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Las imágenes del futuro y el problema del tiempo en Inuyasha

Enviado por Ernesto Vera


Partes: 1, 2

    1. Límites de la teoría occidental
    2. Las imágenes del futuro y el problema del tiempo en Inuyasha
    3. Visión Oriental vs. visión Occidental
    4. En conclusión.
    5. Bibliografía

    edu.red

    E N S A Y O

    Aome Higurashi es una joven de 15 años que vive en el moderno Japón de 1996. Junto con su abuelo, su madre y su hermano Sota, viven junto a un templo que la familia ha cuidado por generaciones.

    Cierto día, Sota se encuentra buscando a su gato Buyo que se metió en la habitación del templo donde tienen un pozo. Aome resuelve ir por el gato al ver a su hermano acobardado. En eso comienza a escuchar ruidos dentro del pozo y una mujer ciempiés la empuja hacia el interior.

    Aome despide una luz de su cuerpo y se libera de la mujer, así sale del pozo y se encuentra en el Japón antiguo (en la época de las guerras civiles). Al vagar por el bosque se encuentra por primera con Inuyasha, un demonio mitad hombre y mitad monstruo, quien se encuentra bajo un hechizo que lo ha mantenido dormido por 50 años.

    Los aldeanos que encuentran a Aome merodeando, la atan y se la llevan a la aldea ante la sacerdotisa Kaede, quién se da cuenta del gran parecido entre la muchacha y su fallecida hermana Kikyou, la hechicera legendaria quien años atrás creara una quimera mágica llamada perla de Shikon; mientras tanto, la ciempiés empieza a atacar la aldea, Aome huye y empieza a gritar por ayuda haciendo que Inuyasha despierte del hechizo. Al verse en apuros libera a Inuyasha de la flecha que lo ataba al árbol que lo mantenía dominado y él acaba con el ciempiés.

    Del cuerpo Aome sale la mitológica perla de Shikon, e Inuyasha intenta matarla para que le entregue esa posesión; la anciana Kaede hace un conjuro a un collar que se le pone a Inuyasha, con el que Aome puede apaciguarlo al decirle ¡abajo!.

    Así, Aome queda como protectora de la perla, pero al decidir regresar a su casa (tratando de volver utilizando el pozo) es secuestrada por unos bandidos, y ella arroja el mágico objeto el cual es tragado por un cuervo. Inuyasha llega a rescatarla y le dice a Aome que si ella es la resurrección de Kikyo, debe derribar al cuervo fácilmente usando el arco y la flecha, cosa que le parece imposible por falta de práctica. Al final logra dar en el blanco, y el cuervo es destruido pero la perla es rota en cientos de fragmentos. Y ahora Aome e Inuyasha deben juntar fuerzas para recolectar todos los pedazos antes de que alguien más lo haga.

    .

    De esta forma es como inicia la exitosa novela japonesa de Rumiko Takanashi, Inuyasha, la cual tiene como punto de partida la experiencia que tiene Aome, la heroína de la serie, con respecto al tiempo.

    Entre los puntos que llaman la atención de esta serie nipona –el manejo de la práctica discursiva, el desarrollo dramático de la trama, las relaciones que establecen los personajes entre ellos mismos, la inclusión de la magia como elemento integrador de la realidad, la desenvoltura de la teoría de la reencarnación, la religiosidad simbolizada por la consideración que se tiene a la noción de templo– destaca sin duda, el uso del concepto tiempo.

    Cuando se habla de tiempo, casi de inmediato y debido al marco cultural normativo que se maneja en esta parte del mundo[1]Occidente, se hace la división del concepto en tres pasos –pasado, presente y futuro– mismos que se experimentan como eslabones separados entre sí, donde el pasado "ya fue", en tanto que el presente es algo que se tiene "en este momento", en tanto que el futuro se visualiza como algo que siempre estará allí, ejemplificado en el concepto del "día de mañana".

    Lógica occidental

    La lógica del tiempo en occidente es, fundamentalmente, la división de éste en los tres pasos anteriormente descritos, así como la extrema planificación del futuro, tomándose epistemológicamente al mismo como un espacio para el cual se tiene que preparar desde "hoy", aunque para ello existan diversas tendencias del conocimiento que la aborden desde diversas perspectivas: escuela norteamericana, escuela francesa, Club de Roma, estudios de prospectiva del Banco Mundial, escuela finlandesa, escuela española, por citar algunas.

    Papel del reloj

    En otras palabras, el reloj establece al tiempo como algo que existe de manera omnipresente y donde el segundero actúa como la única ley del mundo al dividir la temporalidad en "antes" y "después", parámetros típicamente paradigmáticos; según el filósofo galo Jaques Lacán, esta división genera al mundo de hoy, ya que "el imaginario, ese lugar bajo el cual vive la gente e identifica su vida con relación a lo abstracto, lo que no existe físicamente –como el mismo tiempo, la personalidad o la noción de ciudadanía– se materializa en hechos visibles como el reloj, en el caso del tiempo, o la bandera en el caso de la nacionalidad, aspectos que en efecto existen, se viven, pero no se hallan realmente de manera física en tanto no los vemos con los ojos estacionados en la misma materia como lo sería una roca, pero que los sentimos en tanto que podemos trabajarlos usando los símbolos designados para ello[2]

    Límites de la teoría occidental

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