Relación entre el dismorfismo eritrocitario en orina y glomerulopatias primarias en pacientes menores de 18 años (página 2)
Enviado por juan camilo castillo ariza
La asociación entre el dismorfismo eritrocitario y diferentes glomerulopatías primarias en el ámbito pediátrico no esta plenamente dilucidado y de allí nacen grandes interrogantes en el ámbito de la nefrología pediátrica.
Por lo tanto se realizo un estudio prospectivo tipo ensayo clínico, donde se valora la eficacia y la seguridad que puede suministrar el estudio de la dismorfia eritrocitaria en orina en pacientes con glomerulopatias primarias.
MATERIAL Y METODOS
Estudio prospectivo tipo ensayo clínico multicéntrico de validación de prueba diagnostica: se realizo en diferentes instituciones pediátricas de la ciudad de Barranquilla, donde se valoro la eficacia y seguridad del dismorfismo eritrocitario en orina, y su relación en pacientes con algún tipo de glomerulopatia primaria. Total 40 pacientes.
Se seleccionaron los pacientes en consulta medica con Nefrología (Dr. Ariel Polo), con cuadro de hematuria, y sospecha de origen glomerular; se solicito biopsia renal y dismorfismo eritrocitario en orina.
Se solicito autorización para el ingreso al estudio, por medio de un consentimiento informado, explicándose el objetivo de la investigación.
Se utilizo un formulario de recolección de la información, par la obtención de los datos acerca de las variables; se ordena cita control con resultados.
RESULTADOS
De la población estudiada el 52.5% (n=21) pertenece al sexo femenino, por ende el restante 47.5% (n=19) pertenecen al sexo masculino.
La edad de la población osciló entre 1 y 18 años, con una media de 7.4+ 3.2 años. Al estratificar la población de acuerdo a la edad, se encontró que el 47.5% (n=19) de los pacientes tenían entre los 6 – 10 años; el 32.5% (n=13) estaba entre los 1 – 5 años; el 20% (n=8) entre 11 – 15 años; no se reportan casos en pacientes menores de 1 año, ni mayores de 16 años en la muestra estudiada. Media= 7.4 ± 3.2 años.
La forma de presentación clínica mas frecuente de los pacientes en estudio fue la macrohematuria sin otra sintomatología asociada 82.5% (n=33), seguido de la microhematuria como hallazgo de laboratorio casual 10% (n=4), el 7.5% (n=3) restante la forma de presentación fue hematuria + proteinuria (n=2) y hematuria + HTA (n=1).
La distribución de acuerdo al reporte de biopsia renal muestra que la Enfermedad de membrana basal delgada es la principal glomerulopatia involucrada con un 72.5% (n=29), le sigue la Nefropatía por IgA 10% (n=4), la Enfermedad de Alpont 5% (n=2); el 12"5% (n=5) lo ocuparon otro tipo de glomerulopatías, dentro de las que se mencionan laNefropatía de cambios mínimos, la glomeruloesclerosis focal y segmentaría y las nefropatías lupicas.
La dismorfia total de los hematíes, presento la siguiente distribución: entre 61 – 80% de hematíes dismorficos 52.5% (n=21), entre 20 – 40% de hematíes dismorficos 25% (n=10), entre 41 – 60% de hematíes dismorficos 17.5% (n=7), entre 81 – 100% de hematíes dismorficos 5% (n=2); no se reporto dismorfia total menor del 20%. (Media = 62.0 ± 17.2%).
Característica | Reporte de Biopsia Renal | |||
Membrana basal delgada N: 29 (100%) | Nefropatía IgA N: 4 (100%) | Enfermedad Alport N: 2 (100%) | ||
Anisocitosis: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 1 (3.4) 2 (6.8) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | |
Microcitosis: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 2 (6.8) 20 (68) 4 (13.6) 0 (0) 0 (0) | 1 (25) 2 (50) 0 (0) 0 (0) | 2 (100) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | |
Fragmentación: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 9 (30.9) 9 (30.9) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 2 (50) 2 (50) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 1 (50) 1 (50) 0 (0) 0 (0) | |
Equinocitos: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 0 (0) 4 (13.6) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 3 (75) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 1 (50) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | |
Acantocitos: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 1 (3.4) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | |
Anulares: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100 | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) |
Gemación: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 1 (25) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) |
Ovalocitos: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) |
Estomacitos: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) |
Falciformia: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) |
Células en diana: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) |
Estromas eritrocitarios: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 1 (25) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) |
Donuts: < 20% 20 – 40% 41 – 60% 61 – 80% 80 – 100% | 1 (3.4) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) |
DISCUSION Y CONCLUSIONES
Al observar los resultados arrojados por esta investigación, concluimos que el sexo femenino se vio mayormente involucrado con un 52.5%, de los casos; de la misma forma el intervalo etareo mas afectado fue de 6 a 10 años 47.5% con una media de 7.4 ± 3.2 años, la forma de presentación clínica mas común, fue la macrohematuria monosintomatica 82.5%, la principal patología diagnosticada fue la Enfermedad de membrana basal delgada, en un 72.5%.
La dismorfia total en todos los casos supero el 20%, con una media de 62 ± 17%, lo que demuestra, que en ausencia de patología urológicas asociada, las nefropatías rinden hematurias dismórficas en mas del 20% de los casos.
Por otra parte se observa que no se presenta asociación directa ni estadísticamente significativa, entre las diferentes tipos de dismorfia eritrocitaria y las nefropatías primarias incluidas en esta investigación, sin embargo no se descarta dicha asociación. Desde el punto de vista clínicos, existen individuos que presentan uropatías y nefropatías asociadas, que hacen cambiar el signo de la hematuria y pueden provocar un cierto grado de confusión y, desde luego, un descenso en la valoración estadística del método, si dichos enfermos no son estadísticamente tratados aparte.
El exiguo número de hematíes dismórficos en muchas nefropatías hace que queden enmascarados y pasen inadvertidos al observador por el ingente número de hematíes presentes procedentes de la uropatía. No debe, por tanto, sorprender al analista ni al clínico, que frente a diagnósticos perfectamente contrastados de glomerulopatías se detecten hematurias isomórficas en pacientes con uropatías asociadas. Cuando el enfermo deje de sangrar y/o la patología urológica haya sido solventada (hematuria de tipo transitorio), cambiará el signo y volverán a aparecer los hematíes dismorficos (hematuria de tipo permanente o a largo plazo).
La determinación de la dismorfia eritrocitaria además de su valor diagnóstico discriminatorio se utiliza en el control de seguimiento de las nefropatías como una de las herramientas más específica, económica y segura para el enfermo que existe. Pero es necesario advertir que de acuerdo con la evolución natural de las nefropatías progresivas, cuando esta afecte a la gran mayoría de los glomérulos y provoque su esclerosis, la microhematuria dismórfica tenderá a desaparecer para ser sustituida gradualmente por una de tipo isomorfico de origen tubular. Cuando la esclerosis glomerular sea completa (insuficiencia renal terminal), la dismorfia eritrocitaria habrá desaparecido y carece de sentido intentar su determinación. En las valoraciones de eficiencia del método los casos con insuficiencia renal terminal deberían ser extrapolados del resto.
En resumen, se confirma que se dispone de un método analítico no invasivo, de fácil ejecución, de muy elevada eficiencia y de bajo costo económico para localizar el origen de las hematurias.
Como principal recomendación se propone que todo niño con hematuria persistente, a quien no se le puede aclarar su diagnóstico con los elementos dados, debe referirse a un nefrólogo pediatra para su evaluación.
En los pacientes en los cuales no se logra identificar un diagnóstico después de la evaluación inicial, debe realizarse un seguimiento adecuado por largo plazo. La meta final al evaluar cualquier paciente con hematuria microscópica asintomática es descubrir una lesión significativa en un estadio temprano cuando es susceptible de realizársele algún tratamiento curativo y antes de que la lesión cause una morbilidad significativa.
Se ha discutido en numerosas ocasiones la situación limitada en la que se encuentra la ciudad de Barranquilla y la Región Caribe Colombiana en cuanto a disponibilidad de estudios avanzados como la biopsia renal, por lo que este estudio es un aporte valioso, ya que los resultados arrojados recomiendan, la utilización del estudio de la dismorfia eritrocitaria en orina, como primera herramienta de estudio para la localización de la hematuria.
Por ultimo se hace un llamado especial a continuar con las investigaciones de este tipo, que permitan el completo conocimiento del comportamiento de estas patologías, por causa específica, y que en un futuro sean la base de estudios de tipo analítico y experimental.
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Autor:
1. Ariel Polo Castillo. MD Pediatra Nefrólogo.
2. Eurípides Fonseca Amaya. MD Pediatra.
3. Lorena Molina San juan. MD Pediatra.
4. Juan Camilo Castillo. Medico y cirujano, Investigador Medico.
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