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Desarrollo y alteraciones del patrón vascular renal

Enviado por Carlos Montes


Partes: 1, 2

    1. Anomalías del patrón vascular renal
    2. Renal vascular lesion in diabetetic patients with chronic renal failure

     Artículo: Qais Al-Awqati, M. D.  Departamento de medicina, Colegio de médicos cirujanos de Columbia University, 630W 168th St., Nueva York 10032, USA.

    Desarrollo vascular durante la organogénesis renal.

    El desarrollo del riñón comienza cuando la yema renal, que proviene del conducto de Wolff, invade el mesénquima metanéfrico e induce a la diferenciación dentro de la nefrona. Morfológicamente las células del mesénquima metanéfrico se ven en forma de uso y están ampliamente separadas por la matriz extracelular. Si bien esto implica que las células son homogéneas e indiferenciadas, eso no es cierto. Luego de unas horas, estas células reciben instrucción de la yema renal y comienzan a formar epitelios y formar la nefrona. Además el riñón maduro contiene endotelio y células musculares lisas y en el estroma células neuronales. ¿Son todas estas células procedentes de un solo tipo de células, células madre  pluripotenciales capaces de generar todos los componentes del riñón, epitelio y estroma vascular, o, dichas células proceden de diferentes linajes predeterminados?

    éste es el problema central de la organogénesis del riñón. Su solución no sólo es embriológica, sino también tiene significación clínica. Recientemente se ha descubierto que los nervios en adultos system1 y liver2 contienen células madre pluripotentes, y planteamos  la posibilidad de que el riñón adulto también podría albergar sus propias células madre. La falta de suficientes riñones para trasplante plantea un imperativo para los investigadores: riñones que crezcan in vitro. La identificación y clonación de células madre es fundamental para esta empresa.

    Sin embargo, antes de soñar con este proyecto, es importante la identificación de las fases de transformación del mesenquima aparentemente indiferenciada. Estudios anteriores han demostrado que las estructuras epiteliales de la nefrona se derivan de una célula madre ubicada en el mesénquima metanéfrico. La progenie de cada célula es capaz de poblar toda la nefrona y los tubos colectores.

    Recientemente Barasch ha identificado un conjunto  de factores: factor de crecimiento fibroblástico y LIF (factor inhibitorio de la leucemia) secretados por  la yema renal que convierte este tipo de células epiteliales en una estructura. El pontencial de diferenciación se restringe después de tal forma que la progenie de las células hijas de las células madre rellena sólo un segmento de la nefrona. Estas células precursoras expresan pax-2 y WNT 44, y es menester que se investigue con mayor detalle en el futuro. 

    Esto significa que el complemento diferenciado de los genes debe ser catalogado en función del tiempo. Si bien ese esfuerzo parece improbable hasta hace unos años, el desarrollo de la  genética  a gran escala, hacen de éste un objetivo realista.  

    El desarrollo del láser microdisección de las células individuales de los tejidos seguida por la extracción de RNA de estas células permitirá la identificación de la etapa específica en que los genes desarrollan uno u otro linaje. Lo que se necesita ahora es identificar las etapas concretas en que se desarrolla el epitelio o células del estroma. En este contexto, los estudios de Naruse publicaron un magnífico análisis histoquímico de varias proteínas humanas durante la glomerulogénesis.

    El origen y el desarrollo del patrón vascular renal ha recibido una atención cada vez mayor.  Sariola ha descubierto que cuando los riñones embrionarios de ratón son trasplantados en la membrana alantoides de codorniz, las células endoteliales glomerulares se originan de codorniz. Esto llevó a una conclusión de que la red vascular renal es el resultado de la invasión células vasculares exógenas. 

    Sin embargo una discreta población de células en el mesénquim metanéfrico expresó Flk-1 (el receptor del factor de crecimiento endotelial vascular) que sigiere la presencia de precursores (angioblásticos) de células endoteliales en el mesénquima metanéfrico antes que las células endoteliales puedan ser detectadas de lo que se deduce que el desarrollo del patrón vascular renal se produce a partir de las células endógenas del riñón. Tal vez algunos de los componentes de patrón vascular renal surjan de la angiogénesis, por ejemplo la arteria renal y sus principales ramas mientras que los capilares glomerulares y peritubulares surgen de la vasculogénesis.

    VERSIÓN EN INGLéS:

    Development of vascular elements during renal organogenesis

    Development of the kidney begins when the ureteric bud, an outgrowth of the Wolffian duct, invades the metanephric mesenchyme and induces it to differentiate into the structures of the mature nephron. Morphologically, the metanephric mesenchyme is composed of cells that look spindle shaped and are widely separated by spaces occupied by the extracellular matrix. While this implies that the cells are homogenous and "undifferentiated," nothing could be further from their reality. Within a few hours these cells, under the instruction of the ureteric bud aggregate, convert to epithelia and start forming the nephron. In addition, the mature kidney contains endothelium and smooth muscle cells, as well as stromal and neuronal cells. Are all of these cells derived from a single cell type, a multipotent stem cell capable of generating all the components of the kidney, or do epithelial, vascular and stromal cells come from different predetermined lineages?

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