Importancia y uso actual de las técnicas moleculares en el análisis y tipificación de patógenos
Enviado por Carlos Bedolla Cedeño
- Antecedentes
- Técnicas moleculares
- La Huella Dactilar de Plasmidos (PF)
- Análisis de Endonucleasas de Restricción de ADN de Plasmidos (REAP)
- Análisis del Polimorfismo de Largos Fragmentos Amplificados (AFLP)
- Técnica de electroforesis en gel de campos pulsantes (PFGE)
- La Reacción en cadena de la Polimerasa (PCR)
- La Reacción en Cadena de la Polimerasa con Primers Arbitrarios (AP-PCR)
- Análisis de la secuencia de los nucleótidos
- Conclusiones
- Referencias
Introducción
En el presente trabajo se aborda lo referente a las técnicas genéticas moleculares, tópico que en la actualidad reviste gran importancia debido tanto al gran avance científico como tecnológico en el mundo, el cual ha permitido avanzar a la ciencia en el diagnóstico, prevención, control y curación de las enfermedades que desde épocas pasadas han afectado tanto al hombre como a los animales, ocasionándoles incluso la muerte, debido a la carencia de instrumentos y equipo moderno para combatir y erradicar dichas enfermedades.
El documento está estructurado de la siguiente manera, primeramente se hace referencia a algunos antecedentes respecto al surgimiento de la biología molecular, su importancia y contribución en la medicina y la investigación en la actualidad, y posteriormente se aborda lo relacionado propiamente a las diferentes técnicas moleculares que desde la década pasada y hasta el momento actual han contribuido a través de la tipificación de microorganismos patógenos en la vigilancia y control epidemiológico de enfermedades que afectan tanto al hombre como a los animales.
Su objetivo, consistió en describir la importancia y el uso actual de las técnicas moleculares en el análisis y tipificación de microorganismos patógenos causantes de enfermedades tanto en el hombre como en los animales.
Antecedentes
La biología molecular es una disciplina relativamente joven, originada en los años 30s y los 40s, e institucionalizada en los años 50s y los 60s. El período clásico de ésta comenzó en 1953 con el descubrimiento de la doble hélice del ADN por James Watson y Francis Crick. La relación científica de Watson y Crick unificó varios acercamientos disciplinarios: Watson, estudiante de Luria y el grupo fago, reconocieron la necesidad de utilizar la cristalografía para aclarar la estructura del ADN, por lo que hicieron un uso amplio de datos a partir del trabajo de cristalografía con rayos X en ADN realizado por Maurice Wilkins y Rosalind Franklin en el King´s College, de Londres (Darden y Tabery, 2005).
Con la estructura del ADN a disposición, la biología molecular cambió su enfoque por lo que la estructura de la doble hélice ayudó a la elucidación de los mecanismos de replicación y función genética, las claves para entender el papel de los genes en la herencia. Esta investigación subsecuente fue guiada por la noción de que el gen era una molécula informativa. La secuencia linear de las bases de los ácidos nucleicos a lo largo de una hebra de ADN proporcionó la información codificada para dirigir el orden linear de aminoácidos en las proteínas (Darden y Tabery, 2005).
Posterior a los anteriormente expuesto, el código genético vino a ser caracterizado como la relación entre un sistema de tres bases en el ADN ("un codon") y uno de veinte aminoácidos, los bloques de construcción de las proteínas. Las tentativas para desentrañar el código genético incluyeron esfuerzos teóricos fallados, así como la competencia entre los genetistas y los bioquímicos. Una brecha importante surgió en 1961 cuando los bioquímicos Marshall Nirenberg y J. Heinrich Matthaei, en los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, descubrieron que una secuencia única de las bases de los ácidos nucleicos se podía leer para producir un producto único del aminoácido (Darden y Tabery, 2005).
En la actualidad, la aplicación de la biología molecular al estudio de la genética humana ha dado lugar a un crecimiento sin precedente en nuestro entendimiento del mecanismo básico de la enfermedad y las bases del nuevo campo clínico de la medicina molecular, ya que las bases genéticas de un gran número de enfermedades se están identificando, lo cual tendrá un impacto importante para el diagnóstico, pronóstico, y manejo confidencial de pacientes. Por lo que, un gran desafío para los servicios de patología en esta nueva era es apoyar la medicina molecular para asegurarse de innovaciones técnicas y nuevos desarrollos que pueden ser realizados como un servicio rutinario de una manera oportuna, eficiente, rentable, en beneficio de un mayor número de pacientes (Boxer, 2000).
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