- El proceso de planificación
- Establecimiento de objetivos y políticas
- Organización del proceso de confección del plan
- El período de planeación de un Evento. Principios a tener en cuenta
- Bibliografía Consultada
"El plan (….) debe ser una cosa muy pensada, donde se ponga todo el entusiasmo revolucionario para producir lo más que se pueda, pero al mismo tiempo, toda la conciencia revolucionaria para no anunciar la producción de lo que no se puede anunciar."
Ernesto Che Guevara.[1]
La realización de un evento por parte de una institución u organización constituye un espacio para establecer una comunicación más directa y efectiva tanto con su público interno como el externo, siempre sobre la base de un objetivo a alcanzar.
Independientemente de las clasificaciones o peculiaridades propias de los eventos (forma de organización, alcance, temática.) existen elementos comunes o generales en el desempeño que deben de asumir sus organizadores. Esos elementos comunes lo constituyen las funciones que conforman el ciclo administrativo y que convencionalmente hemos denominado: Planificación, Organización (divide e integra el trabajo y se establecen las relaciones y jerarquía), Mando (activa y asegura el funcionamiento del sistema organizativo) y Control (determina si las tareas se comportan según lo previsto, detecta reales y posibles desviaciones y; alerta para corregirlas o evitarlas).
Estas funciones directivas que conforman el contenido de la Dirección como actividad de las ciencias Sociales tienen un carácter cíclico e interactivo de ahí que conforman un sistema, propiciando un conjunto de acciones que brindan como resultado una situación deseada.
Un sola de estas funciones puede descomponerse a su vez, en el resto de los otros tres elementos, lo que significa que también puede ser estudiada como un ciclo en si y además como un sistema con todas sus particularidades. Es decir, La planificación constituye un proceso, que se organiza, se dirige y se controla.
Es considerada la función más importante del ciclo directivo, hay estudiosos que la asocian a la locomotora que conduce un tren de actividades organizativas, de dirección y de control.
¿En qué consiste la planificación como función directiva? : En determinar con anticipación los objetivos tendentes a satisfacer definidas necesidades, así como señalar las actividades o tareas que deben realizarse y los recursos que se requieren para poder alcanzar los objetivos propuestos en un tiempo también determinado.[2] Un autor, a modo más sintético, sostiene que planificar es establecer las metas correctas y después elegir los medios correctos para lograr dichas metas.[3]
Es necesario destacar que el proceso de planificación de un evento establece un esfuerzo coordinado, esto quiere decir que se debe crear un grupo por lo general denominado Comité Organizador, las personas que conformarán este grupo deben reunir ciertas competencias como: talento organizativo, comunicativo, directivo, humanístico; una actitud creativa y pro-activa, tanto desde un enfoque ejecutivo como ejecutor, con una amplia autoridad, habilidades para negociar, etc. El comité organizador junto a su responsable principal es el encargado de llevar a cabo la planificación, la organización, la dirección y el control de todo lo que se haga en relación al evento.
Otro elemento importante a considerarse lo constituyen las razones del por qué la planificación del evento:
Concentrar la atención en los objetivos.
Reducir la incertidumbre y el cambio.
Posibilitar la operación económica.
Ayudar a los directivos a controlar.
El esfuerzo coordinado que se requiere, proporciona orientación al responsable y al resto del comité organizador designado. Cuando todos los que están involucrados sepan hacia donde deben dirigirse y que es lo que deben aportar para lograr la realización exitosa del evento que se planifica, pueden empezar a organizar sus actividades, a cooperar y trabajar en equipo.
La planificación reduce la incertidumbre, es decir minimiza la falta de información. La existencia de un plan previamente pensado ayuda a dar respuestas ante situaciones que se presenten, estén fuera de control y puedan atentar contra el cumplimiento exitoso del tipo de evento que se planificó: anticipar los posibles cambios, considerar el impacto de los mismos y desarrollar las respuestas adecuadas. También implica y explica la secuencia de las acciones que podrían tomarse en respuesta al cambio.
La planeación reduce las actividades antieconómicas como por ejemplo los costos excesivamente altos, algo que desafortunadamente muchas veces ocurre. Posibilita establecer un mayor control, cuando son claros los medios y los fines. La eficacia se torna obvia.
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