- Introducción
- Orígenes
- Etimología
- Características
- Tipos de gladius y sus diferencias
- Los Triunviros dueños indiscutidos del mundo Romano
- La renovación del Triunvirato
- La Guerra Civil y el fin de la alianza
- Bibliografía
Introducción
La Gladius no sólo fue la espada legionaria, también fue una espada legendaria. Recuentos históricos nos hablan del terror que los demás pueblos sentían en el campo de batalla ante ésta formidable arma.
Sin embargo los Romanos no eran ajenos a este pavor, ellos mismos lo habían sufrido en el pasado al encontrársela por vez primera durante la Guerra Púnica -siglo III AC-.
Cuando estas mortales espadas eran empuñadas por los Celtíberos, quienes causaron tantas bajas y heridas que los generales Romanos no lo dudaron y decidieron adoptarlas inmediatamente.
Un ejemplo de su efectividad lo obtenemos de los épicos recuentos de Livio los cuales nos dan una imagen descriptiva y detallada del terror que los Macedonios sufrían al ver las heridas infligidas a sus camaradas por los Romanos.
Pero qué era lo que hacía mortal a la gladius. Ni más ni menos el que ésta era ideal para las legiones Romanas.
La gladius era una espada para ser utilizada en equipo, por una tropa disciplinada y obediente, cuyo ataque rápido y mortal daba una ventaja sin igual.
La gladius no fue tan solo un mera arma sino que también fue el reflejo de una época, la época dorada de Roma. Como hemos dicho era una pieza de armamento que debía de ser utilizada por una tropa obediente, de lo contrario su efectividad, si bien útil, se reducía en gran medida.
Esto hace que no nos sorprenda el que fuera reemplazada por la spatha cuando el caos sumió a Roma y las legiones ya no eran lo que alguna vez fueron, disciplinadas y entrenadas como en los tiempos de gloria Imperial.
En este artículo veremos no solo las características técnicas. Sino que también analizaremos las diferentes ventajas tácticas que la gladius le ofrecía a las legiones. Muchas veces estas ventajas eran críticas para lograr la victoria. También observaremos un análisis estratégico sobre su utilidad y uso.
Orígenes
Actualmente se consideran cuatro tipos, o variantes, base de gladius. La gladius Hispaniensis -la más antigua y heredera directa de las portadas por los Celtíberos-; la gladius Mainz -Maguncia- sucesora de la primera; la gladius Fulham y la gladius Pompeii.
Los nombres, o si así lo prefieren denominaciones, de cada variante de la espada, por cuestiones obvias, no son idénticos a los utilizados por los Romanos en su tiempo, salvo el de Hispaniensis. Cada tipo de gladius fue nombrado en base al lugar geográfico donde ha sido hallada, arqueológicamente, la primer pieza de dicha variante.
En la actualidad nos encontramos con que hay un gran debate y confusión sobre el nivel de parentesco entre la Mainz y la Hispaniensis.
Durante muchas décadas algunos estudiosos llegaron a creer que ambas eran la misma espada, solo que con simples variaciones en la hoja.
Sin embargo actualmente esta idea ha sido abandonada y se ha optado por concluir que la Mainz, sucesora de la Hispaniensis, es en realidad una espada puramente Romana.
Si bien claramente fuertemente basada en la Hispaniensis, sus elementos y forma son claramente propios de Roma y sus necesidades.
No hay una confusión así con las variantes Fulham y Pompeii. Ya que sabemos, con seguridad, que son variaciones de la Mainz que se fueron dando con el tiempo, y sobre todo con los cambios estratégicos en la manera de hacer la guerra.
Si bien tenemos algunas con puntas más cortas y diferente moldeado de hoja, otras con hoja acinturada y variaciones en la empuñadura. Es indudable que al fin todas son correspondientes al mismo tipo de espada.Pero veamos dónde y cuándo es que los Romanos la descubrieron por vez primera. Esto ocurrió en el siglo 3 AC, en pleno calor de la Guerra Púnica, cuando las tropas de mercenarios de la Hispania, comandados por Aníbal, lograron hacer tales estragos en las filas Romanas que varios legionarios se negaban a continuar luchando.
Esta espada presentaba un tipo de combate totalmente diferente al visto hasta el momento. Era ideal para formaciones compactas y cerradas de ataque frontal -algo que a los Romanos les agradaba en exceso-.
Su utilización no sólo era eficiente en el ataque de penetración y perforación, ataque para el que esta espada fue creada, sino que también era una excelente espada de corte cuyo doble filo daba una ventaja sin igual. Estas y otras razones fueron más que suficientes para que los ejércitos de la Urbe las adoptaran sin dudarlo.
Etimología
Si bien la palabra gladius nos trae a la mente a los gladiadores, esta espada no tiene nada que ver con estos combatientes.
En el combate los gladiadores utilizaban unas largas dagas de unos 30 centímetros. Gladius, en Latin, significa ni más ni menos que espada.
Mucha gente suele confundir conceptos e interpretar gladius como gladiador.
Pero gladiador significa simplemente "espadachín". También suele existir confusión con los gladíolos, cuya flor asemeja pequeñas espadas. Gladíolo -gladiolus- significa, aproximadamente, "espadita" y obtiene este nombre por la peculiar forma de sus hojas puntiagudas.
La gladius se convirtió en una espada tan popular y extendida por el Imperio que cuando fue reemplazada la palabra "espada" -gladius- ya se había convertido en su nombre propio.
Por lo que su heredera, la spatha, daría el nombre genérico a las espadas. Pero la gladius, como una reina entre las espadas, conservaría su nombre para si misma.
Reliquia histórica. Esta gladius se conserva en el museo Speyer y a pesar de los miles de años que han pasado por su hoja y empuñadura aún mantiene la elegancia y porte de una digna espada Romana. |
Características
En el campo de batalla: Como hemos mencionado la gladius es una espada excelente para formaciones compactas. Su cruce de hoja romboide le daba una estabilidad óptima para ser alineada con el codo y el hombro en un ángulo de 90 grados, correr el largo escudo -Scutum-, y provocar una herida perforante en el abdomen del enemigo, que en la gran mayoría de los casos si no mataba instantáneamente lo hacía posteriormente.
Su tamaño, de unos 60 centímetros, la hacía ideal para esta tarea. En si la ventaja táctica de no estaba, enteramente, en la destreza personal del combatiente.
Sino en la disciplina de la fila de hombres.
Cuyo ataque primario consistía en protegerse de forma mutua con sus escudos y, corriendo éstos ligeramente para crear una diminuta abertura, apuñalar a sus contrincantes.
Dicha estrategia los hacía no sólo mortales sino que también les otorgaba una defensa superior. Tal estrategia se puede ver claramente durante la Guerra de las Galias.
Las legiones de César, atacando de forma compacta y escalonada, podían sincronizar las filas para rotar, durante el mismo combate, a los hombres agotados y heridos de las primeras lineas por hombres frescos de las traseras.
Esto ponía en serios problemas a los desorganizados Galos que debían enfrentarse constantemente contra hombres frescos y de espíritu renovado. Sin embargo decir que la gladius era útil sólo en combate cerrado sería una injusticia para con tan formidable pieza bélica. Esta no sólo era útil en el ataque de perforación.
Por ejemplo si ocurría un flanqueo por parte del enemigo y la estructura compacta de la cohorte se veía comprometida, la gladius servía perfectamente como una espada de lucha y corte, dándole así al legionario la oportunidad de seguir combatiendo, eficientemente, en caso de que las cosas no resultaran como el General o Centurión lo desearan.
La hoja: La hoja de la gladius era su principal y más importante ventaja.
Su diseño variaba dependiendo del tipo de gladius pero mantenía una línea general. Veamos sus características principales: De unos 60 centímetros de largo, Hecha de hierro tratado por carbunización -como la galvanización actual pero con carbón- Hoja de doble filo, de cruce de hoja romboide.
Esto la hacía un poco más pesada pero le daba la estabilidad necesaria para un ataque alineado con el codo Diseñada para perforar.
Pero Además era eficiente en combate cortante Recta y ancha, pero esto variaba dependiendo del tipo. Algunas gladius tenían su hoja acinturada Punta en V alargada, esta era su principal característica de perforación.
El largo de la punta le otorgaba menor superficie de contacto y por ende menor roce. Ideal para traspasar una cota de mallas o un escudo de madera.
La empuñadura: Era regla que, a diferencia de las espadas largas medievales, se hiciera aparte de la hoja. Esta generalmente podía ser de madera aunque versiones más distinguidas, para rangos más altos, la tenían de hueso o marfil. Las que se hacían con madera generalmente eran tratadas con distintos aceites para evitar que la madera se pudriera y además darle una mejor textura y resistencia.
El pomo, es decir la pelota que aparece al final de la empuñadura de la espada, era esférico -salvo en algunas Pompeii que era un círculo chato- cuya función era la de evitar que la espada se zafara de la mano del legionario.
Al guarda-mano, o sea figura romboide que está entre la empuñadura y la hoja, y que protege la mano del soldado, generalmente se le colocaba una pieza de latón. De esta manera si se entraba en un combate de espada contra espada intenso y se sufría un golpe recto en el guarda-mano propio, la espada enemiga no atravesaría la madera infligiendo un daño terrible en la mano del legionario que la empuñaba.
Más allá de que en algunas películas se muestren las empuñaduras de las gladius talladas y decoradas esto era extremadamente raro.
Y el hecho de que la gran mayoría fueran de madera, lamentablemente, hizo que sólo una extremadamente pequeña cantidad de empuñaduras lleguen a nuestros días. Un detalle que se hace reconocible instantáneamente en las gladius es que el mango de la empuñadura estaba formado por medios círculos pegados unos con otros.
Esto no era meramente decorativo sino que le otorgaba un agarre y comodidad sin igual, además de limitar o eliminar la posibilidad de que corriera la mano por el mango tras un golpe fuerte.
Diferentes tipos de empuñaduras con sus pomos -esferas de arriba-; sus mangos -el centro acanalado-; y sus guarda manos -la unión entre la hoja y la empuñadura-. |
Tipos de gladius y sus diferencias
Aquí veremos algunas observaciones sobre cuáles eran las diferencias entre los diferentes tipos de gladius. Para esto nos valeremos de dos excelentes gráficos que nos detallarán en gran medida en que variaba cada uno. Las espadas están acomodadas de la siguiente manera de izquierda a derecha: Mainz, Fulham y dos Pompeii.
A primera vista vemos que la Mainz presentaba un leve acinturamiento en la hoja -es decir que los filos eran paralelos y curvados y no paralelos y rectos-.
Esto marca su parentesco más cercano con la Hispaniensis que como apreciaremos en el siguiente gráfico presentaba una cintura considerable.
Vemos que la Fulham tiene una hoja menos ancha y un poco más corta, pero su punta es considerablemente más larga. también notamos una disminución en el pomo de la Fulham, si bien esto es relativo ya que el pomo incluso variaba de espada a espada.
Al ver las siguientes dos espadas -que son dos Pompeii- vemos como ya se comienza a abandonar la punta en V extremadamente alargada, se mantiene el ancho de hoja de la Fulham, pero se aumenta su largo y justamente con este aumento de longitud y disminución del largo de la punta esto nos indica que ya era una espada más de combate por corte, si bien su utilización seguía siendo primordialmente para dar muerte por penetración.
En el siguiente gráfico podemos ver una comparativa notable de las hojas de los diferentes tipos de gladius.
Los Triunviros dueños indiscutidos del mundo Romano
Si bien en un principio fue visto como una amenaza por Antonio la realidad era que de los Triunviros en sus inicios Octavio era el más débil de todos. No obstante, gracias a su habilidad política y rapidez mental esto no sería así por mucho tiempo. Ya en Roma Octaviano continúa avanzando y fortaleciendo su posición, para esto sigue valiéndose de las proscripciones, aunque a un ritmo mucho menor comparado con las anteriores.
Mientras Antonio se encontraba con su nuevo amor, Cleopatra, quien lo manejaba fácilmente e intentaba utilizarlo para cumplir sus ambiciones personales, la esposa de Antonio, Fulvia convencería a su cuñado, el mismísimo hermano de Antonio, de iniciar un levantamiento en Italia. Este levantamiento no sería difícil de conseguir, miles de desposeídos a causa de las proscripciones y expulsiones se encontraban en un estado de rebelión y cualquier excusa hubiera sido suficiente para hacerlos estallar en armas.
Como si todo esto ya no fuera poco, además, los que no habían sido expulsados debían soportar el desgaste económico y la inflación producto de años marcados con conflictos internos y guerras civiles. Es entonces que en la ciudad etrusca de Perusia (Perugia) -41 ac- se inicia la primer gran revuelta desde la Batalla de Filipos. Octavio, sin más remedio, debe responder militarmente ante la insurrección. Gracias a la calidad militar de Agripa, el hombre de mayor confianza y mejor amigo de Octavio, es que se logra triunfar sobre los insurrectos.
Sin embargo, esto daña fuertemente las relaciones entre Octaviano y Antonio, llevando a que ambos entren en un enfrentamiento bélico que amenazaba con iniciar una nueva guerra civil. Es imposible saber que ocurrió realmente, aunque sí contamos con dos versiones muy fuertes del por qué sucedió este episodio.
La primera es que Fulvia, la esposa oficial de Antonio, viendo a su marido claramente enamorado de otra mujer, sedujo al hermano de éste como último recurso para asegurarse una tajada del poder Romano. Cleopatra, al ver lo ocurrido, utilizaría la respuesta militar de Octavio en favor de ella para así lograr que Antonio sacara del tablero a Octavio con una acción militar contundente. La segunda posible versión de lo ocurrido es que Octavio creyera que este levantamiento fuera en realidad un ardid planeado por Antonio con el fin de dañar su imagen y sacarlo del poder. De las dos versiones, sin embargo, es la primera la más aceptada.
Sea la versión que sea algo es seguro: este levantamiento dañó fuertemente la relación entre Antonio y Octavio al punto de que Antonio, movido por los consejos de Cleopatra, desembarcara un ejército en Brindisi sitiando las tropas de Octaviano.
El destino quiso, nuevamente, que los ejércitos de ambos no quisieran enfrentarse, obligando a los generales a negociar -jugando un papel importante también el que el Rey Pacoro, de Oriente, le estuviera dando serios dolores de cabezas a Antonio-. De este acuerdo nace el pacto de Brindisi (40 aC) donde se divide el mundo en esferas de poder: Octavio dominaría sobre Occidente; Marco Antonio sobre Oriente y Lépido sobre Africa.
Para sellar esta nueva reconciliación se arregla un matrimonio por interés entre Octavia, la hermana de Octavio, y Marco Antonio. La unión duraría un total de cuatro años y Octavia le daría dos hijas, ambas llamadas Antonia. Dicho matrimonio consistiría en el constante choque de mundos entre ambos. Octavia, culta y refinada preferiría pasar su tiempo escuchando a filósofos en Grecia; Marco Antonio, un hombre al que solo le importaba la guerra y los placeres carnales, preferiría volver a su vida antigua junto a Cleopatra.
Por esta razón enviaría a Octavia a Roma y el volvería junto a Cleopatra. Iniciando una guerra contra Persia, conflicto que diezmaría gran parte de su ejército.
Es en este punto de la historia donde comienzan a definirse los eventos que llevarían a Roma hacia una nueva guerra civil. Antonio contrae matrimonio con Cleopatra y declara a los dos hijos de ésta como herederos, en especial a Cesarión quien es nombrado Príncipe heredero de Egipto y Chipre.
La renovación del Triunvirato
Quizás sin quererlo ambas partes se verían obligadas a realizar una negociación temporal a causa de un peligroso hecho que llega cuando el bloqueo de grano, llevado a cabo por los piratas de Sexto Pompeyo, se eleva a un punto tal que la erradicación de éste rebelde era absolutamente necesaria. Desafortunadamente, para Octavio, su primer intento resulta en un rotundo fracaso, debiendo recurrir a Antonio por ayuda.
Esta ayuda se da a cambio de una prórroga de cinco años al Triunvirato, firmada en Tarento (38 aC). Gracias a esto Octavio logra contar con 120 navíos suministrados por Antonio los cuales, puestos al mando de Agripa, sirvieron para invadir las bases de Sexto Pompeyo en Sicilia. El 3 de Noviembre del 36 aC en Nauloco se lograba eliminar la escuadra del hijo de Pompeyo Magno. Lépido, de quien hacía rato se sospechaba una amistad con S. Pompeyo, intentaría oponerse al heredero de César, quien lo despojaría del poder triunviral y debe exiliarse a Circei, en el Lacio -36 aC-.
Al tiempo que Antonio abandona definitivamente a Octavia pidiendo el divorcio. Con los piratas erradicados el grano comenzaba a fluir nuevamente en los graneros de Roma. Una suerte de renacer económico descongeló capitales y una a serie de políticas eficaces ganaron el apoyo popular a Octavio.
Estas políticas consistieron en la asignación de tierras, esta vez fuera de Italia, a veteranos de guerra y un astuto plan de construcciones públicas, coordinado por Agripa, que llevó a la construcción de acueductos y estructuras públicas.
Era notable a este punto la evolución y maduración de Octavio, quien se viera embestido con un gran poder desde muy joven. Sus acciones ya no eran pasionales y pasaban a ser racionales, ciertamente Octavio comenzaba a convertirse en el Augusto que la historia ha inmortalizado.
La Guerra Civil y el fin de la alianza
Para este punto particular de la historia los dominios romanos estaban divididos entre Oriente y Occidente. Mientras Octavio se encargaba de apoyar la agricultura y la integración de las provincias a Roma en Occidente, Marco Antonio se ocupaba de campañas militares y de la reorganización de Egipto. A la vez, Octavio afirmaba fuertemente su poder político utilizando el nombre Caesar Divi Julii Filius. Octavio comienza entonces a llevar a cabo una política agresiva de desprestigio y quita poder a su contrincante político.
Seguido por una escolta armada echaría del Senado a 400 partidarios de Antonio -incluso los dos Cónsules, instalando dos que lo favorecieran a él-; sería llamado Dux por el Senado y haciendo algo considerado impensable obliga a las Vestales a entregar el testamento de Antonio -del cual hoy en día se tienen dudas sobre su veracidad-, tras lo cual lo lee ante la Asamblea de la Plebe que escucha indignada la favorecida posición en la que se encontraba Cleopatra -Antonio entre otros acuerdos le deja parte de provincias Romanas en Oriente y una cuantiosa fortuna a ésta y sus hijos-.
Enfurecidos por la traición Antonio es destituido de su poder de Triunviro y se le declara la guerra a Cleopatra -guerra Ptolomeica, como es conocida actualmente- por apropió de posesiones romanas. El 2 de Septiembre del 31 ac frente al golfo de Ambracia y el promontorio de Actium -Grecia-, las naves de Octavio al mando de sus jefes militares Agripa y Tauro lograrían infligir fuertes bajas en la flota antoniana luego de una osada pero remunerante maniobra.
La batalla fue de tal magnitud que miles murieron, Antonio y Cleopatra abandonan a sus hombres a la suerte y se suicidan al poco tiempo. Las tropas y legiones antonianas comienzan a capitular ante Octavio, el cual quedaba como único dueño del mundo. Con esto nacería El Imperio.
Bibliografía
PETIT, EUGENE: TRATADO ELEMENTAL DE DERECHO ROMANO, Editora Dalis, 1998
http://www.imperivm.org/ (La mejor pagina de la historia del Imperio Romano)
Autor:
Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo S.
"NO A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD DE INFORMACION"®
Santiago de los Caballeros,
República Dominicana,
2015.
"DIOS, JUAN PABLO DUARTE Y JUAN BOSCH – POR SIEMPRE"®