptores específicos, localizados en distintos órganos, existiendo por lo menos 6 isoformas de estos receptores. Por otra parte, se ha descrito en las personas obesas un estado de resistencia a la leptina que se caracteriza por una pérdida del balance energético a pesar de tener una mayor concentración de leptina tanto en suero como en líquido cefalorraquídeo. Esta resistencia se ha explicado con base en la saturación del sistema de transporte hematoencefálico de la leptina o bien en alteraciones en los receptores. En cuanto a los niveles de leptina sufren importantes variaciones lo que sugiere una modulación multifactorial de su secreción. A partir del descubrimiento de la leptina en 1994 se han realizado una gran cantidad de investigaciones que han permitido dilucidar la complejidad y diversidad de funciones de esta proteína. Existen enormes perspectivas de llegar a utilizar leptina endógena para el tratamiento de la obesidad, padecimiento de gran incidencia, sobre todo en los países industrializados.
Palabras clave: Leptina, gen Ob, receptor Ob, balance energético, obesidad, hipotálamo, índice de masa corporal.
Introducción
Los complejos sistemas que regulan la fisiopatogénesis de la obesidad han sido objeto de intensas investigaciones en los últimos años. Esto se debe a que la obesidad es un trastorno de elevada prevalencia a nivel mundial, sobre todo en los países industrializados y está considerado como uno de los principales problemas de salud.
Un balance de energía positivo que conduce a la obesidad parece derivar de la combinación de diversos factores ambientales y neuroendocrinos, aunados a una cierta predisposición genética, en algunos casos.
Hace más de cuatro décadas Kennedy (1953) propuso la existencia de un mecanismo de regulación de la grasa corporal por medio de una señal producida por los mismos adipocitos.1
En 1978 los estudios de Coleman y casi diez años más tarde Hervey y colaboradores, detectaron la presencia de un factor circulante que regulaba la magnitud de los depósitos corporales de grasa y el balance energético.
En diciembre de 1994, el equipo de Friedman clonó exitosamente el gene OB en el ratón y su homólogo humano e identificó su producto proteico: la hormona leptina. Este descubrimiento constituyó uno de los más importantes avances en la investigación de la fisiopatología de la obesidad. 2
El nombre de leptina deriva de la raíz griega leptos que significa delgado, lo que se debe a su evidente función en el control del peso corporal a través de la regulación del apetito y la termogénesis. En condiciones normales cuando se produce un aumento de grasa en el organismo, la leptina actúa sobre el hipotálamo para disminuir el apetito y aumentar el metabolismo basal. En las personas obesas aumenta la secreción de leptina llegando a alcanzarse valores cuatro veces mayores que en los no obesos, lo cual refleja un estado de resistencia a la leptina.3,4
A partir de su descubrimiento la leptina ha sido objeto de un gran número de investigaciones que han dilucidado el complejo mecanismo que implican sus efectos en el organismo, sabiéndose actualmente que sus funciones son mucho más amplias que las de intervenir en el balance energético.
La leptina se produce a partir de un precursor de 167 aminoácidos, con una secuencia señal de 21 aminoácidos que se escinde antes de que la leptina pase a la sangre (figura 1).
Los primeros 21 aminoácidos del precursor se separan, dando origen a la leptina activa a partir del aminoácido 22 y hasta el 167. Dentro de la secuencia, el color azul claro indica una región oculta de baja complejidad.
Tomada de Database: oasis_sap.v1.54
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