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La prostitución en Europa – Propuesta de soluciones

Enviado por federico gallardo


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Actuación policial en España
  3. Situación en Europa
  4. El ejercicio individual de la prostitución no es delito
  5. El proxeneta es un delincuente, salvo en España y en Holanda
  6. En Suecia contratar servicios sexuales implica cárcel
  7. En Holanda, las prostitutas existen en el derecho laboral
  8. Alemania regula donde no puede haber prostitución
  9. Solo en España, la prostitución no paga impuestos
  10. Conclusiones
  11. Legislación comparada

Introducción

El siguiente estudio analiza el régimen jurídico de la prostitución en varios países europeos, Alemania, Inglaterra y País de Gales, Bélgica, Dinamarca, España, Italia, Holanda y Suecia. Con esto, el autor adelanta el soporte legal que complementaría nuestro régimen jurídico español.

Ha de destacar que las medidas particulares relativas a la prostitución infantil no han sido tenidas en cuenta en este artículo ya que está tipificada como un delito en todo el mundo

La mayoría de los países europeos se enfrenta a un problema social, la prostitución. Ahora bien, en las sociedades democráticas, las medidas aplicadas son tomadas por el legislador conforme a la percepción de la ciudadanía. Si la ciudadana entiende la prostitución como un problema de orden público, se potencian las medidas amparadas por el Código penal. Si reconoce el componente social, se habilitan medidas administrativas y sociales.

Actuación policial en España

En nuestro país, se entiende la prostitución como el ejercicio habitual y venal por persona de cualquier sexo, mediante precio, de relaciones sexuales con cualquiera que se lo pida, sea o no su único medio de vida. Dicha actividad y su ejercicio no están tipificadas penalmente, aunque es objeto de diversas medidas no penales para evitar su extensión

Cuando la policía local de cualquier municipio se enfrenta al problema de la prostitución, descubre un mundo de miseria y explotación en el cual el sujeto de su actuación, las prostitutas no son presuntas delincuentes.

En efecto, es común que las intervenciones policiales tengan lugar sobre aquellos que ejercen en la calle. Generalmente, la actuación surge a instancia de parte toda vez que su presencia deteriora el nivel económico de un barrio. Caso paradigmatico en Madrid, el Paseo de la Castellana está siendo barrido por la policía local toda vez que la usual presencia de prostitución en torno a la calle Capitán Haya ha desbordado el "umbral de tolerancia" del vecindario provocando las consabidas patrullas vecinales. El conflicto fue tal que tuvieron que intervenir las unidades de intervención policial del Cuerpo Nacional de Policía.

Cuando esta actividad está enclavado en barrios degradados, la policía local no recibe la orden de intervenir. La actividad económica del barrio se ha deteriorado y se ha vinculado a este sector. Es políticamente arriesgado intervenir. El caso extremo se da en nuestra capital, en la Casa de Campo. Es "oportuno" tolerar una zona de la ciudad con unos tremendos niveles de degradación social. Abordar esta situación supondría el traslado de este colectivo hacia zonas urbanas con las consabidas protestas vecinales. De ahí, la hipocresía. Se critica esta concentración pero se permite la circulación de 55.000 turismos que acercan los clientes a los prestatarios de servicios durante las veinticuatro horas del día.

El hombre público guía fundamentalmente su actuación sobre la base de la obtención del máximo número de votos que le permita mantenerse en el poder en la próxima campaña electoral. Esto no quiere decir que no está dispuesto a propugnar acciones que él considere beneficiosas para la ciudad, pero siempre que el cálculo de ganancias y perdidas de votos le resulte altamente favorable.

Luego, se permiten niveles de explotación sobre un colectivo tan desasistido como los que "trabajan" en esta zona, mil doscientos extranjeros y drogadictos porque no sólo no tienen acceso a los grupos de presión, sino que ni siquiera votan.

Fiel a su cargo, el defensor del menor de la Comunidad de Madrid solicitó, en junio de 2.000, de la Delegación del Gobierno que investigara si jóvenes menores de edad ejercían la prostitución en esa zona. Curiosamente, la investigación resultó negativa. De haber sido positiva, alguien habría tenido que actuar para no arriesgarse a dejar intencionadamente de promover la persecución de este delito.

Sin embargo, la realidad es cruda con la pasividad institucional. Una joven kosovar se ha fugado de la casa de acogida de la Comunidad de Madrid y ha vuelto a su puesto en la Casa de Campo. Por suerte para los "moralistas", es yugoslava.

Es más, aunque no se quieran ver los riesgos sociológicos que suponen la segregación entre el mundo de la prostitución y la ciudad, las autoridades deberían calibrar el alcance de su pasividad. Se están permitiendo altísimos niveles de violencia sobre seres humanos ya que la marginación en la que viven impide la salida de este mundo, el abandono del mercado de las prestaciones sexuales denunciando si cupiera a aquellos que mediante violencia se lucran de este mercado.

Situación en Europa

En este estudio, tres aspectos han sido destacados: las disposiciones penales, fiscales y sociales aplicables a la prostitución:

Este examen de la legislación comparada pone en evidencia que todos los países condenan todas las formas de proxenetismo; a excepción de España y de Holanda. Sin embargo, en ninguno de los países estudiados, el ejercicio individual de la prostitución constituye un delito.

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