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Planificación del Sistema Productivo

Enviado por rosa bravo


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. El sistema productivo presente y futuro
  3. Funciones de la producción
  4. Gerencia y toma de decisiones
  5. Objetivos de la gerencia a corto y a largo plazo
  6. Composición de una empresa fabril y las relaciones entre sus departamentos
  7. Tipo de producción
  8. Sistema de planificación de la producción
  9. Implementación del sistema de producción en función de los costos y utilidades
  10. Gráficos de Gantt
  11. Redes PERT-CPM en el control de la función y planificación de la producción
  12. Tiempo PERT
  13. Conclusión
  14. Bibliografía

Introducción

Un sistema en sí puede ser definido como un conjunto de partes interrelacionadas que existen para alcanzar un determinado objetivo. Donde cada parte del sistema puede ser un departamento un organismo o un subsistema. De esta manera una empresa puede ser vista como un sistema con sus departamentos como subsistemas.

Un sistema puede ser abierto o cerrado. Los sistemas cerrados funcionan de acuerdo con predeterminadas relaciones de causa y efecto y mantienen un intercambio predeterminado también con el ambiente, donde determinadas entradas producen determinadas salidas. En cambio un sistema abierto funciona dentro de relaciones causa-efecto desconocida e indeterminada y mantienen un intercambio intenso con el ambiente.

En realidad las empresas son sistemas completamente abiertos con sus respectivas dificultades. Las empresas importan recursos a través de sus entradas, procesan y transforman esos recursos y exportan el resultado de ese procesamiento y transformación de regreso al ambiente a través de sus salidas. La relación entradas/salidas indica la eficiencia del sistema.

Un sistema de producción es entonces la manera en que se lleva a cabo la entrada de las materias primas así como el proceso dentro de la empresa para transformar los materiales y así obtener un producto terminado para la entrega de los mismos a los clientes o consumidores, teniendo en cuenta un control adecuado del mismo.

El sistema productivo presente y futuro

Actualmente muchas empresas consideran la producción como una actividad residual, eminentemente técnica, con unos objetivos concretos a alcanzar, y cuya responsabilidad compete únicamente a los directores de fábrica, a pesar de que dicha función está vinculada con el grueso de la mano de obra e inversiones de la empresa.

Este planteamiento tradicional de la producción es cuestionable, ya que supone ignorar las potencialidades de la capacidad tecnológica empresarial y las ventajas que de ella pudieran derivarse. Así, es muy frecuente que los directivos sepan muy poco sobre los aspectos técnicos de los productos que elabora su empresa y de los procesos necesarios para fabricarlos. Esto les hace cambiar cuando deben asumir riesgos, ya que sentirán la necesidad de justificar todas y cada una de sus actuaciones a causa de su inseguridad.

La situación precedente es particularmente grave en una época como la actual, plagada de cambios tecnológicos y económicos. La evolución tecnológica modifica, cada vez, con más intensidad, los gustos y necesidades de los consumidores, pero también la forma en que serán satisfechos, lo que devuelve importancia a la función de producción dentro de la definición de la empresa. La competencia ha variado y también deben hacerlo las respuestas a la empresa.

En consecuencia, la función de producción ha de recibir una atención, si no prioritaria, similar a la del resto de las áreas funcionales, lo que redundará en una mejora de la competitividad general de la empresa.

El sistema de producción es la parte de la empresa encargada de fabricar los productos, por lo tanto, es un sistema que crea riqueza, es decir, añade valor a las materias primas y componentes adquiridos por la empresa. Está formado por un proceso de transformación, los factores de producción, los outputs resultantes, la retroalimentación de la información y el entorno.

Con la evolución de los sistemas de producción controlados por el mercado surgió un nuevo paradigma de la producción: los llamados productos o industrias de alta tecnología.

Aunque es difícil llegar a un acuerdo sobre la definición de la industria de alta tecnología, es evidente que los adelantos tecnológicos aumentan de manera constante. Igualmente claro es que estos adelantos causan cambios básicos en los productos, procesos y técnicas administrativas. Para incorporar y aprovechar los adelantos tecnológicos e ingresar al dominio de la alta tecnología, la industria debe aceptar dos realidades:

  • Estos avances son importantes e incluyen un cambio en el capital y en las habilidades complementarias.

• Estos avances requieren de manera inherente un compromiso con el cambio continuo.

  • En la actualidad ciertos productos o industrias se reconocen como de alta tecnología; por ejemplo, la industria de la aviación y naves espaciales, la electrónica, las telecomunicaciones, la de las computadoras, la farmacéutica, la óptica y la de materiales compuestos. Se pueden identificar tres criterios usados para clasificar las industrias como de alta tecnología:

  • Los gastos en investigación y desarrollo son más latos que un porcentaje mínimo sobre ventas.

• La proporción de personal científico y tecnológico sobre el total de empleados es mayor que cierto nivel.

• El producto tiene cierto grado percibido de refinamiento tecnológico.

El tercer criterio es subjetivo y es la razón por la que se incluyeron algunas industrias en la lista anterior. Los dos primeros son más objetivos.

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