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Desarrollo de las habilidades intelectuales

Enviado por Alfredo Gil


Partes: 1, 2

    1. El desarrollo de las habilidades intelectuales
    2. Programas para el desarrollo de habilidades intelectuales
    3. Dimensiones del aprendizaje
    4. Enriquecimiento instrumental
    5. Aprender a pensar. Filosofía para niños
    6. Desarrollo de habilidades de pensamiento
    7. Funciones cognoscitivas deficientes
    8. Conclusión
    9. Bibliografía

    El presente trabajo tiene como propósito el proporcionar algunos criterios útiles para la elección de programas para el desarrollo de habilidades intelectuales, dado que en la última década se ha incrementado el interés por el tema así como el número de programas que se ofrecen. La elección cuidadosa es importante porque los programas varían en cuanto a costo, destinatarios, amplitud, profundidad, apoyo de investigación y otras variables.

    El trabajo está dividido en tres partes; la primera de ellas es acerca de las razones que existen para que las escuelas se interesen en el desarrollo de habilidades intelectuales en sus alumnos. La segunda parte presenta los diez criterios más importantes que deben tomarse en cuenta para elegir el programa adecuado para cada colegio en particular. La tercera parte consiste en una breve descripción de ocho programas para el desarrollo de habilidades intelectuales conocidos en nuestro medio.

    1.- El desarrollo de las habilidades intelectuales

    A pesar de su expansión, el sistema educativo de nuestro país aún está muy lejos de alcanzar el objetivo de educación primaria para todos. Dentro de diez años, si las condiciones actuales permanecen sin alteración, el 25% de la población total y casi el 40% de la población adulta carecerá de los mínimos básicos de la educación.

    El problema muestra su rostro más grave cuando se pasa de examinar la eficiencia terminal del sistema, al examen de los niveles de eficiencia interna. De acuerdo a un estudio de Tirado Segura, existen estudiantes universitarios que aún no aprenden los conocimientos correspondientes al nivel de enseñanza básica.

    Este problema también se constata en el ITESO. Al revisar los exámenes de admisión de los aspirantes se encuentra que sus puntajes tienden a bajar año tras año. Los maestros de las áreas de ciencias exactas de preocupan por la baja preparación en matemáticas que tienen los alumnos de nuevo ingreso. Los maestros de las áreas de ciencias sociales y humanidades externan su preocupación por las dificultades que experimentan los alumnos en la comprensión de textos que vaya más allá de la simple repetición de lo leído.

    El costo social de este problema es previsiblemente enorme y ya lo estamos empezando a pagar, las preguntas que surgen son: a)La educación sirve para algo?, )vale la pena gastar en educación?. b)el dinero que se gasta en educación no sería más productivo en otro renglón?

    Si aceptamos y acordamos que la educación es uno de los valores supremos de la humanidad, estipulado y ratificado en la sociedad de las naciones como un derecho inalienable del individuo humano, habrá que preguntarse si la educación que tenemos, es la que queremos, si estamos satisfechos con la manera en que educamos y enseñamos y si nos satisfacen los productos que obtenemos de nuestro quehacer educativo.

    c) Qué aprende el alumno en la escuela de hoy? Aprende a memorizar y repetir lo que dicen el maestro y el texto, aprende a apoyarse menos en su juicio y más en la autoridad del maestro, aprende a que otros decidan por él y a conformarse.

    Por su parte, el maestro recurre a una pedagogía que simplifica el aprendizaje y lo hace repetitivo, mecánico y memorístico, utiliza el principio de autoridad como sustituto de la reflexión y la discusión inteligente; espera obediencia incondicional por parte del alumno, y fomenta en este la desconfianza de su propia experiencia y capacidad. (4)

    En nn artículo de una revista de circulación nacional, Pablo Latapí afirma que el rasgo que define la crisis de nuestra educación es su irrelevancia. No existe diálogo sino verticalidad programática y burocrática que no tolera -probablemente por no resistirla- la menor interlocución. La escuela se ha convertido en un rito necesario para llegar al empleo y no en un sitio en el que se transmite y revitaliza la cultura, se generan significados, se producen aprendizajes.

    Mal servicio nos hace la escuela de hoy en la área de la información en la que con mayor urgencia requerimos de un intelecto desarrollado, alerta y crítico para no convertirnos en meros receptores, que, incapaces de procesar y asimilar, mucho menos de criticar y transformar, seremos llenados y vaciados según convenga. La evolución de la sociedad es cada vez más rápida. En todos los campos del saber y del hacer humanos se generan informaciones y se producen descubrimientos a un ritmo impresionante. Solo mediante un intelecto ejercitado en el pensar, los individuos y la sociedad podremos hacer frente a los retos de adaptación que esta situación demanda. De acuerdo a la afirmación de Ornstein:

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