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Moria Quinere, el que quebranta la razón (Relato)

Enviado por Mario Rivera


Partes: 1, 2

    1. Pensando en ella
    2. El primer encuentro

     Más de alguna vez ustedes se han de sentir como una voz les llama y le incita a hacer cosas de las que luego se arrepienten, algunos podrían creer que es el doppellganger, o simplemente es nuestro yo malo interior. Lo peor de este es que no son cosas tan sencillas las que te impulsa a hacer, como ponerle chicle a tu compañero en el pelo, no, él te obliga a que mates y no se cansa de acosarte hasta que tú lo satisfagas, no le importa quién sea, él lo conseguirá, aquí no termina la historia, luego de matarlos te hace volver loco presentándote el muerto que yace bajo tu conciencia, mostrándotelo con crueldad a cada momento, haciéndote que te culpes de lo que le has hecho. Esto más bien sería una doble personalidad dentro de tu corazón y tu mente, tiene muchos nombres; pero yo le llamo…Moria Quinere. Pero qué pasará si esta entidad oculta también puede controlar a los demás.

    Capítulo I

    Pensando en ella

    Las hojas de los árboles caían con suavidad, diciendo que el otoño venía, la brisa se sentía en el rostro y acariciaba tus mejillas, el paisaje formaba mares de hojas de colores amarillo y café, se podía ver en las calles cómo los vecinos se semejaban a pescadores luchando contra las "olas de hojas". Nuestro protagonista se llama Joshua, tiene 17 años, posee unos padres prometedores, es un estudiante promedio, se puede llamar una vida normal; sin embargo Joshua no sabe que dentro de él, no solo de él, sino que de todos, habita otra persona que la ocultamos a los demás y que nos atormenta a nosotros mismos. Sicológicamente le podemos llamar "el doble negativo", aunque ni siquiera la ciencia la haya descubierto.

    Bien, continuemos hablando de Joshua, parece normal a la vista, pues es un chico de pelo negro, su respingada nariz le permiten a sus oscuros ojos una buena vista, su boca mediana pronuncia sin emitir sonido, sus níveos brazos sostienen un libro, estatura  de más o menos 1.20 m que contiene un alto grado de comprensión y tolerancia, amabilidad y cariño hacia sus seres queridos y sueños que piensa hacer realidad. Lo encontramos fuera de su casa leyendo una historia sobre un joven príncipe que busca a una joven doncella con la que puede ser feliz, para eso pasa muchos inconvenientes en los que su valentía y su amor son probados por el propio autor. Estaba tan concentrado en la lectura cuando vio parar el autobús escolar.

    -Espérenme -decía mientras corría hacia el autobús para alcanzarlo, viendo cómo sus compañeros de la escuela se burlaban desde el vehículo.

    Joshua va a primero de preparatoria, su materia favorita es todo lo que tenga que ver con ciencias, aunque detesta las clases de ciencias sociales del profesor Kohr, porque siempre busca alguna manera de avergonzarlo, ya que desde que le jugó una broma al profesor sobre la política, diciéndole que si "la política fuera como usted todos fuéramos más desquiciados de lo que el gobierno los tiene". En fin, su lugar favorito es la cafetería, y no piensen que es por la comida, no, sino que además de eso puede leer; intercambiar información entre sus compañeros acerca de los profesores; ver los posibles lugares de escondite en caso de fuga, es decir en caso de querer escaparse.

    Joshua pertenece lógicamente a un club de lectura donde interactúa con sus compañeros y disfruta, riendo, jugando, y bromeando.. Robert y Gabriel son sus amigos más cercanos, con ellos es que él pasa más tiempo.

    El bus se estacionó enfrente del colegio, que más bien parecía un convento, con sus cruces y todos esos santos; pero no era más que un colegio católico. Joshua venía hablando con Robert y  Gabriel, Robert que con su aspecto casi de judío discutía con Gabriel acerca de la tarea de Letras de la clase de la señora Clint, y que se tenía que presentar en ese día. Gabriel le protestaba diciéndole:

    -Escúchame Robert, no seas necio te digo que es para pasado mañana hoy es Martes, entonces la entregaremos el Jueves. No le hagas caso-dijo dirigiéndose a Joshua- es un mentiroso.

    -Deja de decirme mentiroso-dijo Robert dando un pequeño pero amistoso empujón a su interlocutor.

    Y así iban discutiendo, hasta que llegaron a la entrada casi religiosa del colegio. Arriba de este había un slogan que rezaba: “La verdad os hará libres´´.

    A Joshua siempre le motivaba este pensamiento. Se encaminaban a la clase de Ciencias Sociales del Kohr. Parecía como si casi todos se hubieran enfermado, pues hoy el salón estaba desierto. El profesor Kohr no tuvo más remedio que dar la clase con los alumnos que tenía y más si tenía que soportar a Joshua y su espíritu de participación.

    -Muy bien comenzaremos con lo que están aquí-dijo el profesor Kohr.-Hoy hablaremos de la Ecología Humana, bien podría decirme señor Gordon, a que se refiere esto?

    Gordon miro atónito la clase, mientras recordaba algo sobre Ecología Humana y fue entonces cuando recordó algo que leyó en un libro alguna vez; pero tenía que recordarse rápido, Kohr no se quedaría esperando toda la clase a que respondiera, así que se aventuró y dijo:

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