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Lecturas urbanas – Semiología y Ciudad (página 2)

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La Ruta Cultural: Santa Marta Plaza Atrincherada, 1860

El Registro Histórico

La ciudad de Santa Marta se constituyó en plaza de guerra en dos ocasiones en la segunda mitad del siglo XIX, cuando la nueva república se configuraba en medio de un estado de convulsión, alimentado por enfrentamientos partidistas, la lucha por el poder, los derrocamientos y las destituciones, que se derivarían en muchas guerras civiles. La más cruel vivida en esta ciudad, fue la ocurrida entre el 23 de noviembre y el 14 de diciembre de 1860, por parte de los conservadores oficialistas que defendían el centralismo y los liberales que apoyaban el federalismo; surgida por el cambio de constitución que le dio el nombre al país de Confederación Granadina en la presidencia del conservador Mariano Ospina Rodríguez, que quiso ignorar.

Por los primeros estaban el general Julio Arboleda a cargo de la plaza, quien acababa de recibir instrucción militar en la Escuela Politécnica de París; actuaba como Jefe del Centralismo en la Costa y entre sus subalternos el coronel Primo Feliciano Madero. Los sitiadores estaban al comando de los generales Fernando Sánchez y Gabriel Vega, donde se habían alistado muchos samarios.

Edificio del Concejo Distrital de Santa Marta

Callejón de Pedro Sales

Santa Marta fue atrincherada por sacos de henchidos de arena y artillada en cada una de sus boca-calles, francotiradores fueron parapetados en los techos de azotea de los inmuebles altos donde muchos cuerpos quedaron tendidos. Los dos campamentos estaban dominados por la torre de la Catedral y la azotea del San Juan de Dios, hacia el mar la trinchera en la escueta batería Santa Bárbara. El cruce de fuego se inició en la calle del Pozo y la calle de la Cruz, impidiendo el acceso del enemigo, obligándolos a emplear el sistema de sangre y fuego con el resultado de la destrucción de gran numerosos de edificios.

Entre la brega del combate los sitiadores ocuparon la sacristía de la Catedral, desatándose un cruce de fuego que generó un incendio interior consumiéndose el altar mayor con las llamas. No hubo edificio que no haya escapado a la obra devastadora de los cañones y demás armas, muchos fueron los inmuebles minados, claves para el control de la plaza, como la casa de la familia Granados Munive en ese entonces una de las mejores de la ciudad –donde hoy lo ocupa el edificio del Concejo Distrital-, volada por una explosión porque era fundamental para batir el fuego a los francotiradores de la Catedral. Lo mismo sucedió con las casas de los señores Pedro Sales y Manuel Abello, que no alcanzaron a ser detonadas.

El general Arboleda en su huída dejó más de 1.600 fusiles, 300 quintales de pólvora, 100 quintales de plomo, 1 goleta, 8 bongos de guerra, 30 piezas de artillería y más de 500 uniformes. Después de 21 días de combate, el panorama de Santa Marta era desolador, montones de cadáveres, viudas desconsoladas, miseria, familias enteras en la orfandad; escombros, ruinas y manchas de sangre, testimoniaban la absurda guerra.

Arquitectura Art-Deco de Santa Marta

Casa Madame Agustine

Arquitectura Época Colonial Tardía

El Corredor Museográfico Urbano del Callejón de Pedro Sales

La semiótica o semiología es la ciencia que trata de los sistemas de comunicación dentro de las sociedades humanas. La semiótica puede ser entendida como la teoría general de los signos, o de los lenguajes en cuanto sistema de signos. Trata de la significación de los objetos, es decir, percibe a los objetos como signos dentro de un sistema estructurado.

La ciudad de Santa Marta tiene una alta carga de contenido emblemático de herencia cívica, que es un mecanismo didáctico y de finalidad educativa. Es una fuente visual de la cultura, que se establece como la posibilidad de una teoría e historia urbana capaz de normalizar su futuro.

Lecturas Urbanas consiste en implementar la semiología y el significado del lenguaje simbólico como instrumento para la recuperación de la memoria histórica, la reafirmación del sentido de pertenencia y la creación de una nueva oferta para el turismo cultural, un valor agregado como representación de identidad.

El laboratorio urbano Santa Marta: Plaza Atrincherada, 1860 centra su significado simbólico en las réplicas de cañones o artillería, fabricados en concreto aligerado, asomados en las azoteas de las casas altas señaladas en el registro histórico, a lo largo del callejón de la carrera cuarta desde la calle del Pozo (18) hasta la plaza de San Francisco y Plaza de Bolívar; complementados con una señalización informativa en cada sitio con placas de porcelana y un material gráfico que complemente detalladamente la lectura urbana. La colocación estratégica de estas piezas museográficas revela una página de la historia de la ciudad, son propicias para recrear el ambiente de este corredor histórico a propios y extraños.

Edificios Estratégicos Artillados:

Azoteas artilladas con piezas museográficas

Sede CONAVI

Casa Guerrero

El emplazamiento de las piezas museográficas se determinará previo estudio de la perspectiva visual y la imaginaria correlación del fuego de la artillería. La información histórica consignada en las placas ubicadas en durante el recorrido, se extraerá del barrido notarial en el Archivo Histórico del Magdalena y la reconstrucción de la vinculación de cada familia en la contienda bélica.

Arq.

Álvaro Ospino Valiente

Santa Marta, D.T.C.H.

Octubre de 2005

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