- Turismo dentro de Desarrollo Sostenible
- Impactos del turismo
- Los recursos ambientales y la demanda turística
- Capacidad de Carga
- Ventajas comparativas y competitivas del uso sostenible de los recursos
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
El turismo es un importante sector económico y un fenómeno interdependiente que asienta su desarrollo directamente sobre el territorio y el uso de sus recursos naturales. Las distintas fases de consumo de un producto turístico guardan relación con el medio ambiente, desde el ciclo estancia hasta el desplazamiento. Por otra parte los diferentes tipos de productos dependen en mayor o en menor medida del estado de conservación de los recursos que son su razón de ser, desde unas playas limpias o un medio urbano adecuado para el descanso y el ocio del turista, hasta espacios protegidos con elevada calidad ambiental.
Desarrollo
Turismo dentro de Desarrollo Sostenible
En las últimas dos décadas aproximadamente se han comenzado a iniciar nuevas vías de desarrollo en el turismo, tanto en la demanda como en la oferta. Estos cambios son consecuencia de una creciente sensibilidad social por la calidad ambiental, pues son bien conocidos los efectos de degradación paisajística, ambiental, social y cultural que el turismo de masas ha generado a numerosas áreas del mundo.
Los nuevos turistas buscan espacios con menor impacto sobre el medio y con una mayor integración de las características sociales y culturales locales. Los espacios receptores buscan vías alternativas de desarrollo que permitan reducir los efectos negativos del turismo sobre el medio, que aseguren una más amplia diversidad de formas turísticas y, sobre todo, que integren de forma más armónica las necesidades del turista y de la población local.
El turismo no debe entenderse como una actividad económica aislada y que funciona de forma independiente. Por el contrario, el turismo depende de numerosos sectores de la economía que lo abastecen de bienes y servicios (alimentación, transporte, seguros, energía, tecnología, construcción, mobiliario, etc.). Se presentan en los espacios turísticos presiones excesivas sobre el territorio y los intereses socioeconómicos muy a menudo están enfrentados, se hace necesario un enfoque que permita la confluencia de posiciones antagónicas que contemplen la mayor parte posible de necesidades y prioridades de los agentes sociales locales y los sectores económicos. En esta medida cobra sentido la implementación de modelos de participación ciudadana como paso fundamental hacia una gestión sostenible.
Este cambio en la concepción del turismo contemporáneo se inscribe en un contexto más amplio: la necesidad de implementar modelos de desarrollo sostenible, que hagan compatible el desarrollo económico con la conservación de los recursos naturales y el incremento de la equidad y de la justicia social. En este sentido, la sostenibilidad no es una posible opción a la actividad turística, sino que es la única opción, aquella que puede mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de hoy y del futuro sin sobrepasar la capacidad de carga de los ecosistemas que son el soporte de vida en la tierra.
El concepto de Turismo Sostenible parte de un concepto más amplio como lo es el de Desarrollo Sostenible. Factor esencial para la gestión sostenible de los espacios turísticos es la implantación de la ya mencionada Agenda 21.
Como sostiene Helena Ullastres, geógrafa y responsable de campañas de sensibilización y educación ambiental de la organización Ecomediterranea, en su documento "El paisaje, objeto de la mirada turística", el turismo debería reunir las siguientes características. Debe ser:
PLANIFICADO: debe tomar en cuenta las condiciones actuales (diagnósticos) y las perspectivas futuras para definir una estrategia de sostenibilidad, tomando en cuenta el contexto humano, físico, social, económico y ambiental.
INTEGRADO: la oferta turística debe ser el resultado natural de todos los recursos turísticos locales, (ecológicos, culturales, monumentales, artísticos, gastronómicos, folklóricos, mágico religiosos, etc.).
ABIERTO: siendo local, debe estar abierto al contexto y a los espacios territoriales próximos.
DIMENSIONADO: temporal y espacialmente. Es decir, propender a eliminar la estacionalidad en periodos y territorios limitados.
PARTICIPATIVO: participación de todos los agentes que intervienen en el proceso turístico (gobiernos, empresas, población local)
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