- Normas básicas para su funcionamiento, regulaciones.
- Planificación de sus actividades.
- Manual de organización y sus procedimientos.
- Medios necesarios para cumplir sus funciones.
- Planes de desarrollo profesional.
- Código de ética.
- Sistema de evaluación del desempeño.
- Homenaje a la tradición auditora.
- Exigencias de calidad permanente y constante.
Los auditados deben percibir que el grupo de auditores trabaja para que las cosas funcionen bien y no como un servicio de control e inspección. La calidad no se improvisa por lo que su sistematicidad es un requisito indispensable; esto reqiere de un grupo de exigencias agrupadas en: Supervisión del trabajo, Revisión Interna y Revisión Externa. A continuación un breve análisis de cada una de ellas:
Supervisión del trabajo
Este elemento de control comprende fundamentalmente la existencia de:
- Planificación de las auditorías.
- Instrucciones claras para la realización del trabajo.
- Programas. Estos existirán para cada auditoría y su realización deberá ser comprobada en los papeles de trabajo y conclusiones.
- Correcta distribución y discusión del informe.
- Registro y archivo de evidencias de la supervisión.
- Control del tiempo, gastos, rendimiento.
- Formación de los auditores.
- Programación de cursos internos y externos.
- Participación en actividades científicas (talleres, eventos, etc.)
Revisión Interna.
Es un autodiagnóstico que se lleva a cabo por sus propios auditores y lo efectua el jefe de grupo o el personal de más experiencia, con los siguientes objetivos:
- Evaluar grado de credibilidad y confianza de los auditores.
- Verificar el cumplimiento de normas y procedimientos.
- Analizar métodos y técnicas aplicadas.
- Comprobar cumplimiento de las recomendaciones.
- Evaluar organización, costos y rendimientos.
Si la revisión la ejecutan en el grupo los de más experiencia deberá existir la seguridad de que en realidad representan la cualidad del colectivo. Deben disponer de una total independencia que les permita llegar a un juicio acertado. Este trabajo debe ser de conocimiento de todos los auditores, disponer de un período de tiempo que permita un riguroso estudio sin llegar a una extención que haga que se pierda la motivación y los objetivos, y por supuesto tomar las medidas que requieran las conclusiones a que se arribe.
Revisión Externa.
Aún cuando se compruebe la existencia de una revisión interna no puede obviarse la revisión externa como mínimo cada tres años aunque esto último pueda estar en dependencia del grado de desarrollo de la unidad auditora en cuestión. Los objetivos de la revisión externa son los mismos que los de la revisión interna: evaluar la calidad. Aunque en este caso es una revisión a la que se añade la comprobación de:
- Capacidad de la dirección del grupo auditor.
- Organización y métodos de trabajo.
- Relaciones con la dirección, otras unidades.
- Imagen, influencia.
- Calidad de vida de los auditores.
- Formación de los auditores.
- Integración y motivación del colectivo.
- Promociones.
- Proceso de formación. Resultados.
La revisión externa determinará la eficiencia y eficacia con que trabaja el colectivo auditor.
Los elementos hasta aquí propuestos no son únicos pero sí fundamentales; han sido aplicados quedando demostrada su utilidad ya que organiza los pasos a seguir si de la evaluación de calidad en la auditoría se trata, para que no quede ningún aspecto esencial sin analizar y este vaya en detrimento de la imagen que debe proyectar un auditor: ser creible y confiable. Recordar que la auditoría interna requiere de una calidad que ofrezca la confianza de la administración y que haga que el auditor se vaya convirtiendo en el verdadero asesor que esta necesita, esta seguridad viene dada por el estricto cumplimiento de todos los puntos aquí mencionados.
El mundo gerencial exige cada día más del auditor interno. El intercambio de experiencias, el estudio constante, el análisis libre de prejuicios, en fin la calidad de su trabajo, hará que el auditor cada día se acerque más a las necesidades actuales y su actividad se jerarquice ubicándose en la avanzada de la economía donde realmente está su lugar.
La preocupación y ocupación por la calidad es un objeto inaplazable y esta no solo, concierne a los productos o servicios, sino a toda la vida y actividad de la empresa. Fallas en la calidad afectan a toda la organización y la auditoría inmersa en el análisis de estas organizaciones debe tener calidad y crear un clima de confiabilidad hacia los auditores conociendo de antemano que la calidad no se improvisa sino que es fruto de su trabajo, competente, honesto, riguroso y sistemático.
Hoy los auditores velan por la calidad de su labor y esta se controla sistemáticamente. En este trabajo se ha pretendido reunir los aspectos que no pueden dejar de ser evaluados si la calidad se habla.
Cantú H. D. (1997) Desarrollo de una cultura de calidad. México: Mc Graw Hill INTERAMERICANA AUDITORES S. A. DE C. V.
Crosby P. B. (1984). Quality Without Tears. México: Mc Graw Hill.
Crosby P. B. (1979). La Calidad no cuesta. México: Mc Graw Hill.
Deming E. W. (1989). Calidad, Productividad y Competitividad. La salida de la crisis. Madrid: Editorial Díaz Santos.
Feigenbaum A. V. (1990). Total Quality Control. México: Mc Graw Hill 4ta Edición.
Harrington, H. J. (1997). Administración Total del Mejoramiento Continuo: La Nueva Generación. Colombia: Mc Graw Hill INTERAMERICANA S. A.
Ishikawa, K. (1998) Qué es el control total de la calidad. La modalidad japonesa. La Habana: Editorial Ciencias Sociales.
ISO 9000 (2000). Sistemas de Gestión de la Calidad – Fundamentos y Vocabulario.
ISO 9004 (2000). Sistemas de Gestión de la Calidad – Directrices para la mejora del desempeño.
Juran J. M. y Gryna F. M. (1995). Análisis y Planeación de la Calidad. México: Mc Graw Hill. 3ra edición.
Juran J. M. y Gryna F. M. (1993). Manual de Control de la Calidad. México: Mc Graw Hill. 4ta Edición en español.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |