- Las Cruzadas, su contexto histórico
- Los orígenes del temple
- Otros misterios y leyendas templarios
- El proceso de los templarios
- Significado del Bafomet
- El final de la Orden
- Imágenes
- Bibliografía básica
Resumen
La Orden del Temple tenía por objeto salvaguardar los Santos Lugares. Ello hizo que la leyenda los relacionase con la búsqueda y custodia de las reliquias sagradas. De hecho, en uno de sus primeros emplazamientos, en lo que hoy es la mezquita del Al-Aqsa, en la explanada del que fuera antiguo templo de Salomón, se encontraba el santo santorum en que se guardaba el Arca de la Alianza. Sus creencias sincréticas, extraídas incluso de otras tradiciones, sus rituales, propios de sociedades secretas, sobre los que revelaremos su sentido, siendo especialmente aclaratorios con aquellos que motivaron su condena… o, por citar alguno de sus mayores enigmas, la imagen del Bafomet, les hacía desmarcarse de la ortodoxia católica. Todo lo cual, sumado a la fragilidad teológica que arrastraba su fundación -dada su doble naturaleza de monjes y guerreros, en contradicción evidente con el mensaje pacificador y amoroso de Cristo- sería sin lugar a dudas el origen de su caída. Una vez perdida la confianza de la Iglesia en 1307, Clemente V en connivencia con el codicioso monarca Felipe el Hermoso deciden poner fin a sus dos siglos de historia.
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Los templarios, a diferencia de los cruzados, no entendieron que su cometido fuera la defensa en exclusiva del cristianismo por Oriente. Su finalidad, en contra de lo que comúnmente pudiera parecer, fue salvaguardar la fe religiosa y la protección de los santos lugares. Pero tanto de las mezquitas y sinagogas como de los templos cristianos, lo cual les granjeó la animosidad de la Iglesia.
Trabajaron por el acercamiento de las religiones. En cierta medida aspiraron a crear las bases de una Religión Universal, pero como proyecto sincrético resultó demasiado adelantado para la época. Algo así sólo puede concebirse cuando la humanidad haya expandido sus niveles de conciencia y alcanzado la tolerancia necesaria en términos sociales y religiosos.
Mantuvieron contactos con el mundo del Islam, especialmente con organizaciones de su mismo carácter. Tal es el caso de su equivalente islámico, los assasins, proveniente del término assaça (que significa guardián)… es decir, venía a conocérseles como los guardianes de la luz islámica. Se consideraban herederos del linaje esotérico de los ismaelitas transmitido por Ismael, el segundo hijo de Abrahán, de manera análoga a como judíos y cristianos lo hicieran con su primogénito Isaac. De ellos proviene tergiversado el término asesinos, pues originariamente eran conceptualizados en términos de valentía y honor, aunque especialmente destacados por su implacabilidad en el combate. Al igual que los templarios, con quienes por otra parte llegaron a mantener importantes contactos, fueron también una orden místico-religiosa que tenía por objeto igualmente la defensa de los lugares sagrados para el Islam.
Para socavar esta excesiva apertura religiosa, la Iglesia francesa llegó a dar instrucciones a la Orden del Temple para que aceptase la admisión de todo católico que lo solicitara, sin tener en cuenta su condición ni moralidad. E incluso se llegó a decretar que todo cristiano que fuera excomulgado podía enmendarse de sus faltas enrolándose en la Orden. Conscientes del peligro que tal medida podría suponerles, los dignatarios templarios mostraron su disconformidad al Papa y resolvieron, reunidos en un cónclave celebrado en Palestina, desclasificar a todo candidato que hubiera sido admitido según las nuevas directrices de la Iglesia.
Bajo la dirección del Gran Maestre de la Orden, Jacques de Molay, las tensiones se agudizaron con el Papa Clemente V. Francia estaba gobernada en aquel momento por Felipe el Hermoso, monarca que les envidiaba por sus riquezas, temía por su enorme poder y no les perdonaba que le hubieran negado la entrada en la Orden a uno se sus hijos. Tuvo la idea entonces de condenarles por herejía y prácticas blasfemas. Con el beneplácito de la Iglesia, el 13 de octubre de 1307 comenzaba el apresamiento de numerosos caballeros templarios, dando comienzo así al final de la Orden.
Las Cruzadas, su Contexto Histórico
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Oriente Medio, aunque poblado en su inmensa mayoría por árabes, estaba sin embargo bajo la dominación de los turcos selyúcidas que, a diferencia del resto de los musulmanes, eran brutales y fanáticos. Tenían como meta reducir la influencia política de la Iglesia cristiana más que instaurar en Palestina la supremacía del Islam.
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