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El remonismo en Panam (página 4)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

        después de su muerte.

Segundo, a la capacidad de los sectores medios para lograr el apoyo popular y entender las aspiraciones de los grupos mayoritarios de la población. Tercero, de la política estadounidense de dominación estratégica en Panamá que exigía un gobierno dócil y plegado a sus intereses.

José Antonio Remón Cantera, como Comandante del Cuerpo Policial, posteriormente convertido en Guardia Nacional, viene a ser el elemento sobre el cual girarán las decisiones de todo un  periodo importante de nuestra historia republicana.  Con una espada de Damocles sobre su cabeza ( las fuerzas armadas estadounidenses), bajo la presión de los sectores antimilitaristas más radicales de la pequeña burguesía, y con la aquiescencia condicionada de los grupos oligárquicos dominantes, Remón maniobra y mantiene el control político en el país, hasta el momento de su asesinato. Pero es un control temporal, ficticio e ilegítimo.

Su ascenso en el escalafón de la Policía es rápido y temprano. Desde muy recién entrado al cuerpo armado en 1931, demuestra sus deseos de participar en las decisiones de poder político en Panamá. No fue un líder carismático; su prestancia en la toma de decisiones en Panamá fue obtenido en base al control de la armas. Fue un hombre que manejo a la perfección el   discurso demagógico, en un país donde la cultura política era escasa.

Procedente de una familia decimonónica, Remón,  tuvo dificultades para continuar sus estudios,  debido a la muerte de su padre. Su madre, finalmente, lo incorporó a la carrera  de milicia en México, mediante una beca. Regresó al país en 1931 e inmediatamente se incorpora a la Policía Nacional, luego del periodo  convulso a raíz del movimiento insurreccional ocurrido  en  contra de  Florencio Harmodio Arosemena. Ingresó  a la Policía como Capitán,   demostrando interés por labrarse un futuro promisorio en la institución. Ya antes hemos señalado, que sus  inclinaciones partidistas  le crearon problemas con los superiores. Por ese  motivo   fue cesado de la Policía en 1935.

No se consideraba un simple policía. Aspiraba a que se le aceptara  como un militar profesional. Paulatinamente le dio rango de ejército y se preocupó por el prestigio de la institución policial panameña que poseía una moral y estima decadente, por haberse mantenido como un apéndice de las fuerzas armadas estadounidenses. Con Remón, la Policía Nacional y sus oficiales empezaron a figurar en el escenario social, político y económico del país.

Las elites dominantes oligárquicas llegaron agotadas a la  década de l940. Los conflictos que ellos mismos habían generado durante toda la década anterior, provocaron la debilidad de las clases gobernantes. Los grupos liberales no fueron capaces de mantener un proyecto coherente de desarrollo nacional y terminaron la década de 1930,  profundamente fraccionados. Harmodio Arias, figura que dominante de la década,  establece una dinastía de liberales "desteñidos" (panchistas, jimenistas, dominguistas, alfaristas, etc.) que perduran hasta la primera Presidencia de Arnulfo Arias. Una década plagada de fraudes escandalosos, crisis económica profunda, y el  repunte de los  sectores medios en el

escenario nacional, como elementos que interfieren en  la estructuración política de la época.

El Coronel Remón, de agudo olfato político aprovecha la coyuntura para imponer su arbitraje desde el cuartel. A partir de 1941, luego del derrocamiento de Arnulfo arias,  sin ser Comandante  de la Policía, ya Remón había asumido, literalmente, las riendas del país. Somete a las élites oligárquicas y dispone plenamente del poder durante casi toda la década de 1940 hasta que se hace Presidente de Panamá en 1952.

Bien entrado su periodo gubernamental del Presidente Remón, se hace sentir el intento de las clases dominantes de recuperar sus espacios perdidos. Una nueva generación menos atrasada, más educada y moderna, exige la reconquista del poder y la eliminación de intermediarios militares en su ejecución.  Por ello, se puede suponer que tratarían de   desembarazarse  de Remón cuando sienten que el Coronel puede intentar perpetuarse en el poder luego de finalizado su periodo constitucional en 1956. [111]

El Coronel, se separa de la Comandancia el 30 de octubre de 1951  para correr como candidato presidencial. Deja atrás un cuerpo policial bien estructurado  con un acentuado espíritu de lealtad hacia su jefe supremo. Tras su candidatura se alinean la mayoría de las fuerzas políticas y económicas del país. Otras, con alguna esencia antimilitarista hacen una tibia y ficticia oposición. La Guardia Nacional, se implica claramente en el proceso electoral y funge como aparato coercitivo para asegurar la elección de su Comandante.

La mayoría de las fuerzas oligárquicas son incorporadas por Remón a su plan hegemónico.  (la terna presidencial estará conformada por Remón, José Ramón Guizado y Ricardo Arias Espinosa como Primer y Segundo Vicepresidentes, respectivamente).  Ellas se sienten a gusto porque el Comandante les brindaría "seguridad y orden" para el éxito  de sus intereses económicos. Remón ungido a la Presidencia a partir de octubre de 1952, convierte a la institución armada, junto con sus oficiales en verdaderos guardianes de los intereses de las clases dominantes.  " Tal es el grado de conciencia que sobre el centurionismo de la Guardia Nacional adquiere la clase superior que el Partido Liberal, puntal de la alianza electoral antimilitarista de 1952, cambia su etiqueta de aposición pura y simple por la de leal oposición para señalar su divorcio de las corrientes oposicionistas más populares.."[112]

El papel de hombre fuerte que se le había atribuido al Coronel durante su Comandancia en la Policía Nacional, ahora se pone en práctica como Presidente de la República. Se convierte en el primer gobierno jefaturado por un militar durante la época vilmente. La frase de tinte nacionalista : Ni Millones Ni limosnas, que sirvió de motor a las grandes manifestaciones  (Marchas por la Patria) quedaron reducidas a migajas. " En esencia las negociaciones se circunscribieron a algunas concesiones económicas hechas por los Estados Unidos, y a la entrega de Rio Hato por parte de Panamá…De este modo, el sentido nacional

No.4- Declaración del Presidente Remón en apoyo de los sectores primarios de la economía. Fuente: El Panamá América 2 de octubre del 1952.

del Tratado Remón-Eisenhower no podía ser otro que el de la culminación de las reclamaciones de la oligarquía panameña, ante Norteamérica, con un resultado magro, pequeño,  si se tiene en cuenta lo que implica la economía global canalera. Y esa posición oligárquica siempre estuvo de espaldas a los intereses profundos, de espalda a los intereses nacionales, que siempre han reclamado otro tipo de planteamientos" [113]

Bien entrado el periodo presidencial de Remón, se hace sentir entre las clases dominantes cierta incomodidad con la creciente dominación del presidente en toda la esfera económica y política del país. Una nueva generación de empresarios menos atrasados; más educados y modernos, había surgido y exigían la recuperación de los espacios perdidos y la sustitución de los intermediarios militares que desde 1947, habían hecho presencia ostensible en la cúpula del poder en Panamá. Por ello, se puede suponer que tratarían de desembarazarse del Presidente, quien cubría demasiados escenarios y se corría el riesgo de que pretendiera perpetuarse en el poder del Estado.

José Antonio Remón Cantera fue asesinado el dos de enero de 1955, entre las 7.30 y las 8 de la noche. Tras una placentera tarde dominical, rodeado de amigos, halagado por los éxitos en las carreras, las felicitaciones y buenos augurios de Año Nuevo, sorpresivamente. él, hasta el momento, hombre fuerte de Panamá, "cayó abatido por una bala calibre 38". Así terminó la vida del político más poderoso de Panamá hasta el momento. Hubo inculpados, confesos, juicios, errores, caos, improvisaciones y, todo un gran revuelo momentáneo en un país en el que los acontecimientos trascendentales era escasos. Pero el crimen del Presidente fue cubierto con un manto de complicidad, que no permitió que nada se aclarara.

"Trasladado en su propio automóvil, por su propia gente, bañado en sangre, desgarrado y sucio, con los bolsillos vacíos, desvalijado en el camino, ingresa en el quirófano común, el hombre que hasta ese momento podía considerarse el más aclamado, quizás el más temido o el más amado, en el pequeño mundo panameño". [114]

"Tres detectives de Nueva York quedaron estupefactos al descubrir que la Policía panameña no había hecho cosas tan elementales como buscar y preservar huella digitales en las armas y los vehículos vinculados al delito. Queda claro que los asesinos de Remón solo

serán detenidos por casualidad o por la tentación de la recompensa, señaló el cable, no sin comentar la probabilidad de que el asesinato fuera obra de adentro…" [115]

El Presidente, frecuentemente declaraba que no tenían intenciones de mantenerse en el poder más allá de su periodo presidencial. Sin embargo, no pocos creían lo contrario. "Quiero declarar a ustedes que es falso que yo pretenda continuar en el poder después del primero de octubre de 1956. No lo aceptaría ni aún en el caso de que me lo pidiesen todos los partidos y todos los panameños." Fue una declaración hecha antes del año nuevo de 1955, aparecida en un periódico de la localidad. [116]

Los gobernantes en las décadas de 1940 y 1950, aún tenían una vida sencilla, apacible y un tanto alejada de los complejos sistemas de seguridad y de los protocolos propios de la modernidad. Remón frecuentaba lugares públicos (hipódromos, jardines, cantinas, estadios etc.) Allí departía con amigos y parroquianos. Esto lo convertía en fácil blanco para los que quisieran atentar contra su vida. [117]

Las contradicciones interoligárquicas afloran con gran fuerza, luego de la desaparición del hombre que, durante muchos años había fungido con el "fiel de la balanza" en Panamá. "No obstante, esta primera experiencia de un régimen fuerte en la época republicana, éste terminó abruptamente el 2 de enero de 1955 con el asesinato de Remón y quedó en evidencia el desgaste y la descomposición reinante en las altas esferas políticas, económicas y sociales del país". [118]

            Pero en realidad, la vida cotidiana del panameño pronto volvió a la normalidad. Es que los políticos criollos no tenían mayor arraigo entre la población. Sus conflictos y contradicciones no perneaban a la totalidad de la sociedad panameña. Constituía meras representaciones teatrales que eran conducidas a través de los medios de comunicaciones para el consumo de sectores muy específicos. En realidad, eran democracias ficticias o de

fachada, tuteladas desde los cuarteles cuyo nexo con la población era ocasional, formal e interesada.[119]

            El Diario La Nación, en el que Remón era importante accionista, el cual era dirigido por sus fieles seguidores, publicaba un editorial, a escasos cinco días del asesinato, del tenor siguiente:  "Que cada cual se dedique a sus tareas habituales en la seguridad de que todos los órganos del estado y las autoridades correspondientes, están firmemente determinadas a que

No.5- Versiones sobre el Asesinato del Presidente Remón,

Tomado del Panamá América 5 de enero del 1955.

los hechos se esclarezcan y los culpables sean descubiertos y castigados…Volvamos pues, al ritmo normal del trabajo y a la vida productiva".[120]

            "Tanto José Antonio Remón Cantera como José Ramón Guizado eran hombres que carecían de simpatías. Al morir Remón no se rompió en la República de Panamá una sola vidriera en señal de protesta." [121]

            "Un informe especial de la inteligencia estadounidense, fechado 11 de enero de 1955, estimó que la muerte de Remón no afectaría de manera significativa la relación fundamental entre Estados Unidos y Panamá, aunque ciertamente tendrá repercusiones turbulentas en Panamá y Centroamérica.

Para Panamá, observó la CIA, el efecto inmediato del asesinato de Remón sería una pugna por el poder. Los norteamericanos consideraban que Guizado carecía de estatura y tenía reputación de corrupto, pero el Segundo Vicepresidente no tenía madurez. Les gustaba que Remón era implacablemente anticomunista y que podía controlar a la Guardia Nacional.

Para  Centroamérica, opinó la CIA, el asesinato asustaría a los gobernantes autoritarios como Anastasio Somoza, de Nicaragua, Leonidas Trujillo de República Dominicana, Fulgencio Batista de Cuba; Carlos Castillo Armas de Guatemala y Marcos Pérez Jiménez de Venezuela, provocando una mayor presión política en esos países." [122]

Algunas informaciones sobre el asesinato del Presidente.

Tomado la Prensa domingo 2 de enero de 2005.

CAPÍTULO CUARTO

LOS PARTIDOS POLITICOS EN PANAMÁ

La Coalición Patriótica Nacional (C.P.N.)

1.- Los Partidos Políticos: Concepto y Evolución: 

La mayoría de los tratadistas están de acuerdo en que no es fácil dar una definición de partido político. Tanto desde el punto de vista de las actividades, como en el tiempo a que pertenecen,  como en  los términos de su estructuración y desarrollo, los partidos políticos constituyen organizaciones diferentes y con características muy propias.  Se debe asumir que el contexto histórico, social y económico en el cual surgen y se desarrollan, es vital para aventurar una definición de ellos.

Los partidos, casi siempre, se caracterizan por estar sujetos a constantes cambios en las tendencias políticas  que ellos representan, las cuales se manifiestan en su descomposición y  recomposición constante. Los conflictos entre las élites tradicionales de cada país,  en algunas ocasiones, por la plena vigencia del estado nacional  o de las emergentes tendencias económicas o de clases sociales,  han sellado constantemente las contradicciones entre los partidos políticos. Este asunto, también, lo abordaremos posteriormente.

El sentido esencial de la palabra partido es la acción de pertenecer a una organización determinada y de disentir, separarse de otras mediante un programa político específicamente determinado.

Esta característica esencial de disentir es lo que hace inherente a un partido político, la existencia de un ambiente democrático. Tal denominación es confusa cuando hablamos de ella en un ambiente dictatorial. Por ello, lo que hace de una organización un auténtico partido es la existencia, al menos, de otro grupo en competencia.

Esta última consideración, es sólo una  aproximación al entendimiento general que relaciona, necesariamente a la democracia con la  existencia de los partidos políticos. Sin embargo, como ya sabemos, existen otros puntos de vista sobre el asunto. Por ejemplo,  claras posiciones  defienden la existencia de los partidos políticos dentro de regímenes totalitarios. Pero esta discusión será planteada posteriormente.

Max Weber, el influyente sociólogo alemán, le da,  obviamente un sentido sociológico,  a una definición de partido político, cuando incorpora una novedosa cantidad de elementos que corresponden a la existencia misma de las agrupaciones humanas. "Llamamos partidos políticos, dice, a las formas de socialización que descansando en un reclutamiento (formalmente) libre, tiene como fin proporcionar poder a sus dirigentes dentro de una asociación y otorgar por esos medios a sus miembros activos, determinadas

probabilidades, ideales o  materiales , (para la realización de fines objetivos o el  logro de ventajas personales o ambas cosas." Pueden ser formas de socialización efímeras o de cierta duración y aparecer como asociaciones de toda clase y forma…El acento de su orientación puede inclinarse más hacia intereses personales o más hacia fines objetivos" Agrega el autor que: Los Partidos pueden emplear toda clase de medios para  el logro del poder. Allí donde el gobierno depende de una elección (formalmente) libre y las leyes se hacen por votación son fundamentalmente organizaciones para el reclutamiento de votos electorales…Esto significa prácticamente que la actividad política es una actividad de interesados; se trata de interesados políticos, o sea,  ideológicamente o en el poder orientado como tales…" [123]

De la conceptualización de Max Weber surgen una serie de elementos que son pertinentes. La conquista del poder y el logro de ventajas personales son  aspectos puntuales citados por Weber que nos conducen a ubicarnos en nuestra realidad latinoamericana y local. ¡Que es el poder?  Dice Giovanni Sartori que es: "la fuerza y la capacidad de controlar a los otros." Pero el poder, de quien y de quienes? Poder político para controlar el Estado?, ¿ Poder social de las élites?, ¿Poder económico de los grupos dominantes?. Esto también es sujeto de otra discusión.

Seymour Lipset  afirma  que el poder es "la capacidad de movilizar los recursos de la sociedad(o de la organización) para alcanzar los objetivos por cuya materialización han asumido un compromiso general y público"..Lipset,  escribe el prefacio  a la obra de Robert Michels; uno de los libros más emblemáticos sobre los partidos políticos. Agrega que  "El concepto de poder, reside fundamentalmente en la suposición de que la conducta de todas las minorías dominantes, ya sea en la totalidad de la sociedad o en las organizaciones. ( partidos políticos), debe ser interpretada,…siguiendo una lógica de autointerés, una explotación de las masas para mantener o extender sus propios privilegios y poder."[124]

El otro elemento importante que incluye la definición de partido político expresada por Weber lo constituye "el logro de ventajas personales". ¿Las elites políticas tienen intereses especiales que son diferentes de aquellas personas que ellos representan? Sobre este asunto de las elites y sus intereses especiales existe mucha literatura, especialmente en el ámbito latinoamericano. Es cierto que ellas tienen intereses especiales de grupo, diferentes de las personas que ellos representan. Una clase política que surge como resultado del esfuerzo de las masas y de los sacrificios de una mayoría. Los partidos políticos y,  particularmente los grupos dirigentes, aprovechan los logros para obtener privilegios o mantener o extender los que poseen.

Esta es la tesis fundamental de Robert Michels, el sociólogo alemán que, a principios del siglo XX, plantea el concepto político más importante contra la  teoría  de Rousseau de la democracia popular directa. Plantea lo que se conoce como la ley de hierro de la oligarquía "La  organización (los partidos políticos)  es lo que da origen a la dominación de los elegidos sobre los electores, de los mandatarios sobre los mandantes, de los delegados sobre los delegadotes. Quien dice organización dice oligarquía."

Michels trae a la discusión un elemento nuevo, cual es el de la oligarquía. " El hombre moderno, según este autor, "  se enfrenta con un dilema sin solución: no puede tener grandes instituciones, tales como Estados Nacionales, gremios , partidos políticos ni iglesias, sin ceder el poder efectivo a los pocos que ocupan los cargos superiores de esas instituciones".   Irremediablemente, según Michels, todas las organizaciones, especialmente los partidos políticos estarán destinados a depender de una oligarquía de poder, es decir, "los líderes de las masas son en sí mismos parte de la elite de poder y elaborar propósitos y desarrollan intereses derivados de su posición entre los privilegiados". [125]

Sin embargo, Michels no encuentra incompatibilidad o conflictos entre los intereses de los dirigentes (la oligarquía) y los miembros de base de las organizaciones. Las masas tienen que ser dirigidas por grupos elitistas bajo la conducción de un líder carismático. Se elabora la teoría elitista de la democracia. Ya Weber y Schumpeter, y más adelante,  Lenin habían insistido en que lo más importante de la democracia es la formación de un grupo elite político para conquistar los votos de un electorado mentalmente pasivo.

  Schumpeter, define el método democrático como "aquel sistema  institucional para llegar a decisiones políticas, en el que los individuos adquieren el poder de decidir por medio de una lucha de competencia por el voto del pueblo" [126].

Lenin, [127] en su libro de texto fundamental justificaba la necesidad de un partido elitista de revolucionarios profesionales que condujera a las masas hacia el socialismo al  describirlas como adormecidas y apáticas.

a.- Partidos y Democracia:

Si tomamos como válida la definición de partido político proporcionada por Giovanni Sartori, la cual sostiene que "Un partido político es cualquier grupo político que se presenta a elecciones y que puede colocar mediante elecciones a sus candidatos para cargos públicos",[128] Debemos entender que la existencia de la democracia está ligada íntimamente a la formación y desarrollo de los partidos. La mediación partidaria entre la sociedad y el estado pareciera indispensable  que esa sociedad sea tildada de democrática.

Estas aseveraciones son reforzadas cuando se identifica a la democracia con la competencia por el voto de los ciudadanos. Según algunos tratadistas, la competencia es esencial para distinguir a gobiernos democráticos de los no democráticos.  Aseveran que para identificar  a los gobiernos como democráticos es necesario ponderar si su elección es consecuencia de una libre competencia por el voto. Lógicamente, esta competencia debe estar dirigida por los partidos políticos. Por una diversidad de partidos o por la existencia de, al menos, otro grupo competitivo.

Es que  para el entendimiento general, se considera esencial la competencia entre partidos políticos para que exista la democracia. Sin embargo, esta aseveración tiene posiciones recurrentes. El mismo Michel dice que "La abrumadora  mayoría de todas las   organizaciones del hombre a través de la historia ha sido manejada por el gobierno de partido único. La mayor parte del tiempo, en casi todos los lugares del mundo, todas las organizaciones han estado bajo el dominio de un partido único. El algunos momentos de la historia, y en determinados lugares del mundo, han existido unas pocas organizaciones de dos partidos (o partidos múltiples), pero el gobierno de partido único es lo normal y poco menos universal."[129]

Gerardo Bedoya Guerrero , tratadista colombiano, considera, que el partido único no es ningún contrasentido y tampoco lo es que existan partidos en una dictadura y agrega "un partido no es partido porque existan otros, ni porque se le distinga de otros, ni porque sus miembros pertenezcan a él…Su esencia es ser técnica política para alcanzar el poder…La conclusión es evidente: El partido único es verdadero partido. Se trata, simplemente que el Estado le conceda en monopolio,  la vida política.   Agrega este autor, en contraposición a la tesis anterior que " El partido no necesita de la democrática para subsistir. La función electoral, puede cumplirse en un régimen no democrático de partido único, aunque esa función tome, claro está otra forma y tenga otros alcances".[130]                        

El concepto de partido único también es incorporado al análisis sobre la naturaleza de los partidos por Maurice Duverger [131]. En uno de los primeros intentos de clasificación de los sistemas de partidos políticos, Duverger nos habla de Sistema de  Partido Único, Sistema Bipartidista y Sistema Multipartidista.

Pero existe una clasificación más reciente y más utilizada cual es la de Giovanni Sartori. Dentro de las siete clases de partidos que Sartori considera que existen, menciona al Sistema de Partido Unico. Una pregunta pertinente debía ser entonces, el número de partidos es la determinante para una democracia? ¿La existencia del Partido único niega la democracia?.

            De todas maneras, en cualquier sistema partidista, el Partido es una fuerza política, a nuestro criterio, es la más importante en la democracia moderna, ahora que los ejércitos están replegados a guardar el orden público y que la iglesia se dedica a lo estrictamente espiritual. Por su importancia,  los partidos deben,  entonces, ser autónomos, institucionales, complejos y coherentes. Su destino solo debe ser marcado por sus actuaciones buenas o malas. Están supeditados a ascender al poder, a desintegrarse o a caer.

Es claro que no siempre las conquistas ciudadanas han fructificado  por efectos de la actuación de las organizaciones partidarias o de las presiones colectivas de los representantes de las sociedades, elegidos por sus bases. No debe desconocerse que muchos caudillos políticos con la aceptación popular, han logrado éxitos significativos en la satisfacción de las necesidades de la colectividad. Aún así, en las democracias,[132]  los partidos políticos,  constituyen,  un elemento de cohesión y un intermediario válido para el desarrollo de las aspiraciones de los ciudadanos.

El partido es una fuerza política. Suele ser la más  importante en las democracias modernas, porque el ejército ha regresado a su papel natural de guardián del orden público y la iglesia ha resuelto alejarse, para su bien, de lo estrictamente temporal. La importancia del partido como fuerza política radica en que son comunidades con fines generales.

Dice Marcel Prelot, [133] "Los partidos no son, pues, abstracciones; son fenómenos concretos: organizaciones humanas, y no presentan otra dificultad distinta a la de cualquier organización humana. No puede perderse de vista este hecho: los partidos están compuestos de personas, que son las que le dan sentido a su actividad, y por eso ascienden y caen, progresan y decaen".

 El Partido  es, según   Prelot,  una Fuerza Política colectiva y organizada. Es una fuerza: es decir, es capaz de obrar. Es fuerza política: va hacia el poder, influye sobre el poder. Otras fuerzas políticas organizadas, además de los partidos, son los sindicatos, la iglesia y las fuerzas armadas.  Agrega " las  fuerzas armadas son también fuerzas susceptibles a adquirir  carácter político. Establece en ellas dos posiciones opuestas:  las fuerzas armadas que  "gritan"  y hacen pronunciamientos o sea que toman posiciones políticas tipo ejército español y, las fuerzas armadas que callan; son complacientes y sirven más al Estado que a los hombres, tipo de ejército francés.

Quizás, pudiera ayudar en el análisis que pretendemos hacer sobre los partidos políticos y su naturaleza y, para acercarnos a la situación,  que ya empieza a darse en Panamá desde la década de 1950, algunas juiciosas acotaciones  que sobre el tema de la coyuntura partidista y la irrupción de las fuerzas armadas en el escenario político panameño, que hace el sociólogo Marcos A. Gandásegui H. [134] en su obra Militares y Crisis de los Partidos Políticos.                                                                                     

Citando  a Gramsci,  Gandásegui  sostiene que "el régimen militar es un paréntesis entre dos gobiernos constitucionales. Los militares son la reserva permanente del orden, son una fuerza política que entra en acción públicamente cuando la legalidad está en peligro". Esta pérdida de legalidad se produce " cuando las clases sociales se separan de los partidos políticos tradicionales…cuando los hombres que los constituyen, representan y dirigen, dejan se ser reconocidos por su clase…  La división es casi siempre el resultado de algún evento particular o "porque enormes masas pasan imprevistamente de un estado de pasividad a uno de actividad, en el cual hacen demandas que pueden conducir a una revolución".

Gandásegui continúa analizando las crisis políticas de acuerdo a Gramsci así: "Las crisis de hegemonía o crisis general del estado se debe resolver rápidamente. Las crisis se resuelven cuando un partido político se legitima y restaura el orden." "Representa la fusión de una clase social entera bajo una sola dirección. Agrega que "cuando la crisis no encuentra una solución orgánica, sino la del líder carismático, significa que existe un equilibrio estático. El líder carismático representa la incapacidad de sector alguno para imponer su liderazgo. Todos deben someterse a una fuerza que cuide sus intereses.

Todos los planteamientos elaborados por el autor mencionado coinciden en que los regímenes militares son una reacción a la crisis, son expresión de la pérdida de legitimidad y, por tanto representan la necesidad de reconocer el bloque en el poder o sea  el bloque hegemónico. Los regímenes militares, en conclusión son consecuencia de la crisis de hegemonía de los partidos políticos y serán creadas nuevas instituciones para acomodar a las nuevas clases y categorías sociales.

El hecho  que los partidos políticos constituyan una fuerza política colectiva, porque se componen de muchas personas, dice Prelot,  por más grande que sea el número de sus componentes, el partido no puede sustraerse a una inevitable tendencia oligárquica. Es  que en la práctica,  el grupo obra según las decisiones de una elite reducida o de un solo hombre ilustre y poderoso.  El asunto de las oligarquías en las sociedades políticas y, en las democracias,  es un tema trascendente a nuestro criterio.

Previamente hemos señalado a  Robert Michels, en la elaboración de la teoría elitista sobre la democracia. "la democracia reside en gran medida, en el hecho de que ningún grupo logra asegurarse una base de poder y mando sobre la mayoría, de manera tal que pueda suprimir o negar, en hechos, los reclamos de los grupos antagónicos. Muchas organizaciones que son oligárquicas por dentro, ayudan a sostener la democracia política de una sociedad mayor, y a proteger los intereses de sus miembros en los avances de otros grupos. Sobre el tema de las oligarquías en América Latina y en Panamá hemos establecido algunos parámetros en el capítulo segundo de nuestro trabajo.

            En las normas legales panameñas,   se define a los partidos así: "Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumentos fundamentales para la participación política, sin perjuicio de la postulación libre, en la forma prevista por la Ley.

La Ley reglamentará el reconocimiento y subsistencia de los partidos políticos, sin que, en ningún caso, puede establecer que el numero de los votos necesarios apara su subsistencia sea superior a cinco por ciento de los votos válidos emitidos..[135]                                                                                                                                                           

b.- El Caso Panameño:

En realidad, una de las grandes deficiencias de las organizaciones políticas en América Latina y en Panamá, ha sido históricamente el bajo nivel de institucionalidad. Según la mayoría de los autores, [136] las organizaciones tienen que enfrentar un sinnúmero de retos y obstáculos las cuales solo pueden ser superadas con un alto nivel de institucionalidad. El nivel de institucionalidad las proporcionan tres condiciones, a saber,  la capacidad de adaptación a los riesgos, en segundo lugar,  la antigüedad o experiencias y tercero, el número de componentes de las organizaciones. Por ejemplo, señalan, que la Constitución de los Estados Unidos, la iglesia católica, los sistemas de gobiernos europeos  etc,  son muestras de institucionalidad por su antigüedad.

Efectivamente, otro elemento que da institucionalidad a la organización política es la cantidad de miembros que la constituyan. Las organizaciones con escasos participantes son débiles e inestables. La organización política formada en torno a una persona; caudillo o dictador, es inestable y con escasa institucionalidad.

En ese orden de ideas, la práctica política nacional panameña no se caracteriza por la antigüedad de sus organizaciones. Aunque desde principios de la vida republicana giraron entorno a la vida nacional los partidos políticos, heredados de Colombia, sus influencia ideológica se borró rápidamente durante la primera mitad del siglo XX. Los postulados conservadores no pudieron mantenerse organizadamente  durante mucho tiempo. Las generaciones subsiguientes  reciben influencia muy limitada de los antecesores. Por ejemplo, el Partido Liberal, en la década de 1930, se fraccionó en tendencias, cada una de ellas adaptadas a las circunstancias del momento  y   nuevos caudillos. Gandásegui agrega: cada generación tiene que refundar sus fracciones con nuevos principios, valores e incluso símbolos.

Otro elemento negativo,  propio de nuestras organizaciones partidarias lo constituye la escuálida cantidad de personas que los conforman. Los partidos políticos panameños son poco representativos de su composición. Son organismos sencillos, con sistemas jerárquicos muy limitados y que expresan los intereses de grupos en particular. Esto los hace menos  autónomos, más débiles y con menor  institucionalidad.

Estas limitantes y otras tales como la escasa autonomía y la falta de coherencia en sus planteamientos ideológicos, han hecho de nuestros partidos políticos, organizaciones poco institucionales;  carentes de liderazgo y hegemonía en la sociedad panameña. Estamos hablando de "oscilaciones, escisiones y cambios de nombre que nunca permitieron a las organizaciones políticas partidistas superar el nivel de protopartidos…Estas inacabables pugnas internas y faccionalismos endémicos condujeron a que los partidos y coaliciones resultantes, fueran una rara y amorfa mezcla interclasista de liberalismos y conservadurismos, tanto su discurso como su práctica"[137] 

Además, debemos considerar un elemento adicional en la situación  de la cultura política en América Latina y Panamá, cual es, el desarrollo de la institucionalidad democrática. Por las mismas condiciones del desarrollo histórico de la región, no hemos encontrado un ambiente propicio para cultivar la cultura democrática que pueda superar la tradición autoritaria de los sistemas políticos heredados.  Además, la manipulación, el fraude y la violencia política han sembrado una atmósfera de inseguridad y de falta de credibilidad.

Desde su surgimiento, la República se estructura sobre la base de la realidad política colombiana que se basó en el  esquema tradicional liberal conservador. En Panamá, luego de la formación de la República, cada uno adquirió su propia ruta y su diferenciación social y política a lo interno del país. A pesar de todo, estas agrupaciones partidistas  trataban de conservar sus tradiciones y principios. Aunque las diferencias ideológicas no eran abismales y en muchas ocasiones sus programas políticos eran coincidentes, ambos se fijaban algunos objetivos nacionales y, más o menos,  tenían ideas determinadas sobre  un proyecto nacional.

 Sin embargo,  a mediados de la década de 1920 [138] se comienza a notar los fraccionamientos partidistas aflorando como consecuencia o por el contrario como causa, las ambiciones personales, el afán de enriquecimiento y las confabulaciones palaciegas para perpetuar en el poder a un grupo o a una clase "especial" de panameños. [139]

A partir de ahora, la contienda política que debería medir la capacidad e interés de los ciudadanos por dar de sí lo mejor en beneficio de la nación, se transforma en un mercado en donde los actores efectúan transacciones y, el Estado es concebido como un botín para satisfacer las ambiciones de algunos grupos e individuos. La cultura política que se empieza a desarrollar es la del "juega vivo" en la cual   cada torneo electoral se entiende como  la oportunidad de asaltar las arcas del Estado a través del gobierno. Un autor nacional, a propósito de ello, denomina   a estos grupos: "sectas oligárquicas con nombres de partidos políticos"

En realidad, los partidos políticos panameños en su mayoría han sido, tradicionalmente, un instrumento de transacción; más que expresar una ideología o identidad de los diferentes sectores de la sociedad, han sido utilizados como medios de presión a favor de intereses familiares, personales o de grupos económicos. Desde temprano, en nuestra historia republicana y especialmente, a partir del final de la década de 1920, los partidos panameños han utilizado el poder del estado como un botín que se disputa entre los actores a través de las elecciones. "Según Juan Materno Vásquez,  a consecuencia de la liquidación del patriciado liberal-conservador, éstas, más que organizaciones conforme una ideología- fueron creaciones jurídicas de clientelas electorales. La formación de los mismos respondió al plutocratismo representados en los intereses particulares, familiares y comerciales de sus jefes" [140]

Las elecciones eran y son aún verdaderos festines de compra y venta de conciencias. Se ha confundido el poder político con el poder económico. Los grupos oligárquicos poseen plena conciencia de lo que significa el control del estado para sus intereses económicos y sociales. Cada elección pone en disputa la oportunidad de hacerse de mayores bienes, aumentan el prestigio social o soluciona el problema de empleos para sus familiares y amigos políticos. Se utilizan formas lícitas e ilícitas para lograr su objetivo. Se pone en evidencia los peores hábitos y aflorarán las peores pasiones humanas. Las malas prácticas políticas y la corrupción generalizada, es la nota común, en los procesos eleccionarios republicanos.

Se crean partidos con la misma facilidad que se crean sociedades anónimas, casi todos con los mismos nombres y plataformas tan parecidas que expresan la carencia de principios y de fundamentos ideológicos. Generalmente, las contradicciones económicas internas de las clases dominantes, se trasladan al plano de los partidos nacionales provocando constantes crisis políticas, especialmente, cuando se acercan los torneos electorales.

" El fraude electoral, el descrédito público que sembraron los métodos electorales usados por los partidos políticos, condujo desde 1928 a un ambiente en que se hacia imperativo una ruptura con el pasado inmediato…Desde 1931,fuera de la elección de Harmodio Arias en 1932, y excluyendo también la elección de la Asamblea Constituyente de 1945, hasta los días actuales, no se ha dado caso de consulta popular honesta por medio de las urnas electorales"  [141]

"He ahí la miseria política en los primeros treinta años de la República oligárquica. De esta síntesis se infiere que: …No se trataba, por tanto, de un conflicto ideológico-político…sino de rivalidades y contradicciones, naturaleza completamente personal, sin ninguna base ideológica, cuyo único objetivo, era ocupar la presidencia para disfrutar los beneficios y privilegios que otorga el poder. He aquí como John Glover South (Ministro Americano en Panamá) caracteriza la miseria de los partidos oligárquicos: Durante tres años de residencia en Panamá- le escribía el 23 de marzo de 1925 al Departamento de Estado- he sido incapaz de hallar algún principio que gobierne a los partidos…Los partidos, al igual que sus adherentes se dividían o unían en base a las relaciones de tipo personal…El objetivo es únicamente despojar al contrincante y ocupar la presidencia…" [142]

El fenómeno clientelista es típico de la lucha política en Panamá.  Los electores son transportados, hospedados, alimentados y divertidos, a costos y costa del partido en función de asegurar conciencias. Jolgorios, borracheras, recompensas, son pasajes  comunes de la disputa electoral. Quien representa o posee medios económicos es quien mayores posibilidades tiene de lograr el triunfo. Posterior al triunfo, desde el poder, el partido crea clientela, basadas en obras de interés social y apoyo personal a los adherentes. Las clientelas se duplican a  través de los vínculos consanguíneos.[143]

El Partido Liberal ha sido el eje central de las luchas políticas panameñas. Desde los inicios de la República ha reflejado los intereses comerciales de las clases hegemónicas de las ciudades terminales de Panamá y Colón, y además, de las clases de pequeños  y grandes productores del interior. Con los conservadores, los liberales dirimieron los conflictos políticos de los primeros años republicanos. La generación de Carlos A. Mendoza, Belisario Porras, Eusebio A. Morales, Guillermo Andreve nutrieron al liberalismo de las herramientas doctrinarias e institucionales para enfrentar los desafíos que significaba organizar y poner en marcha el país. Rápidamente minaron las fuerzas de los conservadores y se convirtieron, los liberales en los dirigentes y protagonistas de las luchas políticas de los primeros años. Cada uno desde su perspectiva le imprimió su  impulso personal al proyecto nacional. Además, lograron identificar al liberalismo con los grupos populares  de la ciudad y del campo para fundar un    " populismo liberal" que dominó la política nacional, durante los primeros 20 años de la República.

Los liberales pudieron mantener esta situación de reacomodo político y el control absoluto de la situación hasta la llegada de los años finales de la década de 1930. La gran depresión que estalla en 1929 y, por consiguiente, los conflictos sociales que por generación espontánea surgirán, crean una situación insostenible para los dirigentes. Las contradicciones entre porristas y chiaristas, llegan a su fin y el modelo es agotado por la necesidad de cambios en la orientación política de la nación panameña. Surgirán nuevos grupos de presión que exigirán soluciones definitivas y no coyunturales  para el desarrollo nacional.

c.- Partidos Políticos y Militares:

El golpe de Estado de 1931 cambia la estructura  política de la sociedad panameña. Ante la incapacidad de los grupos oligárquicos gobernantes; las clases medias ocupan lugares preponderantes en la dirección de la cosa pública.  Y le da un nuevo papel a la Policía Nacional, como actor importante en la política panameña.. A partir de ahora, la Policía Nacional y sus dirigentes son árbitros de la política nacional. Los Estados Unidos, además, pasan a desempeñar un nuevo papel en la política exterior panameña; la política del "buen vecino" de Roosevelt, establece que, en  vez de la intervención directa, los norteamericanos prefieren dejar que la Policía Nacional desempeñe el papel, que ellos antes desarrollaban.

A partir de entonces los liberales no logran controlar la hegemonía ideológica y política  en el país. Al militarizarse la Policía completamente en 1943 con el visto bueno de los Estados Unidos, surgirán nuevas contradicciones entre los grupos oligárquicos panameños. La oligarquía local, estrechamente ligada a los intereses estratégicos canaleros de la potencia extranjera, queda sometida a los caprichos de un sistema político, apoyado por la estructura militar colonial.  Este esquema domina la vida política panameña desde el

principio de la república y, con algunas variantes, desemboca en los gobiernos posteriores a la Segunda Guerra Mundial.                                                  

Los resultados de la guerra aportan nuevas realidades y nuevas situaciones conflictivas que los grupos liberales no logran resolver. Aparecerá el Comandante Remón en 1947 e impondrá su hegemonía militar en el país. La teoría de Gramsci entra en función: "Los militares son la reserva de orden, son una fuerza política que entra en acción públicamente cuando la legalidad está en peligro. Los militares son una reacción a la crisis, son expresión de la pérdida de legitimidad y, por lo tanto, representan la necesidad de reconstruir el bloque de poder. Son consecuencia de la crisis de hegemonía".[144].

Alain Rouquié, al referirse a la presencia de los poderes militares en el contexto latinoamericano, hace las siguientes consideraciones: "algunos historiadores pudieron ver en la frecuencia de las intervenciones militares en la vida política contemporánea residuos culturales de las guerras civiles del siglo XIX hispanoamericano. El periodo de anarquía que conocieron las antiguas colonias españolas inmediatamente después de su independencia habría configurado una tipo de relación política basada en la fuerza, un sistema de actitudes frente al poder que llevaría a un estado de violencia descentralizada y difusa. El jinete y los montoneros intrépidos se convirtieron en técnicos de la caballería blindada, los caudillos se metamorfosearon en oficiales de estado mayor…estas repúblicas turbulentas, intrínsecamente inadaptadas para la práctica de la democracia de tipo occidental, requerían un poder autoritario, árbitro indiscutible entre grupos e intereses.."[145]

2.- LA COALICIÓN PATRIÓTICA NACIONAL, EXPRESIÓN POLÍTICA DEL REMONISMO:

  a.- Evolución Política de Remón:

Un columnista del Diario La Nación, en el que  el Comandante Remón era importante accionista, escribe en marzo de 1953 así: "Un país como el nuestro eminentemente despoblado (800.000 habitantes) y una población electoral de 200.000 ciudadanos no puede continuar ofreciendo un espectáculo un tanto jocoso de tener una docena de partidos nacionales…cabe, por ahora, felicitar al Coronel Remón, quien ha sido el cerebro de este movimiento…". Se refiere el periódico, a la decisión anunciada por Remón de coaligar legalmente a los partidos que  habían apoyado su candidatura a la Presidencia, en la recién pasadas elecciones del 11 de mayo de 1952.

Previamente, el Coronel José Antonio Remón Cantera, Comandante de la Policía Nacional, convertido ya en árbitro de la política nacional, había participado decisivamente en la sucesión presidencial posterior a la licencia y muerte del Presidente Domingo Díaz.                                                                                                                                    

Veamos como nos narra Víctor Florencio Goytía estos aciagos acontecimientos ocurridos entre 1949 y 1951. "El presidente Chanis se autoinmoló. No tuvo miedo de ejercer sus prerrogativas constitucionales de nombrar y destituir a jefes y oficiales de la fuerza pública: pero fue poco precavido. Al dar aquel paso, sólo contaba con la fuerza del derecho y la lealtad de la guardia del palacio……..derrocado Chanis, ocupó la Primera magistratura,  en el orden sucesorio, don Roberto F. Chiari, quien dada la agitación reinante, se dirigió a la Corte Suprema…..para que dicha Corporación se pronunciara a cerca de la validez de la renuncia de su antecesor inmediato….al acusar recibo de la carta de don Roberto f. Chiari, adelantó concepto muy lógico, de que si la renuncia había sido provocada por la violencia y no por la libre determinación carecía de validez.  Al recibir esta respuesta don Roberto F, Chiari, consideró que no debía continuar en la Presidencia y abandonó el palacio. Refiriéndose a este episodio, el Comandante Remón declaró: "Yo le dije a don Roberto F. Chiari (en vista de su decisión de abandonar la Presidencia) que iba a buscar al Dr. Arnulfo Arias y así lo hice". [146]

El 10 de mayo de 1951, columnas de la Policía al mando de Timoteo Meléndez asaltaron las dos plazas fuertes del Presidente Arnulfo Arias; el Palacio Presidencial y el Cuartel de la Policía Secreta, para liquidar su corto mandato.  Bajo la sombra imponente de Remón se iniciaba un nuevo gobierno presidido por Alcibiades Arosemena, quien debía culminar el periodo del fallecido Presidente Domingo Díaz.                                           

El Comandante se consagra como hombre fuerte y superpone no sólo su  cargo  sino a la Institución armada, sobre todos los demás cargos de la administración pública y la dirección política del país. En opinión de Renato Pereira, la Policía ahora con  un rol de mediadora y represora,  se va a convertir a la vez en "guardián de los intereses políticos y de la expansión económica de la burguesía nacional."

Remón consolidó su poder político mediante el "eclipse" de Arnulfo Arias, a quien mantuvo en la cárcel desde el 10 de mayo de 1951, tras su derrocamiento,  hasta febrero de 1952 (nueve meses). El Coronel,  quien reiteradamente había negado aspiraciones a ser candidato a la Presidencia,  fue postulado formalmente, el 28 de octubre de 1951 en  concentración realizada en la provincia de Los Santos [147] a la que asistieron unas 500 personas, según el Diario El Panamá América.[148] Dos días después, el 30 de octubre, renunció a la Comandancia de la Policía Nacional.

La postulación la efectúan los Partidos Nacional Revolucionario (partido al que pertenecía Remón), Unión Popular y Liberal del Matadero y posteriormente se suman a ellos el Partido Renovador,  y el Partido Revolucionario Auténtico. Junto a Remón integran la nómina presidencial,  José Ramón Guizado y Ricardo Arias Espinosa. Desde ese momento, este grupo de Partidos empiezan a llamarse Coalición Patriótica Nacional, aunque legalmente no se había constituido como Partido Nacional. Cada partido postulante  mantiene su autonomía legal, con potestad para designar  a sus candidatos a diputados y concejales,  en forma independiente.

Durante toda la campaña electoral, la oposición, a través de sus periódicos, acusa al gobierno de Arosemena de apoyar abiertamente a la candidatura del Coronel Remón. Uno de ellos publica la siguiente noticia: "Don Alcibiades Arosemena presidirá junto a José Antonio Remón Cantera, José Ramón Guizado y Ricardo Arias Espinosa, el Comité del Granillo del PRA que apoya la candidatura del excomandante de las Policía Nacional.

Como asesor jurídico del mencionado Comité ha sido designado el Ministro de Gobierno y Justicia Dr. Miguel Angel Ordoñez" [149]

La prensa escrita más importante, como era tradicional, se divide para apoyar a las alianzas partidistas.   El Diario La Nación, dirigido por José Daniel Crespo y Presidido por Temístocles Díaz, ambos amigos de Remón, defiende con vehemencia la  candidatura del Comandante.  La Hora y el Panamá América, cuyos dueños son la familia Arias Madrid, y El Diario El País de la familia Lewis Galindo, apoyan a la Alianza Civilista.                                                                                                                                          

El Diario La Nación, de clara inclinación remonista, publicó el  día  7 de diciembre de 1951, el nombre de los  Ministros del Gabinete de Alcibíades Arosemena, que apoyarían  al Comandante  así:

Gobierno y Justicia…               Miguel A. Ordoñez…..   PRA ……….      apoya a Remón.

Agricultura…………….               José Varela…………….. PRA……….       apoya a Remón.

Obras Publicas………..             César Guillén………….               Liberal…….       apoya a Remón.

Rel. Exteriores…………  Ignacio Molino………                Liberal…….       apoya a Remón.

Educación………………  .           Rubén Carles…………               U. Popular..      apoya a Remón.

Previsión Social………. Juan de A. Galindo…..  PNR………        apoya a Remón.

La definición hacia la candidatura de Remón de la mayoría de los miembros del Gabinete del Presidente, provoca una crisis política en el país. Algunos ministros no remonistas  deben renunciar al gabinete y, otros funcionarios dejan sus puestos en   las instituciones autónomas que regentan.                           

Para enfrentar al Coronel Remón, las fuerzas opositoras se reúnen en la Alianza Civilista, que tendrá el apoyo de los Partidos Liberal (de la campana roja), Frente Patriótico, Revolucionario Independiente y Socialista. Los candidatos presidenciales serán Roberto F. Chiari (primo de Remón), Norberto Navarro y César Quintero.[150]

Los arnulfistas,  inicialmente trataron de participar en la lucha electoral e inscribieron  el Partido Panameñista  en corto tiempo, pero finalmente, se abstuvieron de presentarse a la contienda, aduciendo que no existían  condiciones  para unas elecciones democráticas y justas. Al no poder presentar como candidato a Arnulfo Arias [151], por este

encontrarse  detenido y suspendidos sus derechos políticos,  deciden postular al señor Rodolfo Herbruger,  el 9 de enero de 1952.  Herbruger, posteriormente,   renuncia a la candidatura y declara que "no hay oportunidad propicia para que, en vista de las conocidas circunstancias nacionales, mi candidatura ofrezca solución patriótica."

La campaña electoral se desarrolla durante un periodo en el que el país afronta una profunda crisis económica. El final de la guerra afecta ostensiblemente la situación de Panamá, especialmente en las ciudades terminales de Panamá y Colón. Una gran cantidad de obreros han quedado cesantes al finalizar los trabajos en las instalaciones militares de la

Zona del Canal. El Presidente Alcibíades Arosemena, en su último mensaje a la Asamblea Nacional, el 1 de octubre de 1951, describe la situación patéticamente:            

" De acuerdo a los índices económicos, la situación empeoraba en lugar de mejorar. El desempleo aumentaba, los depósitos bancarios declinaban; menos cantidad de dinero circulaba, las ventas al por menos declinaban….Se atribuyó el desempleo en aumento al afán de los obreros que se radicaron en la ciudad de Panamá y Colón, que durante la guerra, la Zona del canal atrajo, de permanecer en ellas, aunque ya no se necesitaban sus

servicios. Con el agotamiento de los excedentes fiscales de tiempo de guerra, el gobierno no pudo por más tiempo resolver los problemas urbanos de desempleo y subempleo…El gobierno era impotente para calmar la intranquilidad social y la agitación política." [152]

El Presidente Arosemena tuvo que recortar la mayor parte de los proyectos de inversión, disminuyó los salarios de los empleados y al final se registró un déficit en el presupuesto de B/ 4.8 millones.

Las elecciones se realizaron el domingo 11 de mayo de 1952 y el Coronel Remón, con el apoyo del Gobierno, la Policía Nacional y de los principales grupos oligárquicos,  triunfó con relativa facilidad, sobre la Alianza Civilista. La Coalición Patriótica Nacional, aún no constituida formalmente como partido, pero con todos los cinco coaligados apoyando a Remón,  obtiene el 55% de los sufragios, según el resultado oficial.

El mismo día de las elecciones, el Diario La Nación (al servicio de Remón y de la Coalición Patriótica Nacional) titula en su Primera Plana así: Auras de Triunfo Agitan las Gloriosas Insignias de la CPN, y agrega: "El triunfo de la Coalición Patriótica es cosa segura y definitiva. No ha habido un solo lugar de la República del que hayamos tenido noticia en que las fuerzas de la Coalición Patriótica hayan dejado de responder al llamado del patriotismo y la salud de la patria votando por el Coronel Remón,… esperamos los datos exactos…para informar a nuestros lectores la magnitud de la derrota sufrida por el civilato; y el aplastante contingente de las fuerzas victoriosas de la Coalición Patriótica Nacional…" [153]

Como era común en la época, cada fuerza política, a través de los periódicos que controlaban, publicaban cifras diferentes en las que cada uno se atribuía un triunfo arrollador. Los medios escritos nos dan una imagen distorsionada de la realidad. Todo parece indicar que no hay otro país que el político y que Remón lo conducirá a " la salvación nacional". Sus aduladores llaman al remonismo, doctrina de redención nacional.

La Policía, con Remón a la cabeza se estrena como gobierno. Cuando el Comandante se retira para competir por la Presidencia había dejado sus cuadros formados. Todos son fieles al jefe supremo, que ahora desempeña nuevas  funciones, pero  mantiene de hecho, el control de la Institución y  del gobierno.  Del papel puramente represivo que la Policía Nacional había desempeñado hasta ahora, la Institución comienza a intervenir en las disputas internas de la burguesía. Después de la elección de Remón,  se convertirá en la reserva permanente del orden para la clase dominante.

"..Bajo la Presidencia del Coronel José A. Remón, su objetivo era de carácter dual. Por un lado, reforzar el proyecto de la burguesía nacional. Por el otro, contribuir a la estabilidad

política exigida por la doctrina de seguridad hemisférica de EE.UU.  En   medio de esta ambigüedad, la institución militar se subordinó a dos proyectos diferentes". [154]

b.-  Reconocimiento  Legal de la Coalición Patriótica Nacional:

El remonismo y sus aliados plantean la realización de un  gobierno de "redención nacional". Para ello se requeriría,     la modificación de las normas que rigen a instituciones  republicanas. Había prometido atacar "el caos político que reinaba en Panamá". Criticó durante su campaña las pugnas políticas que dividían a la población y que a su criterio, terminarían socavando la base de la República. Condenó la  interposición de  intereses personales en la lucha y entre  los partidos políticos,  causantes de la inestabilidad del país.

Aún como Jefe de la Policía, Remón recomendó con ahínco la disminución del número de partidos para dar al país la paz política necesaria. En muchas ocasiones durante la campaña presidencial de 1952, en la cual Remón, como candidato, experimentó dificultad para mantener unidos los cinco  partidos de su coalición,  reiteró su convicción acerca del exceso de partidos políticos en Panamá.

            El multipartidismo panameño se manifiesta con mayor fuerza, como ya hemos anotado antes,  a finales de la década de 1920. Durante el gobierno de Harmodio Arias se produce una proliferación de tendencias que, en realidad sólo representan intereses y simpatías hacia uno u otro caudillo coyuntural. Es común en Panamá que el fraccionamiento se produzca por diferencias internas entre los dirigentes de los grupos políticos. Esta división,  generalmente, se origina en el momento de hacer las postulaciones a cargos de elección. Al  momento de encontrar afinidad en opiniones e intereses, las distintas facciones tienden a conformar alianzas cuando se avecinan las elecciones.

Desde el poder, el Presidente Remón hizo aprobar la Ley Número 6 de 6 de febrero de 1953, en la que se derogaban unas y reformaban otras leyes, sobre elecciones populares.

Es una ley hecha a la medida del pensamiento de Remón y, a los intereses políticos del grupo que lo apoyó en las elecciones pasadas. El artículo 21 de dicha ley, establece que para poder subsistir los partidos políticos debieron obtener el 20 % de los votos emitidos  (45.000) en las elecciones de 1952. Además, declaraba que los partidos que se habían

aliado previamente a las elecciones (coalición de partidos remonistas) y,  que juntos habían obtenido dicho 20% de los votos, subsistirían.                                                                                                                               

En esta forma, la Coalición Patriótica Nacional  logró imponer una amplia mayoría en la cámara de diputados (más del 60 % de los diputados de la Asamblea Nacional de 1952 pertenecían a la Coalición de Remón). Su hermano Alejandro Remón Cantera, fue designado Presidente del Órgano Legislativo. Las leyes propuestas por el Presidente, obviamente,  recibían una rápida aprobación.

 La Ley en su Artículo 2° decía: El Artículo 21 de la Ley 39 de 1946 quedará así[155]:

Articulo 21. Se reconoce la existencia de los partidos políticos nacionales ya inscritos que hubieren obtenido durante las elecciones presidenciales de 1952 más del veinte por ciento de los votos depositados en ellas y se reconoce asimismo, la existencia de los partidos nacionales que resultaren de una fusión de varios partidos políticos ya inscritos, siempre

que dicha fusión hubiere sido acordada por sus respectivas convenciones dentro de sesenta días siguientes a la vigencia de esta Ley y que el número de votos obtenidos por los partidos fusionados en dichas elecciones de 1952 exceda el veinte por ciento de los votos depositados en ellas.

Parágrafo: Para los efectos de este artículo, los partidos políticos nacionales que se fusionen protocolizarán en una notaría….el acta de fusión respectiva…Dentro de los cinco días siguientes deberá enviar dicho partido al Ministerio de Gobierno y Justicia una copia notarial….dentro de los cinco días siguientes, el ministerio dictará un resuelto en el cual declarará ,……que el partido tiene existencia legal desde la fecha de la fusión y que desde entonces cada uno de los partidos fusionados quedó extinto como tal y no podrá fusionarse con ningún otro partido.

Redactada  a instancias de Remón, la nueva ley recoge sus aspiraciones de limitar la existencia de Partidos Políticos en Panamá. Conocida comúnmente como la Ley de los 45.000,  pretende, según algunos autores, la creación  del régimen de partido único, pero según otros, lo que se buscaba era  ir hacia un bipartidismo forzoso, en base del modelo estadounidense. Gran adulador de la democracia norteamericana,  pondera mucho la figura del Presidente Eisenhower. Además,  en la Ley subyace el interés de Remón de restarle posibilidades de organización e influencia  a los sectores medios e intelectuales  del país  con ideas democráticas y progresistas. El presidente siempre los identificó como comunistas.

Como lo determinaba la Ley 6, los Partidos Políticos  que participaron en las elecciones de 1952, ninguno de los cuales había alcanzado el equivalente del 20 % de los sufragios emitidos (45.000 votos) deberían quedar extinguidos. Así mismo, los Partidos que

habían apoyado la candidatura de Remón celebrarían Convenciones individuales, para declararse extinguidos y luego, en otra Convención unificada declararían la creación de la Coalición Patriótica Nacional.[156]

En efecto, el domingo 15 de marzo de 1953, en el Teatro Ancón a las 3 p.m. se celebró la Convención constitutiva del nuevo Partido.[157]  Los Partidos Nacional Revolucionario (el del

Caballito), Renovador (el del Toro), Liberal del Matadero (de la bandera Roja) Revolucionario Auténtico (el del cántaro) y la Unión Popular (de la mazorca) que entre todos habían obtenido unos 133.260 votos o sea el 55 % de los sufragios en las elecciones de 1952, formalizaron la unión determinada en la Ley.

Según Remón, la Ley Electoral que crea los grandes partidos, también le da personalidad al país como una República, que puede reclamar a los Estados Unidos la revisión de los Tratados del Canal.

Como lo señala la Ley 6, los partidos coaligados deberían presentar  "un ejemplar de sus principios o programas, un ejemplar de sus estatutos o reglamentos…con la indicación del nombre adoptado por el nuevo partido, así como del emblema escogido por el mismo".

La postulación la efectúan los Partidos Nacional Revolucionario (partido al que pertenecía Remón), Unión Popular y Liberal del Matadero y posteriormente se suman a ellos el Partido Renovador,  y el Partido Revolucionario Auténtico. Junto a Remón integran la nómina presidencial,  José Ramón Guizado y Ricardo Arias Espinosa. Desde ese momento este grupo de Partidos empiezan a llamarse Coalición Patriótica Nacional, aunque legalmente no se había constituido como Partido Nacional. Cada partido postulante  mantiene su autonomía legal, con potestad para designar  a sus candidatos a diputados y concejales,  en forma independiente.

CUADRO No. 5

MIEMBROS DEL DIRECTORIO NACIONAL DE LA COALICIÓN PATRIÓTICA NACIONAL.

Octubre de 1953.

José Ramón Guizado, Ricardo Arias Espinosa, José Daniel Crespo, Victor N. Juliao, Eric Delvalle, Juan E. Jiménez, Catalino Arrocha Graell, Temístocles Díaz Q., Victor C. Urrutia,  Inocencio Galindo, Juan de Arco Galindo, Alfredo Alemán Jr., Heraclio Barletta, Alejandro González Revilla, José D. Bazán, Luis Saayavedra, Ignacio Molino, Carlos Mendoza, Emiliano Márquez, Raimundo Ortega Vieto, Aquilino Sánchez, Plinio Varela, Bernardino González Ruiz, Luis E, Guizado, Rodrigo Arias, Félix Oller, Juan M. Méndez, Eulogia de Arias, Ernesto de la Guardia Jr., Milciades Arosemena, Raúl Berbey, José María González, Roberto Clement, Demetrio Martínez, Olmedo Fábrega, César Arrocha, Pablo Othon, Carmen R. Arias, Domingo H. Turner, Generoso Simons, Ferenando Díaz, Herminio Méndez Mérida, Oscar Grimaldo.

Fuente: Manifiesto que el Directorio Nacional de la Coalición Patriótica Nacional lanza al país al cumplirse el primer año de la administración de Remón.

1 de octubre de 1953.Biblioteca Nacional,  Panamá.

"Habiendo logrado unificar a las clases altas, que le sirvieron de base social de apoyo, el Presidente  procedió a la liquidación legal del resto  los partidos políticos. Solo quedaron vigentes aquellos que pudieron reunir cuarenta y cinco mil adherentes, o sea la Coalición Patriótica Nacional y el partido Liberal Nacional. Se dictó una Ley especial contra las organizaciones clasificadas de comunistas, semejante, en su articulado a  la ley chilena de defensa de la democracia prohijada por el gobierno de González Videla. En consecuencia,  la Federación de Estudiantes y la Federación Sindical de Trabajadores, ambas influidas por la izquierda, fueron prohibidas. Los profesores y maestros progresistas fueron expulsados de sus cargos."[158]

            Contrario a la tendencia unipartidista o bipartidista impulsada por el Presidente Remón, mediante la Ley 6 de 1953, unos años mas tarde, en 1958, el Presidente Ernesto De La Guardia  hace aprobar una nueva ley Electoral la cual establece que para la formación de un partido político se requerirán solo 5.000 adherentes. En base a esta nueva legislación surgirán en el escenario nacional 19 partidos políticos que participarán en las elecciones de 1960. El multipartidismo, que parece una tendencia natural en Panamá, resurgirá. [159]

Cuadro No.6

Lista de Diputados Electos por la Coalición Patriótica Nacional:

Elecciones de 1952.

 

Provincia de Bocas del Toro               Provincia de Veraguas.                       Provincia de Panamá

Ordonel Crespo                                   Acracia S. de Varela                   Juan B. Arias.                            

                                                           Juan  Francisco Pardini               Ismael Vallarino

Provincia de Coclé                              Hugo Torrijos                             Temístocles Díaz Q.

Rogelio Alba

Melitón Arrocha Graell                           Aquilino Sánchez

 

Provincia de Colón                             Diógenes Pino                            Alejandro Remón C.

José Arosemena Galindo                     Provincia de Darién                  Raimundo Ortega Vieto

Victor Navas                                        Pablo Othón                                Luis E. Guizado

Félix Oller

                                                           Provincia de Herrera                Milciades Arosemena

Provincia de Chiriquí                          José D. Crespo                            Alfredo Alemán Jr.

Juan A. Delgado                                  Eligio Crespo V.

Max Heurtematte.

Carlos Jurado                                      Provincia de Los Santos            Inocencio Galindo.

Marco Tulio Guillén                               Heraclio Barletta B.

Alejandro González Revilla                    Bernardino González Ruiz.

                                                           Demetrio Decerega.

Elecciones de 1956.

Provincia de Bocas del Toro               Provincia de Chiriquí              Provincia de Panamá

Guillermo Brown                                   Diógenes Pino                         Cecilia Pinel de Remón

Provincia de Coclé                              Felipe Clement                         Elvia de Flóres

Roberto Díaz Q.                                   Juan A. Delgado                      Max Heurtematte

Efraín Barnett                                       Pablo Espinoza                        Alfredo Alemán Jr.

Marcel Penso                                       Gabriel Jurado                         Domingo Díaz Q.

Max Delvalle.                                       Alejandro González  R.             Manuel R. Díaz

                                                           Mariano Candanedo                 Víctor N. Juliao

Provincia de Colón                             Provincia de Darien                  Juan B. Arias.               

Alberto Arias                                        Pablo Othón                            Ismael Vallarino

José Arosemena Galindo                     Provincia de Herrera               Pedro Galindo

                       

Félix Oller                                            Sergio  Crespo

Víctor Navas                                        Pablo Barés                          Provincia de los Santos

José D. Bazán                                     Eligio Crespo V.                   Salvador Ducasa

                                                                                                                 José Nieves Angulo

Provincia de Veraguas                                                                       Coralia de Burgos.

Adolfo Murillo

Abel Ponte

Juan Franciasco Pardini

Rubén de la Rosa.

Tomado de Porras, Juan R… El Multipartidismo de Panamá… Tésis de Grado …Universidad Javerina de Bogotá, 1968.

CONCLUSIONES

El temprano desmantelamiento del ejército nacional y la interferencia de fuerzas armadas foráneas, en la constitución inicial de la República de Panamá, negaron, a diferencia del resto de los países  latinoamericanos, la participación del cuerpo militar nacional, en la formación de un Estado soberano e independiente.

Pero a partir de la década de 1930, la Policía Nacional adquiere presencia y beligerancia en los acontecimientos nacionales. Luego de un periodo de mediatización en la vida republicana en que  se convierte en un apéndice del ejército de los Estados Unidos, ocurrirá un proceso de maduración en la institución que la conducirá a una mayor figuración en el proceso de desarrollo político, económico y social del país.

A partir del nuevo rol que se le asigna  a la Policía,  como producto de  los cambios  logrados en la relación canalera, con  el Tratado Arias -Roosevelt, ella adquiere  un mayor protagonismo como organismo de mediación en las luchas por el poder político en Panamá. El Coronel José Antonio Remón Cantera viene a formar parte importante de ese nuevo rol. Le imprime un impulso en organización, disciplina y espíritu de cuerpo  para proporcionarle una mayor motivación a una Policía severamente afectada, por la injerencia de las fuerzas extranjeras. La Institución  y el Coronel Remón estarán colocados frente a una disyuntiva: La Policía desempeña el papel de organismo avanzado de la conformación y fortalecimiento del Estado Nacional autónomo, o por el contrario, continuará como un establecimiento político militar, para fortalecer las relaciones de dependencia. No obstante podría ser, a la vez, una fuerza retardataria de las aspiraciones sociales  legítimas  de los panameños.

Pero ese impulso dado por Remón, que la somete a un proceso de profesionalización y militarización a partir de la década de 1940,   convierte a la institución y a su Comandante en auténticos árbitros de la política nacional. Paulatinamente, desplazan del poder real a  los civiles,  inmiscuyéndose  en asuntos históricamente reservados para aquéllos. Desde 1947,  Remón como Comandante, dirime los asuntos políticos del país.

En la historia política de Panamá, se ha desarrollado la tesis  que plantea que el poder militar inicia su desarrollo a  partir de 1968, cuando un golpe de estado entrega a los militares la totalidad del poder político. Sin embargo, desde mucho antes, como lo demostramos en la investigación, la Policía Nacional reclama para sí, una amplia cuota de poder en Panamá. Bajo la fachada de una democracia formal, el poder militar  había entronizado un sistema político que le permitía participar abiertamente en los asuntos reservados para los civiles.

A partir de 1943, la Policía Nacional genera un ascenso vertiginoso en su proceso  militarización y profesionalización. La evolución del presupuesto del estado refleja la erosión que sufre a partir de las actividades dedicadas a fortalecer el escenario militar y represivo, despertando suspicacia entre los grupos civiles.

El ascenso militarista toma impulso, además, bajo la nueva concepción imperialista definida en torno a la Segunda Guerra Mundial. Las débiles naciones latinoamericanas, incluyendo a Panamá, deben alinearse bajo la influencia del poderío estadounidense en la lucha por la     "democracia y la libertad". La herencia es un continente armado mediante créditos y donaciones generosas. Los armamentos, sobrantes de la Guerra se transfieren a los países pobres de América Latina, condicionando su desarrollo económico y militar.

El remonismo se fortalece bajo la premisa de la política de seguridad nacional. El periodo de la  Guerra Fría  impone condiciones para el control interno de las naciones.  Con el apoyo estadounidense,  Remón entra a formar parte del esquema de lucha contra las fuerzas democráticas, que  solicitan cambios en la política de desarrollo interno. Remón reprime el nacionalismo panameño.

El poder de Remón y  la Guardia nacional, creada por él en 1953, no serían  un símbolo de la soberanía nacional ni formará parte del proceso de modernización del Estado Nacional, como quizás algún día lo habían  soñado. Se convertiría en un apéndice del poder estratégico, definido por los Estados Unidos para defender sus intereses.  

Como Presidente en 1952, el Coronel Remón, avanza hacia la imposición de un nuevo modelo de desarrollo orientado hacia las facciones burguesas que se dedican a la industria (proceso de sustitución de importaciones). Esto produce pugnas por  el control  económico del Estado, las cuales generan inestabilidad. Remón pone al servicio de un sector especial de la economía, todo el control del Estado.  Las aspiraciones nacionalistas que él dice abanderar quedan reducidas a migajas otorgadas por  los Estados Unidos,  durante las negociaciones de un nuevo tratado canalero.

Las fuerzas políticas oligárquicas entran en crisis y el poder de los cuarteles servirá de garantes a la estabilidad. Las elites dominantes llegaron agotadas a la década de 1940, por sus propios conflictos de intereses.  No son capaces de mantener un proyecto coherente de desarrollo nacional y terminan fraccionándose.  Mientras Remón sirve a sus intereses,  ellos están cómodos, pero cuando el "hombre fuerte" adquiere un poder ilimitado entran en sospecha

 Cuando estos sectores,  tradicionalmente dominantes en la política nacional,  tratan de recuperar los espacios perdidos, se dan cuenta de que un hombre y una institución se han erigido como árbitros absolutos del poder. Por ello,  se puede suponer que tratarían de desembarazarse  del Coronel- Presidente, quien ocupaba demasiados escenarios y sus tentáculos cubrían todo el ámbito de la vida nacional.

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