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Las Corrientes de Misterios (página 3)


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Desde la muerte de Cristo, y tras su enfrentamiento y victoria sobre los Asuras Arcoontes en el Hades, la Tierra se convirtió en un sol en potencia, "se rompió el velo del templo" y la implosión de su cuerpo y la liberación de su Yo Espiritual rompieron las barreras del Hades creadas por los Asuras, produciéndose la ruptura del umbral. Desde entonces los Asuras perdieron su hegemonía, que solo persiste en el plano físico y que se debilita en el etérico y en el astral inferior, y que a partir del astral medio y superior quedan totalmente superados por las Jerarquías Positivas. Las energías de LuzAmor, Sabiduría Cósmica y fuerzas de regeneración del Cristo Etérico, que vela por todas sus criaturas, son entregadas a todo aquél que sufre y lo necesita. El aspirante cristiano que llegue a purificar sus cuerpos etérico y astral, entrará a formar parte del Cuerpo Místico energético del Cristo y quedará sustraído a las influencias de las entidades opositoras, entrando en la Red Etérica en torno al planeta donde reside el Espíritu de Vida de Cristo, y que se formó a partir de la sangre eterizada que fluyó en su momento de las heridas de Cristo en el Gólgota.  

Los Nuevos Misterios y la Piedra Fundacional 

En esta Epoca del Alma Consciente las antiguas corrientes Oriental y Occidental, unidas en su momento por Parsifal, podrán revelar al mundo la sabiduría del Grial, a través del estudio y aprendizaje de la doctrina antroposófica, mientras que la Corriente del Sur transciende el llamado pecado original a través de la nueva Cristiandad resucitada del Rosicrucianismo. Ambas escuelas juntas, el conocimiento de Cristo y la voluntad crística, impregnados por Su Amor, podrán enfrentarse conscientemente y vencer a los Asuras destructores.  

Si la Antigua Luna fue un cosmos de sabiduría, la tierra ha de convertirse en un cosmos de amor, y "El amor es el resultado de la sabiduría renacida en el yo" (Steiner). La semilla del Amor en los corazones será la base de los Nuevos Misterios, que habrá de pasar por medio del yo. El alma consciente se desarrolla cuando el yo despierta en la voluntad y hace el bien. En los Nuevos Misterios es uno el que debe de esforzarse y asumir el peso de su propia responsabilidad, a partir de su propio yo, para seguir un camino de desarrollo que uno mismo debe de encontrar por sí mismo. 

Tal y como decíamos al principio del presente artículo el Congreso de Navidad de 1923, desarrollado por Rudolf Steiner como representante terrestre y con la presencia espiritual de Christian Rosencreutz como representante del mundo espiritual, y la meditación de la Piedra de Fundación supusieron un momento histórico transcendental, al anunciarse los Nuevos Misterios, en los que ya cada discípulo debe de asumir su propia responsabilidad, y sobre la base de su propio yo esforzarse y sacrificarse para poder llegar al umbral de su propia realización y encontrarse con su ser crístico. Mientras que los Antiguos Misterios habían venido dando al aspirante y al discípulo todo tipo de instrucciones acerca de lo que debía de hacer a cada momento, y en todo caso eran los instructores los que determinaban cuando uno estaba preparado y maduro para la Iniciación, en los Nuevos Misterios es cada uno el que debe de encontrar el camino por sí mismo, con toda libertad y responsabilidad. 

En dicho Congreso de Navidad y en los meses siguientes Rudolf Steiner pronunció una serie de conferencias y charlas sobre los antiguos misterios, y sentó las bases para los Nuevos Misterios del Cristo Etérico, cuya escuela fue denominada Escuela Libre Superior de la Ciencia Espiritual. Fue inaugurada la Piedra de Fundación que, depositada en los corazones de las personas, dará sus frutos alquímicos de sabiduría y de bien, y ella misma se constituye en el compendio de toda la Antroposofía. 

 

Por

Emilio Sáinz Ortega   

Director de Redacción de

  

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