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Aristóteles


Partes: 1, 2, 3

    1. "Proairesis" y "hombre bueno". Placer y bien
    2. Hombre bueno. "querer" y "poder"
    3. Determinismo natural y determinismo social
    4. Razón, deseo y proairesis como causas de la acción

     

    Título original: Aristóteles:

    El concepto de  y su relación con el determinismo de su ética  

    Aristóteles define el acto voluntario como "todo lo que uno hace estando en su poder hacerlo o no" (EN[1]1135a 23-24). Esta definición tan sencilla y, en apariencia,  tan clara contiene, sin embargo, un término cuyo sentido conviene precisar a fin de no caer en una interpretación errónea del pensamiento aristotélico. Se trata del término "poder".

    El sentido de dicho término resulta perfectamente claro cuando viene asociado a la idea de una capacidad para hacer algo en el caso de que nos lo propongamos. Así, por ejemplo, en la frase "puedo aprenderme la lista de los reyes godos" la palabra "puedo" es intercambiable con la expresión "tengo la capacidad de", aunque el hecho de que uno decida aventurarse en la realización de esa proeza dependerá de circunstancias y motivos que le impulsen a hacerlo. De manera que, cuando Aristóteles dice "estando en su poder hacerlo o no", lo que querría dar a entender -de acuerdo con esta interpretación- es que uno posee la capacidad  para realizar determinada acción, pero que el hecho de que se decida a realizarla o no depende de motivos y circunstancias que, de manera racional o irracional, le conducirán a tomar la decisión que mejor le parezca. 

    Ahora  bien, el término "poder"  se asocia  también  en  diversas  ocasiones  a la idea de  que, aunque  en  cierto  momento  uno  decida realizar determinada acción, también habría podido  decidirse  por  la  realización  de  otra,  permaneciendo iguales  el conjunto  de circunstancias  externas e internas  que antecedieron a la decisión tomada. Esta segunda interpretación de "poder" implicaría, pues, no  sólo la aceptación de una capacidad para realizar determinada acción, sino también la extraña capacidad  de la voluntad de auto-modificarse a sí misma sin que existiera  ninguna  circunstancia,  ni externa ni interna, que la impulsase a ello.

    Como estas consideraciones se relacionan con la cuestión del "determinismo psicológico aristotélico" las dejo por el momento solamente planteadas para darles después un tratamiento más detallado. No obstante, me parece conveniente indicar ya que esta segunda interpretación la considero totalmente alejada del sentido del planteamiento aristotélico, tal y como más adelante espero mostrar[2].

    En los actos voluntarios Aristóteles diferencia entre los actos espontáneos y los actos elegidos o actos de "":

    "la elección () es manifiestamente algo voluntario, pero no se identifica con lo voluntario, que tiene más extensión; de lo voluntario participan también los niños y los otros animales, pero no de la elección, y a las acciones súbitas las llamamos voluntarias, pero no elegidas" (EN 1111b 6-10).

    El motivo de esta diferenciación reside, pues, en que el acto espontáneo no va precedido de una deliberación, mientras que la  sí (EN 1135b 9-11).

    Al hablar del acto voluntario, Aristóteles, sin especificar si dicho acto es además  o no, lo considera como justo o como injusto, y dice también que "cuando el acto injusto es voluntario es objeto de censura y a la vez se convierte en injusticia" (EN 1135a 20-21). Esta afirmación resulta en  principio desconcertante, por cuanto sugiere que puedan existir actos injustos que no sean producto de una elección. Y, como podremos comprobar, esto es lo que en cierto sentido afirma Aristóteles, pero diferenciando entre el acto realizado y el agente que lo realiza. Afirma, en efecto, en EN 1135b 20-26, que

    "cuando se obra a sabiendas pero no de un modo deliberado, se comete una acción injusta, por ejemplo, a impulsos de la ira o de las demás pasiones que son inevitables o naturales en el hombre. Cuando los hombres cometen esta clase de daños y de equivocaciones, obran injustamente y aquellas son injusticias, pero los autores no son por ello injustos ni malos, porque el daño no tiene por causa la maldad; pero si los hacen proponiéndoselos, son injustos y malos".

    Es decir, en un acto voluntario no elegido puede haber injusticia desde una perspectiva material, pero no hombre injusto, mientras que, si el acto voluntario es además un acto de , en tal caso acto injusto y hombre injusto irán unidos.

    Partes: 1, 2, 3
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