El domingo me levanté emocionado porque tenía in mente procesar las imágenes, determinar el campo aparente, la magnitud límite, la resolución y demás.
Cuando procesé las tomas me quedé pasmado: yo pensaba que apenas llegaría a la 11ª magnitud, ya que la superficie colectora del refractor es 7,32 veces inferior… sin embargo en las imágenes de 30 y 40 segundos se podían apreciar, claramente, astros de magnitud 12ª y 13ª… si con esta exposición (40 s) llegaba a la 13ª, subiendo a 100 segundos podría llegar a la 14ª y prolongando el tiempo a los 252 segundos la 15ª… ¡no estaba nada mal para un pequeño buscador de 75 mm! Teóricamente el instrumento deb e darme siempre un límite estelar cercano a 2,16 magnitudes menos que lo capturado con el SC-203 mm. Además de esto, de la longitud de los trazos determiné la focal real del equipo, una vez instalada la CCD y enfocada: 19 pulgadas (482,6 mm), algo más cor ta de lo supuesto y, por tanto, tanto mejor para mi: primeramente porque el campo será más amplio de lo supuesto (19' en vez de 18') y segundo, porque la luz será mejor aprovechada (es a f: 6,43 en vez de f: 6,66). Doblemente mejor.
Aunque la resolución obtenida NO es apropiada para planetas o estrellas múltiples cerradas: el tamaño del pixel es de 5,9", de manera que la imagen planetaria no es detallada, pero al menos el campo obtenido y la magnitud merece la pena, pues con el zoom x4 la resolución es mejor (1,7" por pixel), de modo que todavía se pueden efectuar mediciones con un mínimo de calidad o precisión.
A este artículo le acompañan dos imágenes de M 44: la primera (tomado del programa "Voyager II") ofrece el mismo campo estelar que la segunda; la siguiente imagen es la toma original a través del R-75, en la cual se han marcado algunas de las estrellas qu e me sirven para determinar el límite de magnitud… en el monitor se llegan a apreciar estrellas aún más ténues.
Para evitar errores de la parte óptica (especialmente el cromatismo, pese a trabajar con un doblete acromático), he adquirido varios filtros de color (rojo intenso, amarillo y añil) con los cuales trabajo en luz monocromática: dado que el chip es especial mente sensible a la luz larga (roja y naranja), exagero todavía más esa tendencia con el filtro rojo, muy indicado para estudiar nebulosas de emisión, con el amarillo elimino tanto la luz violeta (que pudiera provocar cromatismo) como parte de la roja, con lo cual la imagen se parece un poco más a la que ve el ojo, mientras que con el filtro añil intento eliminar la parte roja y naranja del espectro, centrándome especialmente en la luz azul y violeta. No son filtros de precisión o fotométricos, pero para variar la parte del espectro recibida de los objetos astronómicos sirven.
En fin, he realizado después más experimentos con la astrocámara digital y es bastante buena (¡por no decir casi milagrosa!), pues a un campo aparente mucho mayor que a foco primario en el SC-203 mm (la superficie capturada ahora es nada menos que 16 vece s) se une una magnitud límite aceptable, no escandalosa aunque bastante buena para esta abertura. Por fin tengo un nuevo sistema óptico para capturar cometas, asteroides (¡ahora sí que no se pierden!), objetos de cielo profundo, nebulosas difusas, galaxias, quasares, variables y otros más… Ahora sólo me resta disfrutar de estos días despejados, noches frescas y cielos límpidos: en cuanto esté trabajando plenamente comenzaré a resumir los resultados, que espero sean tan interesantes como siempre.
Aquí terminaba antes este artículo, pero con posterioridad (y antes de remitirlo para su publicación) he podido tomar bastantes imágenes más, algunas de las cuales acompaño, de modo que retomo el hilo..
En la noche del 19 de junio dirigí la astrocámara CCD en dirección a León, en donde encontré la variable R Leonis perfectamente asequible al equipo: quizá demasiado asequible, porque es una estrella de tipo Mira (variable de largo período: 312,43 días), con oscilaciones de brillo entre la magnitud 4,4ª como máximo y 11,3ª como mínimo. Debido a su tipo espectral tan avanzado (M8IIIe) es un astro frío y, por tanto, fuertemente emisor en luz roja, de donde debería aparecer muy brillante para mi CCD. Así es: la imagen digital obtenida ofrece todos y cada uno de los astros en la zona que rodea a la variable, brillantemente luminosa para la astrocámara; las estrellas de comparación aparecen al lado: se ve que R Leo es escandalosamente más brillante que las demá s, pese a que visualmente brillaba cerca de la magnitud 7ª.
El anochecer del viernes 27 fue fabuloso: despreciando el hermoso creciente lunar (¡demasiado brillante para el chip!) me centré en la zona oscura, en donde la luz cinérea me permitió contemplar, completamente nítida, la superficie lunar con sus accidentes: si hubiese habido una ocultación estelar por su limbo oscuro, podría haberla estudiado perfectamente.
Más tarde, ya de madrugada, dirigí el instrumento a la zona de Coma en donde, además de algunas variables abiertas, capturé el cúmulo abierto M 53, parcialmente resuelto con esta corta focal en exposiciones tan cortas como 10 a 40 segundos. Sabiendo que e l cúmulo dista unos 55.000 años-luz, mide unos 12' y que su brillo conjunto es de la 7,6ª magnitud, haberlo medio resuelto con este instrumento y focal (máximo sabiendo que su óptica NO es de calidad, como otros muchos colegas me han comentado a través de l e-mail), no es que sea una proeza (¡faltaría más!), pero sí una nueva línea de trabajo que nunca habíamos probado o experimentado en este club.
De manera que, en vez de gastarnos "medio kilo" (que no tenemos) en una ST-7, hemos remozado la vieja ST-4 con un nuevo instrumento: a focal nueva, resultados nuevos, mediocres quizá pero nuevos.
Finalmente, como resumen, algunas reflexiones: este artículo no pretende alabar mi ingenio, ni poner por las nubes mi habilidad instrumental o incluso "elevar al altar" el chip de la ST-4; simplemente sirve para dar nuevas ideas a los aficionados, abrirle más posibilidades con su equipamiento o encaminarles a otras líneas de trabajo que todavía no ha experimentado.
Y todo ello no llegó a las 26.000 Ptas…
Autor:
Francisco A. Violat Bordonau
Asesores Astronómicos Cacereños
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