Cómo mejorar el estado de salud del adulto mayor en la Comunidad
Enviado por A. Maura Fernández Labrada
"El hombre no deja de jugar
Porque se vuelve viejo:
Se vuelve viejo
Porque deja de jugar "
Bernard Shaw (Premio novel de Literatura, 1925)
"Enriquecer la vida con juegos ha sido, durante milenios, una vía natural y espontánea para trasmitir de una generación a otra las mejores tradiciones, las normas de comportamientos social y para desarrollar las capacidades, que permitan enfrentar y resolver los problemas que la vida nos plantea"
Rolando Alfaro Torres
Nuestro país (CUBA) avanza en los próximos años a los dos millones de seres humanos con 60 primavera o más, lo cual representa el 17 por ciento del total de la población del país, donde la esperanza de vida es de casi 78 años, similar a la de países industrializados.
En vías de obtener una mayor calidad de vida en los adultos mayores, la prevalencia de enfermedades crónicas y discapacidades podría reducirse con acciones de promoción de salud y prevención de enfermedades.
La decadencia poblacional -reconocida como fenómeno universal -involucra una profunda transformación de las comunidades y exige un replanteamiento de las políticas y programas.
El ritmo de la senectud varía según los individuos, es un proceso personal que varia con los pueblos y las diferencias sociales. Por ende, el envejecimiento es un proceso complicado y heterogéneo que depende no sólo de causas biológicas, sino también de las circunstancias sociales de vida y una sucesión de factores de carácter material, ambiental, etc. Por eso, es rasgo propio de la sociedad socialista la lucha por la longevidad, por la preservación de la salud y la capacidad de trabajo.
El envejecimiento ha hecho que las enfermedades no transmisibles se conviertan en las principales causas de morbilidad, discapacidad, dependencia y mortalidad en todas las regiones del mundo, incluso en los países en vías de desarrollo.
Cada tiempo histórico ha asumido para cada periodo de edad una importancia y unas exigencias determinadas. Así, por ejemplo, los valores prototípicos de la juventud, tradicionalmente tenidos como de puro paso o aprendizaje para una vida adulta ulterior, han terminado por convertirse en un valor autónomo, capaz de prestigiar con su sola impronta al resto de las edades. Y en el camino inverso, la vejez, anteriormente considerada como fuente de prestigio y sabiduría queda estigmatizada en sus valores tradicionales específicos. Un factor determinante en este proceso ha sido el aumento de la longevidad o expectativa de vida, así como de sus condiciones cualitativas.
Entre los desafíos que debe enfrentar la humanidad en el presente siglo se encuentra el envejecimiento poblacional, fenómeno con carácter universal con ramificaciones y consecuencias para todas las esferas de la vida. Durante el siglo XX el incremento de las personas mayores fue notable y esta preferencia continua y continuará durante este siglo. Promover una vejez saludable es el reto al que estamos llamados para que por el contrario llegar a esta etapa no constituya un simple transito sino un cambio sustancial al cual se disfruta con una excelente calidad de vida.
Las condiciones actuales de existencia en nuestro país revelan que estamos viviendo momentos difíciles de profundos cambios tanto en el área internacional como de modificaciones internas trascendentales, todo lo cual conlleva a la manifestación de determinadas situaciones totalmente diferentes a las que estábamos acostumbrados hasta hace unos años y para lo que no estábamos preparados.
Lo apuntado anteriormente tiene su repercusión directa o indirectamente en las diferentes esferas de la vida política, social, económica, cultural e ideológica, no quedando exento de ello las personas de al tercera edad.
El poder enfrentar los retos del nuevo milenio en el que el hombre como ser dotado de raciocinio sigue siendo el protagonista fundamental, determina la importancia de educarlo en materia de salud en correspondencia con las condiciones de vida que sustenta la sociedad en que vive. Al hablar de salud en estas personas no podemos perder de vista que estos existen en la realidad y en estrecha relación con el tipo de hombre que cada sociedad se propone desarrollar y formar.
El envejecimiento poblacional -reconocido como fenómeno mundial-implica una profunda transformación de las sociedades y exige un replanteamiento de las políticas y programas.
El ritmo del envejecimiento varía según los individuos, es un proceso individual que cambia con los pueblos y las diferencias sociales. Por ende, el envejecimiento es un proceso complejo y variado que depende no sólo de causas biológicas, sino también de las condiciones sociales de vida y una serie de factores de carácter material, ambiental, etc. Por eso, es rasgo característico de la sociedad socialista la lucha por la longevidad, por la conservación de la salud y la capacidad de trabajo.
El envejecimiento ha hecho que las enfermedades no transmisibles se conviertan en las principales causas de morbilidad, discapacidad, dependencia y mortalidad en todas las regiones del mundo, incluso en los países en vías de desarrollo.
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