- Definiciones y conceptos inherentes al lavado de dinero
- La historia de siempre
- Elementos coadyuvantes al lavado
- Droga factor determinante
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Es evidente que la sociedad y la economía han sufrido una gran transformación a lo largo de los últimos treinta años. La dinámica de los negocios en el ámbito internacional, la liberalización de servicios financieros, así como el crecimiento y desarrollo de un nuevo tipo de crimen y delincuencia, el llamado lavado o blanqueo de dinero, debido a la velocidad con que se pueden mover los fondos y recursos financieros (Solís, 2001).
La importancia de este fenómeno debe medirse no sólo por las enormes sumas de dinero que se manejan, sino también por las consecuencias negativas que genera en perjuicio de la sociedad en general, debido a la eventual relajación o destrucción de la ética profesional, y por sus potenciales daños a la convivencia pacífica y a la estructura familiar. Debemos detener la proliferación de este tipo de actividades a pesar de los "defensores de los elementos positivos" que ven en esta generación de riqueza y causa de un mayor dinamismo de la oferta–demanda por bienes y servicios, o bien, una contribución global al redimensionamiento de los servicios bancarios y financieros (Solís, 2001).
El lavado de dinero, cualquiera que sea la visión positiva que se le quiera dar, es una actividad sustentada en términos de delincuencia organizada, junto con otras no menos graves como el narcotráfico, la venta de armas, el terrorismo y la prostitución. Por lo mismo, su presencia en la vida diaria está siendo objeto de muy diversas iniciativas con las que se pretende evitar sus devastadores efectos como son: la degradación de la sociedad, la corrupción de autoridades públicas, la afectación de la vida privada e incluso la peligrosa inestabilidad que pueden ser sometidos gobiernos y sistemas económicos completos (Solís, 2001).
Para lograr su objetivo, los capitales blanqueados tejen y se apoyan en una amplia y complicada red económica, cuya desarticulación ha de ser el objetivo prioritario si se quiere luchar de manera eficaz contra el crimen organizado. Por ello deben analizarse los procedimientos que de una u otra forma permiten la introducción de fondos de procedencia ilegal en el sistema monetario, aunque a la luz pública parezcan actividades lícitas en la vida cotidiana de un país como el nuestro (Solís, 2001).
Las actividades que dan lugar al lavado de dinero adoptan formas múltiples y cambiantes en una metamorfosis que varía en función de la época, de la regulación y normatividad que pretende atacar su constitución, así como de la estrategia seguida por las autoridades, en tanto que, obviamente, el objetivo de los delincuentes es evadir tal persecución, continuar e incrementar sus actividades ilegales y por ende obtener grandes rendimientos (Solís, 2001).
A nivel internacional destaca la importancia de establecer controles y poner trabas al bloqueo desde la raíz. No obstante, como ello no puede ser eliminado completamente al fijar montos máximos de manejo de dinero en efectivo, o supervisión en el manejo de técnicas modernas de transferencias de fondos, se aboga cada vez más por establecer un sistema mediante el cual los bancos e instituciones financieras declaren a una instancia central todas las transacciones nacionales e internacionales, por encima de un cierto importe, siendo accesible tal información para las autoridades competentes en la lucha contra el blanqueo de dinero (Solís, 2001).
Definiciones y conceptos inherentes al lavado de dinero
La expresión lavado o blanqueo de dinero (en ingles Money Laudering y en alemán Geldwáschef) es la más conocida y gráfica, pues señala que el dinero negro, al lavarse, se blanquea y adquiere la apariencia de recursos lícitos para así ingresar al mercado de capitales. Otros prefieren emplear al termino de lavado o blanqueado de capitales, reciclaje de dinero (en Italia Reciclaggio del Denaro), o de encubrimiento financiero o impropio. También se aplica la denominación de blanqueo de dinero en Francia (Blanchhiment de L"Argent, Branqueamento). (Solís, 2001).
El lavado de dinero, para Escobar (1992), es el procedimiento clandestino y espurio mediante el cual los fondos o ganancias procedentes de actividades ilícitas son reciclados al circuito normal de capitales o bienes, y luego usufructuados mediante ardides tan heterogéneas como tácitamente hábiles.
Para Roberto J. Bulit G. (2001) el lavado de dinero es la acción que tiene como finalidad la conversión del producto monetario o de las utilidades de una actividad ilícita en activos –financieros o no- que muestren un origen legítimo. Una definición más a cargo de Gabriel Adriosola (1994) para quien el lavado o blanqueo comporta el ocultamiento de fondos de origen delictivo y su posterior reingreso al mercado de dinero como apariencia lícita, aunque en verdad resulte de disfrazar las ganancias ilícitas, de "limpiarlas" mediante operaciones empresariales e inversiones diversas[1](Solís, 2001).
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