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Cuantos, masas y energías

Enviado por Fandila Soria


Partes: 1, 2

    1. Velocidad y fragmentación
    2. Constante de planck y estructura fotónica
    3. La constante G como cuanto gravitacional y teoría de la presión ondulatoria
    4. Origen y generaciones de partículas
    5. Relación entre G y h
    6. Ecuación de la energía
    7. El espacio tiempo
    8. Agujeros negros
    9. Relaciones

    1.- INTRODUCCIÓN.

    1.1. –Las fronteras cuánticas.

    Los cuantos se establecen como los módulos estándar de la transformación material.

    En cualquier proceso existen unas constantes que aseguran su invariabilidad pese a la versátil incertidumbre del espacio tiempo.

    El tiempo que nos toca limita nuestra existencia al ámbito estructural de relaciones dentro de unos márgenes de dimensión. Siempre existirá una frontera insalvable a nuestro conocimiento por la imposibilidad de adecuarnos a su escala ya sea en lo ascendente o en lo descendente. Por ello desconocemos la cuantificación íntima de los propios cuántos, y cuales puedan ser las nuevas cuantías que los cuantifican. Supuestamente, si las estructuras materiales se conforman por acumulación de otras, han de existir otros ladrillos estándar para su construcción. Cuántas veces creímos haber llegado al elemento fundamental último, para descubrir luego que sólo era una apariencia. Sin entrar en discusiones sobre si el fraccionamiento material es o no ilimitado, lo que si es seguro que ha de estar mucho más lejos y no en la relativa cercanía a nuestros limites cuánticos. Basta la mera existencia de las llamadas materias oscuras para colegir que nuestro micro no lo es todo sino todo lo contrario. La materia normal o bariónica es una porción pequeña del todo; algo así como el resultado selecto de una inmensidad, como el culmen presente de la acción combinatoria. Y es que esa mayoría material antecesora no podría esfumarse, y ha de permanecer ahí como un potencial excedente, más que nada energético, en cuanto que la energía se refiere a la materia más fragmentada y sutil.

    Si analizamos una partícula como la combinación de otras (subpartículas) no necesariamente iguales, llegaremos a la conclusión de que el cuanto material se relacionará por sus posibles factores con arreglo a un máximo común múltiplo o mínimo común divisor. Y de tratarse de una acumulación igualitaria de elementos, huelga decir que el cuanto mayor será proporcional a la suma de todos ellos.

    Para detectar la dimensión inframicro se habrá de tener en cuenta esta cuantificación de los cuantos, como la manera de determinar si los supuestos de similitud entre materias visibles y no visibles es acertada, o si en realidad sólo son parecidas pero compatibles según nuevos parámetros transformantes. Seguramente no haya más diferencia que el grado de transformación estándar según el espacio tiempo. De no ser así, la gravedad no tendría sentido.

    ¿No será la energía la acumulación del tiempo? Por las trazas, que sí parece venir resumida a una línea de acción cuyo movimiento es equiparable a su tiempo, la existencia que se potencializa en el enroque recluido de sus propios ámbitos. Si la masa es algo tan falaz como la relación entre los gránulos de acción y la velocidad, ésta viene a ser lo mismo de engañosa. Qué nos resta entonces sino el tiempo. Más, de considerarlo a la inversa el resultado es el mismo.

    Pensar en un origen, como la incertidumbre inmota probabilística hacia arriba o hacia abajo, a izquierda o derecha, o mejor que se diga, entre dos opciones, la inmovilidad y el movimiento, derrocha la misma sensatez que la incierta decantación entre el punto y la línea. Es ahí, en la diferencia, en el salto cualitativo donde radicaría el ser, la linde definidora de la materia. Sin embargo, no hay manera de definir un origen. Principio, ser, y final, son el presente.

    Si la imperfección de la simetría es causa del movimiento, dicha imperfección no puede ser ajena a la cuantificación en número de las estructuras. Las rotaciones de carga, los sentidos de movimiento, la oscilación misma es el resultado de esa decantación fundamental que habría de ser equilibrio, pero no lo es, por la pequeña inexactitud primordial en la transformación entre la línea y el punto. Un punto gordo desde luego. La clave está en el número p.

    1.2.- Masa y energía.

    La energía es un concepto abstracto que significa la acción.

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