Chile: El arco iris, el cambio y el terremoto

A propósito de la última tragedia ocurrida a los chilenos en Febrero del 2010 y la conmoción que causó, acrecentada por la superstición y los rumores tras el caos y por quienes de una forma se hacen notar usando los sentimientos que provoca el desconcierto y el infortunio, partiendo de las autoridades hacia abajo, a las cuales ahora se cuestiona por probables reacciones tardías procurando obtener mezquinos dividendos para justificar los resultados de un futuro incierto que dependerá siempre de nuestra naturaleza a veces incomprensible.

Aunque parezca dialogar con una piedra, quizás sea necesaria una mirada introspectiva a cada uno de nosotros, y no a la corteza terrestre, para asumir los cambios que puedan venir; y así lo digan los Mayas, el Islam, la Virgen de Fátima o los Profetas bíblicos desde hace milenios, lo cierto es que la naturaleza nos está exigiendo que nos adaptemos como criaturas en el vientre de la madre, a los cambios que significará salir a la luz después de los dolores del parto a una nueva sociedad, quizás mas espiritual que materialista, como debiera ser la esencia del único individuo racional del planeta que tiene por misión trascender y traspasar los siglos y el infinito como creación de este selecto rincón del universo llamado tierra y en el cual Chile está llamado a ser el punto donde la conciencia despierte y, en la unión que provocan las tragedias en nosotros, podamos entregar un mensaje de rectificación de rumbos a toda la humanidad.

Según los nuevos teóricos, cansados de la onda materialista y evolucionista que no ha dado los frutos esperados después de Darwin, el hombre existe en la Tierra porque son necesarios para la existencia del Universo.

Si fuera así, y si la humanidad es un caos a pesar de su racionalidad, la tierra y el universo podría ser un caos a futuro donde Chile y todos los lugares del mundo donde la tragedia natural se está manifestando con singular crueldad los últimos decenios, debemos estar alerta y no descartar el llamado que la naturaleza nos está haciendo.

Introducción

El sabio construye sobre la roca.

(Mateo 7: 24-29)

La única constante en el universo es el CAMBIO. Nada de lo que fue ayer es hoy en una tierra donde el hombre es el único que se opone a que las cosas cambien, en desmedro de su propia vida y la de sus semejantes, llegando a ser el depredador mas grande que condiciona el cambio.

Lo grave es que todo cambio ocurre con grandes tragedias a precio de vida y de sangre, tragedias que se encuentran registradas en la corteza terrestre, en las entrañas de la tierra, en las construcciones humanas y los escritos antiguos, a lo que podemos agregar con certeza, que hasta en nuestros genes.

La evolución en la tierra que preconizan los científicos y sus seguidores es demasiado "suave" y acomodaticia a la naturaleza humana para el cambio que lleva dentro de sí el universo entero del cual el hombre es una infinitésima parte y seguro, la más importante.

Todo cambio obedece a causas que actúan de acuerdo a las leyes del universo, el que sin duda se dirige a otra forma en el tiempo que no tiene porqué ser el final trágico de las ciencias oficiales, sino el final apocalíptico con una parte de escogidos que asumen su humanidad imperfecta esperando la consumación de un fin independiente del ser humano, pero formando parte de él desde la creación.

Se postula que el universo viene de la nada, lo que significa que en algún momento no existió el sol y sus planetas; no había luna ni estrellas, no existieron árboles ni animales, no había lluvia ni ARCO IRIS, etc., cada uno de los cuales existieron después de una causa con resultados que traen otras consecuencias en un proceso permanente de creación universal hasta hoy, siendo el hombre el único ser finito que lo percibe y testimonia por cuanto un cambio de cualquier índole ha significado grandes tragedias y dolor humanos.

Un CATACLISMO como el ocurrido el 27 de febrero del 2010 obedece a uno de estos cambios y es causado por fuerzas producidas por la expansión diaria y constante del universo en cantidades muy pequeñas que en corto tiempo no son percibidas, pero la suma constante al cabo de cientos o miles de años pasa a ser de significativa importancia.

Mediante estos cambios se está demostrando y comprobando la teoría de expansión del universo y la teoría de la relatividad.

La naturaleza ha obligado al hombre a cambiar, desde vivir desnudos a usar vestidos; desde vivir en cavernas a construir viviendas, de recolector de alimentos nómades a una sociedad sedentaria que los cultiva, etc., forzando la creatividad para traspasar los tiempos y sobrevivir. Para hacernos un nombre dice la Biblia (Génesis 11:4)

Los chilenos estamos acostumbrados a las tragedias que fuerzan EL CAMBIO en nuestro país y nos queda el consuelo que nunca es responsabilidad nuestra. Largo sería enumerarlas.

Resumiendo solo desde el siglo XX en adelante estamos plagados de tragedias, por ejemplo:

Si perdimos al fútbol, para los medios un desastre, es por culpa del árbitro y no porque los otros son mejores.

El despojo económico del pueblo es por culpa de los mejicanos, de los asiáticos o de la recesión mundial pero no de la voracidad de las trasnacionales ancladas en nuestro país para siempre.